EL PREGONERO
«La Libertad», «La Patria», se oye el grito
del pregonero en la mañana oscura,
como una imprecación que va a la altura
prolongando sus ecos de infinito.
Esta mañana lo miré, proscrito
de un hogar que abatió la desventura,
me pareció fugaz caricatura
dibujada por un lápiz maldito.
El no sabe que va por la pendiente
que lleva al vicio o al dolor, ignora
que después de un vivir pobre y doliente
gritando esos dos nombres desde niño,
lo encontrará vencido su última hora
sin libertad, sin patria... y sin cariño.
de José Albertazzi Avendaño,
en Los mejores poetas de Costa Rica, Compañía Ibero-Americana de publicaciones/
Librería FERNANDO FE, 1915.