El tiempo de las cerezas
A la valiente ciudadana Louise, la ambulanciera
de la calle Fontaine-au-Roi, el domingo
28 de mayo 1871
Cuando vuelva el tiempo de las cerezas,
Y el ruiseñor alegre y los mirlos burlones
Estén todos de fiesta,
Las muchachas tendrán pasión en sus cabezasY los enamorados sol en el corazón.
Cuando vuelva el tiempo de las cerezas
Silbarán mejor los mirlos burlones.
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas,
En el que las parejas van a coger en sueños
Los hermosos pendientes:
Las cerezas de amor con sus trajes igualesRuedan bajo las hojas como gotas de sangre.
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas
—Pendientes de coral que recogen en sueños.
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas,
Si tenéis miedo de las penas de amor
Evitad a las muchachas.
Yo que no temo a las penas cruelesViviré hasta sufrir su visita algún día.
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas
Tendréis también penas de amor.
Amaré siempre el tiempo de las cerezas:
Desde aquel tiempo guardo abierta una herida
Que daña el corazón.
Y la dama Fortuna, que me está prometida,No sabrá nunca aliviar mis pesares.
Amaré siempre el tiempo de las cerezas
Y el recuerdo de entonces que daña el corazón.
1871
de Jean-Baptiste Clément,
en Asalto al cielo - Antología poética, Fundación Editorial el perro y la rana, 2010.
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