Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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miércoles, 24 de marzo de 2021

Ni olvido ni perdón

Ni olvido ni perdón

En qué lápida sin nombre, 
bajo qué olvidado río
de resplandor agonizante
como la ceniza de tu rostro de estrella,
duermes aún escondido
en las fauces  del frío  corrompido.

Predicador de veranos deslumbrantes
con milagro y batalla,
atesorabas relámpagos
colmados de cielos con justicia 
y días despojados de tormenta
por las risas de amores compartidos.

Soñador de igualdad y de aliento constante,
las tropas de la muerte,
de rencor estancado y cuchillo presente,
te comieron el pecho, desgastaron tu vientre,
sustrajeron las llaves
de la sangre en tu cuerpo.

Y en el tránsito tenaz de los infiernos
con torturas de fuego inexorable
y noches de terror enloquecido,
te hurtaron los latidos
te usurparon los hijos
incendiaron tu nido...

Conmovías arpegios de sigilo absoluto
y ansias detenidas sin día ni horizonte,
la garra del invierno se alojaba en tu alma
sin lápida y sin nombre,
prisionero de la demente historia
del tiempo del espanto.
     
Sabías sin embargo,
con saber infinito de placer desterrado,
que tu cuerpo de llaga 
tañía las campanas
de pan y de justicia,
que llaman a despertar cada mañana.

Ignoraban verdugos de cabeza de arena,
a la tierra que llora tu prisión militante
con heridas que procrean semillas,
con hijos que toman la palabra
y derrumban paredes de cómplices silencios
y gritan la verdad y la esperanza.

De Mary Ablin,
en Poemas Militantes, Ciccus, 2013. 

martes, 10 de diciembre de 2019

Eran los elegidos

Eran los elegidos

Eran los elegidos…
alacranes adictos a vómitos y a muerte,
hijos pródigos de vientos pervertidos
que soplan sus alientos
en corporaciones sedientas de poderes
que acuchillan futuro y simientes.

Eran los elegidos…
Asesinos de uniforme impecable
verdugos de mañanas luminosas
y manos exprimidas por la furia
que condenan concienzudamente
la taciturna juventud del inocente.

Eran los elegidos…
periodistas de mocos virulentos
que tejen su entramado
con mirada de impudicia,
que inexisten la opresión de los infiernos
y ensordecen la esperanza estrangulada.

Eran los elegidos,
tiburones enervados de disloques,
codiciosos de cuerpos siempre ajenos,
atornillados a medallas y banderas
y al disfrute gozoso
por el fuego arrollador de los tormentos.

Eran los elegidos…
Los dueños de los tiempos devorados,
gestores de agonías turbulentas
de padres y de niños.
Capataces de la vida y de la muerte,
sadismo incontinente corriendo como un río.

Eran los elegidos…
Patrones de la tierra sin frontera
aletargados por la sangre del verano
y olores pestilentes de mentiras
con sabor a pescado corrompido.
Soñaban con la eternidad de los infiernos…

Pero no pudo ser.

De Mary Ablin,
en Poemas Militantes, Ciccus, 2013.

lunes, 15 de julio de 2019

El oscuro desierto

El oscuro desierto

Cuando el reloj cometa
el delito imperdonable
de robarme el futuro,
y el tiempo sea nada más que nada,
y se encienda la oscuridad,
sin sonidos de risas, de amores ni de viento.
Cuando la noche me abrace
caminando hacia el último exilio...
dejaré caer las certezas,
las lágrimas, el olvido,
lavaré cuidadosamente mis heridas,
despediré para siempre a mis amores,
y solamente sola
navegaré al misterio del oscuro desierto.

de Mary Ablin,
en Poemas militantes, Ciccus, 2013.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Pertenezco a esta tierra

Pertenezco a esta tierra

Pertenezco a esta tierra
de diáfanos placeres
cuando ocurre el verano
y las venas del aire 
te soplan los pulmones 
en pálidos crepúsculos
de calles familiares.

Pertenezco al camino
del Sur que se hace río
y moja a los amigos 
con palabras y vino
en tertulias de abrazos
y hogueras turbulentas
de pasados vibrantes
y dulces confidencias.

Pertenezco al país 
donde el día desangra
sus cielos de tormenta
y su historia de espanto
con 30.000 latidos
que sellaron la tierra
con silencio de pájaros
y cicatriz de muerte.

Pertenezco al lugar
más austral del paisaje,
del corazón que vuela
y rehúsa el abrazo
de largas sanguijuelas
con sueños coloniales
y guerras desparejas
con niños estaqueados.

Pertenezco a esta lluvia
de amor originario 
que se cuela en el alma
y palpita en la música
del verbo americano
y vibra en sus hermanos
y derrumba los cepos 
del tiempo amordazado.

Pertenezco a esta tierra
del triángulo estirado
y la historia quebrada,
soy parte de esta parte
estrella de este cielo
con sus duelos perennes
e historias de asesinos
que mataron veranos.

Pertenezco a este pueblo
del sol que se hace fuego
y renace de a poco
en constante esperanza,
en vigilias que crecen
y acarician quimeras
de pan igualitario 
y risas sin fronteras.

de Mary Ablin,
en https://www.facebook.com/pg/Poemas-Militantes-161395004058573/posts/?ref=page_internal (16/2/19).
Poemas militantes, Ciccus, 2013.