Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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martes, 14 de mayo de 2024

La cita

La cita

¿Cómo estás?
En la esquina frente a la estación,
¿cómo estás?
En la plaza Retiro,
¿cómo estás?
En el lugar convenido,
¿cómo estás?
En la puerta de mi casa,
¿cómo estás?
En el andén,
¿cómo estás? ¿Cómo estás?
¿Cómo estás? ¿Cómo estás?
¿Cómo estás? Como un tren,
cómo estás cómo estás.
El ruido de tus palabras
no se va, no se va.
No se va
el eco de tus palabras
y
mi memoria
                        amor.

de Celina Amalia Galeano,
en Los versos salvados, Concejo Deliberante de General Pico/EdUNLPam, 2022.

miércoles, 8 de mayo de 2024

Allanamiento

Allanamiento

¡Hombre!
Cuando, algún día,
descubras las fosas comunes
buscando a tus hermanos,
te pido un favor:
si entre los huesos blancos de los santos
descubres pedazos de papel escritos,
trata de juntarlos con esmero
porque son mis versos…

de Celina Amalia Galeano,
en Los versos salvados, Concejo Deliberante de General Pico/EdUNLPam, 2022.

domingo, 5 de mayo de 2024

REPTANDO

REPTANDO

Las cloacas de esta ciudad tienen vida

Algo se arrastra húmedo bajo tierra

Se oyen susurros extraños

En otra lengua

Y sabemos que esto cada día crece

Allí
en medio de nuestra casa
junto a nuestros apacibles atardeceres
algo ocurre

Y no nos han informado

de Franco Ibáñez Zumel,
en Sobrevidas, Casa Litterae, 1987.

lunes, 29 de abril de 2024

REPARTO

REPARTO

La España de las harcas no tuvo nunca poetas. De Franco han sido y siguen siendo los arzobispos, pero no los poetas. En este reparto injusto, desigual y forzoso, del lado de las harcas cayeron los arzobispos y del lado del éxodo, los poetas. Lo cual no es poca cosa. La vida de los pueblos, aún en los menesteres más humildes, funciona porque hay unos hombres allá en la Colina, que observan los signos estelares, sostienen el fuego prometeico y cantan unas canciones que hacen crecer las espigas.
Sin el hombre de la Colina no se puede organizar una patria. Porque este hombre es tan necesario como el hombre del Capitolio y no vale menos que el hombre de la Bolsa. Sin esta vieja casta prometeica que arrastra una larga cauda herética y sagrada y lleva sobre la frente una cresta luminosa y maldita, no podrá existir ningún pueblo.
Sin el poeta no podrá existir España. Que lo oigan las harcas victoriosas, que lo oiga Franco:

Tuya es la hacienda,
la casa,
el caballo
y la pistola.
Mía es la voz antigua de la tierra.
Tú te quedas con todo
y me dejas desnudo y errante por el mundo…
mas yo te dejo mudo… ¡Mudo!
¿Y cómo vas a recoger el trigo
y a alimentar el fuego
si yo me llevo la canción?

(Español del éxodo y del llanto)

de León Felipe,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

domingo, 21 de abril de 2024

EL MIEDO

EL MIEDO

Nuestros rostros miraban al cielo
y allí empapados esperaban por algo

Nunca supimos de qué trataba aquello

Quizás no había nada que saber

Las llaves eran las erradas

Nada era cierto y nada en serio

Sólo había una bruma helada frente a nuestras puertas

El amanecer tardó demasiado en llegar aquella vez

Era el miedo alcanzándonos

de Franco Ibáñez Zumel,
en Sobrevidas, Casa Litterae, 1987.

jueves, 4 de abril de 2024

EL MILICIANO DESCONOCIDO

EL MILICIANO DESCONOCIDO

(Frente de Madrid)

No me preguntéis su nombre.
Le tenéis ahí en el frente,
por las orillas del río:
toda la ciudad lo tiene.

Cada mañana se alza,
cuando la aurora lo envuelve
con un resplandor de vida
y otro resplandor de muerte.
Cada mañana se alza,
como un acero se yergue,
y donde pone sus ojos
una luz mortal esplende.

No me preguntéis su nombre,
que no habrá quien lo recuerde.
Cada día se levanta
con la aurora o el poniente,
salta, empuña, avanza, arrolla,
mata, pasa, vuela, vence;
donde se planta, allí queda;
como la roca, no cede;
aplasta como montaña,
y como la flecha, hiere.
Madrid entero lo adivina;
Madrid late por sus sienes;
sus pulsos vibran hirviendo
de hermosa sangre caliente,
y en su corazón, rugiendo
cantan millones de seres.

No sé quién fue, quién ha sido:
¡toda la ciudad lo tiene!
¡Madrid, a su espalda, le alienta;
Madrid entero le sostiene!

¡Un cuerpo, un alma, una vida,
como un gigante se yerguen
a las puertas del Madrid
del miliciano valiente!

¿Es alto, rubio, delgado?
¿Moreno, apretado, fuerte?
Es como todos. ¡Es todos!
¿Su nombre? Su nombre ruede
sobre el estrépito ronco;
ruede vivo entre la muerte;
ruede como una flor viva,
siempreviva para siempre.

Se llama Andrés o Francisco,
se llama Pedro Gutiérrez,
Luis o Juan, Manuel, Ricardo,
José, Lorenzo, Vicente...
Pero, no. ¡Se llama solo
Pueblo Invicto para siempre!

(Romancero General de la Guerra Española)

de Vicente Aleixandre,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

viernes, 29 de marzo de 2024

Comunistas

Comunistas

Los han matado en todas partes,
según distintas formas:

en el nombre de Dios
los han matado,
fusilados contra una tapia;

en nombre de la patria
los han matado,
torturados en sótanos;

en nombre del mercado libre
los han matado,
acuchillados en sus casas;

en nombre del partido
los han matado,
acribillados en Tian An Men;

en nombre de sí mismos
los han matado,
enterrados en los gulags;

en nombre de los crímenes
de sus verdugos
los han matado,
burlados en las tumbas
que sepultan sus sueños.

Pero aún
resisten.

De Salustiano Martín González,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.26, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

jueves, 28 de marzo de 2024

Contra

Contra

Estoy en contra de que los revolucionarios de mi país
Hieran una espiga de trigo
Contra un niño
Cualquier niño
Llevando una granada de mano
Estoy en contra de que mi hermana
Sienta el músculo de un arma
Contra todo
Y sin embargo
¿Qué puede hacer un profeta, una profetisa,
Cuando sus ojos
Están hechos para beber
La vista de las hordas de invasores?
Estoy en contra de que los niños se conviertan
En héroes a las diez
Contra el árbol haciendo brotar explosivos
Como flores
Contra las ramas que se convierten en horcas
Contra los rosales que se convierten en trincheras
Contra todo
Y sin embargo
Cuando el fuego incinera a mis amigos
Cómo puedo
Evitar que un poema se convierta en un arma

de Rashid Hussein,
en https://descontexto.blogspot.com/2024/01/contra-de-rashid-hussein.html (13/2/24).

miércoles, 27 de marzo de 2024

LA VIOLENCIA DE LAS HORAS

LA VIOLENCIA DE LAS HORAS

Todos han muerto.

Murió doña Antonia, la ronca, que hacía pan barato en el burgo.

Murió el cura Santiago, a quien placía le saludasen los jóvenes y las mozas, respondiéndoles a todos, indistintamente: “Buenos días, José! Buenos días María!”

Murió aquella joven rubia, Carlota, dejando un hijito de meses, que luego también murió, a los ocho días de la madre.

Murió mi tía Albina, que solía cantar tiempos y modos de heredad, en tanto cosía en los corredores, para Isidora, la criada de oficio, la honrosísima mujer.

Murió un viejo tuerto, su nombre no recuerdo, pero dormía al sol de la mañana, sentado ante la puerta del hojalatero de la esquina.

Murió Rayo, el perro de mi altura, herido de un balazo de no se sabe quién.

Murió Lucas, mi cuñado en la paz de las cinturas, de quien me acuerdo cuando llueve y no hay nadie en mi experiencia.

Murió en mi revólver mi madre, en mi puño mi hermana y mi hermano en mi víscera sangrienta, los tres ligados por un género triste de tristeza, en el mes de agosto de años sucesivos.

Murió el músico Méndez, alto y muy borracho, que solfeaba en su clarinete tocatas melancólicas, a cuyo articulado se dormían las gallinas de mi bario, mucho antes de que el sol se fuese.

Murió mi eternidad y estoy velándola.

de César Vallejo,
en Poemas humanos, Centro  Peruano de Estudios Culturales, 2008.

domingo, 3 de marzo de 2024

En mi patio está creciendo una hiedra...

En mi patio está creciendo una hiedra
que le arranqué a la Casa de Campo.

Quizá sobre esa hiedra –o muy cerca-
cayó el tío Manuel bajo las balas.

Ahora mi tío brota en abril
cuando le llevo agua hasta los labios.

de Ana Pérez Cañamares,
en Viento Sur, n°140, junio, 2015.

martes, 13 de febrero de 2024

AL PEQUEÑO APARATO DE RADIO

 AL PEQUEÑO APARATO DE RADIO

CAJITA con la que cargué cuidadosamente en mi huida
de casa al barco y del barco al tren
para que sus lámparas tampoco se me rompiesen
y mis enemigos no dejaran de hablarme

en la cabecera de la cama y con gran dolor mío
de sus victorias y mis penalidades
cerrando la noche y empezando la madrugada:
¡prométeme no enmudecer nunca de repente!

de Bertolt Brecht,
en Poemas del lugar y la circunstancia, Pre-textos, 2003.
Editor digital Titivillus (epulibre), 2022.

sábado, 20 de enero de 2024

LAS PIPAS DE FUMAR

  LAS PIPAS DE FUMAR

AL salir corriendo para la frontera, dejé los libros
en manos de mis amigos y renuncié a la poesía
pero me traje las pipas, vulnerando
la regla básica del refugiado: ¡No guardes nada!

Los libros no dicen mucho al que ahora
espera a esa gentuza que ya se acerca a capturarlo.
La petaca y las viejas pipas
pueden hacer más por él.

de Bertolt Brecht,
en Poemas del lugar y la circunstancia, Pre-textos, 2003.
Editor digital Titivillus (epulibre), 2022.

sábado, 30 de diciembre de 2023

PAISAJE FINLANDÉS

PAISAJE FINLANDÉS

¡AGUAS ricas en peces! ¡Bosques de hermosos árboles!
¡Aromas de abedules y de bayas!
¡Viento coral que mece un soplo
tan suave como escapado de esas lecheras metálicas
que bajan rodando de la granja blanca!
Olores y sonidos e imagen y sentido se confunden.
Sentado en la hondura de alisos, el fugitivo reanuda
su difícil oficio: mantener la esperanza.

Observa con cuidado la espiga bien colmada
y a la robusta criatura que se inclina hacia el agua
pero también a los que ni el grano ni la leche alimentan.
Pregunta a la balsa que transporta los troncos:
¿Es ésta la madera sin la que no habría patas de palo?
Y ve a un pueblo que calla en dos lenguas.

de Bertolt Brecht,
en Poemas del lugar y la circunstancia, Pre-textos, 2003.
Editor digital Titivillus (epulibre), 2022.

jueves, 21 de diciembre de 2023

El sol del verano...

El sol del verano
me ayuda en la soledad,
porque la transpiración
se confunde con las lágrimas,
y a veces no me doy cuenta
que estoy llorando.

¿Pero en invierno compañera?
¿en invierno, cómo hago?

De Alejandro Almeida (detenido-desaparecido el 17 de junio de 1975)
en Alejandro por siempre... amor (Taty Almeida Comp.), BAOBAB, 2016.

jueves, 7 de diciembre de 2023

El gato verde

El gato verde

Este era un gato verde.
Único gato verde en todo el mundo.

-Los gatos verdes no existen -dijo un gato gris.
-Los gatos verdes no existen -dijo un gato rubio.
-Los gatos verdes no existen -dijo un gato negro.

Al gato verde le dio cosa no existir.
Se revolcó en tierra suelta y quedó hecho
un gato pardo.

-Hoy he visto un gato verde -le dijo el gato negro.
-Hoy he visto un gato verde -le dijo el gato rubio.
-Hoy he visto un gato verde -le dijo el gato gris.
-Imposible -dijo, dijo y dijo el gato pardo-
Los gatos verdes no existen.

Y se puso a maullarle a la luna.

de Iris Rivera,
en Las abuelas nos cuentan - Una nueva colección por el derecho a la identidad, Ministerio de Educación de la Nación, 2022.

domingo, 26 de noviembre de 2023

Como la cigarra

Como la cigarra (canción)

 Tantas veces me mataron, tantas veces me morí
Sin embargo, estoy aquí, resucitando
Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal
Porque me mató tan mal
Y seguí cantando

Cantando al sol como la cigarra
Después de un año bajo la tierra
Igual que el sobreviviente
Que vuelve de la guerra

Tantas veces me borraron, tantas desaparecí
A mi propio entierro fui sola y llorando
Hice un nudo en el pañuelo, pero me olvidé después
Que no era la única vez
Y seguí cantando

Cantando al sol como la cigarra
Después de un año bajo la tierra
Igual que el sobreviviente
Que vuelve de la guerra

Tantas veces te mataron, tantas resucitarás
Cuántas noches pasarás desesperando
Y a la hora del naufragio y la de la oscuridad
Alguien te rescatará
Para ir cantando

Cantando al sol como la cigarra
Después de un año bajo la tierra
Igual que el sobreviviente
Que vuelve de la guerra

de María Elena Walsh,
en Serenata para la tierra de uno (Mercedes Sosa), Philips Records, 1979. 

martes, 21 de noviembre de 2023

Canción para mi América

Canción para mi América (canción)

Dale tu mano al indio
Dale que te hará bien
Y encontrarás el camino
Como ayer yo lo encontré

Dale tu mano al indio
Dale que te hará bien
Te mojará el sudor santo
De la lucha y el deber

La piel del indio te enseñará
Toda la senda que habrás de andar
Manos de cobre te mostrarán
Toda la sangre que has de dejar

Dale tu mano al indio
Dale que te hará bien
Y encontrarás el camino
Como ayer yo lo encontré

Es el tiempo del cobre
Mestizo grito y fusil
Si no se abren las puertas
El pueblo las ha de abrir

América está esperando
Y el siglo se vuelve azul
Pampas, ríos y montañas
Liberan su propia luz

La copla no tiene dueño
Patrones no más mandar
La guitarra americana
Peleando aprendió a cantar

Dale tu mano al indio
Dale que te hará bien

de Daniel Viglietti,
en Yo no canto por cantar (Mercedes Sosa), Philips Records, 1966.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Deshonras fúnebres por Francisco Franco

Deshonras fúnebres por Francisco Franco

A G. Jackson y R. Tamames

A la historia no pasan, si es que pasan,
sólo sus constructores.
Pasan también -como los terremotos,
como los huracanes y las inundaciones,
como las grandes plagas
y los grandes dolores-
los que intentan pararla a fuerza de odio
y destruyen la vida a suficientes hombres.

Así has pasado tú a la historia -¡al fin!-,
y con grandes honores.
Vencedor de la guerra más hermosa y más triste,
paciente destructor de vida y corazones,
héroe negro de España, héroe de sangre fría,
capitán general de las ejecuciones.

Le has dado nombre a un tiempo
de chulos y matones,
a una época larga como un día sin pan,
a una plaga de miedo, silencios y dolores,
a una charca de historia en la historia de España
que ha de tener también historiadores.

Quede tu nombre, pues, al frente de sus páginas
para que nadie olvide nunca tu triste nombre.

De Jesús López Pacheco,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.23, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.