Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

jueves, 31 de agosto de 2023

atesorá algo...

atesorá algo
poseé algo
abrazate a alguien
y la noche comenzará
a mostrar sus dientes

Por Félix Sánchez Durán.

miércoles, 30 de agosto de 2023

RANURAS DE LUZ

RANURAS DE LUZ

Trazo estos garabatos antes que el sol se ausente
y oscurezcan las ranuras de luz;
antes que el día pierda su esplendor
con la llegada de la penumbra,
antes que fragorosos relámpagos
nieven entre masas de vapor,
y la frialdad del concreto armado
intente hurgar mi corazón…

Garabatos al ritmo de la zampoña
fiel compañera de este canto;
antes que mis huesos entumezcan
en dilatada muerte;
y mis ojos se calcinen en su llanto.

Grafico no como expresión de desesperanza
en este sepulcro con vida,
no para que rebroten las llagas sobre las piedras;
no para que la sangre se enferme de tristeza,
no para que el dolor se postre en su dolencia
sino para que esta tortura se transforme en acicate
de lucha constante por la vida.

Garabatos para delinear el itinerario de las estrellas
que mañana llegue a tu corazón
con su traje de luz y esperanza,
para que tus manos desaten la trama que le puso
el viento,
tu carbón encendido
abrigue lo que hoy cubren las heladas
ese incendio tuyo
acaricie lo que tejieron las nevadas,
tus manos remienden
lo que han roto los inviernos,
tus cantos y los míos
entonen el himno de la libertad.

Garabatos en un atardecer cualquiera
develan esta historia
comprendiendo que esta vida,
nuestra vida
no resulta agradable, dulce y armoniosa
como aquellas historias inventadas
pues existe un sabor a disparate y confusión,
a locura y sueño
como la vida de todos aquellos
hombres y mujeres, amantes de la libertad
que siguen en pie,
a pesar del error, los golpes y la traición
abriendo un espacio a estas ranuras de luz.

de Milagros Chávez,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

martes, 29 de agosto de 2023

PREGUNTAS DE UN OBRERO QUE LEE

PREGUNTAS DE UN OBRERO QUE LEE

Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quién la construyó?
En los libros figuran los nombres de los reyes.
¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿quién la volvió a construir otras tantas? ¿En qué casas
de la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron?
La noche en que fue terminada la Muralla China,
¿adónde fueron los albañiles? Roma la Grande
está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares? Bizancio, tan
cantada,
¿tenía sólo palacios para sus habitantes?
Hasta en la fabulosa Atlántida,
la noche en que el mar se la tragaba, los habitantes clamaban
pidiendo ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César venció a los galos.
¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al hundirse
su flota. ¿No lloró nadie más?
Federico II venció la Guerra de los Siete Años.
¿Quién la venció, además?
Una victoria en cada página.
¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién pagaba sus gastos?
Una pregunta para cada historia.

de Bertolt Brecht,
en Un pulso que golpea las tinieblas, Partido de la Revolución Democrática (PRD-DF)/Para Leer en Libertad A.C., 2012.

lunes, 28 de agosto de 2023

MI GENERACIÓN

MI GENERACIÓN

No nos dieron los años en vano,
nuestra vida es difícil y hermosa.
El trabajo va en nuestras palabras,
y con él alcanzamos la gloria.

Un poder gigantesco me dieron
esos hombres que tienen mis años;
en su nombre maldije implacable
la ventura y el éxito falsos.

Construí casamatas, trincheras,
he labrado la piedra y el hierro,
y quizá sea el propio trabajo
quien de hierro y de piedra me ha hecho.

Aunque corran arroyos de tinta,
con la pluma tacharme no pueden,
y no hay bala ni bomba en el mundo
que me pueda abatir con la muerte.

No soy grande, yo soy gigantesco.
¡Quién se atreve a buscarme querellas!
Ved los altos hornos a mi espalda
como firmes torres de paciencia.

No soy grande, yo soy infinito,
en mi frente vive el pensamiento
como vive en la tierra desnuda
el radiante destello del cielo.

Comencé a construir por los campos,
donde ayer se ensañaba la guerra,
el solemne triunfo del trabajo,
la victoria del hombre que crea.

de Yaroslav Smeliakov,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Traducción: María Cánovas.

domingo, 27 de agosto de 2023

El país se aleja ahora

El país se aleja ahora

El país se aleja ahora
con sus gaviotas huérfanas
y su puerta pesada
Hay
a manera de alba
una sombra y su sarcasmo
El hombre sin cabeza
corre por el laberinto
con lo que le sobrevive de corazón
En su mano
sostiene una inútil
llave manchada
por la guerra y sus falsedades
El ojo
exiliado de su luz
se derrama sobre la arena

de Abdellatif Laâbi,
en Seis poemas de Abdellatif Laâbi (Carlos Vicente-Castro), La Colmena n° 81, enero-marzo de 2014.

sábado, 26 de agosto de 2023

El rey de las lágrimas

El rey de las lágrimas

«llanto: el alimento que él come».
LOUIS ZUFOFSKY

en la cama,
con las manos cruzadas por detrás de la cabeza,
con la ventana abierta,


que mis amigos me vendieron
como carne en la carnicería,

que mis amigas tenían muy buena cara
pero muchas puñaladas;

y sé

que ese coche
que está aparcando
no lo conduzco yo,

que ese perro
que ladra
no es mi perro,

que ese niño
que grita
no es mi hijo,

que esa mujer
que se ríe
no es la mía,

que esa puerta
que se abre
no es la de mi portal,

que esa persiana
que se baja
no es la de mi habitación;

y sé también

que pronto oscurecerá
y que yo, una vez más, un día más, no tendré
ni fuerzas
ni ánimos

para levantarme

y encender

la luz.

de David González,
en https://www.zendalibros.com/11-poemas-de-david-gonzalez/ (15/7/23). 

viernes, 25 de agosto de 2023

IMPRENTA

 IMPRENTA

En el vasto salón flota un murmullo
Cual si una abeja colosal, zumbando,
Trabajara su miel, hermosa y útil.
Máquinas de filosas dentaduras
Y máquinas de brazos incansables:
Monstruos esclavos de la inteligencia,
Papeles tragan, papeles arrojan.
Giran rodajes y poleas huyen:
Son nervios conductores de energía.
En luengos delantales enfundados,
Unos hombres se inclinan silenciosos:
Son los tipógrafos, los que hacen libros,
Eso así pequeñín tan importante
Que puede unir o separar los hombres,
Porque llevarles puede la mentira
Que los separa o la verdad que únelos.
Tipógrafos, obreros silenciosos,
Frente al cajón de letras; sois sagrados:
En vosotros está el unir los hombres; ah, tipógrafos,
El odio y el amor, el bien y el mal,
Pasan por vuestras manos, se hacen libros
Y la mentira o la verdad conducen.
Ah, si de vuestras manos laboriosas
Sólo libros de amor y bien surgiesen;
Si todos los tipógrafos del mundo
Se negasen a hacer los libros de odio
Y los libros del mal. ¡Si se negasen!

de Álvaro Yunque,
en Versos de la calle, Editorial Claridad, 1924.
http://www.alvaroyunque.com.ar/ (7/5/20).

jueves, 24 de agosto de 2023

LOS TRAIDORES HIEDEN

LOS TRAIDORES HIEDEN

Hieden a culpa los traidores.
A odio y abominación
los traidores hieden.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

miércoles, 23 de agosto de 2023

ÚLTIMO DISCURSO EN LA CORTE

ÚLTIMO DISCURSO EN LA CORTE

He estado hablando mucho de mí mismo
y ni siquiera había mencionado a Sacco.
Sacco también es un trabajador,
un competente trabajador desde su niñez, amante del trabajo,
con un buen empleo y un sueldo,
una cuenta en el Banco, y una esposa encantadora y buena,
dos niñitos preciosos y una casita bien arreglada
en el lindero de un bosque, junto a un arroyo.

Sacco es todo corazón, todo fe, todo carácter, todo un hombre;
un hombre, amante de la naturaleza y de la humanidad
un hombre que lo dio todo, sacrificó todo
por la causa de la libertad y su amor a los hombres:
dinero, tranquilidad, ambición mundana,
su esposa, sus hijos, su persona
y su vida.

Sacco jamás ha pensado en robar, jamás en matar a nadie.
Él y yo jamás nos hemos llevado un bocado
de pan a la boca, desde que somos niños hasta ahora,
que no lo hayamos ganado con el sudor de la frente.
Jamás...
Ah, sí, yo puedo ser más listo, como alguien ha dicho;
yo tengo más labia que él, pero muchas, muchas veces,
oyendo su voz sincera en la que resuena una fe sublime,
considerando su sacrificio supremo, recordando su heroísmo,
yo me he sentido pequeño en presencia de su grandeza
y me he visto obligado a repeler
las lágrimas de mis ojos,
y apretarme el corazón
que se me atorozonaba, para no llorar delante de él:
este hombre al que han llamado ladrón y asesino y
condenado a muerte.

Pero el nombre de Sacco vivirá en los corazones del pueblo
y en su gratitud cuando los huesos de Katzmann
y los de todos vosotros hayan sido dispersados por el tiempo;
cuando vuestro nombre, el suyo, vuestras leyes, instituciones,
y vuestro falso dios no sean sino un borroso recuerdo
de un pasado maldito en el que el hombre era lobo
para el hombre...

Si no hubiera sido por esto
yo hubiera podido vivir mi vida
charlando en las esquinas y burlándome de la gente.
Hubiera muerto olvidado, desconocido, fracasado.
Esta ha sido nuestra carrera y nuestro triunfo. Jamás
en toda nuestra vida hubiéramos podido hacer tanto
por la tolerancia, por la justicia, porque el hombre entienda
al hombre, como ahora lo estamos haciendo por accidente.
Nuestras palabras, nuestras vidas, nuestros dolores— ¡nada!
La pérdida de nuestras vidas —la vida de un zapatero
y un pobre vendedor de pescado—
¡todo! Ese momento final es de nosotros,
esa agonía es nuestro triunfo.

de Bartolomeo Vanzetti,
en Antología de la poesía norteamericana (Ernesto Cardenal Selección), Ministerio del Poder Popular para la Cultura / Fundación Editorial el perro y la rana, 2007.

martes, 22 de agosto de 2023

Los argonautas

Los argonautas

1

Que el río ya no trae agua,
que no hay nada que beber.

¿Qué vamos a hacer?

En el río sólo hay piedras
y arenas muertas de sed.

¿Qué vamos a hacer?

En las campos gruesas grietas,
donde nada va a crecer.

¿Qué vamos a hacer?

Por el cielo nubes muertas,
que nunca van a llover.

¿Qué vamos a hacer?

Que el río ya no trae agua,
que no hay nada que comer.

¿Qué vamos a hacer?

2

Si estoy muerto,
si la vida aquí me estorba,
¿qué me importa los vientos cuánto soplan?

Sea el puerto
al que llegue el mismo infierno.

Si estoy muerto,
si la vida aquí me mata,
¿qué me importa las olas cuánto batan?

Sea el puerto
al que llegue el mismo infierno.

3

¡Ay, golondrina viajera,
llévame tras la frontera!

Allí, la esperanza crece
como el trigo en primavera;
aquí, la mies languidece
y crece sólo la espera.

Allí, la ilusión se mece
a la brisa más ligera;
aquí, la luz se oscurece,
tras la valla prisionera.

¡Ay, golondrina viajera,
llévame tras la frontera!

4

No dejéis que se parta,
mi dulce amigo,
a riberas extrañas,
quede conmigo.

No dejéis que se zarpe,
mi enamorado,
a los extraños mares,
quede a mi lado.

No dejéis que se vaya,
mi amante mío,
sola queda la casa,
con sombra y frío.

5

Olitas del mar
con mi suspirar.

Partióse mi amigo
allende del mar
sin quilla ni vela,
si va a naufragar.

Olitas del mar
con mi suspirar.

6

¡Hermanos,
cien escaleras hagamos
para la valla asaltar!

Cualquier rama,
cualquier palo,
cualquier cuerda,
cualquier trapo
servirá.

Altas, bajas,
rectas, curvas,
escaleras
con locura
de soñar.

Cien escalas
contra el hambre,
contra el vicio
de la sangre,
tan voraz.

Cien peldaños
contra el miedo
de la lucha
por un cielo
de verdad.

Cien aludes,
cien volcanes,
cien torrentes
que proclamen
para siempre
la igualdad.

¡Hermanos,
hagamos cien escaleras
para la valla asaltar!

7

Duérmete, mi niño,
orillas del mar,
que amanecerás.

Tu niño ya duerme,
mi pobre viejilla,
al sol de poniente.

El viento acaricia
su oscura figura
tendida en la orilla.

Las olas arrullan
su sueño desnudo
con nanas de espuma.

Orillas del mar,
que amanecerás.

8

Cien veces me repatriaran,
os lo puedo hasta jurar,
otras tantas lo intentara
para bien o para mal.

Barça o barsaj.

Éramos diez compañeros,
cada uno de un lugar,
a cinco nos detuvieron,
a cinco los tragó el mar.

Barça o barsaj.

Luego seis meses vacíos
confinado en un solar
tras un alambre de espino,
gusano en un gusanar.

Barça o barsaj.

De vuelta me llevan ahora
lo mismo que a un criminal,
con un chándal y una bolsa,
el pan se ha quedado allá.

Barça o barsaj.

Y cuando llegue a mi pueblo,
otra vez a mendigar
y conseguir el dinero
para volverme a embarcar.

Barça o barsaj.

9

¡Yo no sé qué es lo que tienen
los ojos de esas morenas!
¡Ay, morena!, si tú quieres,
de entre las rejas te saco
y te arreglo los papeles.

¡Ay, morena!, soy muy hombre,
si me dices qué te duele
cuelgo por ti el uniforme.

¡Yo no sé qué es lo que tienen
los ojos de esas morenas!

10

Salí de mi tierra
para huir del frío.
Dejé a mi mujer
y dejé a mis hijos.

Los días trabajo,
las noches suspiro.
No tengo una manta
que me tape el frío.

11

La vida no la vivía
enterrado allá en mi pueblo
sin trabajo y sin comida,
tal como viven los muertos.

La vida no la vivía
y ahora vivo como un perro.

La vida no la vivía,
esperando en aquel puerto
con hambre, palos y tiña
tal como viven los perros.

La vida no la vivía
y ahora la vivo muerto.

La vida no la vivía
hacinado entre los cuerpos
sin vida de la almadía,
tal como viven los muertos.

La vida no la vivía
y ahora vivo como un perro.

Y ahora me roban la vida,
echándome el amo un hueso
tras la jornada del día,
tal como viven los perros.

La vida no la vivía
y ahora la vivo muerto.

de Conrado Santamaría Bastida,
en Cancionero de escombros con hoguera, Biblioteca Omegalfa, S/F.

lunes, 21 de agosto de 2023

si mi poesía...

si mi poesía incomoda por mediocre
si mi poesía incomoda por panfletaria
si mi poesía incomoda por mal escrita
algo habrá hecho bien mi poesía

Por Félix Sánchez Durán.

domingo, 20 de agosto de 2023

hoy...

hoy
tenemos que avanzar
sin siquiera seguir
una zanahoria
no somos burros, no
pero hoy
            hoy
                hoy
tenemos que avanzar
sin tener siquiera
                            una zanahoria

Por Félix Sánchez Durán.

hemos condenado...

hemos condenado
a la nueva juventud militante
a militar la desesperanza
el miedo
la resignación
y en esa condena
nos hemos condenado

Por Félix Sánchez Durán. 

no elegiremos...

no elegiremos
qué país queremos
sino la oposición
al adversario
que tendremos
que enfrentaremos

Por Félix Sánchez Durán.

Balada de Karim, un niño más de Palestina.

 Balada de Karim,
un niño más de Palestina.

Karim era un niño más de Palestina
creciendo con el miedo como rutina
provocado por la barbarie de Israel.

Pero Karim crecía feliz y sano
buscándole a la vida el lado humano
ante un panorama mísero y cruel.

Karim tenía nueve años, sólo nueve
cuando desde el cielo en vez de nieve
cayeron los misiles de Sión.

Impactaron cerca, Karim salvó la vida,
pero a su madre la dio por perdida,
quedó sepultada en la habitación.

Su hermana pequeña también yacía
y a Karim se le marchitó la alegría,
el odio y la rabia todo lo pudieron.

Las justificadas ganas de venganza,
el vivir bajo la única esperanza
de hacer daño a quienes le hirieron.

Sin entender el absurdo de la guerra
de quienes les arrebataban la tierra
y lo sembraban todo, todo de muerte.

Karim empezó a tener las cosas claras,
leyendo textos de Marx y de Guevara
dejó de ser un niño y se hizo fuerte.

Con quince años Karim de sobra sabía
que tenía que canalizar la rebeldía
y estaba listo para a su pueblo servir.

Que antes que una vida de rodillas
era más digno enrolarse en la guerrilla
sin más meta que vencer o que morir.

Empezó a colaborar con la Resistencia,
quería combatir, pero tuvo paciencia,
aún era joven para el fusil empuñar,

tenía que crecer en cuerpo y en ideas
para estar preparado para la pelea
en las milicias del Frente Popular.

Así Karim siguió con su formación
en tareas de propaganda y agitación
creció como persona y como militante.

Con dieciocho Karim ardía de ganas
de vengar a su madre y a su hermana,
de llevarse a muchos por delante.

Entonces llegó su fecha más ansiada
el día de pasarse a la lucha armada
de combatir al huracán como huracán.

De empuñar en sus manos el fusil,
de la guerra contra el enemigo hostil,
de la conquista por la tierra y el pan.

Destacaba en su tesón de guerrillero,
en cada batalla era el más fiero,
pues prefería morir a echarse atrás.

A sabiendas, Karim, de que algún día
la muerte a su puerta llamaría,
él no pensó en retroceder jamás.

A Karim le sobraban los motivos
para preparar artefactos explosivos
y atacar a los verdaderos terroristas.

Culminó varias exitosas misiones,
participó en numerosas acciones,
hizo sangrar mucho a los sionistas.

El enemigo le temía, iba a por él,
era objetivo prioritario para Israel
y no iban a escatimar en darle caza.

Aquel niño palestino llamado Karim
presentía así que se acercaba su fin,
orgulloso de ser una amenaza.

Se hizo pronto la noche de aquel día
y mientras Karim sin miedo dormía
cayeron del cielo los misiles de Sión.

Con una puntería basta y certera
redujeron a escombros su madriguera
y Karim nunca más se despertó.

Había muerto y a la vez vencido,
pues nunca lo vieron sometido,
y Karim sabía de su enorme victoria.

Morir por el pueblo es vivir eternamente,
Karim no murió y como combatiente
alcanzó los paraísos de la gloria.

de Aitor Cuervo Taboada,
en Bombas, poemas y otras necesidades, Aitor Cuervo Taboada, 2013.

sábado, 19 de agosto de 2023

FELICES LOS NORMALES

FELICES LOS NORMALES

A Antonia Eiriz
Felices los normales, esos seres extraños.
Los que no tuvieron una madre loca,
un padre borracho, un hijo delincuente,
Una casa en ninguna parte, una enfermedad desconocida,
Los que no han sido calcinados por un amor devorante,
Los que vivieron los diecisiete rostros de la sonrisa
y un poco más,
Los llenos de zapatos, los arcángeles con sombreros,
Los satisfechos, los gordos, los lindos,
Los rintintín y sus secuaces, los que cómo no, por aquí,
Los que ganan, los que son queridos hasta la empuñadura,
Los flautistas acompañados por ratones,
Los vendedores y sus compradores,
Los caballeros ligeramente sobrehumanos,
Los hombres vestidos de truenos y las mujeres de relámpagos,
Los delicados, los sensatos, los finos,
Los amables, los dulces, los comestibles y los bebestibles.
Felices las aves, el estiércol, las piedras.
Pero que den paso a los que hacen los mundos y los sueños,
Las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan
Y nos construyen, los más locos que sus madres,
los más borrachos

de Roberto Fernández Retamar,
en Un pulso que golpea las tinieblas, Partido de la Revolución Democrática (PRD-DF)/Para Leer en Libertad A.C., 2012. 

viernes, 18 de agosto de 2023

Despatriada

Despatriada

No tengo dónde vivir.
Escogí las palabras.
Allá quedan mis libros
Mi casa. El jardín, sus colibríes
Las palmeras enormes
Las apodadas Bismarck
Por su aspecto imponente.
No tengo dónde vivir.
Escogí las palabras.
Hablar por los que callan
Entender esas rabias
Que no tienen remedio.
Se cerraron las puertas
Dejé los muebles blancos
La terraza donde bailan volcanes a lo lejos
El lago con su piel fosforescente
La noche afuera y sus colorines trastocados
Me fui con las palabras bajo el brazo
Ellas son mi delito, mi pecado
Ni Dios me haría tragármelas de nuevo.
Allí quedan mis perros Macondo y Caramelo
Sus perfiles tan dulces
Su amor desde las patas hasta el pelo.
Mi cama con el mosquitero
Ese lugar donde cerrar los ojos
E imaginar que el mundo cambia
Y obedece mis deseos.
No fue así. No fue así.
Mi futuro en la boca es lo que quiero
Decir, decir el corazón, vomitar el asco y la ranura.
Queda mi ropa yerta en el ropero
Mis zapatos mis paisajes del día y de la noche
El sofá donde escribo
Las ventanas.
Me fui con mis palabras a la calle
Las abrazo, las escojo
Soy libre
Aunque no tenga nada.

Octubre, 2021

de Gioconda Belli,
en https://www.caratula.net/poema-despatriada// (27/6/23) // Poema: Despatriada, Carátula.

jueves, 17 de agosto de 2023

Victoria quiero que me cuentes...

Victoria quiero que me cuentes
en este domingo tibio de febrero
qué es lo que has hecho
qué picardías escondes en tu mano
por qué corres de tu madre
a ver, acércate, vamos a hablar
yo te contaré una historia
de niños, muchos niños que viven
en un país sin nombre, en una
tierra cubierta de flores; por las tardes
se escucha el canto de violines
y los niños cantan también
tomados de la mano, bailan
y juegan y asi ya no piensan
más en sus dolores pasados, en sus
penas; en su tierra todo florece, y
las noches son dulces, sabes Victoria,
esta es sólo la última parte de la
historia: la otra nos queda pendiente.
Oye
tu madre nos llama, vamos ya.

de Francisco Lussich,
en Escritos de la cárcel (la expresión poética de los presos políticos), Centro Integración Cultural, Vol.1, 1986.

miércoles, 16 de agosto de 2023

Déjà vu impresionista

Déjà vu impresionista

En el jardín, la joven madre abraza a su pequeña

Es bella la escena, como una pintura impresionista:

Luz de la mañana, cielo despejado.  Bajo el sol
plantas esmeralda     jade     malaquita

y las intensas manchas de colores
de las flores

De cerca, se nota que la madre está llorando
y la pequeña no sabe qué hacer

pues no entiende
que el padre ha echado a la madre de la casa

Sólo está asustada, y consuela a la madre
con sus medias palabras

llorando ella también, sin saber por qué.

de Daisy Zamora,
en https://www.caratula.net/poemas/ (27/6/23) // Poemas, Carátula.

martes, 15 de agosto de 2023

Rincón de haikus - 139

139

un exiliado
lo será de por vida
y de por muerte

de Mario Benedetti,
en Rincón de haikus, Biblioteca Mario Benedetti, epublibre / Cal y canto, 1999.

lunes, 14 de agosto de 2023

Hasta siempre mi amor...

Hasta siempre mi amor.
Hasta siempre compañeros.
El invierno trae frío caliente
y las barricadas nos esperan.
Los militares también esperan.
Hasta la victoria siempre
en la vida o en la muerte

De Alejandro Almeida (detenido-desaparecido el 17 de junio de 1975)
en Alejandro por siempre... amor (Taty Almeida Comp.), BAOBAB, 2016.

domingo, 13 de agosto de 2023

Pudiste haber sido normal

Pudiste haber sido normal

Me reprochaba mi abuelo
Y sin embargo
Siempre sentí ese vértigo
Producto de aquellas
Novelas de aventuras donde
Margarita de Poitiers
Le abría el balcón a
Enrique IV y
Yo me introducía invisible
Mientras él se escurría
Entre sábanas de seda
A tomar para sí
A su dama de terciopelo

Y la Poesía Dios mío
la Poesía
Con aquel intenso sentimiento amoroso
si era Becquer
 
O
Aquellos madrigales embriagándome
Las noches
Y era yo las princesas
de Ruben
Y yo deseaba ardientemente
Que Darío succionara
Mis pezones incipientes
Y fui Matilde o aquella solitaria
Sirena
marcada con colillas de cigarrillo
Del poema de Neruda

Ninguno de esos mundos
me fue ajeno
Ni sor Juana y los miles de
Hombres necios que repetí
Ahíta de resentimiento

Pero las palabras de mi abuelo
Insistían
Pudiste haber sido normal
Haciendo de la cocina
Y el tejido
un arte para
Cazar marido
Pero Ella
la amada
la bien amada
La a veces comprometida
la exiliada
La erótica y sensual
la cancerbera
No me ha dejado ser

de Aida Toledo,
en Para conjurar el sueño - Poetas guatemaltecas del siglo XX (A. Acevedo / A. Toledo), abrapalabra, 1998.

sábado, 12 de agosto de 2023

POESÍA

POESÍA

Y el cielo claro está
como nunca,
que de asombro
no puedo mirarlo
ni disfrutarlo…
la celda oscura
porque ya el hombre
la orden dio
despojarnos aquel derecho.
Mas necesario no resultará
hurgar entre los rincones inexplorados
para encontrarnos
con la sonrisa del día o el llanto de la noche.
Así yo estaré
derramando versos intentados de vida
entre tanta…
tanta muerte premeditada

de Milagros Chávez,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

viernes, 11 de agosto de 2023

Tuvimos muchos señores...

Tuvimos muchos señores,
tuvimos hienas y tigres,
tuvimos águilas y cerdos.
Y a todos los alimentamos.
Mejores o peores, era lo mismo:
la bota que nos pisa es siempre una bota.
Ya comprendéis lo que quiero decir:
no cambiar de señores, sino no tener ninguno.
Sigue la rueda girando.
Lo que hoy está arriba no seguirá siempre arriba.
Mas para el agua de abajo, ay, esto sólo significa
que hay que seguir empujando la rueda.

de Bertolt Brecht,
en Un pulso que golpea las tinieblas, Partido de la Revolución Democrática (PRD-DF)/Para Leer en Libertad A.C., 2012. 

jueves, 10 de agosto de 2023

CONFESIÓN PRIMERA

CONFESIÓN PRIMERA

Me confieso
en el acogedor silencio
de las cosas quietas
y entre las fragancias del pino
y del eucalipto tierno
entre fríos capotes
de enredos tristes
de frailejón y helechos.

Me confieso
con la certeza del corazón
sembrado de dignidad y valentía.
Me confieso con el alma preñada
por las promisorias banderas del amor
que avivan el fulgor
del pueblo sublevado.

Me confieso y digo,
que en mi mente habitan
las manos indias
y las manos negras,
las manos blancas
y las mestizas manos...;
las cósmicas humanas manos
de mis cavilaciones
como eslabones musculados de fe
en el más puro presentimiento
del desvanecimiento pronto
del desconsuelo.

Confieso mi visión confiada
de yacentes penas derrotadas,
abatidas por la pura comunión
de los rebeldes sublevados
con audacia levantados,
decididos,
arrojados,
contra el cruel explotador
que los tuvo subyugados.

Confieso mi dicha
de soñarme escuchando
los acordes del bien,
las sublimes notas y silencios
de la paz sin desgarraduras,
al compás de la idea promisoria
del compartido pan multiplicado,
del pan del trigo colectivo
con calor de pueblo purificado...

Hago mi narración sincera
de modesta devoción
y confieso que mi evocación,
es también,
una provinciana cantata justiciera
que quisiera que no marchiten
las raíces primeras del yaraví
y el lumbalú...,
el abrazo integral de changó
y de Pacha Mama...,
que se avivan junto a los leños
del fuego
racial del universo.

Mi confesión es la convidación
a hacer la marcha de la hermandad,
la caminata de la humildad,
en pos de la verdad
y del anhelo común de la libertad.
Con el fuego del acero
que apunta contra el tirano,
acepta mi llamado, compañero;
construyamos la nueva alborada,
camarada...

Mi confesión es decirte:
camina hermano,
quebremos con la luz del optimismo,
la borrasca de dolores
del campesino huérfano de la tierra
fulminando los grilletes
de la explotación acumulada;
colmemos los odios abismales
que deshollejan el alma...,
colmemos esos odios con aire de paz
y alados sueños de libertad
que desarraiguen el amargor
de las palabras falsas
y la acritud de los silencios
que callan frente al oprobio.

Vamos, vamos de prisa hermano,
con pasión rebelde, camarada,
con el tesoro de la pura verdad
del hombre nuevo en la palabra.
Vamos, vamos a redimir
las flores del amor
y que no nos derrote
el falso esplendor
de la riqueza mezquina.
Vamos a derrotar los desconsuelos
con la honda de David
en la batalla...,
con la persignación de la bondad
en cada pétalo de la humanidad,
ya sin la tentación banal
del maldito capital
en las conciencias.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

miércoles, 9 de agosto de 2023

HAY QUE HACERSE FUERTE

HAY QUE HACERSE FUERTE

Mirar la luz. Coagularse de amor.

Que el otro sea siempre el espejo que
al mirarnos, nos refleje.

Hay que gritar alto después de oír lo
que nos dicen todas las estrellas.

Pero, sobre todo,

hay que estar sentados tranquilos.

de Pilar González España,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

martes, 8 de agosto de 2023

SONARÁN A SILENCIO

SONARÁN A SILENCIO

CONTRA un clavo ardiendo entre los dedos,
contra un sabor hundido por las venas de un muro,
contra esta agonía de trenes fatigados,
contra el estertor sin fin de moribunda escarcha
hay sombras por ruinas tenebrosas,
calderas donde arde la inocencia,
calcinados caminos para un río estrangulado,
empapados sollozos sobre espigas nocturnas.

Se deslizan como una catarata de lamentos neutrales
volcando en nuestra ausencia un reposo de ácidos
y se acercan temblando hacia nosotros
para golpear los labios de una cicatriz abierta.

Es inútil que huyamos olvidando
la ira de las manos de un niño abandonado.
Es inútil dormir junto a los muros
que alternan su firmeza con cabellos ardiendo.
Es inútil morir cortándose las manos
para perder el tacto de una garganta helada.
Es inútil huir entre carbones
para salvar la vida de un color deshonrado.
Es inútil hundirse entre toneles
para no beber la copa de agua ensangrentada.

Es inútil huir porque nos buscan
para hundir nuestros ojos en la arena.
Nos persiguen la hora de los sueños
para enterrar la huida con el alba.
Nos inundan la sangre de gusanos,
nos incendian la sangre con recuerdos
y nos hacen subir a unas ruinas
sobre un pedestal de lutos y de sangre.
Es inútil huir porque la huida
sólo encuentra tabernas desoladas
donde alza su copa nuestra muerte.
Es inútil huir sediento de escaleras
cuando sólo hay vitrinas de niños ateridos.

Un violento latir de bosques desdichados
devora tenazmente las inciertas salidas,
y un nuevo sabor de herencia acuchillada
levanta transparencias a un metal en reposo.

No huid que hay unas manos que aceleran su tacto,
que os llaman blandamente.
Somos nosotros con doloridos pies
los que llegamos a enfermas latitudes
entre meridianos de huesos perseguidos.

Una salud de almena moribunda,
una frialdad de llama amortajada,
un extravío de buques y de cuervos,
no podrán separar nuestras manos.

Sólo entonces,
duro enemigo de la muerte,
tanto derrumbe de dolor y sangre,
tanto incendio de párpados vencidos,
tanto oscuro naufragio de imanes desvelados,
tanta lenta presión de pisadas amargas,
tanta luna seca por alumbrar a un ciego
sonarán a silencio,
a huracanes vestidos como mujeres pálidas,
a incendio de maldad e injusticia.

de Adolfo Sánchez Vázquez,
en Poesía, Fondo de Cultura Económica, 2013.

lunes, 7 de agosto de 2023

para quien tiene poder...

para quien tiene poder
un ejemplo basta
para validar su teoría

para quien carece de poder
ni mil ejemplos bastan
ni mil ejemplos bastan
                ni un millón valdrían

Por Félix Sánchez Durán.


domingo, 6 de agosto de 2023

EL DÍA QUE EL PÚBLICO SE ME LEVANTÓ Y POR QUÉ

EL DÍA QUE EL PÚBLICO SE ME LEVANTÓ Y POR
QUÉ
(8 de mayo de 1970, Coucher College, Maryland)

Así fue que sucedió:
después de la lectura de las antífonas de los salmos
y de la danza de lamentación delante del altar,
y de los dos poemas, “La vida en la guerra” y “¿Cómo
eran ellos?”
comencé mi diatriba
y dije:

Sí, está bien que nos hayamos reunido
en esta capilla para recordar
los estudiantes baleados en Kent State,

pero estemos bien ciertos que sabemos
nuestra reunión es una burla a menos que
recordemos también
a los estudiantes negros baleados en Orangeburg hace dos años,
y a Fred Hampton asesinado en su cama
por la policía hace sólo unos meses.

Y mientras hablaba, la gente
—muchachas, señoras, unos pocos hombres—
comenzaron a levantarse y a dar
la espalda al altar y a salir.

Y yo continué y dije:
Sí, está bien que recordemos
a todos estos, pero estemos bien ciertos
que sabemos que es hipocresía
pensar en ellos a menos
que hagamos nuestras acciones la honra a su memoria,
acciones de resistencia militante.

Para entonces las bancas estaban casi vacías
y yo me volví a mi puesto y un hombre se puso de pie
al fondo de la quieta capilla
(junto a las puertas abiertas de par en par,
donde se nos presentaba el verde de mayo, y las sombras largas
del comienzo de la tarde)
y dijo que mis palabras
habían profanado un lugar sagrado.

Y unos pocos días después
cuando otros estudiantes más (negros) fueron tirados
en Jackson, Mississippi,
nadie profanó la capilla de los blancos
porque para ellos nadie celebró ningún acto.

de Denise Levertov,
en Antología de la poesía norteamericana (Ernesto Cardenal Selección), Ministerio del Poder Popular para la Cultura / Fundación Editorial el perro y la rana, 2007.

sábado, 5 de agosto de 2023

No basta una sola mano para escribir

No basta una sola
mano para escribir

No basta una sola mano para escribir
En los tiempos actuales
se necesitarían dos
y que la segunda
[comprendiera sin demora
los oficios de lo inefable:
bordar el nombre de la estrella
que ascenderá luego del próximo
[apocalipsis
reconocer de entre mil el hilo
[que no rompa
coser en la tela de las pasiones
pañales, capas y mortajas
esculpir el amanecer en una pila
[de inmundicia
No bastan dos manos para escribir
En los tiempos actuales
en que las miserias gruñen
harían falta tres o cuatro
para que la vida se digne visitar
este terrible desierto blanco

de Abdellatif Laâbi,
en Seis poemas de Abdellatif Laâbi (Carlos Vicente-Castro), La Colmena n° 81, enero-marzo de 2014.

viernes, 4 de agosto de 2023

CRUZAR TIERRAS Y MARES

CRUZAR TIERRAS Y MARES

Cruzar tierras y mares
en busca de versos sueltos.

No para las feroces
miradas de los doctos,
sino para que en cualquier parte
un hombre cualquiera,
aunque sea ingenuo
o desconocido,
capte un verso
como un hilo de luz
y se lo grabe en la memoria.

1956

de Serguéi Smirnov,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Traducción: José Santacreu.

jueves, 3 de agosto de 2023

¡Cómo me gusta...

¡Cómo me gusta
esta piel que me acompaña a todas partes!
Hace ya algunos años
que la llevo.

Me ha durado. Es buena.
Mezcla perfecta de indio y europeo
olorosa a pan moreno.

Ya sé
yo no debiera hablar de ella
pero sucede que es la única que tengo.
Me encierra toda
me limita y me une al universo
es húmeda y oscura
recubierta de vello.

Algún día
-si no muero antes
y estalla prematura-
estará cubierta con arrugas
con manchas, con despigmentaciones.

Y cada huella será el recuerdo de estos días
bajo el sol, bajo los besos.

Movediza y libre
bandera de este pueblo autónomo
que me funciona adentro.

de Ana María Rodas,
en Para conjurar el sueño - Poetas guatemaltecas del siglo XX (A. Acevedo / A. Toledo), abrapalabra, 1998.

miércoles, 2 de agosto de 2023

LA SONRIENTE VIOLINISTA DEL CAFÉ

LA SONRIENTE VIOLINISTA DEL CAFÉ

La violinista del café,
Toca y sonríe. Y su violín
Atrae tanta clientela
Como su picaresco sonreír.
Y sus tangos me suenan a elegías.
Pobre muchacha, al exhibirte allí
Tocando hasta las doce de la noche,
Para alegrar los hartos que no pueden dormir,
Sólo me da tristeza tu música de esclava,
Cuyo deber es sonreír.

Desde la caja el amo observa hosco
A la muchacha del violín:
Cada sonrisa suya le trae una moneda;
Y ella olvidó hace rato que debe sonreír.
Sonríete muchacha y cumple con tu amo,
Sonríe y toca tu violín;
Si te hallas triste guarda tus tristezas
Para cuando estés sola, en tu chiribitil.
¡A ver muchacha, si sonríes,
Sonríe y toca tu violín!

de Álvaro Yunque,
en Versos de la calle, Editorial Claridad, 1924.
http://www.alvaroyunque.com.ar/ (7/5/20).

martes, 1 de agosto de 2023

los pasos en mi celda...

los pasos en mi celda
un, dos, tres,
cuatr-un, dos...
caminando...
voy
un, dos, tres,
cuatr-un, dos,
tres,
tres, un, dos,
los pasos por pared,
pared, pared,
coberturas de tiempo
interminable
que se queda con
un...dos, tres,
cuatr-un, dos,
sin sol,
sin mar,
el sol,
el mar,
el cielo, las arenas,
el sol, el cielo, el mar
y las arenas,
el mar, el sol, el cielo,
los mares, las arenas,
el sol, el cielo, el mar,
el mar y las arenas,
el sol, el mar, los cielos,
los cielos, las arenas,
los mares, tú, yo y él,
el sol, el sol
los soles,
un, dos,tres,
cuatr-un, dos,
en mi celda estoy,
toy, voy...

de Pedro Giudice,
en Escritos de la cárcel (la expresión poética de los presos políticos), Centro Integración Cultural, Vol.1, 1986.