En el atrio.
Deslumbradora de hermosura y gracia,
en el atrio del templo apareció,
y todos á su paso se inclinaron,
menos yo.
Como enjambre de alegres mariposas
volaron los elogios en redor:
un homenaje le rindieron todos,
menos yo.
Y tranquilo después, indiferente,
a su morada cada cual volvió,
é indiferentes viven y tranquilos
todos ¡ay! menos yo.
de Fabio Fiallo,
en La joven literatura hispanoamericana, Librería Armand Colin, 1906.