CANCIÓN DEL CARPINTERO
Trabaja tu madera, carpintero!
El noble roble y el laurel glorioso.
Trabaja tu madera, que á la Vida
Grato es tu oficio.
Labra con el sudor de tu faena
El pino familiar y el fúnebre ébano.
Trabaja tu madera, que á la Muerte
Grato es tu oficio.
Haz en tu banco el industrioso mueble,
La prora esculpe del bajel intrépido,
Talla el trono del rey, y de las horcas
La cruz siniestra.
Sálvanos de los vientos de la calle
—Odio, traición, envidias y calumnias—
Con el portal amigo donde husmean
Hombres y lobos.
Canta y trabaja, carpintero, canta!
Tuyo es el bosque lírico y viviente,
El arca del caudal es obra tuya;
Pero el oro que guarda es sólo nuestro!
***
Trabaja tu madera, carpintero!
Mientras tu canto la tarea endulza
Mide la escuadra el ángulo preciso,
Surge fácil del torno el arabesco,
Corta á golpes certeros el escoplo,
Hunde el taladro su horadante espira,
Riza silbantes rizos el cepillo,
Y en la paz del taller se aspira el bálsamo
De la madera.
***
Canta y trabaja, carpintero, canta—
Pronto vendrá la noche y á tu puerta
El dolor suplicante y sollozante
Dirá su angustia.
Al cariñoso amparo de tu lámpara,
En el reposo del taller fraterno,
Trabajarás con cuatro tablas rústicas
El triste encargo.
Mañana á media tarde, por tu vía,
Mientras tu canto la tarea endulza.
Verás cruzar la procesión de siempre
Con rumbo cierto.
***
Canta y trabaja, carpintero, canta!
Tuyo es el bosque lírico y viviente,
El ataúd que pasa es obra tuya...
Pero todo el dolor es sólo nuestro!
de Mario Bravo,
en Nuestro Parnaso - Colección de Poesías Argentinas (Cuarto Volumen), Ernesto Mario Barreda/Ediciones M. Gleizer, 1914.
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