Los modernizadores
Que pongan los manteles en la mesa del mundo.
Hay quienes desde siempre tienen sitio en la mesa
puedo verles las caras, son odiosos
están quienes han llegado después
también les veo las jetas que dan asco
y así quienes se incorporan al banquete
cuando ya se acabaron los entrantes
o tras el primer plato
o después del segundo
y están por último
quienes se esfuerzan por llegar a la mesa
antes de que repartan los postreros postres
y de que retiren las vajillas y limpien las migajas
y les cortan las manos y les revientan los ojos
a los muchísimos
que siguen llegando y llegando todo el tiempo.
Creo que aquellos penúltimos
son y con mucho los que yo más odio.
Hay quienes desde siempre tienen sitio en la mesa
puedo verles las caras, son odiosos
están quienes han llegado después
también les veo las jetas que dan asco
y así quienes se incorporan al banquete
cuando ya se acabaron los entrantes
o tras el primer plato
o después del segundo
y están por último
quienes se esfuerzan por llegar a la mesa
antes de que repartan los postreros postres
y de que retiren las vajillas y limpien las migajas
y les cortan las manos y les revientan los ojos
a los muchísimos
que siguen llegando y llegando todo el tiempo.
Creo que aquellos penúltimos
son y con mucho los que yo más odio.
de Jorge Riechmann,
en El corte bajo la piel, Editorial Bitácora, 1994.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario