El mundo ha madurado
El mundo ha madurado
Los hombres se han vuelto monstruos
Las ciudades crueles
Las bestias campan de día
Sin embargo hay un cura que sigue siendo cura en la jungla con fe
Sólo él Pep Buades
Permanecer
En tierras dolientes y enlutadas
Salas de soledad y llanto
Sostener en sus manos cada mano herida
Querer aliviar tanto dolor y saberse vano
Sobre mí se había agazapado el odio
Pero él me ha ayudado a arrancar su boca y su vientre
De mi risa esperanzada
Y los hombres que lo portaban
Corren desnudos por las calles
Hablando a las sombras avejentados
Bebiendo en odres de viento su propia memoria
Los dolores del mundo cubren mi corazón
Y el manto de las miserias pesa sobre mis hombros
Todo le ha sido arrebatado al amor
No más quedan en nuestros cuerpos y en nuestras manos
Que las llagas sangrantes del odio
Siquiera sea por las miradas de los niños
Que nada comprenden de nuestros crímenes
Intentemos amarnos
Y abrir juntos todas las puertas.
Los hombres se han vuelto monstruos
Las ciudades crueles
Las bestias campan de día
Sin embargo hay un cura que sigue siendo cura en la jungla con fe
Sólo él Pep Buades
Permanecer
En tierras dolientes y enlutadas
Salas de soledad y llanto
Sostener en sus manos cada mano herida
Querer aliviar tanto dolor y saberse vano
Sobre mí se había agazapado el odio
Pero él me ha ayudado a arrancar su boca y su vientre
De mi risa esperanzada
Y los hombres que lo portaban
Corren desnudos por las calles
Hablando a las sombras avejentados
Bebiendo en odres de viento su propia memoria
Los dolores del mundo cubren mi corazón
Y el manto de las miserias pesa sobre mis hombros
Todo le ha sido arrebatado al amor
No más quedan en nuestros cuerpos y en nuestras manos
Que las llagas sangrantes del odio
Siquiera sea por las miradas de los niños
Que nada comprenden de nuestros crímenes
Intentemos amarnos
Y abrir juntos todas las puertas.
de Modou Kara Faye (1985-2003),
en Poesía Póstuma, Enrique Falcón, 2003.
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