Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

sábado, 7 de noviembre de 2020

CONTABAS

CONTABAS una historia sobre la guerra      nuestra historia
una vieja historia      y aún debe ser contada
la historia de lo nuevo que huyó de lo viejo
de cómo el gran sueño se tensó y cambió
el navío de la esperanza se estremeció sobre el pecho del témpano
los afectos secretos flaquearon y vacilaron.
Así somos derribados juntos      así somos despedazados
en una temblorosa república      sus labios de vidrio
partidos      como si la grieta principal
no hubiera sido calculada desde el inicio en el poderoso patíbulo.

De Adrienne Rich,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.10, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

viernes, 6 de noviembre de 2020

EL ÍDOLO

EL ÍDOLO

¡Oh, el incesante trueno
que estremece la tierra!
 ¡Oh, el rayo que aniquila!
 ¡Oh, el resplandor que ciega!

 Los ojos milenarios
 del Ídolo contemplan,
 desde la enhiesta cumbre
 la espantosa contienda.

 Tiene el oro en su seno
y en sus brazos la fuerza,
 y un reptil ponzoñoso
 enroscado en su lengua.

 El mar de fuego y sangre
 que hasta la cumbre llega,
 como un lebrel sumiso
 sus plantas lame y besa.

 Cuando en una haz se junten
 las angustias secretas,
 las hondas agonías
 y las mudas protestas,

 y ese haz equilibre
la vibradora flecha,
 que en las rígidas manos
 de la Justicia tiembla;

 y parta el dardo y llegue,
 rugiendo en su carrera,
 al Ídolo amasado
 con sangre y con miseria,

 y rotas sus entrañas
 a borbotones vierta
 todo el oro y el fango
 de las entrañas negras,

 entonces, encarnándose
 la pálida quimera,
 un sol de redenciones
 alumbrará al planeta.

de Ricardo Jaimes Freyre,
en Obra poética y narrativa, Plural Editores, 2005.

jueves, 5 de noviembre de 2020

SOLO PUEDES IR UN PASO POR DELANTE...

SOLO PUEDES IR UN PASO POR DELANTE
de la turba
pero cuando te alcancen
no tendrán piedad.
Si hay algo seguro en esta vida,
si la historia nos ha enseñado algo,
es que se puede matar a cualquiera
no sin antes haberlo humillado.
Sin que ninguna imagen de consuelo
cruce su cabeza.

de Ernesto González Barnert,
en Ningún hombre es una isla, Buenos Aires Poetry, 2019.

miércoles, 4 de noviembre de 2020

convergencia

convergencia

si contarte mis penas
te hace daño
si contarte mis fracasos
si contarte mis dolencias
si contarte mis desvelos...
tampoco podré contarte mis sueños
porque eso, ¿dónde nos deja?

de Félix Sánchez Durán,
en Somos, Ferrero/Hartmann, 2020.

martes, 3 de noviembre de 2020

En comisaría

En comisaría

Conclusión de las autopsias realizadas

Hora va a ser de no buscarte y
entonces
qué pasa con tu señal horaria marcada en las tormentas
qué pasa con las novias perdidas por los cuartos
y qué con los poemas detenidos
la palabra en régimen de aislamiento
en cuanto casi todo ha sido ya canción y rabia
a quién deja su elegía
la caja de los muertos y el camino

con qué fusiles.

de Enrique Falcón,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.31, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

lunes, 2 de noviembre de 2020

Ayotzinapa

Ayotzinapa

Mordemos la sombra
Y en la sombra
Aparecen los muertos
Como luces y frutos
Como vasos de sangre
Como piedras de abismo
Como ramas y frondas
De dulces vísceras

Los muertos tienen manos
Empapadas de angustia
Y gestos inclinados
En el sudario del viento
Los muertos llevan consigo
Un dolor insaciable

Esto es el país de las fosas
Señoras y señores
Este es el país de los aullidos
Este es el país de los niños en llamas
Este es el país de las mujeres martirizadas
Este es el país que ayer apenas existía
Y ahora no se sabe dónde quedó

Estamos perdidos entre bocanadas
De azufre maldito
Y fogatas amasadoras
Estamos con los ojos abiertos
Y los ojos los tenemos llenos
De cristales punzantes
Estamos tratando de dar
Nuestras manos de vivos
A los muertos y a los desaparecidos
Pero se alejan y nos abandonan
Con un gesto de infinita lejanía

El pan se quema
Los rostros se queman arrancados
De la vida y no hay manos
Ni hay rostros
Ni hay país

Solamente hay una vibración
Tupida de lágrimas
Un largo grito
Donde nos hemos confundido
Los vivos y los muertos

Quien esto lea debe saber
Que fue lanzado al mar de humo
De las ciudades
Como una señal del espíritu roto

Quien esto lea debe saber también
Que a pesar de todo
Los muertos no se han ido
Ni los han hecho desaparecer

Que la magia de los muertos
Está en el amanecer y en la cuchara
En el pie y en los maizales
En los dibujos y en el río
Demos a esta magia
La plata templada
De la brisa

Entreguemos a los muertos
A nuestros muertos jóvenes
El pan del cielo
La espiga de las aguas
El esplendor de toda tristeza
La blancura de nuestra condena
El olvido del mundo
Y la memoria quebrantada
De todos los vivos

Ahora mejor callarse
Hermanos
Y abrir las manos y la mente
Para poder recoger del suelo maldito
Los corazones despedazados
De todos los que son
Y de todos
Los que han sido

2 de noviembre de 2014. Oaxaca

De David Huerta,
en Los 43 - Poetas por Ayotzinapa, Ana Matías Rendón Edición, 2015.

domingo, 1 de noviembre de 2020

CREPÚSCULO SENSUAL

CREPÚSCULO SENSUAL

Inquietudes inefables,
ponían sus largos estremecimientos,
en mis entrañas.
Había llovido…
El jardín se abría pomposo,
más verde, más carnal.
Las rosas, grandes y sangrientas,
se abrían –atónitas
de los truenos lejanos
al poniente.
Una ola de perfumes,
frescos de agua,
asaltó mis sentidos.

Y yo, puse mis manos
sobre las rosas,
aún mojadas de la lluvia reciente;
mis manos,
que temblaban, temblaban,
como las estrellas;
mis manos abiertas como pasionarias,
pálidas como pasionarias.
Tenían, mis manos, para las rosas,
una caricia inextinguible,
una larga caricia
de carne y espíritu.
El crepúsculo llenaba
de su sangre los senderos
‐venas henchidas,
que se abrían delante de mis ojos.‐
Ríos alucinantes
que el día llenaba
de su sangre de vencido.

Las rosas,
palpitaron entre mis dedos abiertos;
y fue una palpitación
de carne tibia,
carne estremecida y fragante.

‐Glorioso contacto
que rompió el dique
de los deseos abocados.‐
Y en aquella divina,
explosión de inquietudes
el alma se me hizo carne también,

carne trémula, enfebrecida,
que, en incomprensibles ansiedades,
se hundía, ahogándose,
en los ríos,
sangrientos, del crepúsculo.

de Lucía Sánchez Saornil,
en Poemas, Starm1919/elsetaproducciones, S/F.

sábado, 31 de octubre de 2020

Es inútil

Es inútil

Es inútil.
Inútil que a estas fechas
nos empiece a dar pena de la rosa y el pájaro,
inútil que encendamos velas por los pasillos,
inútil que nos prohíban nada,
no hablar por ejemplo,
comer carne,
beber libros,
bajarnos sin pagar en el tranvía,
querer a varios seres,
fumar yerbas,
decir verdades,
amar al enemigo,
inútil es que nos prohíban nada.

En los diarios vienen circulares,
papeles hay pegados en la esquina
que prohíben comer pájaros fritos;
¡y no prohíben comer hombres asados,
con dientes de metralla comer hombres desnudos!
¿Por qué prohíben pájaros los mismos que consienten
ejecutar el séptimo y el quinto mandamiento?

Tampoco han prohibido los niños en la guerra
y se los sigue el hombre comiendo en salsa blanca.
La “Protectora de Animales” está haciendo el ridículo.
Tampoco han prohibido comer las inocentes pescadillas,
los tiernos y purísimos corderos,
las melancólicas lubinas,
las perdices,
y qué me dices
de Mariquita Pérez
que la compran abrigos de seiscientas pesetas
habiendo tanta niña sin muñeca ni ropa,
los enfermos trabajan,
los ancianos ejercen,
el opio en tal café puede comprarse,
la juventud se vende,
todo esto está oficialmente permitido,
comprended y pensad nada se arregla con tener buenos
/sentimientos,
hay que tener arranque y ganas de gritar:

– Mientras haya guerras comeré pájaros fritos!

de Gloria Fuertes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.5, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2012.

viernes, 30 de octubre de 2020

PODEROSO SILENCIO

PODEROSO SILENCIO

Oh, cállate, Señor, calla tu boca
cerrada, no me digas tu palabra
de silencio; oh Señor, tu voz se abra,
estalle como un mar, como una roca

gigante. Ay, tu silencio vuelve loca
al alma: ella ve el mar, más nunca el abra
abierta; ve el cantil, y allí se labra
una espuma de fe que no se toca.

¡Poderoso silencio, poderoso
silencio! Sube el mar hasta ya ahogarnos
en su terrible estruendo silencioso.

¡Poderoso silencio con quien lucho
a voz en grito: ¡grita hasta arrancarnos
la lengua, mudo Dios al que yo escucho!

de Blas de Otero,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

jueves, 29 de octubre de 2020

MADRE ANARQUÍA

MADRE ANARQUÍA

I

Porque tu amor ofendieron;
Porque tu albura mancharon
Los que no te conocieron.
Y porque te calumniaron,
¡Madre!
Porque estás en el martirio
y el adversario en acecho
Ha clavado en su delirio
Cien espadas en tu pecho.
¡Canto!
¡Canto, madre, tu amargura!
Yo soy tu poeta y canto.
¡El fuego de mi locura
Ha de abrillantar tu llanto!

II

Porque el montón de bribones,
Azuzados en la noche
Por impúdicos sayones,
Te ha arrojado su reproche.
¡Madre!
Porque ignara muchedumbre
De lacayos y rufianes
Pretende apagar la lumbre
Que emerge de tus volcanes.
¡Canto!
(¿Vejarte? ¡No! No pudieron
¡Ya lo sé! Mas te amargaron:
¡Ebrios te desconocieron
Y sicarios te insultaron!)

III

Porque tu hermoso camino
Hay quien quiere ensombrecer,
¡Cual si una fuerza, un destino
Se pudiera entorpecer!
¡Madre!
Porque, bárbaros, te niegan;
Porque, cobardes, te ofenden;
Claudicantes te reniegan
Y, torpes, no te comprenden.
¡Canto!
¡Canto, madre, tu amargura!

IV

Y canto por que estás triste,
Y canto por que estás sola
Y a tu alrededor subsiste
La violencia de la ola.
Ola de odio, ola inconsciente,
Ola impura, ola sin luz.
¡Ola igual a la demente
Que fué a quebrarse en la Cruz!
Fariseos de este instante,
Cristo no ha resucitado:
¡Cristo está siempre, triunfante,
En la cruz, crucificado!

de Alberto Ghiraldo,
en La Literatura Social en la Argentina (Álvaro Yunque), Editorial Claridad, 1941.

miércoles, 28 de octubre de 2020

frustrante

es frustrante
es muy frustrante
es extremadamente frustrante
haber corrido la roca más grande de tu camino
y no tener energía luego
para despejar
aquella insignificante

Por Félix Sánchez Durán.

martes, 27 de octubre de 2020

Clase media

Clase media

¡Oh, pobre clase media,
rémora de la causa de porvenir. En vano
eludes, inconsciente, tu rol en la tragedia
o te pones en contra del obrero, tu hermano,
para vivir lo mismo que un autómata: eres
un sancochado híbrido de hombres y mujeres.

Vegetando en la charca del convencionalismo,
no es menester siquiera consultarte: te das
incondicionalmente, alcahueta, lo mismo
que si te sofrenara la voz del atavismo,
haciéndote vivir para atrás.

de Federico Gutiérrez,
en Memorias y otras confidencias (Mariano Latorre), Editorial Andrés Bello, 1971.

lunes, 26 de octubre de 2020

MI ABUELA SE METÍA UNA PIEDRA EN LA BOCA...

MI ABUELA SE METÍA UNA PIEDRA
EN LA BOCA
y se ponía a leer en voz alta.
Te obligaba a imitarla
tardes enteras cuando la visitabas.
Para hablar correctamente decía.
Pronunciar bien cada palabra
mientras te miraba fijo a los ojos,
sin descanso.

de Ernesto González Barnert,
en Ningún hombre es una isla, Buenos Aires Poetry, 2019.

domingo, 25 de octubre de 2020

Despertar de octubre de 1917

Despertar de octubre de 1917

Redoblan los tambores de la sangre
Y el dolor de los tiempos se levanta con los puños erguidos
Toca a diana el clarín de los siglos
Sobre las tierras y los mares
Despertad proletarios sacudid las melenas de león
Como el ramaje iracundo de las olas
O como esa bandera que palpita en el cielo
Esa bandera color de corazón

Un mundo se derrumba y otro se yergue
Una procesión camina lenta hacia la muerte
Y otra marcha cantando hacia la vida
Una es el pasado que se esconde
La otra es la mañana que se despierta y que vibra
Como el ala del día

Los planetas renacen los ríos se detienen
Cambio toda mi vida por esa estrella nueva
Las flores dicen versos las colinas escuchan
Canto por vuestros puños los gritos de mi boca
Cambio vuestro sudor por mis palomas

Volved a las grutas funerarias
Enemigos del hombre y su destino
No queremos ver vuestros rostros de yeso
Ni oír vuestros pasos de lobo en el camino
Fantasma del pasado yo no fui tu pastor
Yo no aplaudí tus días ni conté tus diamantes
Yo no nutrí tus pájaros ni agrandé tus montañas

Cuida tus cabellos debajo de la tierra
Cuida tu carne que gusta a las raíces
Serás útil al fin en el silencio de la tumba
Tu sangre será savia
Tus brazos serán ramas
Y tus dedos perdidos serán frutas

Hombre eres hombre y no lo sabías
Tuya es la tierra y el cielo que dominas
Tuya la inmensa curva de los mares
Como es tuyo tu esfuerzo
Y el humo de tus fábricas escaleras del aire
Y el trigo de tus surcos amado por el viento

Hombre eres hombre y no lo sabías
Pero hoy los clarines rojos te lo dicen
Te lo gritan los árboles
Te lo cantan los mares
Despierta de tu sueño ya no eres más esclavo
Eres hombre sal de ti mismo sal de tus profundidades muéstrate al sol
Libera tus fuerzas despliega tus energías

Eres hombre eres hombre

De Vicente Huidobro,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

sábado, 24 de octubre de 2020

Pidiendo la vida del tirano

Pidiendo la vida del tirano (1)

A Máximo Gorki.

Ni la piedad, ni el odio. Que la fiera,
para que triunfo la justicia, muera.—
Mas que, al partir, no manche los ideales
pasando por las manos del verdugo,
que no viva las muertes inmortales
guillotinada por un verso de Hugo,
que no acuse las cóleras sociales
pidiendo ante las puertas un mendrugo,
que no alcance el honor y la alta gloria
de las consagraciones de la Historia;
que muera en su maldad, no en su respiro,
que pierda con la zarpa su veneno,
que vea desde el fondo de un retiro
toda su fuerza convertida en freno,
todo su orgullo convertido en risa,
toda su pompa convertida en cieno;
pero que ante el futuro que se irisa
y alza en su cabalgata redentora
los estandartes nuevos que a la brisa
parecen hechos de un girón de aurora,
pueda medir la infamia de su anhelo,
pueda mirar la esplendidez plebeya,
¡y, roto, al fin, de su torpeza el velo,
ganado por la olímpica epopeya,
olvidado del trono y de su nombre,
el torvo emperador vuelva a ser hombre!

Y no es, Tirano, que la Musa olvide,
ni que un pasado augusto la intimide,
mas no nos enloquece tu corona,
que si tú eres la hoz, somos la espiga,
y que si el vil usurpador castiga,
la independencia popular, perdona.

Fija en la mente está como en los pechos
la lista funeral ,de tus cohechos...
En tu insensible corazón malvado
empieza la Siberia. Has desterrado
a todo un pueblo de la vida fuerte,
le has dado como cárcel un abismo
y has dejado caer sobre su muerte
la nieve inmaterial de tu mutismo;
innumerables multitudes gimen
heridas por las flechas de tu crimen;
montañas de cadáveres, calvarios
que parecen del odio las tribunas,
se elevan en los campos solitarios
bajo la mueca extraña de las lunas;
un hondo clamorear de imprecaciones
sube del lodazal de tus prisiones;
los cosacos que arrasan las ciudades
y destruyen aldeas y campañas
atraviesan las negras soledades
bañados por la luz de sus guadañas;
y no eres, alto emperador potente
que tocas las estrellas con el dedo,
más que la voz aguda y estridente
de un sentimiento deleznable: el miedo.

Mas el terror mortal que en la llanura
y en las ciudades y en los montes trepa
y da voz al sudario de blancura
que cubre a los que duermen en la estepa,
no alcanza a sofocar las energías
de los que piden libertad, a gritos,
y al margen de las viejas tiranías,
sin odio, sin pasión, sin cobardías,
viven en sus palacios de infinitos.

Tú mismo eres quien, César de alma vana,
preparas la apoteosis de mañana.
La sangre de los héroes que asesinas,
salpica los ojales de englantinas;
y cada luchador que cae vencido
es germen de fecundos luchadores,
como es el polen de la flor caído
nueva semilla de fragantes flores.

La victoria triunfal que ya fulgura
barrerá libremente del planeta
los andrajos de tu alma. En la más pura
redención de la raza antes sujeta,
se alzará por contraste a tanta gloria
el oprobio inmortal de tu memoria.
Y ante el pueblo grandioso, libre y fuerte,
será tu pena y tu mejor castigo
dejarte a solas dialogar contigo,
sepulturero de tu propia muerte.

Por eso es que en la aurora de las bellas
realizaciones que el destino graba
en la historia del hombre con estrellas,
debe alzarse una voz serena y alta:
—Dejad que caiga el peso de la falta
sobre esa pobre frente pensativa,
privadle si queréis de sus placeres,
despojadle de todos sus poderes,
hacedle labrador, pero ¡que viva!

de Manuel Ugarte,
en Poesías Completas, Casa Editorial Maucci, 1921.
(1) Estos versos, escritos cuando la revolución rusa era inminente,
fueron el último grito en favor de la vida del Zar, sacrificado
poco después en el remolino confuso de la lucha.—N. del A. (del original)