Infravidas
Infraviven los niños entre latas,
maderas y cartones: los pedruzcos
dan peso a los tejados y no vuelan.
Infraviven las madres, infrahabitan
escombros y "chabolas", humedades,
en el Pozo del Huevo y La Alegría.
Agua no hay, mas sí los negros lodos,
esa informe chatarra del suburbio,
oxidados orines que circulan.
Infrahombres barbudos y dolientes
habitáculos sueñan, uralitas
que cubran a sus hijos en la lluvia.
También alcantarillas, inodoros...
Paraíso será la calle limpia,
habitable casuca con cimientos...
Valdevivar, el barrio del Milano,
Palomeras, Mahou, el mismo sueño
sueñan y siguen, pobres, desviviendo.
Infraviven los niños entre latas,
maderas y cartones: los pedruzcos
dan peso a los tejados y no vuelan.
Infraviven las madres, infrahabitan
escombros y "chabolas", humedades,
en el Pozo del Huevo y La Alegría.
Agua no hay, mas sí los negros lodos,
esa informe chatarra del suburbio,
oxidados orines que circulan.
Infrahombres barbudos y dolientes
habitáculos sueñan, uralitas
que cubran a sus hijos en la lluvia.
También alcantarillas, inodoros...
Paraíso será la calle limpia,
habitable casuca con cimientos...
Valdevivar, el barrio del Milano,
Palomeras, Mahou, el mismo sueño
sueñan y siguen, pobres, desviviendo.
De Concha Zardoya,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.
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