balada del exiliado
Desde el borde bravío donde ocurre otra luz
distante
envuelto en mi pronóstico de estrellas
pido que me devuelvan mis bahías
mis golpeantes
penínsulas
mis cuatro cordilleras
mis ciudades descalzas por el campo
mis provincias de polvo y de arena
Pido mi pequeña República en relieve
derivada de la caña de azúcar
rica en granos
cristalinos de ausencia
Reclamo mis colinas mis bosques mis cañadas
el rostro de mis hijos compatriota de mis hijos
y compatriota de las manos de los boyeros
y sus carretas
Reclamo las cenizas de mi madre
—polen delicado que sigue siendo polen—
su sitio de reposo reclama mi cabeza
Pido mis tres millones de habitantes
consabida la policía
si abre al pueblo de par en par las puertas
y a los soldados, nacidos como yo
junto a las mismas aguas y a la misma sal
y a la misma almohada y a la misma piedra
Desde el borde bravío donde ocurre otra luz
distante
envuelto en mi pronóstico de estrellas
pido que me devuelvan mis bahías
mis golpeantes
penínsulas
mis cuatro cordilleras
mis ciudades descalzas por el campo
mis provincias de polvo y de arena
Pido mi pequeña República en relieve
derivada de la caña de azúcar
rica en granos
cristalinos de ausencia
Reclamo mis colinas mis bosques mis cañadas
el rostro de mis hijos compatriota de mis hijos
y compatriota de las manos de los boyeros
y sus carretas
Reclamo las cenizas de mi madre
—polen delicado que sigue siendo polen—
su sitio de reposo reclama mi cabeza
Pido mis tres millones de habitantes
consabida la policía
si abre al pueblo de par en par las puertas
y a los soldados, nacidos como yo
junto a las mismas aguas y a la misma sal
y a la misma almohada y a la misma piedra
Pido la entrada de la capital
o la Bahía Escocesa
libres de portaviones y de acorazados
y de helicópteros y lanchas torpederas
por lo que más amarga sufre la sal marina
contra el sueño que vuelve
y los años que esperan
Pido lo que más me pertenece
mi patria
por su dolor y el mío
por su sangre y mi sangre
por mi ausencia y su ausencia
yo cantando baladas por tierras del exilio
ella en cristales de azúcar por playas extranjeras.
1962
de Pedro Mir,
en Viaje a la muchedumbre, Siglo XXI, 1978.
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