La paz no se reclama por un altoparlante,
Se siembra en los hermanos, se la construye a golpes,
Porque nosotros vamos haciendo realidades
Y nada es absoluto en ese movimiento.
Pusimos la sonrisa sobre los esqueletos;
El amor nos espera entre los arsenales;
El amigo nos da un abrazo de pólvora
Y el hijo… ya lo sabe, él ya está preparado.
Aquí no hay más verdad que la lucha del pueblo.
Los pretendidos sabios “pacifistas” no logran
Sino el anonimato, mientras el tiempo pasa
Y se quedan al margen, que también es violencia.
Todo está por hacerse, por las manos de Todos;
Lo demás es fracaso que acumula su historia,
Lo demás es miseria reaccionaria y mortal,
Lo demás nos obliga a vivir combatiendo.
de Daniel Favero (detenido-desaparecido el 25 de junio de 1977),
en Poesía y Militancia, EDULP, 2020.
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