Sillas plegables
Qué tristes son esos cambios.
La gente desatornilla las placas con su nombre,
coge la cacerola con la lombarda
y la recalienta en otro lugar.
¿Qué clase de muebles son ésos
que hacen propaganda de la partida?
La gente coge sus sillas plegables
y emigra.
Barcos cargados de nostalgia y ganas de vomitar
llevan de un lado a otro
asientos patentados
y a sus dueños sin patentar.
A ambos lados del inmenso océano
hay sillas plegables ahora;
qué tristes son esos cambios.
La gente desatornilla las placas con su nombre,
coge la cacerola con la lombarda
y la recalienta en otro lugar.
¿Qué clase de muebles son ésos
que hacen propaganda de la partida?
La gente coge sus sillas plegables
y emigra.
Barcos cargados de nostalgia y ganas de vomitar
llevan de un lado a otro
asientos patentados
y a sus dueños sin patentar.
A ambos lados del inmenso océano
hay sillas plegables ahora;
qué tristes son esos cambios.
de Günter Grass,
en Poemas, Visor, 1994.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario