De madre a hijo
Déjame que te diga una cosa, hijo mío:
La vida para mí no ha sido una escalera de cristal.
La escalera ha tenido tachuelas,
y astillas,
y tablones levantaos,
Y trozos sin alfombra,
Pelaos.
Pero to`el tiempo
He seguido p`arriba,
Y he alcanzao rellanos
Y he torcido recodos
Y a veces he tenido que ir a tientas
Donde no había na de luz.
Así que, hijo, no te quedes abajo en los escalones
Porque te parezca difícil subirlos.
No te me caigas ahora,
Corazón, yo ya ves que sigo,
Todavía sigo subiendo,
Y la vida pa mí no ha sido una escalera de cristal.
Déjame que te diga una cosa, hijo mío:
La vida para mí no ha sido una escalera de cristal.
La escalera ha tenido tachuelas,
y astillas,
y tablones levantaos,
Y trozos sin alfombra,
Pelaos.
Pero to`el tiempo
He seguido p`arriba,
Y he alcanzao rellanos
Y he torcido recodos
Y a veces he tenido que ir a tientas
Donde no había na de luz.
Así que, hijo, no te quedes abajo en los escalones
Porque te parezca difícil subirlos.
No te me caigas ahora,
Corazón, yo ya ves que sigo,
Todavía sigo subiendo,
Y la vida pa mí no ha sido una escalera de cristal.
de Langston Hughes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.77, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.
Traducción de Maribel Cruzado.
Traducción de Maribel Cruzado.
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