El clamor
Alguna vez, andando por la vida,Por piedad, por amor,
Como se da una fuente, sin reservas,
Yo di mi corazón.
Y dije al que pasaba, sin malicia,
Y quizá con fervor:
—Obedezco a la ley que nos gobierna:
He dado el corazón.
Y tan pronto lo dije, como un eco,
Ya se corrió la voz:
—Ved la mala mujer esa que pasa:
He dado el corazón.
De boca en boca, sobre los tejados,
Rodaba este clamor:
—¡Echadle piedras, eh, sobre la cara;
He dado el corazón!
Ya está sangrando, sí, la cara mía,
Pero no de rubor;
Que me vuelvo a los hombres y repito:
¡He dado el corazón!
de Alfonsina Storni,
en Entre el largo desierto y la mar, Fondo Editorial Casa de las Américas, 1999.
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