Con equipaje ligero
No te acostumbres.
No tienes derecho a acostumbrarte.
Una rosa es una rosa.
Pero un hogar
no es un hogar
Quítale el objeto al perro faldero
que te mueve la cola
en la vitrina.
Se equivoca. Tú
no hueles a quedarte.
Una cuchara es mejor que dos.
Cuélgala al cuello,
puedes tener una,
pues con la mano
es difícil servir lo caliente.
Te correría azúcar por los dedos
como el consuelo
como el deseo,
el día
que ella sea tuya.
Puedes poseer una cuchara,
una rosa,
tal vez un corazón
y una tumba
tal vez.
de Hilde Domin,
en https://elvendedordetierra.com/2018/05/28/poemas-de-hilde-domin/ (8/7/20).
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