Una casa
Era una casa
donde percibíamos profusamente
el sabor y el olor de las cosas
los colores táctiles de los elementos
la púdica belleza de los árboles
Comíamos preferentemente
con el extranjero
bebíamos con el comensal más desesperado
y velábamos noche y día
con nuestros fantasmas avisados
Allí concebimos a los niños libres
de nuestros ensueños
Todo ello
manteniendo una oreja pegada a la puerta
para captar los pasos vacilantes
de lo inesperado
De Abdellatif Laâbi,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.29, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.
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