Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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domingo, 16 de marzo de 2025

HISTORIA Y REALIDAD

HISTORIA Y REALIDAD

Bucéfalo, el corcel del Macedonio,
Se halló con Rocinante, el de Quijote, 
Y a discutir se dieron, alterados,
Sobre a quién admiraban más los hombres.
Se halló el Rucio de Sancho con Platero
Se miraron tal solo y, como siempre,
El uno junto al otro, camaradas,
A pastar se pusieron, cuerdamente.

de Álvaro Yunque,
en Poemas para encontrar a Cervantes, Papeles de Bs. As., 1975.
http://www.alvaroyunque.com.ar/ (7/5/20).

jueves, 27 de febrero de 2025

Clasificados

Clasificados

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netanyahu y asociados

Por Félix Sánchez Durán.

miércoles, 26 de febrero de 2025

HOMILIA A SANCHO

HOMILIA A SANCHO

¡Ah, Sancho cuerdo, Sancho inteligente!
¿Cuándo recobrarás tus fueros de hombre,
Cuándo, oyendo tu voz, la tuya, Sancho,
Dejarás de ir en pos de los Quijotes?

de Álvaro Yunque,
en Poemas para encontrar a Cervantes, Papeles de Bs. As., 1975.
http://www.alvaroyunque.com.ar/ (7/5/20).

sábado, 1 de febrero de 2025

ABEL LEVÁNTATE


de Hilde Domin,
en Canciones para dar aliento (Trad. Geraldine Gutiérrez Wienken), Editorial Llantén, 2018.

jueves, 2 de enero de 2025

En los árboles quedan pocas hojas...

A Arturo Rivera

En los árboles quedan pocas hojas. Me aferro a tu mano,
lo único tibio en el paisaje.
El estallido ha dejado sus evidencias en la ciudad.
Fotografías a los monstros aferrados a los troncos
y los mensajes de resistencia que resucitan los muros,
hablas un rato con los muros y con toda la naturaleza muerta,
y me traduces;
caminamos juntos por la ruta de los caídos.

Dentro de la guerra está mi guerra,
te has esforzado tanto por hacerme feliz,
ya, ni la profesión ni la brujería anhelada
alivian mis ataques de pánico.
                                 Está tu amor.
Está bien que salgamos a tomar aire fuera de mi cabeza
(el río crece y quiere desbordarse…).
                                 Intentas traerme el sol,
¿y yo que te ofrezco?
Te prometo que mañana hará un mejor tiempo para los dos.

de Luisa Villa,
en https://www.laraizinvertida.com/detalle-3108-luisa-villa-premio-internacional-de-poesia-gabriel-celaya-?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR1j2upm8KKVK0jHfT63-z6ja7DzOrVrDvk5y_ubks7xEhRF75oB2CCD_AQ_aem_0kcJzPZZRcOJv1QFkGsFpg (21/7/24).

miércoles, 20 de noviembre de 2024

EL TRAIDOR FRANCO

EL TRAIDOR FRANCO

¡Traidor Franco, traidor Franco,
tu hora será sonada!
Si tu nombre fuera franco,
se te saldría a la cara,
encendiéndola de sangre,
si tu sangre fuera franca.

Tu nombre fuera vergüenza
si a tu rostro se asomara,
proclamando por la sangre
la traición que la engendraba:
que la sangre has traicionado
desmintiéndola de clara.

¡Traidor Franco, traidor Franco,
tu hora será sonada!
Como una máscara el pueblo
te tira el nombre a la cara,
descubriendo la traición
que en tu nombre se amparaba.

Traicionándote de franco
traidor a tu misma causa,
fuiste dos veces traidor:
a tu sangre y a tu patria,
que a España no se defiende
con la traición emboscada,
asesinando a su pueblo,
que es el alma de su alma.

¡Traidor Franco, traidor Franco,
tu hora será sonada!
Tu nombre es como bandera
que tu deshonra proclama.
Si la traición criminal
en ti franqueza se llama,
tu nombre es hoy la vergüenza
mayor que ha tenido España.

Que ni tu nombre es ya nombre,
ni en tu sangre se espejaba;
traidor, hijo de traidores,
malnacido de tu casta:
no eres franco, no eres nombre,
no eres hombre, no eres nada.

(Romancero de la Guerra Civil Española)

de José Bergamín,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

sábado, 28 de septiembre de 2024

A Víctor Jara II

A Víctor Jara II

De tus manos,
Víctor Jara,
brota la música
cuando alguien
acaricia las cuerdas
de una guitarra.
De tus manos,
Víctor Jara,
brota la música.
¿Te das cuenta de la magia de tus manos?

de Celina Amalia Galeano,
en Los versos salvados, Concejo Deliberante de General Pico/EdUNLPam, 2022.

lunes, 16 de septiembre de 2024

A Víctor Jara

A Víctor Jara

Estabas de pie, como siempre.
El público esperaba el canto
y, vos, hermano, esperabas
que las manos desatadas
pulsaran nueva guitarra.
Sí, poeta de las manos desatadas.
La inocencia de tus ojos
la inclemencia contemplaba.
Brilló en tus manos la guitarra
a golpe seco de hacha
y las notas que surgieron
salpicaron la muralla
¡Canta, cantor!
te rugieron
¡Toca, cantor!
se burlaron
Canta, cantor, si podés
con las manos mutiladas
y…

Tu voz rompió el silencio,
el público te puso alas
y su canto, con tu canto,
ascendieron como bandadas de palomas.
Yo no fui a Letras,
pero aprendí los verbos,
sujeto y predicado,
imágenes sensoriales y metáforas.
El arte lo aprendí en la calle,
me lo enseñó el pueblo.

Abriendo los brazos
entregaste tu vida.
Los clavos te clavaron,
en el vaticano,
para seguir
burlándose de vos.
Pero los pobres
calzaron tus sandalias
para que no olvidemos
tu gesto.

La católica
edita libros sobre la pobreza
de miedo a tener que dar
lo que le sobra.

La tristeza tiene un lenguaje:
la esquina del almacén
y el cartel de cerrado los domingos.
La primavera que comienza,
desde las ausencias
o desde la esquina,
que puso límite al recuerdo,
puede ser que
todos los barrios de Buenos Aires
comiencen y terminen
en una esquina de almacén.
De pronto,
mi memoria
se puso el cartel
de cerrado los domingos.

de Celina Amalia Galeano,
en Los versos salvados, Concejo Deliberante de General Pico/EdUNLPam, 2022.

miércoles, 11 de septiembre de 2024

MAESTRO

MAESTRO

El mundo nos corrige y nos ensucia.

de Álvaro Yunque,
en Ondulante y Diverso, Tallón, 1967.

domingo, 1 de septiembre de 2024

Palabras para El Hadi

Palabras para El Hadi

Es quince de septiembre
y seguimos muriendo.

Quiero decir

(tal vez
alguien atiende mis palabras)

que nos siguen matando.
Ya treinta y cuatro hemos caído
en este duro año del noventa
y siete,

fructuoso
                                            campo de batalla,

según los últimos ajustes
que nos han asestado en el libre
mercado del trabajo.

Hemos sido hechos trizas
por reglas que suponen
ganancia para quien nos ejecuta,

más muertes para nuestra
memoria desangrada.

                                            Treinta

y cuatro obreros hemos
muerto a la fuerza aquí en Madrid.

Cuando con nuestras manos
edificábamos viviendas
que no
iban a ser para nosotros.

El Hadi
El Háder

se llamaba este cuerpo
que aquí enterramos.

Había conseguido abandonar
el hambre de Marruecos
sin perecer en esa empresa.

Murió de golpe.

                                                Contra el sueño.

Su cabeza vencida
                                                entre las piernas.

Me parece que nunca
llegó a sospechar quiénes
habrían de matarlo.

No sé de sus latidos
sino un recuerdo que me invento
para que no se nos olvide.

Acaso
alguien lo llora desde alguna
habitación sin esperanza.

De Salustiano Martín González,
en Pasa la voz, hermano, Bartleby Editores, 2000.

sábado, 31 de agosto de 2024

Parte de bajas

Parte de bajas

Anoten esta cifra:
                                once.

Recuérdenla hasta el próximo
parte de bajas de la guerra.

Son esos
los mineros que han caído
aquí en León en los primeros
ocho meses del año.

Antonio
Maria
Carvalho

se llamaba el undécimo.

Nadie sabe si el luto encenderá
su oscuro sufrimiento
en el país que abandonó
en mala hora.

De Salustiano Martín González,
en Pasa la voz, hermano, Bartleby Editores, 2000.

miércoles, 21 de agosto de 2024

Muerte por fuego

Muerte por fuego

Francisca la de Cádiz,
muerta

sin días para el gozo de la tarde
del descanso tranquilo,

va olvidando los gritos de los hombres

y el golpeteo de la sangre
que fluye desde el pozo
amargo de su vida
sin ganancia posible,
perdedora
desde el principio de su llanto.

Los brazos de sus hijas
recogen en susurros las pavesas
que deja su esqueleto.

Al ir a caminar,
fue atravesada

por el redoble de las horas
que vivió en la agonía,

por el silencio de aquellas amables
que nunca acariciaron
la angustia de su pecho.

Oh tú,
mujer,
trabajadora
o bien burguesa,
que respiras con tus palabras

o que vives uncida al yugo
y tiras del arado hacia poniente,

ten en cuenta a esta flor:

en otro tiempo
hubiera brillado con gotas
de rocío, gallarda
bajo la luz de las auroras

y hermosa como tú.

Recuerda

que su muerte no está en este poema
sino en la historia que te trajo
hasta estas líneas
y puede

llevarte por caminos semejantes.

Recuerda el desenlace triste
de su estéril agobio.

Recuérdala en la hoguera.

Y recuérdasela a las otras
hermanas.

De Salustiano Martín González,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.26, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

lunes, 19 de agosto de 2024

A UN POETA MUERTO

A UN POETA MUERTO

(F.G.L.)

Así como en la roca nunca vemos
La clara flor abrirse,
Entre un pueblo hosco y duro
No brilla hermosamente
El fresco y alto ornato de la vida.
Por esto te mataron, porque eras
Verdor en nuestra tierra árida
Y azul en nuestro oscuro aire.

Leve es la parte de la vida
Que como dioses rescatan los poetas.
El odio y destrucción perduran siempre
Sordamente en la entraña
Toda hiel sempiterna del español terrible,
Que acecha lo cimero
Con su piedra en la mano.

Triste sino nacer
Con algún don ilustre
Aquí, donde los hombres
En su miseria solo saben
El insulto, la mofa, el recelo profundo
Ante aquel que ilumina las palabras opacas
Por el oculto fuego originario.

La sal de nuestro mundo eras,
Vivo estabas como un rayo de sol,
Y ya es tan solo tu recuerdo
Quien yerra y pasa, acariciando
El muro de los cuerpos
Con el dejo de las adormideras
Que nuestros predecesores ingirieron
A orillas del olvido.

Si tu ángel acude a la memoria,
Sombras son estos hombres
Que aún palpitan tras las malezas de la tierra;
La muerte se diría
Más viva que la vida
Porque tú estás con ella,
Pasado el arco de tu vasto imperio,
Poblándola de pájaros y hojas
Con tu gracia y tu juventud incomparables.

Aquí la primavera luce ahora.
Mira los radiantes mancebos
Que vivo tanto amaste
Efímeros pasar junto al fulgor del mar.
Desnudos cuerpos bellos que se llevan
Tras de sí los deseos
Con su exquisita forma, y solo encierran
Amargo zumo, que no alberga su espíritu
Un destello de amor ni de alto pensamiento.

Igual todo prosigue,
Como entonces, tan mágico,
Que parece imposible
La sombra en que has caído.
Mas un inmenso afán oculto advierte
Que su ignoto aguijón tan solo puede
Aplacarse en nosotros con la muerte,
Como el afán del agua,
A quien no basta esculpirse en las olas,
Sino perderse anónima
En los limbos del mar.

Pero antes no sabías
La realidad más honda de este mundo:
El odio, el triste odio de los hombres,
Que en ti señalar quiso
Por el acero horrible su victoria,
Con tu angustia postrera
Bajo la luz tranquila de Granada,
Distante entre cipreses y laureles,
Y entre tus propias gentes
Y por las mismas manos
Que un día servilmente te halagaran.

Para el poeta la muerte es la victoria;
Un viento demoníaco le impulsa por la vida,
Y si una fuerza ciega
Sin comprensión de amor
Transforma por un crimen
A ti, cantor, en héroe,
Contempla en cambio, hermano,
Cómo entre la tristeza y el desdén
Un poder más magnánimo permite a tus amigos
En un rincón pudrirse libremente.

Tenga tu sombra paz,
Busque otros valles,
Un río donde del viento
Se lleve los sonidos entre juncos
Y lirios y el encanto
Tan viejo de las aguas elocuentes,
En donde el eco como la gloria humana ruede,
Como ella de remoto,
Ajeno como ella y tan estéril.

Halle tu gran afán enajenado
El puro amor de un dios adolescente
Entre el verdor de las rosas eternas;
Porque este ansia divina, perdida aquí en la tierra,
Tras de tanto dolor y dejamiento,
Con su propia grandeza nos advierte
De alguna mente creadora inmensa,
Que concibe al poeta cual lengua de su gloria
Y luego le consuela a través de la muerte.

(Hora de España)

de Luis Cernuda,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

lunes, 12 de agosto de 2024

A mi hermano Julio, desaparecido en el 77

A mi hermano Julio, desaparecido en el 77

Julio Eduardo Galeano: estudiante de Escribanía en la Universidad
de San Miguel de Tucumán. Desapareció en Zárate, Buenos Aires, cuando
su hija tenía dos años.

Tenías, como las palomas,
unas ganas locas
de cielo azul
y nido.
Para impedirlo,
te pusieron cadenas,
encapucharon el cielo azul,
derribaron el nido.
Sin embargo,
las palomas
se quedaron
en PLAZA DE MAYO.

de Celina Amalia Galeano,
en Los versos salvados, Concejo Deliberante de General Pico/EdUNLPam, 2022.

viernes, 12 de julio de 2024

Los barrenderos somos unos genios

Los barrenderos somos unos genios

"Acabo de regresar de Madrid, y he visto que allí
los barrenderos son genios. Se notaba por cómo
realizaban su trabajo. Bien se veía que aquellos barrenderos
representan una sociedad futura."

Joseph Beuys (1966)

Hace frío.
                        Brillan
las aceras con una fina capa
de hielo.
                            Hace mucho
frío.
                                            Camino despacio, trato
de no resbalar.
                                Amanece
con un dolor
en la cadera.
                        El aire
filtra su aguja puñetera contra
las rodillas.
                            Qué sucia
está la calle bajo la luz
sucia que empieza
a despuntar.
                                    Los barrenderos
son unos genios, ha dicho Joseph
Beuys.
                        Qué cerdo.
                                            Trato
de mover el escobón.
                                        No
siento los dedos.
                                            Somos
estupendos, qué modo de
acarrear basura.
                                        Lo hacemos
con un estilo que anuncia
evidentes progresos
artísticos, representamos
la sociedad futura.

                                    Aquí
me gustaría ver a ese
cabrón.

                                    Con este reúma.

De Salustiano Martín González,
en Los Filisteos Juegan con Fuego, Colección Melibea, 2001.

miércoles, 19 de junio de 2024

LA MUSA POPULAR

LA MUSA POPULAR

EL CURA NO SABE ARAR

El cura no sabe arar,
menos amansar un buey,
pero con su rara ley
él cosecha sin sembrar.
El gana cabras y ovejas
y, según lo considero,
gana vacas y dinero,
se queja mal si se queja.
El logra a la gente vieja
y logra a la gente nueva,
cobra su buena moneda
al enterrar a los muertos,
tullidos, mancos y tuertos
los logra cuando se mueren.
El para salir a andar
muy poco y nada se apura,
tiene su renta segura
y vive tan descansado.
En la sombra y engordando
nadie gana más que el cura.

Anónimo,
en versos de rebeldía y combate, Editorial Eleuterio, 2021.

domingo, 9 de junio de 2024

EN LA COPLA POPULAR

EN LA COPLA POPULAR

1
En la pila del bautismo,
el fraile a los chicos echa,
sal para los niños ricos;
para los pobres, pimienta.

En la pila del bautismo,
echando sal o pimienta,
le rezonga al niño pobre
y al niño rico le reza.

2
Cura que en la vecindá
usa de desenvoltura,
no puede llamarse cura
que es la propia enfermedá.

3
Una monja se empachó
de beber agua bendita.
Y el empacho de la monja
era otra monja chiquitita.

4
No dice verdad el cura;
su sermón no me intimida;
¡En esta vida amargura,
tormentos en la otra vida!

Anónimo,
en versos de rebeldía y combate, Editorial Eleuterio, 2021.

sábado, 8 de junio de 2024

El derecho de vivir en paz (canción)

El derecho de vivir en paz

El derecho de vivir
Poeta Ho Chi Minh
Que golpea de Vietnam
A toda la humanidad
Ningún cañón borrará
El surco de tu arrozal
El derecho de vivir en paz

Indochina es el lugar
Más allá del ancho mar
Donde revientan la flor
Con genocidio y napalm
La luna es una explosión
Que funde todo el clamor
El derecho de vivir en paz

Indochina es el lugar
Más allá del ancho mar
Donde revientan la flor
Con genocidio y napalm
La luna es una explosión
Que funde todo el clamor
El derecho de vivir en paz

Tío Ho, nuestra canción
Es fuego de puro amor
Es palomo palomar
Olivo del olivar
Es el canto universal
Cadena que hará triunfar
El derecho de vivir en paz

Es el canto universal
Cadena que hará triunfar
El derecho de vivir en paz
El derecho de vivir en paz

de Víctor Jara,
en El derecho de vivir en paz, DICAP, 1971.

jueves, 6 de junio de 2024

Las llamaron locas

Las llamaron locas

El coraje es su bandera,
el pañuelo blanco su escudo de AMOR.
Su RONDA jamás pidió diente por diente,
su grito pide justicia a la JUSTICIA.
Fueron locos los que desde el comienzo
hicieron girar la gran rueda
de la historia.
Los dictadores tienen poder,
custodian la razón.
Y, razonablemente,
torturan, y matan.
Razonablemente
construyen prisiones, modernas, clandestinas.
Las Madres de la Plaza
marchan, marchan, sin armas solo reclaman
sus seres queridos.
¿Dónde está mi hijo?
¿Dónde está mi compañero?
¿Dónde están mis padres?,
¿dónde mis hermanos?
¿Dónde están mis hijos y los hijos de mis hijos?
¿Dónde están los hijos de esta tierra?
¿Y los hijos de otras tierras?
Dónde, dónde; dónde.
Y la fuerza del silencio
se hizo grito.
Dónde, dónde, dónde.
Retumbe de antiguos tambores
Dónde, dónde, dónde.
Pachamama,
dónde, dónde, dónde.
El silencio se hizo latido.
Dónde, dónde, dónde.
América Latina,
dónde, dónde, dónde.
Las Madres de la Plaza de Mayo,
locura que viene marchando despacito.
Dónde, dónde, dónde.
Locura vegetal,
grito mineral,
quejido de quena.
Locura de miedo hecho coraje.
Tiemblen poderosos
que las Madres de la Plaza,
con el pañuelo blanco, el coraje y la justicia,
vienen marchando.
El bien es contagioso.
Miren que el pueblo viene marchando
Las Madres de la Plaza de Mayo le pusieron
un jueves con mayúscula al calendario.
Marchando despacito, dieron vueltas por la plaza.
Marchando con pasitos dieron vueltas por el mundo.
En silencio, marchando, gritan el nombre de sus hijos.

de Celina Amalia Galeano,
en Los versos salvados, Concejo Deliberante de General Pico/EdUNLPam, 2022.