La dicha no es esto,
como se figuran
quienes mendigan y lloran
y acuden a los templos
para asistir desde el atrio a misa
y a una consagración que no comprenden,
mirándola con malos ojos, para luego
¿Qué es la dicha para aquel
que está avenido consigo mismo,
cuyo pie solo huella
lo que está destinado para él,
para aquel que no conoce otra frontera ni otro
como se figuran
quienes mendigan y lloran
y acuden a los templos
para asistir desde el atrio a misa
y a una consagración que no comprenden,
mirándola con malos ojos, para luego
[darse la vuelta
y lamentar una vida malograda. ¿Qué es la dicha para aquel
que está avenido consigo mismo,
cuyo pie solo huella
lo que está destinado para él,
para aquel que no conoce otra frontera ni otro
[derecho que el conocerse,
ni otro signo que lo marque en su estirpe
[que el nombrarse?
de Hannah Arendt,
en Poemas, Herder, 2017.
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