Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

jueves, 29 de enero de 2015

La sociedad de los inocentes

La sociedad de los inocentes

“Esto en el primer mundo no pasa”
Dice el hombre con la coima en la mano,
En la cola que es más larga.
“Esto es una vergüenza”, relata
El que dejó el auto estacionado
Sobre una rampa
De discapacitados.
“Esto es culpa del Gobierno,
Esto es culpa del Estado”.

Por Félix Sánchez Durán

jueves, 22 de enero de 2015

Flor de Villa Miseria

Flor de Villa Miseria

Trece años, chicata, hija'e curdelas,
un sollozo apoliya entre sus labios.
Su primer hijo es su primer muñeca.

Flaca, un palo de escoba, ¡cha, si es fiera!
Su mirar en mi cuore engayolado,
me pregunta, ¿por qué hay villas miseria?

De Álvaro Yunque,
en Versos Rantes, Editorial Peña Lillo, 1961.
http://www.alvaroyunque.com.ar/pdf/versos_rantes.pdf

Al buen Pedro

Al buen Pedro

DICEN, buen Pedro, que de mí murmuras
Porque tras mis orejas el cabello
En crespas ondas su caudal levanta:
Diles, ¡bribón!, que mientras tú en festines,
En rubios caldos y en fragantes pomas,
Entre mancebas del astuto Norte,
De tus esclavos el sudor sangriento,
Torcido en oro, descuidado bebes,-
Pensativo, febril, pálido, grave,
Mi pan rebano en solitaria mesa
Pidiendo ¡oh triste! al aire sordo modo
De libertar de su infortunio al siervo
¡Y de tu infamia a ti! Y en estos lances,
Suéleme, Pedro, en la apretada bolsa
Faltar la monedilla que reclama
Con sus húmedas manos el barbero.

De José Martí,
en Obras Completas, Editorial de Ciencias Sociales, 1991.

jueves, 8 de enero de 2015

¿Dónde estamos parados?

¿Dónde estamos parados?

(…)
CUANDO EL PINTOR DE BROCHA GORDA HABLA DE PAZ POR
LOS ALTAVOCES,
los trabajadores miran el grueso firme
de las autopistas que están haciendo,
y ven
que es para tanques pesados.
(…)
Valeroso será quien combata contra él.
Sabio será quien frustre sus planes.
Sólo quien le venza salvará a Alemania.
(Fragmentos de “Catón de guerra alemán”, de Bertolt Brecht: 1937-38)

Sólo un grande como Bertolt Brecht
Pudo entrever
Lo que sería
La Alemania hitleriana…
¿Sólo él,
O callados,
Despistados los alemanes medios
Y sus aliados
Lo vieron también,
Y callaron,
Y ante la derrota
Juraron
No entender qué había pasado?

Álvaro Yunque también gritó
Mientras muchos callaron.
Mientras lo callaron, gritó Yunque.
Gritó como un amordazado grita;
Gritó censurado.
¿Si alguien grita desbocado
Y nadie lo escucha..?

¿Hará ruido un desbocado
Si la sociedad mira para otro lado?
¿Mirar para otro lado
Es no saber?

Conti, Urondo,
Y otros,
¿Hicieron ruido al caer?
¿Y si vuelven los tiranos...?
¿Dónde estamos parados?
¿Cerca de los árboles,
En medio del bosque,
O en algún otro lado?

Por Félix Sánchez Durán

Canción de los poetas líricos

Canción de los poetas líricos
(Cuando, en el primer tercio del Siglo XX, no se pagaba ya nada por las
poesías.)

Esto que vais a leer está en verso.
Lo digo porque acaso no sabéis ya lo que es un verso ni un poeta.
En verdad, no os portasteis muy bien con nosotros.

¿No habéis notado nada? ¿Nada tenéis que preguntar?
¿No observasteis que nadie publicaba ya versos?
¿Y sabéis la razón? Os la voy a decir:
Antes, los versos se leían y pagaban.

Nadie paga ya nada por la poesía.
Por eso hoy no se escribe. Los poetas preguntan:
«¿Quién la lee?» Mas también se preguntan: «¿Quién la paga?»
Si no pagan, no escriben. A tal situación los habéis reducido.
Pero ¿por qué?, se pregunta el poeta. ¿Qué falta he cometido?
¿No hice siempre lo que me exigían los que me pagaban?
¿Acaso no he cumplido mis promesas?
Y oigo decir a los que pintan cuadros

que ya no se compra ninguno. Y los cuadros también
fueron siempre aduladores; hoy yacen en el desván...
¿Qué tenéis contra nosotros? ¿Por qué no queréis pagar?
Leemos que os hacéis cada día más ricos...

¿Acaso no os cantamos, cuando teníamos
el estómago lleno, todo lo que disfrutabais en la tierra?
Así lo disfrutabais otra vez: la carne de vuestras mujeres,
la melancolía del otoño, el arroyo, sus aguas bajo la luna...

Y el dulzor de vuestras frutas. El rumor de la hoja al caer.
Y de nuevo la carne de vuestras mujeres. Y lo invisible
sobre vosotros. Y hasta el recuerdo del polvo
en que os habéis de transformar al final.

Pero no es sólo esto lo que pagabais gustosos. Lo que escribíamos
sobre aquellos que no se sientan como vosotros en sillas de oro,
también nos lo pagabais siempre. ¡Cuántas lágrimas enjugamos!
¡Cuántas veces consolamos a quienes vosotros heríais!
Mucho hemos trabajado para vosotros. Jamás nos negamos.
Siempre nos sometimos. Lo más que decíamos era «¡Pagadlo!»
¡Cuántos crímenes hemos cometido así por vosotros! ¡Cuántos crímenes!
¡Y siempre nos conformábamos con las sobras de vuestra comida!

Ay, ante vuestros carros hundidos en sangre y porquería
nosotros siempre uncimos nuestras grandes palabras.
A vuestro corral de matanzas le llamamos «campo del honor»,
y «hermanos de labios largos» a vuestros cañones.

En los papeles que pedían impuestos para vosotros
hemos pintado los cuadros más maravillosos.
Y declamando nuestros cantos ardientes
siempre os volvieron a pagar los impuestos.

Hemos estudiado y mezclado las palabras como drogas,
aplicando tan sólo las mejores, las más fuertes.
Quienes las tomaron de nosotros, se las tragaron,
y se entregaron a vuestras manos como corderos.

A vosotros os hemos comparado sólo con aquello que os placía.
En general, con los que fueron también celebrados injustamente
por quienes les calificaban de mecenas sin tener nada caliente en el estómago.
Y furiosamente perseguimos a vuestros enemigos con poesías como puñales.

¿Por qué, de pronto, dejáis de visitar nuestros mercados?
¡No tardéis tanto en comer! ¡Se nos enfrían las sobras!
¿Por qué no nos hacéis más encargos? ¿Ni un cuadro? ¿Ni una loa siquiera?
¿Es que os creéis agradables tal como sois?

¡Tened cuidado! ¡No podéis prescindir de nosotros!
Ojalá supiéramos cómo atraer
vuestra mirada hacia nosotros!
Creednos, señores: hoy seríamos más baratos.
Pero no podemos regalarles nuestros cuadros y versos.

Cuando empecé a escribir esto que leéis -¿lo estáis leyendo?
me propuse que todos los versos rimaran.
Pero el trabajo me parecía excesivo, lo confieso a disgusto,
y pensé: ¿Quién me lo pagará? Decidí dejarlo.

(1931)

De Bertolt Brecht,
en Poemas y canciones, Alianza Editorial, 1997.

domingo, 4 de enero de 2015

The Carne Blues

The Carne Blues

La vaca es un animal
La vaca es un animal / todo forrado de cuero
Tiene las patas tan largas / que le llegan hasta el suelo.
Cancionero popular argentino

La vaca es un animal / bien apoyado en el suelo
Si se le sacan las patas / deja los cuatro agujeros.

La vaca es un animal / todo cubierto de pelo
Y tiene el cuero tan justo / que se le escapan los pedos.

La vaca es un animal / colgado de su esqueleto
Tiene las ancas tan flacas / que se le cuentan los huesos.

La vaca es un animal / que no se sale del cuero
Vive metida ahí adentro / con sol o con aguacero.

La vaca es un animal / con acabado perfecto
Pasaron miles de años / y no ha cambiado el diseño.

La vaca es un animal / muy simple de pensamiento
Si se espía por el ojo / se ve un paisaje desierto.

La vaca es un animal / que esconde un mundo secreto
Si se espía por el culo / se ve el misterio de adentro.

La vaca es un animal / que no se sabe complejo
Está rellena de cosas / que se rozan en silencio.

La vaca es un animal / callado cuando está entero
Si se la corta en pedazos / habla por los agujeros.

La vaca es un animal / sin un carozo en el centro
Tiene todo separado / como países, por dentro.

La vaca es un animal / que no sirve como el perro
Se la debe dejar suelta / y que tenga pastoreo.

La vaca es una animal / que se aburre sin saberlo
Tiene la memoria corta / y planchado el entrecejo.

La vaca es un animal / de repertorio somero
De la mañana a la noche / junta poquitos recuerdos.

La vaca es una animal / que vive mirando el suelo
Si levanta la cabeza / cree que se cayó al cielo.

La vaca es un animal / que se suele ver de lejos
Como parte del paisaje / detalle de puntos negros.

La vaca es un animal / que no sale del potrero
Cuando ve pasar el tren / sueña con ser pasajero.

La vaca es un animal / visto de perfil derecho
Para ver el otro lado / hay que esperar el regreso.

La vaca es un animal / distraído del deseo
Tiene la libido baja / y la pone en el ternero.

La vaca es un animal / acostumbrado al silencio
Los mugidos se le escapan / por la puntita del cuerno.

La vaca es un animal / celoso de su secreto
Los cuernos son dos cornetas / enfocadas para adentro.

La vaca es un animal / que nunca se siente al pedo.
No tiene nada que hacer / pero lo hace primero.

La vaca es un animal / muy querido por el pueblo
Aunque no la ve seguido / guarda muy buenos recuerdos.

La vaca es un animal / valioso en el mundo entero.
Tiene la estima muy alta / con cuatro estómagos llenos.

La vaca es un animal / famoso en el extranjero
Viaja con un pasaporte / expedido por su dueño.

La vaca es un animal / para nada aventurero
El único viaje que hace / termina en el matadero.

La vaca es un animal / que vale mucho dinero
Pero se entera muy tarde / se lo dice el carnicero.

De Juan Sasturain,
en http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-259990-2014-11-17.html (Página/12, 17/11/2014).

domingo, 28 de diciembre de 2014

¡Feliz Navidad! (la guerra terminó) (canción)

¡Feliz Navidad! (la guerra terminó)

¡Feliz Navidad, Julian!
¡Feliz Navidad, Kyoko!

Ya llegó Navidad
Y qué han hecho ustedes.
Otro año se va
Y uno nuevo comienza.

Y, entonces, esto es Navidad
Y espero que estén bien
El cercano y el querido,
El viejo y el joven también.

Y una muy feliz Navidad
Y un feliz Año Nuevo.
Que la esperanza prevalezca
Y el miedo desaparezca.

Y, entonces, esto es Navidad
Para el débil y el fuerte,
Para el rico y el pobre,
El mundo está muy mal.

Y, entonces, feliz Navidad
Para el negro y el blanco,
Para el amarillo y el rojo,
Paremos de pelear.

¡La guerra termina,
Si lo quieren ustedes,
La guerra termina ya!

De John Lennon,
En Happy Xmas (War is over), EMI/Parlophone/Apple Records, 1971.
Traducido por Félix Sánchez Durán.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Miedo (de cobardes y de héroes)

Miedo (de cobardes y de héroes)

El miedo dice más de uno de lo que nos imaginamos…

Cuando por miedo dejamos
A un hombre tirado
En el medio de la calle,
Somos indiferentes.

Cuando por miedo
No llamamos en busca de ayuda
Para alguien que la necesita,
Somos, también, egoístas.

Cuando por miedo
Pasamos un semáforo en rojo
En algún lugar de la provincia,
Somos, además, posibles asesinos.

Cuando el miedo nos impulsa
A salvarnos nosotros mismos,
Y olvidamos a quienes están a nuestro lado,
Somos la peor expresión
De lo que el humano
Puede ser:
Somos egómanos.

El miedo es sólo una excusa profunda
Para preocuparnos exclusivamente
De nosotros mismos.

Afortunadamente,
Aún quedan aquellos quienes,
Ante el miedo, se transforman en héroes.

Por Félix Sánchez Durán

martes, 9 de diciembre de 2014

Hasta siempre, Comandante (canción)

Hasta siempre, Comandante

Aprendimos a quererte 
desde la histórica altura,
donde el sol de tu bravura 
le puso un cerco a la muerte. 

Aquí se queda la clara, 
la entrañable transparencia, 
de tu querida presencia, 
Comandante Che Guevara. 

Tu mano gloriosa y fuerte 
desde la historia dispara 
cuando toda Santa Clara 
se despierta para verte. 

Aquí se queda la clara, 
la entrañable transparencia, 
de tu querida presencia,
Comandante Che Guevara. 

Vienes quemando la brisa 
con soles de primavera
para plantar la bandera 
con la luz de tu sonrisa. 

Aquí se queda la clara, 
la entrañable transparencia, 
de tu querida presencia, 
Comandante Che Guevara. 

Tu amor revolucionario 
te conduce a nueva empresa,
donde esperan la firmeza 
de tu brazo libertario. 

Aquí se queda la clara, 
la entrañable transparencia, 
de tu querida presencia,
Comandante Che Guevara. 

Seguiremos adelante, 
como junto a ti seguimos, 
y con Fidel te decimos: 
‘¡Hasta siempre, Comandante!’ 

Aquí se queda la clara, 
la entrañable transparencia, 
de tu querida presencia,
Comandante Che Guevara.

De Carlos Puebla (Carlos Puebla y sus Tradicionales),
en Y diez años van, Jota Jota, 1969.

lunes, 8 de diciembre de 2014

Hombre que mira su país desde el exilio

Hombre que mira su país desde el exilio

País verde y herido

comarquita de veras
patria pobre

país ronco y vacío

tumba muchacha
sangre sobre sangre

país lejos y cerca

ocasión del verdugo
los mejores al cepo

país violín en bolsa

o silencio hospital
o pobre artigas

país estremecido

puño y letra
calabozo y praderas

país ya te armarás

pedazo por pedazo
pueblo mi pueblo

país que no te tengo

vida y muerte
cómo te necesito

país verde y herido

comarquita de veras
patria pobre

de Mario Benedetti,
en Poemas de Otros, Editorial Alfa Argentina, 1975.

El invulnerable

El invulnerable

En la ciencia de la abstención
ha llegado bien lejos.
Sanguinarios son los crímenes 
que no cometió,
infinita la hueste de las faltas
que ha evitado.
Observaciones adecuadas,
muchachas no embarazadas
orlan su camino.
Su falta de olor
es vertiginosa,
su reputación
deja sin negocio a cualquier lavandería química,
es blanco, no estornuda,
nos bendice, está bendito.
Otras señales de vida
no son de temer
de su parte.
Sin verrugas desaparece
en su propia fotografía.

De Hans Magnus,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.24, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Tal vez porque todavía tenés esperanza

Tal vez porque todavía tenés esperanza

Por qué seguís vistiendo el traje de las ovejas
Que marchan con las cabezas bajas
A que las esquilen
Y después las maten
Si tenés cola de lobo
Y dientes afilados

Por qué intentás erguirte en pastor
Si las ovejas siguen marchando
Con las cabezas bajas
No te miran ni responden
Te llevan con ellas
Y podés ser lobo

Por qué renegás de tu estirpe cazadora
E intentás vivir como una presa
Para poder despertar
A las dormidas ovejas
Que sólo quieren
Que las esquilen
Y algún día poderse sentir cazadoras,
Pero sin tener cola de lobo,
Dientes afilados y garras poderosas

Por qué se creen tantas veces cazadoras
Y llaman a los lobos
Como quien llama a su especie
Creen que comerán carne de cordero
Pero serán el plato principal
Y aunque tengan espíritu carnívoro
Sin dientes, garras ni cola
No lograrán atacar

Por qué si la oveja intenta morderte
Sin tener afilados los dientes
No podés devolverle el mordisco
Y así acabar con su suerte
Que ocupe su lugar, la muerte,
Y ser lobo al fin

Tal vez porque todavía tenés esperanza

Por Félix Sánchez Durán

martes, 2 de diciembre de 2014

Decreto de aplicación

Decreto de aplicación

Del Artículo 5, párrafo 3 GG

& 1. El arte es libre.

& 2. Se prohíbe al artista
ser inofensivo, discreto,
buen marido
con ingresos regulares.

& 3. El artista está obligado
a ser insoportable.
Con sus intervenciones
como aguafiestas asocial,
mártir ofendido,
náusea legendaria,
tiene que molestar, aburrir
y distraer a inofensivos, discretos,
buenos maridos
con ingresos regulares,
toda una vida.

De Hans Magnus,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.24, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

Blues de la clase media

Blues de la clase media (Middle class blues)

No podemos quejarnos.
No hemos sido despedidos del trabajo.
No pasamos hambre.
Nosotros comemos.

Crece la hierba,
el producto social,
las uñas,
el pasado.

Las calles están vacías.
Los cierres son perfectos.
Las sirenas callan.
Todo eso pasará.

Los muertos han hecho su testamento.
La lluvia se ha transformado en llovizna.
La guerra aún no ha sido declarada.
Eso no corre prisa.

Comemos la hierba,
comemos del producto social,
comemos las uñas,
comemos el pasado.

Nada tenemos que ocultar,
nada tenemos que perder,
no tenemos nada que decir.
Lo hemos hecho.

El reloj se ha estropeado.
Las cuentas han sido pagadas
La colada ya está terminada.
El último autobús que pasa
está vacío.

No podemos quejarnos
¿Qué estamos esperando, pues?

De Hans Magnus,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.24, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

jueves, 20 de noviembre de 2014

A un poeta neutral

A un poeta neutral

Basta ya de mentiras. Dividamos los campos.
Yo no te quiero mal; soy sólo tu contrario,
pecho a pecho distinto, diente a diente luciente.
Te juzgo pernicioso. Lo digo. Juego limpio.
En vano tú pretendes envolver en la anchura
comprensiva, imparcial ―lo que quieras, sermones―
lo insoluble y candente. Tus poemas son sólo
un infierno empedrado de buenas intenciones.
Yo creo en ti; te estimo noblemente decente,
mas te pido osadía, salud, fe, sí, más tripas.
Te pido que me insultes si lo crees necesario.
Todo sea hasta el fin, mas sin beaterías.

de Gabriel Celaya,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.9, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.