Madrigal irónico
Si, desdeñando a Pierrot,
empleas la vida toda
en deportes a la moda
—yachting, polo, tennis,—yo
prefiero, pensando en ti,
pasar la tarde en el monte,
cuando todo el horizonte
es un campo de rubí.
Que te recite Le lac
de Lamartine el poeta
con el traje de etiqueta,
los guantes blancos y el frac,
tiene clara explicación
y fundamento muy sano
en el ambiente mundano,
porque se halla en un salón.
Mas que quien te ha de querer
tenga que aprender fox-trot,
jugar bridge y golf, ya no
te lo puedo conceder;
porque en su sinceridad,
como ocurre a ciertas flores,
si son puros los amores
se abren en la soledad.
empleas la vida toda
en deportes a la moda
—yachting, polo, tennis,—yo
prefiero, pensando en ti,
pasar la tarde en el monte,
cuando todo el horizonte
es un campo de rubí.
Que te recite Le lac
de Lamartine el poeta
con el traje de etiqueta,
los guantes blancos y el frac,
tiene clara explicación
y fundamento muy sano
en el ambiente mundano,
porque se halla en un salón.
Mas que quien te ha de querer
tenga que aprender fox-trot,
jugar bridge y golf, ya no
te lo puedo conceder;
porque en su sinceridad,
como ocurre a ciertas flores,
si son puros los amores
se abren en la soledad.
Lamento la discrepancia
desgraciada que me priva
de una corte deportiva
como cumple a tu elegancia
y déjame serte fiel
haciendo la vida que hago:
mi castillo sobre el lago,
mi caballo y mi lebrel.
de Manuel Ugarte,
en Poesías Completas, Casa Editorial Maucci, 1921.
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