Vida laboral
Como un terco revólver sumergido
en las profundidades de la sangre.
Como los rostros compañeros, inseguros.
Como el arduo equilibrio y el alambre,
las malditas usanzas del perpetuo cambalache,
la maleabilidad del corazón sudado
y las coartadas del miedo al sin mañana.
Como pólvora empapada por el llanto.
Como las níveas guedejas,
el rostro marchito, las estibas del daño.
Como eso que ha cambiado en tu risa
después de estos inviernos.
Llegaré exhausto a la felicidad.
Como un terco revólver sumergido
en las profundidades de la sangre.
Como los rostros compañeros, inseguros.
Como el arduo equilibrio y el alambre,
las malditas usanzas del perpetuo cambalache,
la maleabilidad del corazón sudado
y las coartadas del miedo al sin mañana.
Como pólvora empapada por el llanto.
Como las níveas guedejas,
el rostro marchito, las estibas del daño.
Como eso que ha cambiado en tu risa
después de estos inviernos.
Llegaré exhausto a la felicidad.
de David Franco Monthiel,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.
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