Redención (fragmento)
(1881)
Ya sonó la hora anunciada
en que una raza oprimida
empieza a entrar en la vida
de sublime redención.
Por fin… la pálida noche
que nuestro cielo cubría,
nos anuncia un bello día,
de dulce resurrección.
Sí, levantemos la frente,
recibamos sus fulgores.
Y en sus cambiantes colores,
inspirémonos también.
Que templen nuestras ideas,
los rayos que el sol envía.
Y alienten el alma fría
los destellos de su sien.
de Mateo Elejalde,
en http://www.afribuku.com/la-literatura-que-no-cuentan-poetas-afroargentinos/ (5/1/16).