Crecer (poema inconcluso)
dejé de creer
en unicornios y dragones
cuando tenía cuatro
a los cinco
dejé de creer
en papá noel
y los reyes magos
a los siete
dejé de creer
en la inmortalidad
de las personas
a los ocho
dejé de creer
que rezar
servía para algo
a los trece
dejé de creer
en dios
aunque me lo reservé
por si acaso
a los catorce
dejé de creer
que era una bendición
para mis padres
a los quince
dejé de creer
que la sangre
tiraba más
que la amistad
a los dieciséis
dejé de creer
que la policía
estaba para cuidar
y proteger
a los diecisiete
dejé de creer
en el amor
eterno
a los diecisiete
también
dejé de creer en mí
y en la dicha
de la vida
a los dieciocho
dejé de creer
en la gloria militar
a los diecinueve
dejé de creer
en las normas
y la justicia
a los veintiuno
dejé de creer
en vivir
sólo el momento
a los veintidós
dejé de creer
en la anarquía
a los veintidós
también
comencé a creer
en la política
pero poco en los partidos
a los veintitrés
dejé de creer
en la historia oficial
a los veinticinco
dejé de creer
en la humanidad
pero aprendí a amar
a los treinta y tantos
dejé de creer
en las reglas ortográficas
y gramaticales
a los treinta y tantos
dejé de creer
en la perfección
a los treinta y tantos
también
descubrí
que debía seguir
aprendiendo a ser
mejor persona y padre
a los cuarenta
comencé a creer
que crecer
era empezar a descreer
de las certezas
Por Félix Sánchez Durán.
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