Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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sábado, 20 de septiembre de 2025

Voy a hablar de mis mujeres

Voy a hablar de mis mujeres

Toda esta tierra sabe sus nombres de memoria:
El Chipote, La Chispa, la gruta de Tunagualán
recuerdan sus nombres y a veces los confían al viento.

Cómo no recordar a Emilia
la enfermera, con una puntería como su mano
para las jeringas, que dio cuenta de tres gringos.
Se tronó al primero a un kilómetro de distancia
y por la manera de caer -según Pancho Estrada-
le dio en la cabeza.
El segundo cayó seis semanas después.
Yo no lo vi, pero lo atestiguó el General Irías
y dos semanas más tarde se tronó al tercero.
Después se ha dedicado a curar, a inyectar, a vacunar…
Hasta Honduras se cruza en mula
a traer sus medicamentos
y no tiene miedo de atravesar íngrima esas montañas.
¡Ah, la Emilia! Tan distinta pero igual a otras mujeres…

Cómo no mencionar
a la Juana Cruz, cantinera jinotegana,
cambiando tiros por tragos
y aconsejando a sus muchachas para sacarle información
            a los marines y guardias.
Directora de correos y espionaje en la región
y hasta ayudaba económicamente.
                Quién puede decir algo de ella
y de sus putas, las más dignas y limpias que se han conocido

Cómo no recordar a la Tiburcia García Otero,
pozo aterrado, hacienda desolada, destazada, encarcelada
y vapuleada en la penitenciaría de Managua
por órdenes expresas del propio Moncada
para que dijera lo que sabía de mí;
Pero yo para ella era como otro de sus hijos,
y apenas salió libre voló a estas montañas
                        como lora feliz, como chocoya parlera
a hacer de cocinera, de enfermera, de lavandera en el ejército.

Y qué decir de la Bertita Munguía,
            dirigente obrera,
que organizó protestas ante el traidor de Díaz
y ante el Gobierno de los Estados Unidos …

…………….

Ni un libro entero bastaría para contar sus acciones
ni todas las estrellas de este cielo scoviano bastarían
                        para compararlas,
pero el viento de esta tierra sabe sus nombres, repite
               sus nombres
dice sus nombres mientras pulsa los pinares como si
                            rasgara una honda y oscura guitarra.

de Daisy Zamora,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.90, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

jueves, 11 de septiembre de 2025

en mi primer día...

en mi primer día 
del trabajo nuevo 
me han colgado un puñado de llaves del cuello 
y me han dejado sola 
tengo encerradas a seis mujeres 
a sus hijas y a sus hijos 
no es una cárcel 
solo cuido de que sus amantes 
no las quieran demasiado

de Mada Alderete Vincent,
en Insumisas - Poesía Crítica Contemporánea de Mujeres, Baile del Sol, 2019.

viernes, 5 de septiembre de 2025

DE NOCHE, LA ESPOSA ACLARA

DE NOCHE, LA ESPOSA ACLARA

No.
No tengo las piernas de la Cindy Crawford.
No me he pasado la vida en pasarelas,
desfiles de modas, tostada bajo las luces de los fotógrafos.
Mis piernas son anchas ya llegando a la cadera,
y a pesar de mis múltiples intentos
por ponerme trajes aeróbicos y tirarme en el suelo a sudar,
no logro que pierdan esa tendencia a ensancharse
como pilares que necesitaran jugoso sustento.

No.
No tengo la cintura de la Cindy Crawford
Ni ese vientre perfecto, liso y ligeramente cóncavo,
con el ombligo deslumbrante en el centro.
Alguna vez lo tuve. Alguna vez presumí de esa región de mi anatomía.
Fue antes de que naciera Camilo,
antes de que él decidiera apresurarse a nacer
y decidiera entrar al mundo de pie;
antes de que la cesárea
me dejara cicatriz.

No.
No tengo los brazos de la Cindy Crawford
Tostados, torneados, cada músculo fortalecido con el ejercicio indicado,
las pesas delicadamente balanceadas.
Mis brazos delgados no han desarrollado más musculatura
que la necesaria para marcar estas teclas,
cargar a mis hijos, cepillarme el pelo,
gesticular discutiendo sobre el futuro,
abrazar a los amigos.

No.
No tengo los pechos de la Cindy Crawford,
anchos, redondos, copa B o C.
Los míos nunca han sido muy lucidores en los escotes,
aún cuando mi madre me asegurara
—madre al fi n—
que los pechos, así separados, eran los pechos griegos
de la Venus de Milo.

Ah! Y la cara, la cara de la Cindy Crawford, ni se diga.
Ese lunar en la comisura de la boca,
las facciones tan en orden, los ojos grandes,
el arco de las cejas, la nariz delicada.
Mi cara, por la costumbre, ha terminado por gustarme:
los ojos de elefante, la nariz con sus ventanas de par en par,
la boca respetable, después de todo sensual.
Se salva el conjunto con la ayuda del pelo.
En este departamento sí puedo aventajar a la Cindy Crawford.
No sé si esto pueda servirte de consuelo.

Por último y como la más pesada evidencia,
no tengo el trasero de la Cindy Crawford:
pequeño, redondo, cada mitad exquisitamente delineada.
El mío es tenazmente grande, ancho,
ánfora o tinaja usted escoja.
No hay manera de ocultarlo
y lo más que puedo es no tenerle vergüenza,
sacarle provecho para leer cómodamente sentada
o ser escritora.

Pero decime:
¿Cuántas veces has tenido a la Cindy Crawford
a tus pies?
¿Cuántas veces te ha ofrecido, como yo, ternura en la mañana,
besos en la nuca mientras dormís,
cosquillas, risas, el sorbete en la cama,
un poema de pronto, la idea para una aventura,
las premoniciones?
¿Qué experiencias te podría contar la Cindy Crawford
que, remotamente, pudieran compararse con las mías,
qué revoluciones, conspiraciones, hechos históricos,
tiene ella en su haber?
Modestia aparte, ¿será su cuerpo tan perfecto
capaz de los desaforos del mío,
brioso, gentil, conocedor de noches sin mañana,
de mañana sin noche,
sabio explorador de todos los rincones de tu geografía?

Pensalo bien. Evalúa lo que te ofrezco
Cerrá esa revista
Y vení a la cama

de Gioconda Belli,
en Antología Poética - Cuadernos del Ateneo, S/F.

miércoles, 27 de agosto de 2025

DÓNDE QUEDÓ TU SEXO

DÓNDE QUEDÓ TU SEXO 
 
desleído derramado en qué cóncavo silencio en qué pozo anegado 
por la lluvia sobre qué urna dormido incandescente 
dónde quedó tu sexo floreciendo en qué bandeja de canapés variados 
en qué concilio bajo qué lavatorio en qué bidé sonámbulo 
tapiado por la seda de la consolación. 
Corsés y limaduras brotando como hímenes. 
Cautiva y desarmada 
una vagina envuelta en un sudario blanco. 
Doméstica y pequeña 
confinada al fantasma de la aurora. 
Cancelación de un cuerpo 
libertario. 
Todo llega por qué 
todo se en 
cien 
de

de Rosana Acquaroni,
en Insumisas - Poesía Crítica Contemporánea de Mujeres, Baile del Sol, 2019.

viernes, 1 de agosto de 2025

¿Quién me va a cuidar cuando sea vieja?

No descuido la escritura, 
sino a mí misma 
(Ingeborg Bachmann) 
 
¿Quién me va a cuidar cuando sea vieja? 
¿Quién me va a esperar, feliz de verme? 
Cabello de nudos. Sin cepillados nocturnos. 
Peines y espejos de plata. 
Sola en mi sillón. Harta del cansancio y los sermones. 
Sin hijos que me bañen, 
me cocinen asado con puré, 
me traigan jerséis de talla grande, 
me laven los pies y las axilas 
cuando queden ya pocos motivos para existir. 
Vencida por los razonamientos 
sobre aquello de recoger lo que se ha sembrado. 
Celebraciones, cumpleaños y fiestas 
en perspectiva de una soledad redonda. 
¿Quién va a venir a verme 
los fines de semana? 
Si no soy madre. 
Si vivo sin reconocer la devoción, el auxilio. 
La ternura. Las visitas a los amigos dolientes. 
Entre evasivas, papeles y libros, 
alejada del sentimiento original. 
Escapando de la llamada primera. 
Sin saber qué es la entrega. 
Qué la piedad. Qué la delicadeza 
de los niños fotocopia. Su mente dulce y sencilla 
como trozos de manzana asada. Como bolsas de osos Haribo. 
 
¿Quién va a abrazarme cuando sea vieja? 
Y esté sola. Y no haya quien quiera hablarme. Y las cortinas se 
prendan fuego 
y las llamas asciendan hacia el techo. Y nadie pueda acercarse 
al teléfono. Para llamar al servicio de extinción de incendios.

de Pilar Adón,
en Insumisas - Poesía Crítica Contemporánea de Mujeres, Baile del Sol, 2019.

jueves, 26 de junio de 2025

LIGADURAS

LIGADURAS 
 
El afán de cuidar. Lo irremediable de cuidar. 
En el tiempo de cada mujer que se apresura. 
Que no descansa, que lo hace todo. 
Ahogándose en sí misma. 
Que se levanta cuando los otros se agitan en su espacio 
y enflaquece cuando los otros dejan de comer. 
Cada paso adiós, cada separación, 
un desamparo que niega el reposo. 
Que se aplasta contra el esternón y se sostiene 
en los años pasados y en la incertidumbre: ¿habrá más? 
La piel pálida como madera de puerta 
y las manos en asfixia 
mientras cortan la carne.

de Pilar Adón,
en Insumisas - Poesía Crítica Contemporánea de Mujeres, Baile del Sol, 2019.

martes, 17 de junio de 2025

LA SUICIDA

LA SUICIDA

Si el marido era el presidente del Banco Central
Si vivían en una mansión
Si era campeona de volley-ball
Si todos dicen que era muy alegre
Si era elegante y guapa
Si tenían unos niños preciosos
Si de lejos parecían felices...

¿Y cómo fue que dicen que se pegó el tiro?

de Daisy Zamora,
en Cuadernos Hispanoamericanos, Agencia Española de Cooperación Internacional, n°716, febrero, 2010.

domingo, 8 de junio de 2025

Cuando las veo pasar

Cuando las veo pasar

Cuando las veo pasar alguna vez me digo: qué sentirán
ellas, las que decidieron ser perfectas conservar a toda costa
sus matrimonios no importa cómo les haya resultado el marido
(parrandero mujeriego jugador pendenciero
gritón violento penqueador lunático raro algo anormal
neurótico temático de plano insoportable
dundeco mortalmente aburrido bruto insensible desaseado
ególatra ambicioso desleal politiquero ladrón traidor mentiroso
violador de las hijas verdugo de los hijos emperador de la casa
tirano en todas partes) pero ellas se aguantaron
y sólo Dios que está allá arriba sabe lo que sufrieron.

Cuando las veo pasar tan dignas y envejecidas
los hijos las hijas ya se han ido en la casa sólo ellas han quedado
con ese hombre que alguna vez quisieron (tal vez ya se calmó
no bebe apenas habla se mantiene sentado frente al televisor
anda en chancletas bosteza se duerme ronca se levanta temprano
está achacoso cegato inofensivo casi niño) me pregunto:

¿Se atreverán a imaginarse viudas a soñar alguna noche
                                que son libres
y que vuelven por fin sin culpas a la vida?

de Daisy Zamora,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.90, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

martes, 3 de junio de 2025

Democracia

Democracia

La democracia no consiste en que
el hombre diga su opinión en política
sin que nadie lo contradiga;
la democracia consiste en que una mujer diga
su opinión en el amor...
¡sin que nadie la mate!

de Souad Al-Sabah,
en https://poetryalquimia.org/2024/05/22/3-poemas-de-souad-al-sabah/ (2/3/25).

Infancia

Infancia

 La niña que fui
aún me habita
se sienta a mi lado
y me mira
curiosa
cada vez que no me eligen
cada vez que no me quieren
cada vez que me despido.

Me visita
en las tardes vacías
cuando rozo con mi mano
el cuerpo del dolor
y me inunda
esa sensación de ahogo
casi sin dejarme respirar.

A veces me parece escuchar
el eco de su llanto
en las noches.

Pero también
es ella
quien me enciende
cada vez que juego
cada vez que sueño
que arriesgo
a ciegas
y me responde con sabiduría
cada vez que me enredo
en la madeja mental
que no da tregua.

Ya no estamos en disputa
ya nos hemos abrazado.

Sólo que algunas veces
como hoy
quisiera viajar al pasado
y regalarle
las palabras
que la defiendan
de todo eso que sabía
que le dolía
que la lastimaba
y la desprotegía
pero aún
no podía decirlo.

de Nina Ferrari,
en Sustancia, Editorial Sudestada, 2020.

sábado, 31 de mayo de 2025

A LAS MUJERES (canción)

A LAS MUJERES

Canción anarquista publicada en el Cancionero Revolucionario de Ediciones Tierra y Libertad
(Burdeos, 1947). La música es del vals "Ramona".

Ha de ser obra de la juventud
romper las cadenas
de la esclavitud.
Hacia otra vida mejor
donde los humanos
gocen del amor.

Debéis las mujeres colaborar,
en la hermosa obra de la humanidad;
mujeres, mujeres, necesitamos vuestra
unión
el día que estalle nuestra grande
revolución.

Hermanas que amáis con fe la libertad
habéis de crear la nueva sociedad...
El sol de gloria que nos tiene que cubrir
a todos en dulce vivir.

Por una idea luchamos,
la cual defendemos
con mucha razón.
Se acabarán los tiranos,
guerras no queremos
ni la explotación.

Debéis las mujeres colaborar,
en la hermosa obra de la humanidad;
mujeres, mujeres, necesitamos vuestra unión
el día que estalle nuestra grande revolución.

Todos nacemos iguales,
la naturaleza
no hace distinción;
comunistas libertarios,
luchad con firmeza
por la revolución.

Debéis las mujeres colaborar,
en la hermosa obra de la humanidad;
mujeres, mujeres, necesitamos vuestra unión
el día que estalle nuestra grande revolución.

Anónimo,
en Ruta por el león libertario, Producciones el SetA/Star m1919, S/F.

viernes, 30 de mayo de 2025

Regalarlo todo...

Regalarlo todo. Cada prenda. Cada adorno. 
Con mentalidad de pobre. Los dedos de harina 
calentando el mismo tazón 
y la sonrisa rota hacia la mesa 
sin frutas ni flores en la fuente. 
Sin estrenar nada, sin ambición de refugio. 
Habiendo perdido la energía 
y el asombro.
Queriendo decir: «¿Por qué no vuelves a casa?» 
Cuando lo sabe. Que volver a casa es el miedo. 
Que la huida del día es el miedo. 
La tapia de ladrillo y la llamada al timbre sin prever 
si podrá entrar. 
Cada mirada de hembra.
Cada preñez. El miedo. 
El cuerpo que no se acostumbra 
y que, lejos de aumentar, 
reduce su tamaño y se parte en dos.

de Pilar Adón,
en Insumisas - Poesía Crítica Contemporánea de Mujeres, Baile del Sol, 2019.

viernes, 25 de abril de 2025

Ellos no lo advierten...

Ellos no lo advierten 
pero arrastramos un rencor en los genes 
heredado de cada mujer. 
Su hacha clavada en el cuerpo, 
integrada en él. Donde persiste. 
Observadoras y observadas. 
Actuando a solas y ante el mundo. 
Ansiando un descanso 
sin saber descansar. 
Acusando un odio que no se cura 
por palabras que no tendrían que existir 
Sin responder tal sin comportarnos cual, 
aprovechando más. 
Sin enfrentarnos a.

de Pilar Adón,
en Insumisas - Poesía Crítica Contemporánea de Mujeres, Baile del Sol, 2019.

domingo, 13 de abril de 2025

A LUCHAR OBREROS (canción)

A LUCHAR OBREROS

Defiéndete, pueblo
contra tus tiranos
hasta que consigas
un mundo de hermanos.

Defiende tu idea
de la tiranía,
que tu vida sea
en plena anarquía.

Luchemos hombres conscientes
defendiendo nuestra vida y dignidad;
despejemos nuestras mentes,
implantemos nuestra ansiada sociedad.

La anarquía es orden
y amor a la ciencia,
el funesto Estado
es la violencia.

Rompe tus cadenas
no las sufras más
si sabes romperlas
tendrás la libertad.

A vivir como hombres libres;
anarquistas; imponed vuestra moral
superior a la burguesía,
destruyamos para siempre al capital.

Luchemos obreros
por el anarquismo,
ideal hermoso
lleno de altruismo.

Redímete pueblo
de la autoridad,
que mata y oprime
con impunidad.

No ya más explotadores,
resplandezca ya en la tierra la igualdad,
a luchar los productores
por un mundo de justicia y de equidad.

Desnudos nacimos
hombre y mujeres
igual en derechos
igual en deberes
Iguales nos hizo
la naturaleza,
iguales seremos
en la madre tierra.

Ya no más pobres ni ricos,
suprimamos de una vez la esclavitud

Es misión del anarquismo
si lo sabe defender la multitud.

Anónimo,
en Ruta por el león libertario, Producciones el SetA/Star m1919, S/F.

viernes, 21 de marzo de 2025

Pequeño poema a mi padre en espera de una larga y tendida conversación que muy probablemente jamás tendrá lugar

Pequeño poema a mi padre en espera
de una larga y tendida conversación
que muy probablemente
jamás tendrá lugar

Con usted no puedo hablar de nada
a pesar de que mis ojos
y mi nariz sean suyos
—me lo han dicho—
o de que yo haya sido
su mayor imprudencia
—me lo han dado a entender—
y de que en cierto modo
sea usted quien camina
—soy yo quien lo sospecha—
cuando voy por la calle.

de Nicolás Suescún,
en Jamás tantos muertos, Universidad Externado de Colombia, 2008.

sábado, 8 de marzo de 2025

¿Sabés?

¿Sabés?

¿Sabés?

A mí también
me gustaría
escribir
sobre la superación personal
y anécdotas inspiradoras,
pero resulta
que tengo el llanto
de un padre
que les da de cenar
mate cocido
a sus hijos
atravesado en la garganta.

¿Sabés?

A mí también
me gustaría
escribir
crónicas de aventuras
de los viajes
hacia el centro del yo mismo,
pero resulta
que me late al oído
todavía
la bala
que entró
por la espalda
de mi vecino
por cometer el delito
de la portación de cara.

¿Sabés?
A mí también
me gustaría
escribir
sobre el dolor
el vacío de las soledades posmodernas,
pero resulta
que antes de que termines
de leer esto
en la tele
una placa va a anunciar
que otra piba
fue encontrada
en un baldío
adentro de una bolsa de consorcio.

de Nina Ferrari,
en Sustancia, Editorial Sudestada, 2020.

El alacrán pegado a la espalda...

El alacrán pegado a la espalda,
durante cuarenta años
ha intentado levantar la carne.

La abuela me convence todos los días:
ya pasó,
estás completa.

Vivo con miedo,
podría colarse el veneno en mis poemas.

de Luisa Villa,
en https://www.laraizinvertida.com/detalle-3108-luisa-villa-premio-internacional-de-poesia-gabriel-celaya-?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR1j2upm8KKVK0jHfT63-z6ja7DzOrVrDvk5y_ubks7xEhRF75oB2CCD_AQ_aem_0kcJzPZZRcOJv1QFkGsFpg (21/7/24).

viernes, 7 de marzo de 2025

Para dirigentes y demás hombres

Para dirigentes y demás hombres

Los buenos días que das al llegar al trabajo
¿tu mujer los disfruta también?
La atención que prodigás a quienes te consultan
¿contrasta con el silencio que imponés a tus hijos e hijas?
El tiempo que invertís bebiendo con partidarios y amigos
¿es igual al que concedés a los tuyos en cumpleaños
y otras celebraciones familiares?

Cuando te preocupa dar explicaciones
¿te acordás de tus gritos si alguien en tu familia
se equivoca?
Cuando te señalan injustamente
¿pensás en tu costumbre de echarle a la mujer
la culpa en todo?
Si tenés que ser flexible en una discusión de trabajo
¿por qué en tu hogar nadie puede contradecirte
y deben aceptar que tu palabra es ley?

Cuando hablés en defensa de los pobres,
de los niños, de las mujeres,
de justicia, de voluntad de cambio y de consenso,
acordate de tu casa
donde toda tu furia, tu frustración,
tu impotencia por no tener un mundo a tu medida
la descargás sobre estos débiles
que aparecen en las estadísticas.
Acordate de tu casa
en donde no hay políticos
ni competidores
ni enemigos.

de Daisy Zamora,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.90, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

jueves, 20 de febrero de 2025

Piaget

Piaget

Algunas aprendemos
a hablar al año
y recién a los treinta
a poder decir
lo que sentimos.

de Nina Ferrari,
en Sustancia, Editorial Sudestada, 2020.

viernes, 7 de febrero de 2025

Reflexión sobre mis pies

Reflexión sobre mis pies

Tengo los pies de mi padre:
delgados, largos, pálidos pies de venas azulosas;
            huesudos pies de hombre
distintos de los pies de mis hermanas
            redondos, suaves,
                        leves pies de mujer.

Mis pies estrechos como espátulas
que usaron calcetines y zapatos escueleros
traficaron corredores, algarabías de clases y recreos;
estrenaron medias, sandalias finas, charol, gamuza
y los primeros tacones de los bailes.

Alguna huella habrá quedado de estos pies
en el sitio del combate.
                        Algún rastro
en las empinadas calles sube-y-baja de Tegucigalpa,
oscuras en la noche o desiertas de madrugada;
en las siempre húmedas avenidas de San José
                                            al cambio de luz en los semáforos;
en el caramanchel de la clandestina Radio Sandino,
en los buses, las ventas, las comiderías, los mercados,
en las casas de seguridad
                            en el hospital clandestino.

Se reivindicaron mis pies con mocasines,
zapatos tennis y botas
                        chapaleando charcos
con el bluyín, la camisa y el pelo eternamente húmedos
—el exilio es un recuerdo mohoso y catarriento—

Miro estos pies que ahora caminan libremente
con sandalias, tacones o botas de miliciana.
El hueso del empeine lo tengo de mi abuelo
y ya no sé desde cuándo vendré caminando
sembradas las plantas de mis pies
                                en esta tierra nuestra,
esta tierra de todos, entregada a todos
para construir con ella
                            el futuro de todos.

de Daisy Zamora,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.90, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.