Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Piazza del popólo

Piazza del popólo
(Habla María Zambrano)

Fue una noche como ésta.
Estaba el balcón abierto
igual que hoy está, de par
en par. Me llegaba el denso
olor del río cercano
en la oscuridad. Silencio.
Silencio de multitud,
impresionante silencio
alrededor de una voz
que hablaba: presentimiento
religioso era el futuro.
Aquí en la Plaza del Pueblo
se oía latir - y yo,
junto a ese balcón abierto,
era también un latido
escuchando. Del silencio,
por encima de la plaza,
creció de repente un trueno
de voces juntas. Cantaban.
Y yo cantaba con ellos.
Oh sí, cantábamos todos
otra vez, qué movimiento,
qué revolución de soles
en el alma! Sonrieron
rostros de muertos amigos
saludándome a lo lejos
borrosos - pero qué jóvenes,
qué jóvenes sois los muertos!-
y una entera muchedumbre
me prorrumpió desde dentro
toda en pie. Bajo la luz
de un cielo puro y colérico
era la misma canción
en las plazas de otro pueblo,
era la misma esperanza,
el mismo latido inmenso
de un solo ensordecedor
corazón a voz en cuello.
Sí, reconozco esas voces
cómo cantaban. Me acuerdo.
Aquí en el fondo del alma
absorto, sobre lo trémulo
de la memoria desnuda,
todo se está repitiendo.
Y vienen luego las noches
interminables, el éxodo
por la derrota adelante,
hostigados, bajo el cielo
que ansiosamente los ojos
interrogan. Y de nuevo
alguien herido, que ya
le conozco en el acento,
alguien herido pregunta,
alguien herido pregunta
en la oscuridad. Silencio.
A cada instante que irrumpe
palpitante, como un eco
más interior, otro instante
responde agónico.
Cierro
los ojos, pero los ojos
del alma siguen abiertos
hasta el dolor. Y me tapo
los oídos y no puedo
dejar de oír estas voces
que me cantan aquí dentro.

de Jaime Gil de Biedma,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

domingo, 24 de septiembre de 2017

Cartelitos (canción)

Cartelitos

Hay muchos cartelitos
que señalan dónde puedo ir,
me indican, con flechitas
y me dicen que
si yo sigo ese camino voy a ser feliz.

Son tantos cartelitos,
tanto para elegir,
con lindas frasecitas
sobre mi porvenir.
Pero si pienso un poco
empiezo a descubrir
que voy a ir por donde yo elija,
en el momento en que decida ir.
Porque no quiero que los cartelitos
decidan por mí, decidan por mí...

Voy a tomar mis propias decisiones,
voy a escuchar mi propio corazón,
voy a seguir así, lo más campante
por donde quiera yo.

Son tantos cartelitos,
tanto para elegir,
con lindas frasecitas
sobre mi porvenir.
Pero si pienso un poco
empiezo a descubrir
que voy a ir por donde yo elija,
en el momento en que decida ir.
Porque no quiero que los cartelitos
decidan por mí, decidan por mí...

Voy a tomar mis propias decisiones,
voy a escuchar mi propio corazón,
voy a seguir así, lo más campante
por donde quiera, por donde quiera,
por donde quiera yo.

de Hugo Midón,
en Vivitos y coleando 2, Los años luz discos, 1995.

miércoles, 20 de septiembre de 2017

Yo no me arreglo solito (canción)

Yo no me arreglo solito

Si cada cual cuida su quintita
Sin pensar en los demás
Cuando necesite agua
Ni una gota encontrará.

Yo no me arreglo solito
Yo no me quiero arreglar.
Yo no me arreglo solito
Necesito a los demás.

Si cada cual se mira el ombligo
Y no ve a su alrededor
Se choca con las paredes
Y le duele el corazón.

Yo no me arreglo solita
Necesito a los demás.

Si cada cual cuida su casita
Y sus cosas, nada más.
Y se cierra con candado,
Nunca nadie le abrirá.

Yo dejo una puerta abierta
Para que se pueda entrar.
Yo dejo una puerta abierta
Para que se pueda entrar.

Si cada cual se cubre del frío
Y no abriga a los demás...
Finalmente se descubre
Porque el frío es general.

Yo no quiero tener frío,
Ni que tengan los demás.
Yo no me arreglo solito
Yo no me quiero arreglar.

de Hugo Midón,
en Derechos torcidos, Ministerio de Educación de la Nación, 2013. 

sábado, 16 de septiembre de 2017

Nota I

Nota I

te nombraré veces y veces.
me acostaré con vos noche y día.
noches y días con vos.
me ensuciaré cogiendo con tu sombra.
te mostraré mi rabioso corazón.
te pisaré loco de furia.
te mataré los pedacitos.
te mataré uno con paco.
otro lo mato con rodolfo.
con haroldo te mato un pedacito más.
te mataré con mi hijo en la mano.
voy a venir con diana y te mataré.
voy a venir con jote y te mataré.
te voy a matar, derrota.
nunca me faltará un rostro amado para
matarte otra vez.
vivo o muerto/un rostro amado.
hasta que mueras/
dolida como estás/ya lo sé.
te voy a matar/yo
te voy a matar.

de Juan Gelman,
en http://www.juangelman.net/2011/01/08/1083/ (8/9/17).

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Panelismo

Panelismo

El que vive de banquete en banquete
Nos habla del hambre,
Y el oficinista,
De la dignidad de cartonear.
El burro, de reforma educativa,
Y el golpista, de dialogar.

Es normal
Que el liberal
Nos hable
De solidaridad.

Por Félix Sánchez Durán.

martes, 12 de septiembre de 2017

Nota XII

Nota XII

los sueños rotos por la realidad
los compañeros  rotos por la realidad/
los sueños de los compañeros rotos
¿están verdaderamente rotos/perdidos/nada/

se pudren bajo tierra?/¿su rota luz
diseminada a pedacitos bajo tierra?/¿alguna vez
los pedacitos se van a juntar?
¿va a haber la fiesta de los pedacitos que se
reúnen?

y los pedacitos de los compañeros/¿alguna vez
se juntarán?
¿caminan bajo tierra para juntarse un día
come dice manuel?/¿y se
juntarán un día?
de esos amados pedacitos está hecha nuestra
concreta soledad/
per/dimos la suavidad de paco/la tristeza de
haroldo/la lucidez de rodolfo/
el coraje de tantos

ahora son pedacitos desparramados bajo todo
el país
hojitas caídas del fervor/la esperanza/la fe/
pedacitos que fueron alegría/combate/
confianza
en sueños/ sueños/ sueños/ sueños/

y los pedacitos rotos del sueño/se juntarán
alguna vez?
¿se juantarán algún día/pedacitos?
¿están diciendo que los enganchemos al tejido
del sueño general?
¿están diciendo que soñemos mejor?

de Juan Gelman,
en http://www.juangelman.net/2011/01/08/1083/ (8/9/17).

viernes, 8 de septiembre de 2017

Paraíso perdido

Paraíso perdido

A través de los siglos
por la nada del mundo,
yo, sin sueño, buscándote.

Tras de mí, imperceptible,
sin rozarme los hombros,
mi ángel muerto, vigía.

¿Adónde el Paraíso,
sombra, tú que has estado?
Pregunta con silencio.

Ciudades sin respuesta,
ríos sin habla, cumbres
sin ecos, mares mudos.

Nadie lo sabe. Hombres
fijos, de pie, a la orilla
parada de las tumbas,

me ignoran. Aves tristes,
cantos petrificados
en éxtasis el rumbo,

ciegas. No saben nada.
Sin sol, vientos antiguos,
inertes, en las leguas

por andar, levantándose
calcinados, cayéndose
de espaldas, poco dicen.

Diluidos, sin forma
la verdad que en sí ocultan,
huyen de mí los cielos.

Ya en el fin de la Tierra,
sobre el último filo,
resbalando los ojos,

muerta en mí la esperanza,
ese pórtico verde
busco en las negras simas.

¡Oh boquete de sombras!
¡Hervidero del mundo!
¡Qué confusión de siglos!

¡Atrás, atrás! ¡Qué espanto
de tinieblas sin voces!
¡Qué perdida mi alma!

—Ángel muerto, despierta.
¿Dónde estás? Ilumina
con tu rayo el retorno.

Silencio. Más silencio.
Inmóviles los pulsos
del sinfín de la noche.

¡Paraíso perdido!
Perdido por buscarte,
yo, sin luz para siempre.

Rafael Alberti,
en Sobre los ángeles, epublibre, 2015.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Los dos Conejos

Los dos Conejos
(No debemos detenernos en cuestiones frívolas, olvidando el asunto principal.)

Por entre unas matas,
seguido de perros
(no diré corría),
volaba un Conejo.

De su madriguera
salió un compañero,
y le dijo: «Tente,
amigo; ¿qué es esto?»

—«¿Qué ha de ser?, responde:
sin aliento llego…
dos pícaros galgos
me vienen siguiendo.»

—«Sí (replica el otro),
por allí los veo…
pero no son galgos.»
—«¿Pues qué son?» —«Podencos.»

—«¿Qué? ¿Podencos dices?
Sí, como mi abuelo.
Galgos y muy galgos,
bien vistos los tengo.»

—«Son podencos: vaya,
que no entiendes de eso.»
—«Son galgos te digo.»
—«Digo que podencos.»

En esta disputa,
llegando los perros,
pillan descuidados
a mis dos Conejos.

Los que por cuestiones
de poco momento
dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.

de Tomás de Iriarte,
en Fábulas literarias, epublibre, 2014 (1782).

domingo, 3 de septiembre de 2017

El Oso, la Mona y el Cerdo

El Oso, la Mona y el Cerdo
(Nunca una obra se acredita tanto de mala como cuando la aplauden los necios.)

Un Oso con que la vida
ganaba un piamontés,
la no muy bien aprendida
danza ensayaba en dos pies.

Queriendo hacer de persona,
dijo a una Mona: «¿Qué tal?»
Era perita la Mona,
y respondióle: «Muy mal.»

—«Yo creo, replicó el Oso,
que me haces poco favor.
¿Pues qué?, ¿mi aire no es garboso?
¿no hago el paso con primor?»

Estaba el Cerdo presente,
y dijo: «Bravo, ¡bien va!
bailarín más excelente
no se ha visto ni verá.»

Echó el Oso, al oír esto,
sus cuentas allá entre sí
y, con ademán modesto,
hubo de exclamar así:

«Cuando me desaprobaba
la Mona, llegué a dudar;
mas ya que el Cerdo me alaba,
muy mal debo de bailar.»

Guarde para su regalo
esta sentencia un autor:
Si el sabio no aprueba, ¡malo!
Si el necio aplaude, ¡peor!

de Tomás de Iriarte,
en Fábulas literarias, epublibre, 2014 (1782).