Epigrama
De pronto suena en la noche una sirena
de alarma, larga, larga,
el aullido lúgubre de la sirena
de incendio o de la ambulancia blanca de la muerte,
como el grito de la yegua en la noche,
que se acerca y sube, y baja
y crece, crece, baja y se aleja
creciendo y bajando. No es incendio ni muerte:
Es Somoza que pasa.
de Ernesto Cardenal,
en Poesía armada, Agermanament, 1976.
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