Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 9 de junio de 2025

EL POEMA DE MI DIGNIDAD

EL POEMA DE MI DIGNIDAD

I

No poseo riquezas, ni abolengo,
ni siquiera una rústica heredad.
El único tesoro que yo tengo
es el tesoro de mi dignidad.

Más alto que las águilas, más alto
se remonta mi potro de ilusión.
Siempre escalé las cúspides de un salto
llevando a flor de labio mi canción.

Trabajo y lucho sin cesar. La vida
me ofrece cada vez más interés.
La montaña de mi alma, florecida
se pasa y alas llevo hasta en los pies.

No me importan las críticas del vulgo
que tiende en mi camino un valladar.
Sacerdote del Arte, lo excomulgo
desde el pulpito azul de mi cantar.

II

Indómito corcel de recio apresto,
mi signo se adelanta a cualquier signo.
Tengo el goce gentil de ser modesto
y la dicha inefable de ser digno.

Obrero del taller y de la idea,
no me importan el malo, ni el estulto.
Y de mi ansia en la lid quiero que sea
un lábaro de gloria cada insulto.

Acércate hasta mi pobre cardumen
de necios y pedantes, oye y mira:
mis haberes en esto se reúnen:
un esfuerzo, un ensueño y una lira.

No cabe de mi vida en las leyendas
ni un punto, ni una coma, ni una tilde.
Acércate hasta mí para que aprendas,
pues te quiero enseñar a ser humilde.

¿Que quién soy, me preguntas con sarcasmo,
queriéndome aplastar bajo tu planta?
Yo soy el portavoz del entusiasmo
por todo lo que vuela y lo que canta.

Soy pujanza, soy lucha y soy destino
y en una idealidad vivo y aliento.
Soy un grano de polvo del camino
con el cual puede hacerse un 'monumento.

Yo soy un carpintero sin dobleces
y escúchame, por Dios, y no te asombres:
mi metro medir puede muchas veces
la estatura moral de algunos hombres...

Yo no digo que soy puro y perfecto
y que a mi alma no más que el bien le cuadra,
pero hasta aquí me he mantenido recto
cual las líneas que trazo con mi escuadra...

Hablas de mi pobreza y de mi origen
queriéndome humillar. ¡Mezquino intento!
Título y sangre azul no se le exigen
a los hijos que son del pensamiento.

El coturno que calzo no lo enlodo
en el cielo estancado de lo fútil...
Seré todo en la vida, seré todo
lo que puedas pensar menos inútil.

Me llamas presumido, necio y vano
y me tienes a mí como una cosa
despreciable. Pero, oye, es que el gusano
trasformóse hace tiempo en mariposa.

¿Te sorprenden mis gestos? ¿Te sorprende
que diga lo que soy y lo que llevo
dentro de mí? ¿Tu espíritu pretende
que el ave de mi fe no dé su huevo?

Asómate hasta el fondo de mi instinto
y verás cómo enhiesto y tengo sobre
mi idiosincrasia, como sobre un plinto
la emoción inefable de ser pobre.

Escúchame, por Dios, recua perdida,
y sabrás por qué lucho y por qué venzo:
lucho para templar y alzar mi vida,
venzo porque trabajo y porque pienso.

La tristeza, el dolor y la miseria
caminan de mi mano por el mundo,
pero de inspiración tengo una arteria
que me hace ser potente y ser fecundo.

Es una arteria de proficuos dones
que sangra en mi interior. ¡Arteria mía,
por la cual son más dulces mis canciones,
no he sabido ni quién te rompería!

Pero sangra sin tregua. Te reclaman
los filos de las hachas que te hieren...
Tus vigores ofrenda a los que te aman
y tu perdón a los que no te quieren.

Que el mejor de mis cantos se alce y vibre
para entonces por él decirle al mundo:
no hay más goce perenne que ser libre,
ni más grande virtud que ser fecundo.

Yo no arrastro mi lírico estandarte
por el lodo enfermizo de lo bajo.
Obrero de la rima adoro el arte;
artista del taller, amo el trabajo.

Soy pujanza, soy lucha y soy destino
y en una idealidad vivo y aliento.
Soy un grano de polvo del camino
con el cual puede hacerse un monumento.

III

Cuando niño marché bajo la saña
de la lluvia fatal que me envolvía,
en el seno a buscar de la montaña
la leña que en mi hogar se consumía.

Fui vaquero después y cien auroras
me vieron descender por el vallado,
oyendo con deleite las canoras
aves que viven alegrando el prado.

Corriendo tras el ágil ternerillo
saltaba por el risco y la parcela...
Era entonces apenas un chiquillo
que estaba en tercer grado de la escuela.

Repleto de altivez, desde pequeño
cincelé mi carácter en la lucha
por la vida. Y una ansia y un ensueño
le dieron a mi ser potencia mucha.

Y aquí me tienes, en la lid enhiesto
mi signo adelantando a cualquier signo
y exornando el pendón de lo modesto
con los frescos laureles de lo digno.

de Carlomagno Araya,
en Los mejores poetas de Costa Rica, Compañía Ibero-Americana de publicaciones/
Librería FERNANDO FE, 1915.

domingo, 8 de junio de 2025

Cuando las veo pasar

Cuando las veo pasar

Cuando las veo pasar alguna vez me digo: qué sentirán
ellas, las que decidieron ser perfectas conservar a toda costa
sus matrimonios no importa cómo les haya resultado el marido
(parrandero mujeriego jugador pendenciero
gritón violento penqueador lunático raro algo anormal
neurótico temático de plano insoportable
dundeco mortalmente aburrido bruto insensible desaseado
ególatra ambicioso desleal politiquero ladrón traidor mentiroso
violador de las hijas verdugo de los hijos emperador de la casa
tirano en todas partes) pero ellas se aguantaron
y sólo Dios que está allá arriba sabe lo que sufrieron.

Cuando las veo pasar tan dignas y envejecidas
los hijos las hijas ya se han ido en la casa sólo ellas han quedado
con ese hombre que alguna vez quisieron (tal vez ya se calmó
no bebe apenas habla se mantiene sentado frente al televisor
anda en chancletas bosteza se duerme ronca se levanta temprano
está achacoso cegato inofensivo casi niño) me pregunto:

¿Se atreverán a imaginarse viudas a soñar alguna noche
                                que son libres
y que vuelven por fin sin culpas a la vida?

de Daisy Zamora,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.90, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

sábado, 7 de junio de 2025

Disfraces

Disfraces

Escondo el animal
lo disimulo
lo encadeno a la pena
de un pantalón y una camisa
ahogo los aullidos
debajo de la almohada
en la mitad de la noche
cuando es más larga la ausencia.
No es fácil para un lobo
sobrevivir en medio de la gente.

de Gustavo Roldán,
en Poemas andantes - Del antiguo linaje de los juglares a la voz digitalizada, DGES, 2022.

jueves, 5 de junio de 2025

Mi pecho se halla de luto (canción)

Mi pecho se halla de luto

Mi pecho se halla de luto
por la muerte del amor,
en los jardines cultivan
las flores de la traición,
oro cobra el hortelano
que va sembrando rencor,
por eso llorando estoy.

Los pajarillos no cantan,
no tienen donde animar,
ya les cortaron las ramas
donde solían cantar,
después cortarán el tronco
y pondrán en su lugar
una letrina y un bar.

El niño me causa espanto,
ya no es aquel querubín,
ayer jugaba a la ronda,
hoy juega con un fusil,
no veo la diferencia
entre niño y alguacil,
soldados y polvorín.

Adonde está la alegría
del Calicanto de ayer,
se dice que un presidente
lo recorría de a pie,
no había ningún abismo
entre el pueblo y su merced,
el de hoy, no sé quién es.

Santiago del ochocientos,
para poderte mirar,
tendré que ver los apuntes
del archivo nacional,
te derrumbaron el cuerpo
y tu alma salió a rodar.
Santiago, penando estás.

de Violeta Parra,
en Todo Violeta Parra - Antología presentada por Alfonso Alcalde, Alfonso Alcalde, 1974.

miércoles, 4 de junio de 2025

Máquina de tiempo

Máquina de tiempo

Ha perdido sus manos el reloj
y el hombre marca el tiempo con las suyas,
siempre girando sobre su propio eje,
ruidoso viajero del espacio,
ese vasto silencio
que no rompen ni su voz ni sus gritos
o su neurótico paso por la tierra,
su ingratitud de hijo pródigo que jamás retorna,
hasta que suene la hora de su muerte,
a la gran Madre Tierra que le dio la vida.
Ha perdido sus manos el reloj
y el hombre marca el tiempo con las suyas.

de Nicolás Suescún,
en Jamás tantos muertos, Universidad Externado de Colombia, 2008.

martes, 3 de junio de 2025

Democracia

Democracia

La democracia no consiste en que
el hombre diga su opinión en política
sin que nadie lo contradiga;
la democracia consiste en que una mujer diga
su opinión en el amor...
¡sin que nadie la mate!

de Souad Al-Sabah,
en https://poetryalquimia.org/2024/05/22/3-poemas-de-souad-al-sabah/ (2/3/25).

Infancia

Infancia

 La niña que fui
aún me habita
se sienta a mi lado
y me mira
curiosa
cada vez que no me eligen
cada vez que no me quieren
cada vez que me despido.

Me visita
en las tardes vacías
cuando rozo con mi mano
el cuerpo del dolor
y me inunda
esa sensación de ahogo
casi sin dejarme respirar.

A veces me parece escuchar
el eco de su llanto
en las noches.

Pero también
es ella
quien me enciende
cada vez que juego
cada vez que sueño
que arriesgo
a ciegas
y me responde con sabiduría
cada vez que me enredo
en la madeja mental
que no da tregua.

Ya no estamos en disputa
ya nos hemos abrazado.

Sólo que algunas veces
como hoy
quisiera viajar al pasado
y regalarle
las palabras
que la defiendan
de todo eso que sabía
que le dolía
que la lastimaba
y la desprotegía
pero aún
no podía decirlo.

de Nina Ferrari,
en Sustancia, Editorial Sudestada, 2020.

domingo, 1 de junio de 2025

XXI - Hace veinte años que nací...


de Raúl Alfredo Carlevaro (detenido-desaparecido el 22 de julio de 1976),
en Vamos, Ediciones La mariposa y la iguana, 2024.

sábado, 31 de mayo de 2025

A LAS MUJERES (canción)

A LAS MUJERES

Canción anarquista publicada en el Cancionero Revolucionario de Ediciones Tierra y Libertad
(Burdeos, 1947). La música es del vals "Ramona".

Ha de ser obra de la juventud
romper las cadenas
de la esclavitud.
Hacia otra vida mejor
donde los humanos
gocen del amor.

Debéis las mujeres colaborar,
en la hermosa obra de la humanidad;
mujeres, mujeres, necesitamos vuestra
unión
el día que estalle nuestra grande
revolución.

Hermanas que amáis con fe la libertad
habéis de crear la nueva sociedad...
El sol de gloria que nos tiene que cubrir
a todos en dulce vivir.

Por una idea luchamos,
la cual defendemos
con mucha razón.
Se acabarán los tiranos,
guerras no queremos
ni la explotación.

Debéis las mujeres colaborar,
en la hermosa obra de la humanidad;
mujeres, mujeres, necesitamos vuestra unión
el día que estalle nuestra grande revolución.

Todos nacemos iguales,
la naturaleza
no hace distinción;
comunistas libertarios,
luchad con firmeza
por la revolución.

Debéis las mujeres colaborar,
en la hermosa obra de la humanidad;
mujeres, mujeres, necesitamos vuestra unión
el día que estalle nuestra grande revolución.

Anónimo,
en Ruta por el león libertario, Producciones el SetA/Star m1919, S/F.

viernes, 30 de mayo de 2025

Regalarlo todo...

Regalarlo todo. Cada prenda. Cada adorno. 
Con mentalidad de pobre. Los dedos de harina 
calentando el mismo tazón 
y la sonrisa rota hacia la mesa 
sin frutas ni flores en la fuente. 
Sin estrenar nada, sin ambición de refugio. 
Habiendo perdido la energía 
y el asombro.
Queriendo decir: «¿Por qué no vuelves a casa?» 
Cuando lo sabe. Que volver a casa es el miedo. 
Que la huida del día es el miedo. 
La tapia de ladrillo y la llamada al timbre sin prever 
si podrá entrar. 
Cada mirada de hembra.
Cada preñez. El miedo. 
El cuerpo que no se acostumbra 
y que, lejos de aumentar, 
reduce su tamaño y se parte en dos.

de Pilar Adón,
en Insumisas - Poesía Crítica Contemporánea de Mujeres, Baile del Sol, 2019.

miércoles, 28 de mayo de 2025

Amenazas

Amenazas

—Te devoraré —dijo la Pantera.
—Peor para ti —dijo la Espada.

de William Ospina,
en Una sonrisa en la oscuridad, Universidad Externado de Colombia, 2007.

lunes, 26 de mayo de 2025

Hace falta un guerrillero (canción)

Hace falta un guerrillero

Quisiera tener un hijo
brillante como un clavel,
ligero como los vientos,
para llamarlo Manuel,
y apellidarlo Rodríguez
el más preciado laurel.

De niño le enseñaría
lo que se tiene que hacer
cuando nos venden la Patria
como si fuera alfiler;
quiero un hijo guerrillero
que la sepa defender.

La patria ya tiene al cuello
la soga de Lucifer,
no hay alma que la defienda,
ni obrero ni montañés,
soldados hay por montones,
ninguno como Manuel.

Levántese de la tumba
Hermano que hay que luchar
O la de no su bandera
Se la van a tramitar
Que en estos ocho millones
No hay un pan que rebanar
que en estos cuatro millones
no hay un pan que rebanar.

Las lágrimas se me caen
pensando en el guerrillero,
como fue Manuel Rodríguez
debieran haber quinientos,
pero no hay uno que valga
la pena en este momento.

Repito y vuelvo a decir,
varillita de romero,
perros cobardes mataron
a traición al guerrillero,
pero no podrán matarlo
jamás en mi pensamiento.

de Violeta Parra,
en Todo Violeta Parra - Antología presentada por Alfonso Alcalde, Alfonso Alcalde, 1974. 

sábado, 24 de mayo de 2025

LA CORBATA

LA CORBATA

Papá era obrero de la construcción.
Papá era mecánico de autobuses.
Papá era constructor, albañil.
Papá era chofer y camionero.
Papá era carpintero y artesano.

Recuerdo qué alto volaban
sus cometas
a principios de año.

Era un soñador.

Apenas se puso una corbata
se murió,
qué vaina

de Benjamín Ramón,
en Antología Poética - Cuadernos del Ateneo, S/F.

viernes, 23 de mayo de 2025

¿Quién le puso nombre a la luna?

¿Quién le puso nombre a la luna?

¿Habrá sido la laguna,
que de tanto verla por la noche
decidió llamarla Luna?

¿Quién le puso nombre al elefante?
¿Habrá sido el vigilante,
un día que se paseaba muy campante?

¿Quién le puso el nombre a las rosas?
¿Quién le pone nombre a las cosas?

Yo lo pienso todos los días.
¿Habrá sido un señor que se llama
Ponenombres
que saca los nombres de la nombrería?

¿O la arena sola decidió llamarse arena
Y el mar solo decidió llamarse mar?

¿cómo será?
(menos mal que a mí
me puso el nombre
mi mamá).

de Mirta Goldberg,
en Poemas andantes - Del antiguo linaje de los juglares a la voz digitalizada, DGES, 2022.

miércoles, 21 de mayo de 2025

EL PREGONERO

EL PREGONERO

«La Libertad», «La Patria», se oye el grito
del pregonero en la mañana oscura,
como una imprecación que va a la altura
prolongando sus ecos de infinito.

Esta mañana lo miré, proscrito
de un hogar que abatió la desventura,
me pareció fugaz caricatura
dibujada por un lápiz maldito.

El no sabe que va por la pendiente
que lleva al vicio o al dolor, ignora
que después de un vivir pobre y doliente

gritando esos dos nombres desde niño,
lo encontrará vencido su última hora
sin libertad, sin patria... y sin cariño.

de José Albertazzi Avendaño,
en Los mejores poetas de Costa Rica, Compañía Ibero-Americana de publicaciones/
Librería FERNANDO FE, 1915.