Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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jueves, 12 de mayo de 2022

HASTA LAS PIEDRAS

HASTA LAS PIEDRAS

La piedra silente llora;
el muro cerril, el hierro
de los cerrojos, las losas.
Las cadenas, ya gastadas,
sus eslabones deshojan.

Hasta el carcelero siente
un alma bajo su ropa.

(Pero hay un reloj terrible
que estanca sus negras horas
con odio y sangre en la esfera
sin alba de sus mazmorras).

La vida entera nos llama.
Vierten lágrimas las rocas.

Se abren las casas. Esperan
en los umbrales mil rosas.

Nuestro amor reclama el niño
con su voz de tiernas hojas.

La libertad va dejando
de voz en voz, clamorosa,
los resplandores de un grito
como una estrella en la boca.

(Pero hay un reloj terrible
–ciego Caín sin aurora–
que en su noche de odio y sangre
sigue estancando las horas.

Guadañas son sus agujas
en un cadalso de sombras).

de Marcos Ana,
en Las soledades del muro, Akal Editor, 1977.
Edición digital: Titivillus. Proyecto Scriptorium Ex-Libris. Epublibre.  

martes, 26 de abril de 2022

HABLARÉ POR VOSOTROS

HABLARÉ POR VOSOTROS

Hablaré por vosotros.
Excavaré con mi palabra hasta encontraros
en las sangrantes raíces sumergidas
de vuestros corazones enterrados.
Hablaré por vosotros.
Reconstruiré la voz de vuestros labios,
su semilla final, la de aquel grito
constelado de estrellas y balazos.
Hablaré por vosotros.
Y extenderé el secreto que os dejaron
en la oquedad terrible de los ojos
la voz estremecida de los astros.
Hablaré por vosotros.
Jamás olvidaré aquellas madrugadas,
los últimos abrazos, las gargantas
de vuestra dignidad amordazadas.

de Marcos Ana,
en Contra - Poesía ante la represión, Coordinadora Anti-represión Región de Murcia, 2016.

martes, 22 de marzo de 2022

VOY SOÑANDO...

VOY SOÑANDO...

Soñar, siempre soñar,
con banderas y besos;
la libertad y el aire
soplando en mi cabello.

Campo y aire sin fin
-oh, luz-, sin otro cerco
que el amor de unos brazos
enlazando mi cuello.

Soñar, siempre soñar,
con los ojos sin sueño,
que soy un hombre vivo...
siendo tan sólo un preso.

Hay árboles y un río
fijos en mi recuerdo;
una infancia salvaje,
un dulce amor ingenuo,
y dos nombres grabados
en el chopo más viejo.

(El cielo aquella tarde
era como un espejo.
El choperal tendía,
para el amor, senderos.
Todo era luz. La gloria
de mayo iba en mi pecho.

... ... ... ... ... ... ... ... ...

Un vilano de plata
se enredó en sus cabellos;
acudí tembloroso
y con mis dedos trémulos...

Sus ojos me invadieron
de aroma y sol.
El viento,
inmóvil, nos miraba:
fué aquel mi primer beso).

Soñar; siempre soñar
que vuelvo a todo aquello,
lo que dejé y ya nunca
encontraré al regreso.

de Marcos Ana,
en Las soledades del muro, Akal Editor, 1977.
Edición digital: Titivillus. Proyecto Scriptorium Ex-Libris. Epublibre.  

sábado, 12 de marzo de 2022

PARA LAS LLAVES AÚN FALTA

PARA LAS LLAVES AÚN FALTA

Primero fueron de sueño,
después de viento, las llaves,
ahora de patria y de pueblo.

Pero los muros son altos
y los ventanales ciegos.
Las cerraduras hostiles
conchas cerradas de hierro.

Hace falta un gran martillo.
Un yunque. Manos de fuego.
Que España entera, en la fragua
de su corazón deshecho,
forje con su voz maciza
las llaves del prisionero.

Porque los muros son altos.
Y los ventanales ciegos.
Las cerraduras hostiles
conchas cerradas de hierro.
Y hay odios viejos que oxidan
los cerrojos contra el pecho.
Y hay venganzas que aún rezuman
por su corazón veneno.

Pero más amor y estrellas
brillan en el firmamento.
Más corazones relumbran
como fruta de un huerto,
cargada de sol y aroma
la paz de su pensamiento.

Estas puertas aún resisten
voces aisladas, lamentos....
Pero sus goznes rechinan,
sus cerrojos están secos,
se partirán como cañas
bajo el viento, cuando el viento
lleve en sus silbos las llaves
unidas de todo un pueblo.

de Marcos Ana,
en Las soledades del muro, Akal Editor, 1977.
Edición digital: Titivillus. Proyecto Scriptorium Ex-Libris. Epublibre.  

miércoles, 28 de julio de 2021

PRISION CENTRAL

 PRISION CENTRAL

Muros hirsutos. Asperas cortezas
donde el hombre se duele cada día.
Apretada oquedad de llaga y fosa.

Socavón de Castilla. Lento espanto.
Catedral invertida hacia la tumba,
bajo una piel de piedra cancerosa.

Hay un árbol, aquí, pleno, enterrado,
de corazones vivos, que semejan
tréboles rojos en la luz borrosa:

muchas hojas, sin sangre, van cayendo;
mas su raíz fosfórica florece
una bandera abierta en cada losa.

Y en esta pena oscura donde habita
mi corazón en sombras, ya tan sólo
la luz de esa bandera es asombrosa.

de Marcos Ana,
en Las soledades del muro, Akal Editor, 1977.
Edición digital: Titivillus. Proyecto Scriptorium Ex-Libris. Epublibre.  

martes, 6 de julio de 2021

Te llamo desde un muro

Te llamo desde un muro

Oye, hermano, te llamo desde un muro;
clavado entre unas piedras
donde las sombras hacen su nidada.
Hablo desde la pena.
Entre los huesos mismos del dolor te llamo.
Mi voz, como esas hierbas
que en la ranura de una roca crecen,
se ha mantenido pura:

no escupió a su bandera,
ni doblegó sus hombros,
ni ha mentido canciones,
ni se pasó al Oscuro.

Veinte veces cruzo la primavera
y mis alas en un cepo atrapadas,
y el ardor de mi sangre entre cadenas.
Pero hoy mi voz —sin llanto— te reclama;
mi lengua es una herida que flamea,
como un pájaro ardiendo en tu ventana.

Ni un día más, amigo. No consientas
este tropel de muros obcecados;
tanta luz sin salida, tanta puerta
cerrada ante mis ojos.

Mi corazón te espera,
aguarda a tu palabra, y en los muros
como un río apresado se golpea.

de Marcos Ana,
en Las soledades del muro, Akal Editor, 1977.
Edición digital: Titivillus. Proyecto Scriptorium Ex-Libris. Epublibre.  

domingo, 29 de enero de 2017

Romance para las doce menos cuarto

Romance para las doce menos cuarto

(Nochevieja en la cárcel)

Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora;
que suenen como campanas,
en una campana sola;
que fundan los corazones
en un Corazón y todas
las ramas del pulso sean
árbol de luz en las sombras.

Amigos, todos en pie:
sobre las montañas rojas
de nuestra sangre sin yugos
la voz erguida en la boca.
Si alguno siente que tiene
las alas del pulso rotas
¡que las componga!
Todos los pulsos en hora.

¡Oíd, yunteros del alba!
¡Oíd, pastores de auroras!
Para conducir el día
hacen falta caracolas
con dura canción de ríos;
que en las manos paridoras
vayan firmes las cayadas;
ir apartando las olas
y derribando la esfera
donde el tiempo nos destroza.

Hay que hacer nudos al alma,
¡dejar huellas en las rocas!
Esconder la espuma, el junco,
la breve luz de las hojas
donde la luna se duerme…
¡Ser ascua vertiginosa,
piedra viva, monte y río,
corazón de cada cosa!

Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora.
Si arena tienen los tuyos;
si grietas tu voz, ya ronca
de golpear contra el muro,
amigo, si te desplomas
como una hierba apagada,
bebe en la arteria sonora
de tu bandera, en la herida
de tu pueblo, en cada gota
de su sangre fusilada,
sube desde tu derrota;
desde tu cruz sumergida,
como un relámpago a proa;
desde tus huesos al pulso,
desde la raíz más honda
firmemente a la palabra
donde la fe se enarbola.
Despierta el rayo dormido
que en tu corazón reposa.

Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora.
A las doce todos uno.
Las campanadas redondas
con las hogueras del pulso
harán una sola antorcha.

Almas de acero encendido,
que al mismo viento tremolan,
forjan el día en un yunque
de dolor, con recio aroma
de amaneceres que nadie
podrá arrancarnos…
No hay tromba
de paredones, ni balas,
ni rejones, no habrá sogas
capaces de hacernos bueyes:
¡nuestro cuello no se dobla!
Miradnos aquí, miradnos,
mientras los muros sollozan,
cruzar el año, cantando,
rompiendo noche española,
acariciando los hombros
de un crepúsculo sin costa.
Miradnos aquí, miradnos,
mientras los muros sollozan;
¡siempre de pie!, sin rodillas,
como encinares de gloria.
¡Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora!

De Marcos Ana,
en Las soledades del muro, Akal, 1977.

sábado, 21 de enero de 2017

Mi corazón es patio

Mi corazón es patio

La tierra no es redonda:
es un patio cuadrado
donde los hombres giran
bajo un cielo de estaño.

Soñé que el mundo era
un redondo espectáculo
envuelto por el cielo,
con ciudades y campos
en paz, con trigo y besos,
con ríos, montes y anchos
mares donde navegan
corazones y barcos.
Pero el mundo es un patio
Un patio donde giran
los hombres sin espacio.

A veces, cuando subo
a mi ventana, palpo
con mis ojos la vida
de luz que voy soñando.
y entonces, digo: “El mundo
es algo más que el patio
y estas losas terribles
donde me voy gastando”.
Y oigo colinas libres,
voces entre los álamos,
la charla azul del río
que ciñe mi cadalso.
“Es la vida”, me dicen
los aromas, el canto
rojo de los jilgueros,
la música en el vaso
blanco y azul del día,
la risa de un muchacho.

Pero soñar es despierto.
Mi reja es el costado
de un sueño que da al campo.

Amanezco, y ya todo
-fuera del sueño-
es patio:
un patio donde giran
los hombres sin espacio.

¡Hace ya tantos siglos
que nací emparedado,
que me olvidé del mundo,
de cómo canta el árbol,
de la pasión que enciende
el amor en los labios,
de si hay puertas sin llaves
y otras manos sin clavos!

Yo ya creo que todo
-fuera del sueño- es patio.
Un patio bajo un cielo
de fosa, desgarrado,
que acuchillan y acotan
muros y pararrayos.

Ya ni el sueño me lleva
hacia mis libres años.
Ya todo, todo, todo,
-hasta en el sueño- es patio.

Un patio donde gira
mi corazón, clavado;
mi corazón, desnudo;
mi corazón, clamando;
mi corazón, que tiene
la forma gris de un patio.

Un patio donde giran
los hombres sin descanso.

De Marcos Ana,
en Las soledades del muro, Akal, 1977.

domingo, 17 de julio de 2016

¿La vida?

¿La vida?

Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar, habladme
del olor ancho del campo,
de las estrellas, del aire.

Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llave,
como la choza de un pobre.

Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del Amor, no lo recuerdo.

¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?

¿O sólo queda esta fosa,
la luz de una cerradura
y la canción de mis losas?

Veintidós años... Ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma... Escribo
a tientas: “el mar”, “el campo”...
Digo “bosque” y he perdido
la geometría de un árbol.

Hablo, por hablar, de asuntos
que los años me borraron.
(No puedo seguir, escucho
los pasos del funcionario).

de Marcos Ana,
en Te llamo desde un muro, Ministerio del Poder Popular para la Cultura/Fundación Editorial el perro y la rana, 2008.

¡Buscad acero!

¡Buscad acero!

Aún es de sueño la llave,
y sólo aroma la puerta.
¡Amigos, buscad acero;
forjad la llave maestra
con la voz del pueblo entero!

La llave de la amnistía,
para el corazón del hombre
prisionero en la agonía.

Aún es de viento la llave,
y sólo silba en la puerta,
¡Amigos, buscad acero;
forjad la llave maestra
con la voz del pueblo entero!

La llave de la amnistía,
para el alma que florece
llanto en el revés del día.

Aún es de llanto la llave,
y se derrama en la puerta.
¡Amigos, buscad acero;
forjad la llave maestra
con la voz del pueblo entero!

La llave de la amnistía,
que de par en par nos abra
los campos de la alegría.

de Marcos Ana,
en Te llamo desde un muro, Ministerio del Poder Popular para la Cultura/Fundación Editorial el perro y la rana, 2008.

lunes, 11 de julio de 2016

Diccionario del preso

Diccionario del preso

Breve es el diccionario de los presos.
Tiene palabras frías como espadas:
Recuento.
Muros, cerrojos. El patio.
Celda. Sancionado. Muertos
en cruz.
El Tribunal. La condena.
Losas de piedra. Cemento.
Y el “alerta” que deshace
la estructura del silencio.

Breve es el diccionario de los presos.
Tiene palabras que arden en los labios,
arrancadas del pecho:
Solidaridad. Amor.
Libertad. Patria. Aliento.
Creación. Luz. Futuro para todos.
Hijos. Mujer. Compañeros.
El mundo. La humanidad. La paz.
Una bandera, una patria, un pueblo.
La amnistía, el mar y el viento
para el preso.

Con estas pocas palabras
sueñan o sufren los presos.
Unas las afila el odio,
otras las construye el pueblo.

de Marcos Ana,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.19, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

martes, 5 de julio de 2016

Autobiografía

Autobiografía

Mi pecado es terrible:
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.

Por eso aquí entre rejas
en diecinueve inviernos
perdí mis primaveras.

Preso desde la infancia
y a muerte mi condena,
mis ojos van secando
su luz contra las piedras.

Mas no hay sombra ni venganza
recorriendo por mis venas.

¡España! sólo es el grito
de mi dolor que sueña.

de Marcos Ana,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.19, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.