Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

viernes, 14 de marzo de 2014

Amén de mariposas

Amén de mariposas

El autor
bajo el título de

Amén de mariposas

A LA EMBAJADORA NORTEAMERICANA
EN MÉXICO, EL AÑO DE 1914

porque, durante la ocupación de Veracruz por tropas
de su propio país, exclama:

"¡Ésta es la danza de la muerte
y creo que nosotros tocamos el violín!"

y por lo que en sus palabras suena de admonitorio,
de desgarrador y quién sabe si hasta de maternal,

dedica

este poema
cincuenta años después,
cuando es más alegre el gatillo del violín,
cuando más tumultuoso el delirio de la danza.

Mariposa:
caricatura de aeroplano.
Pulso de abismo,
erudita de pétalos.

Antes que las manos
en la pared te mataron ..
... los ojos de las niños...

(Pedro Ma. Cruz, Raíces iluminadas)


Primer tiempo

Cuando supe que habían caído las tres hermanas
Mirabal
me dije:
la sociedad establecida ha muerto.

(Lapislázuli a cuento de todo emblema ruidoso
mentís en A referido a un imperio en agonía
y cuanto ha sido conocido desde entonces
me dije
y cuanto ha sido comprendido desde entonces
me dije
es que la sociedad establecida ha muerto)

Comprendí
que muchas unidades navales alrededor del mundo
inician su naufragio
en medio de la espuma
pensadora
y que grandes ejércitos reconocidos en el planeta
comienzan a derramarse
en el regazo de la duda
pesarosa.

Es que
hay columnas de mármol impetuoso no rendidas al
tiempo
y pirámides absolutas erigidas sobre las civilizaciones
que no pueden resistir la muerte de ciertas mariposas

Cuando supe que tres de los espejos de la sociedad
tres respetos del brazo y orgullo de los hombres
tres y entonces madres
y comienzo del día

habían caído
asesinadas
oh, asesinadas

a pesar de sus telares en sonrisa
a pesar de sus abriles en riachuelo
a pesar de sus neblinas en reposo

(y todo el día lleno de grandes ojos abiertos)

roto el cráneo
despedazado el vientre
partida la plegaria
oh, asesinadas

comprendí que el asesinato como bestia incendiada
por la cola

no se detendría ya

ante ninguna puerta de concordia
ante ninguna persiana de ternura
ante ningún dintel ni balaustrada
ni ante paredes
ni ante rendijas
ni ante el paroxismo
de los progenitores iniciales
porque a partir de entonces el plomo perdió su rumbo
y el sentido su rango
y sólo quedaba en pie
la Humanidad
emplazada a durar sobre este punto
escandaloso
de la inmensidad
del Universo

Supe entonces que el asesinato ocupaba el lugar
del pensamiento
que en la luz de la casa
comenzaba a aclimatarse
el puerco cimarrón
y la araña peluda
que la lechuza se instalaba en la escuela
que en los parques infantiles
se aposentaba el hurón
y el tiburón en las fuentes
y engranaje y puñal
y muñón y muleta
en los copos de la cuna
o que empezaba entonces la época rotunda
del bien y del mal
desnudos
frente a frente
conminados a una sola
implacable definitiva
decidida victoria
muerte a muerte

¡Oh asesinadas!
No era una vez
porque no puedo contar la historia de los hombres
que cayeron en Maimón
y Estero Hondo
a unos pocos disparos de Constanza
en el mismo corazón del año de 1959
puesto que todo el mundo sabe que somos el silencio
aun en horas de infortunio

No era una vez porque no puedo contar la historia
de este viejo país del que brotó la América Latina
puesto que todo el mundo sabe que brotó de sus
vértebras
en una noche metálica denominada
silencio

de una vértebra llamada Esclavitud
de otra vértebra llamada Encomienda
de otra vértebra llamada Ingenio

y que de una gran vértebra dorsal le descendió
completa
la Doctrina de Monroe

No contaré esta historia porque era una vez no
la primera
que los hombres caían como caen los hombres
con un gesto de fecundidad
para dotar de purísima sangre los músculos de la
tierra.

La espada tiene una espiga
La espiga tiene una espera
La espera tiene una sangre
que invade a la verdadera

que invade al cañaveral
litoral y cordillera,
a todos se nos parece
de perfil en la bandera

la espiga tiene una espada
la espada una calavera

Pero un día se supo que tres veces el crepúsculo
veces el equilibrio de la maternidad
tres la continuación de nuestro territorio
sobre la superficie de los niños adyacentes
reconocidas las tres en la movida fiebre
de los regazos y los biberones
protegidas las tres por la andadura
de su maternidad navegadora
navegable
por el espejo de su matrimonio
por la certeza de su vecindario
por la armonía de su crecimiento
y su triple escuela de amparo
habían caído en un mismo silencio asesinadas
y eran las tres hermanas Mirabal
¡oh asesinadas!
entonces se supo que ya no quedaba más
que dentro de los cañones había pavor
que la pólvora tenía miedo
que el estampido sudaba espanto
y el plomo lividez
y que entrábanos de lleno en la agonía de una edad
que esto era el desenlace de La Era
Cristiana

Oh dormidas
oh delicadas
qué injuria de meditar.

El mes de noviembre descendía sobre los hombros
como los árboles aún debajo de la noche y aún
dando
sombra.

¡Oh eternas!

El péndulo palpitaba las horas del municipio
y el pequeño reloj destilaba en silencio gota a gota
veinticinco visiones de un día llamado de noviembre.

Pero aún no era el fin
¡oh dormidas!
aún no era el fin
no era el fin


Segundo tiempo

Cuando supe que una pequeña inflamación del suelo
en el Cementerio de Arlington
se cubría de flores y manojos de lágrimas
con insistencia de pabellones y caballos nocturnos
alrededor de un toque de afligida trompeta
cuando todo periódico se abría en esas páginas
cuando se hicieran rojas todas las rosas amarillas
en Dallas
Texas

me dije
cómo era presidencial
el nuevo mes de noviembre

ya millones de acres tocaron lo imposible
ya millones de acres ya millones de estatuas ya
millones
de muros de columnas y de máquinas
comprendieron de súbito
que el asesinato
no ha sido

ni un fragmento de minuto

calculado solamente para las cabezas semicoloniales
y sustantivas
de las tres hermanas Mirabal

sino

que este inédito estilo de la muerte
producto de las manos de los hombres
de manos de hermanos
(para todo el siglo)
muerte sana y artesana
(para todo el mundo)
provista de catálogo
(para todo el tiempo)
de número de serie o serial number
y venida de fuera o made in usa

fría inalterable desdeñosa desde arriba desde
entonces
esta muerte

esta muerte

esta muerte
asume contenido universal
forzosamente adscrita a la condición

del ser humano
en cuyo espectro solar figuran todas las fórmulas
personales

y todas las instancias puras

del individuo

tal
como va por la calle
como habitante de la ciudad con todo su derecho
como
continuador esencial del índice de población o séase
representante manufacturero indiferente agente de
seguros repartidor de leche asalariado guarda
campestre administrador o sabio o poeta o portador
de una botella de entusiasmo etílico donde están
convocadas todas las palabras

ciclamen platabanda metempsícosis
canícula claudia clavicémbalo
cartulario venático vejiga
trepa caterva mequetrefe
primicia verdulero postulante
palabras todas sustitutivas
palabras pronunciables
en lugar de presuntas actitudes
y todas las maldiciones y protestas
y las posiciones geométricas igual
que la rotura del sentido igual
que la rotura de una biela igual
que el desgarrón de la barriga igual
mente todo desquiciado y rom
pido todo maligno y amargo
todo reducido a sombra
y nadidad y oscuridad
y estadidad
palabras mentirosas llenas
de contenido impronunciable
y desechos del organismo
de cualquier muchacha igual
que de cualquier cachero igual
que el choque de la portezuela
del catafalco igual

fue esta universal investidura de la que no está exento
nadie nadie
ni yo
ni tú
ni nosotros ni ellos ni nadie
podridamente nadie

desde el mismo momento en que fueron golpeadas
ciertamente
profesionalmente
maquinalmente

tres de las hermanas Mirabal

hasta llegar
en punto
exactamente
al
fin fin fin
de la Era
Cristiana

(Oigamos
oigamos
esto retumba en el
más
absoluto silencio

muchas unidades navales en todos los océanos inician
su hundimiento después
de deglutir los archipiélagos
de miel envenenada
grandes ejércitos destacados en la entrada del mundo
comienzan a reintegrarse
a sus viejos orígenes
de sudor y clamor
en el seno de masas
populares

en el más
en el más categórico y el más
absoluto
silencio)

Porque

hay columnas de mármol impetuoso no rendidas al tiempo
y pirámides absolutas erigidas sobre las civilizaciones
que no pueden resistir la muerte de ciertas mariposas

y calles enteras de urbes imperiales llenas de
transeúntes
sostenidas desde la base por tirantes y cuerdas de
armonía
de padre a hija de joven a jovenzuela de escultor a
modelo

y artilleros atormentados por la duda bajo el cráneo
cuyas miradas vuelan millares de leguas sobre el
horizonte
para alcanzar un rostro flotante más allá de los mares

y camioneros rubios de grandes ojos azules
obviamente veloces
que son los que dibujan o trazan las grandes
carreteras
y transportan la grasa que engendra las bombas
nucleares

Y portaviones nuevos de planchas adineradas
invencibles
insospechablemente unidos al rumbo del acero y del
petróleo
y gigantes de miedo y fronteras de radar y divisiones
aéreas
y artefactos electrónicos y máquinas infernales
dirigidas
de la tierra hacia el mar y del cielo a la tierra y
viceversa
que no pueden
resistir
la muerte
de ciertas
mariposas

porque la vida entera se sostiene sobre un eje de
sangre
y hay pirámides muertas sobre el suelo que
humillaron
porque el asesinato tiene que respetar si quiere ser
respetado

y los grandes imperios deben medir sus pasos
respetuosos
porque lo necesariamente débil es lo necesariamente
fuerte
cuando la sociedad establecida muere por los cuatro
costados

cuando hay una hora en los relojes antiguos y los
modernos
que anuncia que los más grandes imperios del planeta
no pueden resistir la muerte muerte

de ciertas ciertas
debilidades amén
de mariposas

de Pedro Mir,
en Viaje a la muchedumbre, Siglo XXI, 1978.

jueves, 13 de marzo de 2014

No soy un literato...

No soy un literato...

No soy un literato espamentoso
de esos q' escriben pa' que nadie entienda;
yo escribo pa' mi pueblo generoso
al que rempujan como mansa hacienda.

Voy paso a paso por la limpia senda
que se abrió Martín Fierro, el hazañoso.
Escribir pa' que el pueblo no comprenda,
eso no es arte, es juego de gomoso.

Conocí a un chiche de esos, ¡cha, qué estrilo!
Le cantaba a una tal Venus de Milo,
que hasta era manca; a un viejo melenudo

que se llamaba Júpiter... ¡Sotreta!
Él se creíba ser todo un poeta,
pero poeta no es cualquier boludo.

De Álvaro Yunque,
en Lunfasonetos, 1978 (inédito).
http://www.alvaroyunque.com.ar/poesia/libros/alvaro-yunque-lunfasoneto.html

viernes, 7 de marzo de 2014

A Juan Gelman

A Juan Gelman

Qué queda
de las palabras simples
sufrimiento, exilio, amor
vértigo, fuego
- poesía - 
arrojadas sobre el papel
como bolitas contra una pared
un niño.
Qué queda
cuando también las brasas
están destinadas
a convertirse en cenizas.
Quizás solamente el vuelo del albatros
que sigue sin saber
su suerte.
El poeta abre los brazos
no tiene armas
no tiene tierra
sólo palabras
para contener del hombre
su corazón
y su camino.

De Simone Bandirali,
en AntiBorges, Millelire Stampa Alternativa/Hecho en Buenos Aires, 2002.

Dicen que una tropa de carros...

Dicen que una tropa de carros...

Dicen que una tropa de carros unos,
otros que de infantes, de naves otros,
es lo más hermoso en la negra tierra;
que uno ama.

Y es sencillo hacer que cualquiera entienda
esto, pues Helena, que aventajaba
en belleza a todos, a su marido,
alto en honores,

lo dejó y se fue por el mar a Troya,
y ni de su hija o sus propios padres
quiso ya acordarse, pues fue llevada
...

y esto me recuerda que mi Anactoria
no está presente,

de ella ver quisiera su andar amable
y la clara luz de su rostro antes
que a los carros lidios o a mil guerreros
llenos de armas.

De Safo de Lesbos,
590 a.c. (aprox.).

miércoles, 5 de marzo de 2014

La Internacional (canción)

La Internacional (canción)

¡Arriba, parias de la Tierra!
¡En pie, famélica legión!
Atruena la razón en marcha:
es el fin de la opresión.
Del pasado hay que hacer añicos.
¡Legión esclava en pie a vencer!
El mundo va a cambiar de base.
Los nada de hoy todo han de ser.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la Internacional.

Ni en dioses, reyes ni tribunos,
está el supremo salvador.
Nosotros mismos realicemos
el esfuerzo redentor.
Para hacer que el tirano caiga
y el mundo siervo liberar,
soplemos la potente fragua
que el hombre libre ha de forjar.

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la Internacional.

La ley nos burla y el Estado
oprime y sangra al productor;
nos da derechos irrisorios
no hay deberes del señor.
Basta ya de tutela odiosa,
que la igualdad ley ha de ser:
"No más deberes sin derechos,
ningún derecho sin deber".

Agrupémonos todos,
en la lucha final.
El género humano
es la Internacional.

De Eugène Pottier (letra),
en Cantos Revolucionarios, 1871.
Pierre Degeyter (música), 1888.

viernes, 28 de febrero de 2014

Yuyus altruisti

Yuyus altruisti

Planta silvestre, yuyo tal vez,
Pocos se detienen ante vos;
Nadie te admira.
Verde que crecés en todos lados,
Aun donde nada puede crecer.
Hay quienes te arrancan y te tiran...
Y, sin embargo, sabés dar una flor hermosa
Sin protegerla con espinas.

Por Félix Sánchez Durán 

jueves, 27 de febrero de 2014

Canción de Alicia en el país (canción)

Canción de Alicia en el país (canción)

Quién sabe Alicia éste país
no estuvo hecho porque sí.
Te vas a ir, vas a salir
pero te quedas,
¿dónde más vas a ir?

Y es que aquí, sabes
el trabalenguas trabalenguas
el asesino te asesina
y es mucho para ti.
Se acabó ese juego que te hacía feliz.

No cuentes lo que viste en los jardines, el sueño acabó.
Ya no hay morsas ni tortugas
Un río de cabezas aplastadas por el mismo pie
juegan cricket bajo la luna
Estamos en la tierra de nadie, pero es mía
Los inocentes son los culpables, dice su señoría,
el Rey de espadas.

No cuentes lo que hay detrás de aquel espejo,
no tendrás poder
ni abogados, ni testigos.
Enciende los candiles que los brujos
piensan en volver
a nublarnos el camino.
Estamos en la tierra de todos, en la vida.
Sobre el pasado y sobre el futuro,
ruinas sobre ruinas,
querida Alicia.

Se acabó ese juego que te hacía feliz.

De Charly García (Serú Girán),
en Bicicleta, SG Discos, 1980.

miércoles, 26 de febrero de 2014

"¡No te metás!"

"¡No te metás!"

"¡No te metás!", te rumia un triste anciano.
"¡No te metás!", te chilla una mujer…
vos que siempre patiás a contramano.
Les contestás burlón: ¿Qué v'a chacher!

"¡No te metás!", te grita un ciudadano
que ha puesto su conciencia en alquiler,
sos gigante y te quieren por enano,
te quieren ver cabrón, te quieren ver.

"¡No te metás!", es la filosofía
del que todo halla bien y del que un día
servirá a los morfones de escalón.

"¡No te metás!", enseña el güey paciente
bajo el yugo de un trompa prepotente…
"¡No te metás!", consejo del cagón.

De Álvaro Yunque,
en Lunfasonetos, 1978 (inédito).
http://www.alvaroyunque.com.ar/poesia/libros/alvaro-yunque-lunfasoneto.html

sábado, 22 de febrero de 2014

Los pitucos

Los pitucos

Hijo mío
recuérdalo
son éstos los pitucos

tienen un aire
verdad
que es un desaire

tienen la marca
verdad
de su comarca

mira
son los pitucos
nacen junto a la rambla
respiran el salitre
le hacen guiños al sol
se rascan el ombligo
duermen siestas feroces
besan con labios blandos
y en la rambla se mueren
y van al paraíso
y claro
el paraíso
es también una rambla

fíjate bien
son ellos
los pitucos
casi una raza aparte
son nietos de estancieros
primos de senadores
sobrinos de sobrinos
de heroicos industriales

son ágiles
imberbes
deportistas
cornudos

mira cómo te miran
bajo sus lentes negros

pero no te preocupes
en el fondo
son buenos

aman los dividendos
escuchan a Stravinsky
se bañan diariamente
con jabón perfumado
y a la hora del crepúsculo
bajan todos al Centro

hijo mío
prométeme
nunca intentes hacerles
zancadillas

los pitucos son tenues
los pitucos son blandos
una bocina
un grito
a veces una huelga
les arruinan el alma

en ocasiones
raras ocasiones
se hacen los malos
dicen palabrotas
pero después se mueren
de vergüenza
y allá en su diario íntimo
se azotan con metáforas

hijo mío
recuérdalo
son éstos los pitufos

tienen un pelo
verdad
que es terciopelo

una cadencia
verdad
que es decadencia

déjalos pasar
son de otra raza
admíralos
toléralos
apláudelos
escúpelos
tírales caramelos
cualquier cosa

después
cuando seas grande
grande
y tengas un hijo
lo tomas de la mano
lo traes aquí a la rambla
y sin darle importancia
le dices
hijo mío

son ésos los pitucos

De Mario Benedetti,
en Antología Poética, Ed. Sudamericana, 2000.

viernes, 21 de febrero de 2014

La poesía es un arma cargada de futuro

La poesía es un arma cargada de futuro

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
como un pulso que golpea las tinieblas,

cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.

Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.

Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quien somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.

Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.

Tal es mi poesía: poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.

No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

De Gabriel Celaya,
en Cantos Iberos, Turner, 1975.

domingo, 26 de enero de 2014

Rimas rebeldes

Rimas rebeldes

¡César manda! Y a su acervo
poco ha restado la Ley...
¿Tú gobiernas? ¡Eres Rey!
¿Te gobiernan? ¡Eres siervo!

Y no se invoque la acción
de los sonados progresos...
¡Códigos, Dumas, Congresos,
son garras del mismo león,

y bien sabe el alma triste
del paria yerto de pena,
que han dorado la cadena
pero la cadena existe!

Otro aspecto el barro toma
porque a tal se presta el barro;
pero César va en su carro
por las Vías de su Roma,

y pues Roma se ha agrandado
hasta llenar todo el orbe,
porque el abismo no estorbe
César se ha multiplicado...

¿Qué importa que cambie el modo
si perdura el hecho igual,
ni qué vale que al dogal
mentemos por un apodo,

si el dogal está en la tierra
y apenas un César manda
va la turba miseranda
a suicidarse en la guerra?

¿Qué importa que cambie el nombre
del servilismo de antaño,
si es cada núcleo un rebaño
manejado por un hombre?

Mirad hacia el torvo drama
en que hoy se desangra el mundo,
todo enfermo de un profundo
afán de arder en la llama...

¿Acaso quieren la guerra
los pobres pueblos opresos?
¡No por Dios! ¡La quieren esos
que mandan sobre la tierra

y ante cuyo solio gimen
muchedumbres ancestrales
echadas como animales
al Coliseo del crimen!

Ellos miran de sus puestos
- donde el peligro no alcanza -
sucumbir en la matanza
a los mancebos enhiestos;

Y arde el Circo de emoción...;
y en la arena se dilata
un resplandor escarlata
del más puro bermellón;

y mientras el sordo grito
agoniza, disminuye,
se desvanece y concluye,
ven con asombro infinito

que están los caudales rojos
mermados por un desfalco...
¡y César sigue en su palco
con la esmeralda en los ojos!

de Belisario Roldán,
en Prosistas y Poetas (Ricardo Ryan), Ángel Estrada y Cía. Editores, 1918.

viernes, 24 de enero de 2014

Madrigal a las muchachas españolas del Frente Popular

Madrigal a las muchachas españolas del Frente Popular

Soledad, Mercedes, Pura,
Luz, Pilar y Generosa;
Consuelo, Dolores, Paca,
Esperanza o Salvadora;
cuerpos como de vihuela,
almas tiernas como coplas,
que a los toros ibais antes,
bizarras y donairosas;
hoy marcháis fusil al hombro,
y más que nunca, garbosas,
sonrientes a la lucha
y cantando a la victoria,
a la victoria o la muerte
va la incontenible ola...

De juventud y entusiasmo
sois una ofrenda, oh, indómitas,
que dais coraje a los hombres,
¡y hombres de estirpe española!
Belén, María del Carmen,
Remedios, Amparo o Lola;
sois filo y brillo de aceros,
balas de ametralladoras,
convertís en más pujantes,
Trinidad, Angustias, Concha,
Nieves, Isidra o Estrella,
A milicianos y a tropas,
Pues, rugís en los cañones,
Sois en los fusiles pólvora...

¡Por la libertad, la vida!:
Lo gritáis con frescas bocas
y con manos incansables ,
manos de hermanas y novias,
defendéis, cabe la angustia,
la libertad que es la honra,
que la libertad se gana,
la libertad no se implora,
bien lo sabéis, combatientes
estudiantes y obradoras
que a la pelea, cantando,
corréis, muchachas heroicas...
¡Si el mismo amor os llamara
no iríais tan presurosas!
¿Cómo no echaros, rendido,
este manojo de loas?
¡Vaya el madrigal caliente,
caliente de flores rojas,
Soledad, Consuelo, Pura,
Esperanza o Salvadora,
Concepción, Amparo, Nieves,
Luz, Estrella o Generosa...

De Álvaro Yunque,
en España 1936, Grabo, 1936.
http://www.alvaroyunque.com.ar/alvaro-yunque-espana-1936.html