Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

viernes, 4 de diciembre de 2020

Pelapapas

Pelapapas

Venderle un pelapapas
A quien muere de hambre a diario
La gloria de un publicitario
Y la ruina de la humanidad

Por Félix Sánchez Durán.

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Un tipo que deberíamos ser
Un tipo que quisiéramos ser
Seguro él
Bien acompañado
Labios de mujer pintados
Traje nunca arrugado
Todo bien diseñado
Nada al azar
Formal / informal
Escenografía
Luces, decorados
Bocas que se mueven
Nos hablan
Nos quieren vender algo
A la una
A las dos
A las tres
Vendido
Lo compramos
Finaliza otro bloque del telediario
Ahora comienza
El espacio publicitario

por Félix Sánchez Durán.

jueves, 3 de diciembre de 2020

Es obligatorio tener mitos

Es obligatorio tener mitos

Es obligatorio tener mitos
y yo gustosa desobedezco,
gustosa me plancho las blusas,
cuando tengo tiempo,
porque antes es hablar con los amigos.

Es obligatorio presentarse con buenas ropas,
con buenas obras —no interesa tanto—.

Es obligatorio no asomarse a la ventanilla,
porque tienes que estar vivo si organizan la guerra.

Es obligatorio silenciar que hay tumultos
porque pueden echarte del trabajo,
y si cantas verdades la celda te preparan,
te preparan el llanto, porque es obligatorio...
sufrir siendo persona,
guardar rencor,
adular al pedante,
llevar medias en los templos,
tener bastantes hijos,
volver mañana,
tener enemigos,
es obligatorio todo esto,
y encima te prohíben escupir en el suelo.

de Gloria Fuertes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.5, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2012.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

pregúntale al oprimido...

pregúntale al oprimido
por el color del cielo
y te dirá que es verde

pregúntale por el color de tus ojos
y no sabrá responderte
más que el color de tus zapatos

ofrécele descanso
a la sombra de un árbol
y te mirará espantado

de Félix Sánchez Durán,
en Somos, Ferrero/Hartmann, 2020.

martes, 1 de diciembre de 2020

Los pistoleros de Barcelona

Los pistoleros de Barcelona

I

En la calma solemne se eleva un canto.
Es el canto del día, loco y sangriento;
el veneno explosivo que el desencanto
ha vertido en las almas como un tormento.
En la calma solemne dice así el canto:

II

"¡Somos los pistoleros de Barcelona!
¡Somos los terroristas de la comarca!
¡Ante todos se cuadra nuestra persona,
y en el rojo atentado va nuestra marca!
¡Somos los pistoleros de Barcelona!

¡Con la "Star" en la mano no hay dios que pueda
resistir al empuje de nuestro aliento!
Por nosotros la angustia sembrada queda
al paso de las hordas de este momento.
¡Con la "Star" en la mano no hay dios que pueda!

La venganza nos lleva por el camino
que conduce a la cumbre de los dolores.
Y hoy forzar pretendemos nuestro destino
porque así lo han querido los opresores,
la venganza nos lleva por el camino...

¡No hay inocentes!—dice la voz de abajo
contra el grito de arriba que nos ultraja—.
Y por eso queremos cortar de un tajo
la cadena ominosa que nos rebaja.
¡No hay inocentes!—dice la voz de abajo."

III

El poeta que escucha quédase triste
pensando que en el odio nada se funda;
que si un manto de sangre la ciudad viste
ha de hacerse ese manto noche profunda.
El poeta que escucha quédase triste.

de Alberto Ghiraldo,
en La canción del deportado, Fernando Fé, 1929.

lunes, 30 de noviembre de 2020

Un hombre tras las rejas 5 QUIERO...

  5

QUIERO olvidar la muerte. Necesito olvidarla.
Quiero mirar las cosas gratas, dulces, tranquilas.
Las flores, el paisaje, los pájaros, el río.
Todo lo que miraba cuando era libre. Libre.
Porque una vez fuí* libre. ¿Lo sabíais?
Y anduve paso a paso por los caminos limpios.
Ebrio de Sol, de claridad, de lumbre.
Limpia la frente de rubor. Erguido.

Y una ronda de niños danzó sobre mi pecho,
cantando las canciones del amor y la vida.
Y las madres tenían los pechos sosegados.
Y los hombres clavaban su azadón en la tierra,
sonriendo. Oid ésto: sonriendo.
Y el fruto de su siembra no le fue disputado,
ni le fue arrebatada su heredad.
Y el pájaro sentía que el nido era su nido.
Y la flor que la rama era su paz.

Pero llegó una hora negra y obsesionante
en todos los relojes del mundo. Aquella hora.
Y de pronto: las rejas.
Un hombre tras las rejas. Enterrado.
Y los cobardes, frente a mí, pateando.
Pateando, igual que ahora, los cobardes.

No quiero estar aquí. ¡Venid, soltadme!
Quiero salir y respirar. Quiero ser libre.
Quiero andar los caminos abiertos, otra vez.
Quiero ser libre. Libre. LIBRE.
¡Arrancadme estas rejas! ¡Libertadme!
¡Sacadme de este encierro! ¡Venid, quiero ser libre!
Quiero ser libre. Libre. Libre. LIBRE.

de Carmen Natalia (Martínez Bonilla),
en Un hombre tras las rejas, Brigadas Dominicanas, 1962.
*Del original


domingo, 29 de noviembre de 2020

DEFENSA DE MADRID, DEFENSA DE CATALUÑA

DEFENSA DE MADRID, DEFENSA DE CATALUÑA

1
Madrid, corazón de España,
late con pulsos de fiebre.
Si ayer la sangre le hervía,
hoy con más calor le hierve.
Ya nunca podrá dormirse,
porque si Madrid se duerme,
querrá despertarse un día
y el alba no vendrá a verle.
No olvides, Madrid, la guerra;
jamás olvides que enfrente
los ojos del enemigo
te echan miradas de muerte.
Rondan por tu cielo halcones
que precipitarse quieren
sobre tus rojos tejados,
tus calles, tu brava gente.
Madrid: que nunca se diga,
nunca se publique o piense
que en el corazón de España
la sangre se volvió nieve.
Fuentes de valor y hombría
las guardas tú donde siempre.
Atroces ríos de asombro
han de correr de esas fuentes.
Que cada barrio a su hora,
si esa mal hora viniere,
—hora que no vendrá—, sea
más que la plaza más fuerte.
Los hombres, como castillos;
igual que almenas, sus frentes,
grandes murallas sus brazos,
puertas que nadie penetre.
Quien al corazón de España
quiera asomarse, que llegue.
¡Pronto! Madrid está cerca.
Madrid sabe defenderse
con uñas, con pies, con codos,
con empujones, con dientes,
panza arriba, arisco, recto,
duro, al pie del agua verde
del Tajo, en Navalperal,
en Sigüenza, en donde suenen
balas y balas que busquen
helar su sangre caliente.
Madrid, corazón de España,
que es de tierra, dentro tiene,
si se le escarba, un gran hoyo,
profundo, grande, imponente,
como un barranco que aguarda.
Sólo en él cabe la muerte.

2
¡Catalanes: Cataluña,
vuestra hermosa madre tierra,
tan de vuestros corazones
como tan hermana nuestra,
con un costado en el mar
y entre montes la cabeza,
soñando en sus libertades
sus hijos manda a la guerra.
Camino de Zaragoza,
frente a los muros de Huesca,
por los llanos de Toledo,
por toda la España entera,
va la sangre catalana
sonando al son de su lengua!
Mas para seguir sonando
el son de lo que tú sueñas,
nunca olvides, Cataluña,
que a Madrid, lejos, lo acechan
miradas del enemigo
que darle muerte quisieran.
Muerto Madrid, catalanes,
¡qué invasión, qué turba negra,
qué prostituida, oscura,
qué cruel, qué extraña leva
de gentes intentarían
forzar tus gallardas puertas!
Si ahora Madrid es el centro,
corazón de la pelea,
parados sus firmes pulsos,
tú serías la cabeza,
el cuello más codiciado,
la más codiciada prenda.
¡Qué festín de generales
borrachos, ante una mesa
donde por blancos manteles
se usarán ropas sangrientas!
¡Nunca, bravos catalanes!
Jamás vuestra independencia
debe servirse en banquetes
a monstruos de tal ralea.
La libertad catalana ¡sabedlo!
en Madrid se juega;
fábricas, ciudades, campos,
montes, toda la riqueza
de vuestro país, y el mar
que lo ilumina y le entrega
barcos que al tocar las costas
se vuelven de plata nueva.
¡Pueblo catalán, vigila!
¡Pueblo catalán, alerta!
Con el corazón de España,
solo corazón de tierra,
catalanes, yo os saludo:
¡Viva vuestra independencia!

(El Poeta en la calle)

de Rafael Alberti,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

sábado, 28 de noviembre de 2020

Miedo y duda

 Miedo y duda

No dudes
del que
te diga
que tiene miedo
pero ten miedo
del que
te diga
que no tiene ninguna duda.

de Erich Fried,
en Antología Dispersa, Biblioteca Libre Omegalfa, 2008.

viernes, 27 de noviembre de 2020

ALBUM Y POSTAL - XIII

ALBUM Y POSTAL - XIII

Página blanca que esperas
la caricia de la pluma:
para que tú nunca mueras
como castillo de espuma,
pide a la sentimental
a quien estás destinada,
la gloria de una mirada,
y así serás inmortal.

de Manuel Ugarte,
en Poesías Completas, Casa Editorial Maucci, 1921.

Invencibles

Invencibles

Amor, nosotros somos invencibles.
De historia y pueblo estamos hechos.
Pueblo e historia conducen al futuro.

Nada es más invencible que la vida;
su viento infla nuestras velas.

Así triunfarán pueblo, historia y vida
cuando nosotros alcancemos la victoria.

Amanece ya en la lejanía de nuestras manos.
Y la aurora se despierta en nosotros,
porque somos los constructores
de su casa, los defensores de sus luces.

Ven con nosotros que la lucha continúa.
Levanta tu orgullo miliciano, muchacha.

¡Nosotros venceremos, mi dulce compañera!

de Otto René Castillo,
en Vámonos Patria a caminar, yo te acompaño, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2019.

jueves, 26 de noviembre de 2020

A ERNESTO CARDENAL AL CUMPLIR LOS 60 (1985)

 A ERNESTO CARDENAL AL CUMPLIR LOS 60 (1985)

En un cuarto de trabajo
Ernesto
tengo fotos
de la mujer de mi vida
de hijos nueras
nietos
amigos muertos
y una foto de la mesa de trabajo
de Otto Hahn
modesta la mesa
casi pobre
en la que sucedió algo tan formidable
se ve la mesa
como si un colegial
hubiese hecho un par de experimentos
y sin embargo
sobre esa pobre mesa
se liberaron energías inconcebibles

En el otro cuarto de trabajo
(si, tengo dos, Ernesto)
tengo también a la familia
y los amigos
y una foto tuya
donde se te ve arrodillado
sonriente
ante el índice amenazador de Karol Woytila
¡maldito socialista
que te sigues llamando
sacerdote y católico,
qué malo que sós*!
Yo no sé
si podrán seguir sonriendo
bajo el puño amenazador de Reagan
Yo no sé
si podrán
sostenerse
los centavos de vuestra pobreza
la descomunal energía de la miseria
contra la estupidez de la riqueza
de los millones de dólares
Qué fácil podría Woytila
convertir el índice amenazador
en mano que bendice
duplicar los millones ambrosianos
energías del Vaticano
(derrochadas en el banco Ambrosiano)
para Managua

Brindo porque sigan siendo
lo que yo les deseo
socialistas sonrientes
y no obstante -¡oh milagro!-
católicos
quizás hasta cristianos

de Heinrich Böll,
en Leer nos hace rebeldes (Compiladora: Birgit Arnhold), Fundación Heinrich Böll, 2002.
*Del original.

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Diego Armando Maradona

Diego Armando Maradona
Metro sesenta y pico

Al futbolista, a la persona y al militante.













(México - 1986)

de Diego Armando Maradona (30/OCT/1960-25/NOV/2020).
*Título, dedicatoria y edición: Félix Sánchez Durán.

El necio (canción)

El necio

Para no hacer de mi ícono pedazos
Para salvarme entre únicos e impares
Para cederme un lugar en su Parnaso
Para darme un rinconcito en sus altares
Me vienen a convidar a arrepentirme
Me vienen a convidar a que no pierda
Mi vienen a convidar a indefinirme
Me vienen a convidar a tanta mierda

Yo no se lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví

Yo quiero seguir jugando a lo perdido
Yo quiero ser a la zurda o más que diestro
Yo quiero hacer un congreso del unido
Yo quiero rezar a fondo un "hijo nuestro"
Dirán que pasó de moda la locura
Dirán que la gente es mala y no merece
Yo partiré soñando travesuras
Acaso multiplicar panes y peces

Yo no se lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Como viví
Yo me muero como viví
Como viví
Yo me muero como viví

Dicen que me arrastrarán por sobre rocas
Cuando la Revolución se venga abajo
Que machacarán mis manos y mi boca
Que me arrancarán los ojos y el badajo

Será que la necedad parió conmigo
La necedad de lo que hoy resulta necio
La necedad de asumir al enemigo
La necedad de vivir sin tener precio

Yo no se lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios, que será divino
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví

de Silvio Rodríguez,
en Silvio, Ojalá, 1992.

Consejos para la mujer fuerte

Consejos para la mujer fuerte

Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.

Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.
No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.

Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.
Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodéalo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas.
Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.

Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.
Haz de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbrados
y el óxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero
Guarda las distancias
Constrúyete. Cuídate
Atesora tu poder
Defiéndelo
Hazlo por ti

Te lo pido en nombre de todas nosotras.

de Gioconda Belli,
en ...Y la culpa no era mía - Antología de Poesía Feminista, Biblioteca Omegalfa, 2020.

martes, 24 de noviembre de 2020

Un hombre tras las rejas 4 OH...

 4

OH, aquí está el viento. Me golpea las sienes.
El viento trae una canción lejana.
Cierro los ojos para oirla*. Sí, son ellos. Ellos.
Son los niños que cantan mientras juegan...

"Estaba la pájara pinta
sentada en su verde limón,
con el pico recoge la rama,
con la rama recoge la flor..."

Las bocas apretadas de canciones
muerden palabras junto con grosellas
y cantan en la sangre de las moras...
Son niños de otro espacio, de otra esfera.
Niños que saben jugar como los ángeles...
Yo también tuve una ronda... Aquí, sobre mi pecho.
Pero eran voces agrias, gastadas, desteñidas.
y era una sola canción la que cantaban:

"En Francia nació un niño
qué dolor, qué dolor, qué pena.
En Francia nació un niño
de padre natural,
que do re mi, que do re fa,
de padre natural...
Por no tener padrino
qué dolor, qué dolor, qué pena,
por no tener padrino
Mambrú se ha de llamar,
que do re mi, que do re fa,
Mambrú se ha de llamar...
Mambrú se fue a la guerra... "

No. Eso no. Esa palabra no. No quiero oirIa*.
No quiero ver más sangre ni más muertos.
No quiero verlos. No. No quiero verlos.
¡Quitadlos de mi vista! ¡Atrás! iQuitadlos!

Mambrú se fue a la guerra...

No quiero esa canción. No quiero oirIa*.
¡Lleváos esas voces! ¡Anegadlas!
¡Asfixiadlas! ¡Cercenadlas! ¡Suprimidlas!
¡Dadme pronto otra canción! ¡Otra canción!
¡Otra ronda de niños! ¡Otra! ¡Otra!

"A la limón, a la limón,
la puerta está rota.
A la limón, a la limón,
mandadla a componer..."

¡Ah, las bocas que cantan en la sangre olorosa
de las moras silvestres! Venid a mí. Cantad.
Cantad en mí, aquí sobre mi pecho.
Trenzadme de guirnaldas. Crucificadme a besos.
Mirad, yo soy un hombre solitario. Triste.
Amo la risa de los niños, y sus voces.
¡Haced la ronda aquí, sobre mi pecho!

No. No quieren venir. Tienen miedo de mí.
Se escapan. Huyen...
¡Yo no soy malo, no! ¡Volved! ¡Volved!
Yo soy un hombre solo, abierto, desmembrado.
Un hombre tras las rejas. Enteramente roto.
Quiero vivir de nuevo. Otra vez. Quiero vivir.

"En Francia nació un niño,
qué dolor, qué dolor, que pena.
qué dolor, qué dolor, qué pena... "

Oh... Es mi ronda. Son mis niños.
Aquí, sobre mi pecho.
Voces agrias, gastadas, desteñidas.
y una sola canción: la de la muerte.

de Carmen Natalia (Martínez Bonilla),
en Un hombre tras las rejas, Brigadas Dominicanas, 1962.
*Del original