Depuración
Compañera, si te dicen que caí:*
Entre fieras dormía.
Muy cerca de la playa se extendía una selva,
un arsenal de verde húmedo.
Escuchaba los pasos de los monos
que me espiaban callados, acechando a su presa.
Pero yo, con su piel y sus huesos,
reconstruía algunos puentes rotos
sobre la bilis del pantano.
Violenta es la amargura que va pudriendo el agua.
El pasado noctámbulo
me retaba a combates pactados de antemano.
No imaginas el miedo a las espadas
que los rehenes locos de la tarde
portaban en las balsas y canoas
–no góndolas ni yates ni cruceros, amor–
para batirse en duelo con los náufragos,
supervivientes como yo
del hundimiento de aquel Titanic.
Cuando llegue a tu lado, sálvame de la noche,
no me dejes mirar los barcos.
Sálvame tú, que ya no soy valiente.
Muy cerca de la playa se extendía una selva,
un arsenal de verde húmedo.
Escuchaba los pasos de los monos
que me espiaban callados, acechando a su presa.
Pero yo, con su piel y sus huesos,
reconstruía algunos puentes rotos
sobre la bilis del pantano.
Violenta es la amargura que va pudriendo el agua.
El pasado noctámbulo
me retaba a combates pactados de antemano.
No imaginas el miedo a las espadas
que los rehenes locos de la tarde
portaban en las balsas y canoas
–no góndolas ni yates ni cruceros, amor–
para batirse en duelo con los náufragos,
supervivientes como yo
del hundimiento de aquel Titanic.
Cuando llegue a tu lado, sálvame de la noche,
no me dejes mirar los barcos.
Sálvame tú, que ya no soy valiente.
Alemania nazi y Siberia, años 40.
De Isabel Pérez Montalbán,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.15, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.
⃰ Juan Marsé. Si te dicen que caí.
⃰ Juan Marsé. Si te dicen que caí.
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