Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

sábado, 30 de abril de 2022

Celebración del cuerpo

Celebración del cuerpo

Amo este cuerpo mío que ha vivido la vida,
su contorno de ánfora, su suavidad de agua,
el borbotón de cabellos que corona mi cráneo,
la copa de cristal del rostro, su delicada base
que asciende pulcra desde hombros y clavículas.

Amo mi espalda pringada de luceros apagados,
mis colinas translúcidas, manantiales del pecho
que dan el primer sustento de la especie.
Salientes del costillar, móvil cintura,
vasija colmada y tibia de mi vientre.

Amo la curva lunar de mis caderas
modeladas por alternas gestaciones,
la vasta redondez de ola de mis glúteos
y mis piernas y pies, cimiento y sostén del templo.

Amo el puñado de pétalos oscuros, el oculto vellón
que guarda el misterioso umbral del paraíso,
la húmeda oquedad donde la sangre fluye
y brota el agua viva.

Este cuerpo mío doliente que se enferma,
que supura, que tose, que transpira,
secreta humores y heces y saliva,
y se fatiga, se agota, se marchita.

Cuerpo vivo, eslabón que asegura
la cadena infinita de cuerpos sucesivos.
Amo este cuerpo hecho con el lodo más puro:
semilla, raíz, savia, flor y fruto.

de Daisy Zamora,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.90, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

viernes, 29 de abril de 2022

La realidad

La realidad

La realidad no se desvanece
como se desvanecen los sueños.
Ni ruidos ni timbres
la dispersan,
ni gritos ni estruendos
la interrumpen.

Las escenas en los sueños
son equívocas y ambiguas,
lo que se puede explicar
de muy distintas maneras.
Lo real representa lo real,
por eso es mayor su misterio.
 
Para los sueños hay llaves.
La realidad se abre sola
y no se deja cerrar.
Por el resquicio se asoman
certificados y estrellas,
se derraman mariposas
y almas de viejas planchas,
gorros sin sus cabezas
y los cráneos de las nubes.
De esto surge un acertijo
que no tiene solución.

Sin nosotros no habría sueños.
Aquel sin quien no habría realidad
no es conocido,
y el producto de su insomnio
se contagia a todo el que despierta.

No deliran los sueños,
delira la realidad
aunque sea por la insistencia
con que se aferra
al curso de los acontecimientos.

En los sueños aún vive
nuestro difunto reciente,
goza de buena salud,
se ve incluso más joven.
La realidad tiende ante nosotros
su cuerpo sin vida.
No retrocede ni un paso.

Los sueños son tan ligeros
que la memoria se los quita de encima fácilmente.
La realidad no tiene que temerle al olvido.
Es un hueso duro de roer.
Nos trae de cabeza,
nos pesa en el alma,
se nos enreda en los pies.

No hay escapatoria,
la realidad nos acompaña en cada huida.
Y no hay una estación
de nuestro itinerario
en la que no nos espere.

de Wislawa Szymborska,
en https://revista.poemame.com/2019/10/08/seis-poemas-de-wislawa-szymborska/ (27/2/22).
Trad. Gerardo Beltrán

jueves, 28 de abril de 2022

miércoles, 27 de abril de 2022

TODO EL MUNDO LO DICE

TODO EL MUNDO LO DICE

La máquina dice:
"De seguir por este camino
me convertiré en una mera máquina"

El torturador dice: "Hay límites
que uno no puede traspasar
sin convertirse en un torturador"

El mutilado dice: "Verdaderamente
vivo mucho mejor
que toda esa gente con brazos,
piernas, sexos excedentes"

El extraviado dice: "Diría
desde luego que ya he estado por aquí
en más de una ocasión"

La muerte dice: "Soy la única
que puede abrigar la razonable certidumbre
de no estar muerta".

de Jorge Riechmann,
en El corte bajo la piel, Editorial Bitácora, 1994.

martes, 26 de abril de 2022

HABLARÉ POR VOSOTROS

HABLARÉ POR VOSOTROS

Hablaré por vosotros.
Excavaré con mi palabra hasta encontraros
en las sangrantes raíces sumergidas
de vuestros corazones enterrados.
Hablaré por vosotros.
Reconstruiré la voz de vuestros labios,
su semilla final, la de aquel grito
constelado de estrellas y balazos.
Hablaré por vosotros.
Y extenderé el secreto que os dejaron
en la oquedad terrible de los ojos
la voz estremecida de los astros.
Hablaré por vosotros.
Jamás olvidaré aquellas madrugadas,
los últimos abrazos, las gargantas
de vuestra dignidad amordazadas.

de Marcos Ana,
en Contra - Poesía ante la represión, Coordinadora Anti-represión Región de Murcia, 2016.

lunes, 25 de abril de 2022

Aves de paso

Aves de paso

Sí. Eso somos
Pero nos hemos acostumbrado
a comportarnos como monumentos.
Y así nos va.
 
de Elvira Hernández,
en https://www.zendalibros.com/10-poemas-de-elvira-hernandez/ (28/3/2022).

domingo, 24 de abril de 2022

Desdelincuentización

Desdelincuentización

(Nota: El lector deberá leer esto con su mejor cara de árbol)

Nichos olvidados de la sociedad,
¡Desdelincuentícense!
Que las virtudes son serenas
Y eternas las cárceles
Omnipresentes las obsesiones
¡Ay, dolor! ¡Libertad que te desangras!

Destrastornemos tu alma
Pequeño protohumano
De mente atormentada
¡Desatornillemos los cuerpos calavéricos!
¡Apretemos los amortiguadores de la angustia!
Perseguí las tetas
Como dos postrecitos

ERES UN AGENTE SECRETO CONTRA LOS NAZIS
Una canción de tu infancia
La primera vez que hiciste el amor
.desesperación sin rumbo temblores pulso 9000 transpiración jadeos mirar para todos lados angustia deseo exasperado de que exista dios.
Paz. paz. paz. paz. paz.
¡Casi violencia de tanta paz!
Vodka de Chernobyl
...Sanación...
¿Sanación?

Sanación
Sí, sí. Sanación.
 
de Nahuel Maid,
en Poemas del patetismo inusitado 4315, Edición de autor, S/F.

sábado, 23 de abril de 2022

su abuelo ocultaba las palabras nuevas...

su abuelo ocultaba
las palabras nuevas
en un cajón del escritorio
de su despacho

ella sabía dónde buscarlas
y de pequeña se colaba
para probarlas
cuando su abuelo no estaba

sacaba de a una por vez
para que su abuelo
no lo notara

(23/abril - Día Mundial del Idioma Español)

Por Félix Sánchez Durán.

viernes, 22 de abril de 2022

NADIE SABÍA

  NADIE SABÍA

(22 de abril de 1870)

Era un día como tantos otros, natural y corriente,
envuelto en una bruma gris.
Severa sonaba la voz potente
del guardia en la esquina.
En la catedral, el arcipreste oficiaba
orgulloso del brillo del solideo.
Por la puerta de la taberna,
desde el amanecer, iban y venían los borrachos.
En el mercado se insultaban las vendedoras
zumbando como moscas en tomo a la miel,
y las burguesas se alborotaban, sin despegar la vista de las piezas de tela,
entre los puestos donde se vende el percal.
Un mujik miraba con muda tristeza
la puerta de una oficina
frente a un fragmento del “manifiesto”,
que amarilleaba sobre un tablero descolorido.
En la atalaya el bombero daba vueltas
como una fiera encadenada,
y los soldados, bajo una granizada de blasfemias,
cumplían órdenes a campo abierto.
Una hilera de carretas reptaba hacia el rio.
Los cargadores enharinados se desplazaban de un lado a otro.
Unos gendarmes conducían
bajo custodia a un estudiante andrajoso.
Un obrero con sus copas en el estómago
chillaba
“¡Pobre estudiante, que te vaya bien!”
... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Nadie tenía idea, nadie
en toda Rusia, cargada con su cruz milenaria,
sabía que en un día tan corriente como ese
en Rusia... había nacido Lenin.

22 de abril de 1927

de Demián Biedni,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Versión: Nicanor Parra.

jueves, 21 de abril de 2022

La pequeña Mirta desapareció

La pequeña Mirta desapareció

¿Cómo desapareciste, hijita?
Mirta… Mirta… Llené el mundo,
sembré el mundo con tu pequeño nombre.
Y no te encontraron.

¿Quién te arrebató, hijita?
¿Qué alas te alzaron desde la vida?
Interrogo a los caminos cada día.
«¿No oísteis quizás unos pasitos? Era muy liviana.»
Ellos se ahogan en polvo
y no responden.

¿Quiénes te arrebataron, hijita?
Si los cielos lo hicieron,
¿cómo pudieron hacerlo?
¿Cómo podían amarte
más que tu padre?

Interrogo a las brisas —a ellas que vienen de lejos,
de las tierras, de los mares.
«Eran unas palabritas que perfumaban a lilas,
¿no las oyó alguna de ustedes?»
Ellas gimen como pájaros golosos. Y se marchan.

¿Cómo desapareciste, hijita?
Pregunto a las hojas, las barcas, los vapores.
A los brotes que salieron de la nada. A las nubes.
«¿No visteis acaso una carita? Era muy pálida».
Y ellos callan.

¿Cómo desapareciste, hijita?
Mis ojos te habrían encontrado
aun sin luz.
Aun sin luz, mis dedos te habrían tocado.
Entonces, ¿cómo desapareciste?
¿Cuándo creció tanto el mundo
como para que pudieras desaparecer en él?

Yo te habría hallado.
Aunque fueras tan pequeña como una pelusita,
aunque fueras más liviana que una mariposa,
aunque fueras como la llamita de una vela,
yo te habría hallado, pequeña Mirta.

¿Por qué callas? ¿Por qué callas, hijita?
Si no puedes cantar,
si no puedes decir que me llamen,
entonces llora, hijita.
Y mis oídos te habrán de encontrar.
Aunque no vuelvan ya a escuchar jamás otra música,
ninguna otra música en el mundo.

de Menelaos Ludemis,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

miércoles, 20 de abril de 2022

Informe

Informe

Se han estudiado todos los datos del problema.
Se han hecho mil diez fotos. Se han tomado medidas
del lugar del suceso y cuanto le rodea.
Se han aplicado al reo las técnicas modernas
sin peligro de vida, con médica asistencia.
Después, previo el permiso, se ha machacado el cráneo,
pues algo debe haber que sigue allí secreto.
No se ha encontrado nada que valiera la pena
para hacer racional el supuesto misterio
aunque se ha recurrido a lo pluscuamperfecto.
Pero no hay criminal que no acabe gritando.
Vamos a examinar a su madre y sus hijos
de un modo humanitario aséptico-anestésico.
Se trata de estudiar, porque es fundamental,
cómo pueden surgir monstruos tan disconformes
como este que estudiamos, no del todo anormal.
Hay que estudiar a fondo a su madre, y salvar
si es posible a sus hijos, operando en directo
esos tiernos cerebros, quizás aún corregibles.
Es una gran empresa super-occidental
que ejercemos en nombre de la Humanidad.

de Gabriel Celaya,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

martes, 19 de abril de 2022

Nada ocurre dos veces

Nada ocurre dos veces

Nada ocurre dos veces
y nunca ocurrirá.
Nacimos sin experiencia,
moriremos sin rutina.

Aunque fuéramos los alumnos
más torpes en la escuela del mundo,
nunca más repasaremos
ningún verano o invierno.

Ningún día se repite,
no hay dos noches iguales,
dos besos que dieran lo mismo,
dos miradas en los mismos ojos.

Ayer alguien pronunciaba
tu nombre en mi presencia,
como si de repente cayera
una rosa por la ventana abierta.

Hoy, cuando estamos juntos,
vuelvo la cara hacia el muro.
¿Rosa? ¿Cómo es la rosa?
¿Es flor? ¿O tal vez piedra?

¿Y por qué tú, mala hora,
te enredas en un miedo inútil?
Eres, pues estás pasando,
pasarás —es bello esto.

Sonrientes, abrazados,
intentemos encontrarnos,
aunque seamos distintos
como dos gotas de agua.

de Wislawa Szymborska,
en https://culturainquieta.com/es/arte/literatura/item/17842-nunca-ocurre-dos-veces-un-poema-sobre-la-fugacidad-de-la-vida-de-wislawa-szymborska.html (27/2/22).

lunes, 18 de abril de 2022

GIRÓN DE BANDERA

GIRÓN DE BANDERA

¡Ah, cómo el alma de dolor se cierra
cuando le arrancas su ilusión dichosa!
Lástima que entre carne tan hermosa
ni una chispa de espíritu se encierra.

Turbios los ojos con el llanto siento,
¡ah! pero es fuerza que te diga adiós.
¡Adiós! La inmensidad del sentimiento
no se alimenta de materia, ¡no!

Y aunque mi vida de dolor estalla
viéndote nada más que una quimera,
te amo como al girón de la bandera
destrozada en el campo de batalla.

de Ricardo Gutiérrez,
en Poesías líricas, La cultura argentina, 1916.

domingo, 17 de abril de 2022

El corazón del poema

El corazón del poema

el uni-verso

De Roberto Jorge Santoro,
en Presentes, Ministerio de Educación, 2015.

sábado, 16 de abril de 2022

Empleado del mes (II)

Empleado del mes (II) 

Bajó
Higienizó sus manos
Ató su pelo
Se vistió
Limpió la copa con un trapo
Acomodó el mantel
Descendió los cuatro escalones
Atravesó el gran salón
Levantó un par de trípticos con canciones a su paso
Llegó al portón
Salió
Cerró con llave
Dejó un par de monedas a los mendigos de siempre
Y se marchó a su hogar
Sin distracción alguna

Mañana, hay que madrugar antes de la salida del sol

Por Félix Sánchez Durán.

NO ME BESES LAS MANOS

NO ME BESES LAS MANOS 

No me beses las manos, hermanita, estas manos 
pecadoras y sucias, 
han estado en contacto con miserias sin nombre 
y ya saben de todas las caricias impuras. 

Estas manos recogen el dinero del barro 
—¿y el dinero es la dicha?— 
hermanita ha de serlo porque en ti se convierte 
en tu pan, tu reposo, tu salud, tu alegría. 

Pero tú no comprendes el dolor que me agobia 
ni el horror que me inspiran estas manos impuras; 
hermanita, no quiero que las beses, no quiero 
ver que rozan tus labios, manos de prostituta.

de César Tiempo,
en Clara Beter - Versos de una..., Editorial Rescate, 1977.

viernes, 15 de abril de 2022

SEAMOS REALISTAS

SEAMOS REALISTAS

en este sitio
nadie cuenta
estrellas
por la noche.

de David González,
en El demonio te coma las orejas, Biblioteca Omegalfa, 2020.

LA VIRGINIDAD PRODUCE

LA VIRGINIDAD PRODUCE

cáncer,

vacúnate.

Son las primeras palabras que vas a leer
al entrar en la celda en la que vas a tirarte
los tres próximos días. El período,
como lo llaman aquí. Cinco palabras
dispuestas de esa forma, en ese orden concreto,
con la única intención de meterte el miedo
por el culo, acojonarte,
como si no lo estuvieras ya bastante.

Las han escrito en el tabique que separa
la taza del váter y el lavabo del resto de la celda.
La taza no tiene tapa. La cisterna no tiene
ni agua
ni cadena. El lavabo está sucio, y atascado,
y                     el resto de la celda, es precisamente eso:
resto, restos de la inmundicia
que te han dejado de recuerdo
otros que pasaron por aquí primero que tú:

mantas picajosas, llenas de pelos,
colillas,
periódicos atrasados

y                     revistas pornográficas,
con las páginas pegadas entre sí por escupitajos
amarillentos
de semen reseco,

y                      además, en las paredes, en el techo, en la puerta,
por todas partes, escritas con la llama del mechero
o con el mango afilado de una cuchara,
cantidad de frases:

Odio y muerte a los maderos.

Prohibido escupir en el suelo.

No llores por no ver el sol
pues tus lágrimas te impedirán ver las estrellas.(1)

La virginidad produce cáncer,

vacúnate.

Entonces te subes a la ventana (vete
acostumbrándote a llamarla por su nombre:
perlacha), te subes a la perlacha
y                      echas un vistazo al patio:

unos mendas disputan un partido de futbito;
otros dan vueltas, con las manos a la espalda,
como si todavía llevaran puestas las esposas;

otros están sentados, contándose milongas;
y                 hay uno que se apoya en la ventanilla del economato
y                             que va vestido con un traje de baño
de esos que imitan la piel de un leopardo.

La virginidad produce

cáncer,

vacúnate.

de David González,
en El demonio te coma las orejas, Biblioteca Omegalfa, 2020.
(1) Versos de Rabindranaz Tagore.

jueves, 14 de abril de 2022

Canto de esperanza

Canto de esperanza

Algún día los campos estarán siempre verdes
y la tierra será negra, dulce, y húmeda.
En ella crecerán altos nuestros hijos
y los hijos de nuestros hijos...

Y serán libres como los árboles del monte
y las aves.

Cada mañana se despertarán felices de poseer la vida
y sabrán que la tierra fue reconquistada para ellos.

Algún día...

Hoy aramos los campos resecos
Pero cada surco se moja con sangre.

de Daisy Zamora,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.90, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

miércoles, 13 de abril de 2022

Restos

Restos

¿Encontraremos los pelos de la vergüenza
las escamas óseas de una verdad agrietada
la vértebra de nuestra historia?

¿Estará en algún lugar del territorio
la mano de la justicia o solo seremos pasto
y gente que escobilla sus trajes?

¿Algo de valientes plaquetas quedará
en la sangre fresca –algunas palabras–
o solo seremos pala de sepultureros?

Los niños corren en busca del Tesoro Escondido
de su Pasado.

¿Los detendremos?

Sí.

Los arrojaron al mar
Y no cayeron al mar
Cayeron sobre nosotros.
 
de Elvira Hernández,
en https://www.zendalibros.com/10-poemas-de-elvira-hernandez/ (28/3/2022).

martes, 12 de abril de 2022

Tu voz está oscura...

Tu voz está oscura...

tu voz está oscura
de besos que no me diste/
de besos que no me das/
la noche es polvo de este exilio/

tus besos cuelgan lunas
que hielan mi camino/y
tiemblo
debajo del sol/ 

de Juan Gelman,
en Debí decir te amo, Planeta, 1997.

lunes, 11 de abril de 2022

Los arriendos

Los arriendos

Hace varios años,
señor tata cura,
que vengo escuchando
tu sermón de Pascua;
cada año la misma
procesión doliente,
y la misma queja
que se va del alma.

Cada año la tierra
desnuda y sedienta
nos quita el granero,
nos priva del agua;
y en la altiplanicie
pastores y arrieros
bebemos las gotas
piadosas de tu habla.

—Amados hermanos—
nos dices, sumiso.
—Amados hermanos:
tengamos paciencia,
recemos por todos
un Ave María,
roguemos al cielo
por nuestras haciendas.

Amados hermanos,
repiten los cerros,
como conmovidos
por nuestras plegarias;
hasta las estrellas
tiemblan más medrosas,
y la luna llena
se pone más blanca.

Hace varios años,
señor tata cura,
que vengo escuchando
tu sermón de Pascua;
cada año las mismas
gotas de mis ojos,
y la voz que triste
muere en mi garganta.

Mas hoy, ya no puedo
quedarme en silencio;
de adentro me dicen
que grite con ganas,
y adentro yo tengo,
señor tata cura,
mis padres ancianos,
mi esposa, mis guaguas.

Los otros, quién sabe,
tal vez no los tengan,
y si los tuviesen...
yo no digo nada;
sólo Dios, que es grande,
dirá si merecen
guardarles respeto,
mirarles la cara.

Ayer, por la tarde,
llegaron al rancho,
con botas lustrosas
y espuelas de plata;
a mi cacchicito,
que salió a torearlos,
de cuatro balazos
tiráronle antarca.

Apenas me pude
reponer del susto,
cuando me gritaron:
—¡Coya mala traza,
pagá los arriendos
si no quieres verte
más pobre que el diablo
que perdió las astas!

Y como temblando
yo les contestase:
—Perdón, por ahora,
me encuentro sin plata,
sin otros centavos
que estos brazos fuertes
que pueden servirles
para cualquier changa...

Los hombres de botas,
sin oír mis ruegos,
en cuatro minutos
quemaron mi casa...
Señor tata cura,
déme unos remedios
para estos guascazos
que tengo en la cara.

de Domingo Zerpa,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

domingo, 10 de abril de 2022

nadie sabrá que estuvimos (fragmento) - poemas cortos...

poemas cortos,
papel de cigarros;
poemas largos...

de fsd,
en nadie sabrá que estuvimos.

nadie sabrá que estuvimos (fragmento) - poco digo...

poco digo al torturador
porque poco de mí queda por ser dicho
el pis calienta mis piernas
aunque luego dará frío
ya no valgo para ellos ni un metro cuadrado de celda
tampoco el plomo ni el vicio
un detenido hará el pozo para mí
otro detenido por él hará lo mismo

de fsd,
en nadie sabrá que estuvimos.

sábado, 9 de abril de 2022

Fin y principio

Fin y principio

Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.

Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.

Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.

Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.

Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.

A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.

Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.

Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.

Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.

En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.

de Wislawa Szymborska,
en https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-wislawa-szymborska/ (27/2/22).
Traducción de Abel A. Murcia

viernes, 8 de abril de 2022

Balada de la Sirenita

Balada de la Sirenita


de Carmen Natalia (Martínez Bonilla),
en Alma Adentro, UCMM, 1981. 

jueves, 7 de abril de 2022

Telegrama

Telegrama

nohaytiempoparperdeltiempescribasíqtoyapuradoxsimmuero!!!!

de Nahuel Maid,
en Poemas del patetismo inusitado 4315, Edición de autor, S/F.

miércoles, 6 de abril de 2022

HAND-MADE IN INDIA

HAND-MADE IN INDIA

Una alfombra para mi chica.
Pequeña, de colores vivos,
para que me recuerden sus pies cada mañana.
Me costó menos de tres mil pesetas
en cierto comercio del barrio viejo:
hand-made in India.

Luego leo en el diario
que tengo una posibilidad sobre tres de que fuera tejida
por los dedos ágiles de un niño esclavo
capaz de estar sentado horas y horas
en la misma postura
lo que supone incrementos de productividad importantes.

Hand-made in India,
su cuerpo tuerto,
sus manos desflecadas.
El mundo se ha venido
haciendo tan pequeño que es difícil
guardar la mínima distancia de higiene necesaria
frente a la explotación
y nuestras digestiones se resienten.
En algún momento he sido condenado al infierno
pero otros cumplen la condena por mí.

Casa de muchos pisos
sin escalera, y un sótano sellado
donde a veces me hundo para no respirar.

de Jorge Riechmann,
en El corte bajo la piel, Editorial Bitácora, 1994.

martes, 5 de abril de 2022

Los 10 mandamientos

Los 10 mandamientos

1.
Amarás
Al Establishment
Sobre todas las cosas.

2.
No tomarás
Ayuda social
Para progresar.

3.
Santificarás
La jornada laboral
De doce horas.

4.
Honrarás
A tu Patrón.

5.
No matarás
A nadie
Sobre tu nivel social.

6.
No reclamarás aumento
Ni indemnización.

7.
No robarás al Patrón
Ni a la Oligarquía.

8.
No acusarás
Ni darás testimonio
Contra el Poder.

9.
No consentirás pensamientos
Ni deseos
De ascenso social.

10.
No codiciarás
Los bienes ajenos
(Y olvídate
De tener
Los propios).

Por Félix Sánchez Durán.

lunes, 4 de abril de 2022

Historia (fragmentos)

Historia (fragmentos)

Historia, ¿vas a mencionarnos,
en tus viejos pergaminos?
Trabajamos en talleres y oficinas,
nuestros nombres no sonaban mucho.

Labrábamos los campos, olíamos fuerte
a cebollas y sudor.
Y a través de los bigotes, con rencor,
maldijimos la vida que llevábamos.
(…)
En nuestro hogar nuestros padres predicaban:
«Así será por siempre jamás».
Pero nosotros rugíamos y escupíamos
su estúpida filosofía.

Dejábamos la mesa sin comer.
Huíamos de las casas y allí,
al aire libre, sentíamos las vibraciones
de algo nuevo, brillante y hermoso.

Cuán ansiosamente esperábamos
en cafés llenos de gente.
Y volvíamos tarde por la noche
con los últimos comunicados.
(…)

Pero en tus infinitos volúmenes
debajo de cada letra y cada línea
nuestra pena va a asomar su duro rostro.
(…)
Porque la vida sin piedad
con su zarpa de bestia
golpeó nuestros rostros hambrientos.
Y es por eso que hoy es áspera mi voz.

Por eso los poemas que hoy escribo
en las horas que robo al sueño
no tienen la gracia del perfume
sino un breve y lacerante ritmo.

Por nuestros sufrimientos
no pedimos recompensas.
Ni queremos nuestros retratos
en los tomos de tus obras.

Pero cuenta nuestra historia simplemente
a aquellos que no vamos a ver.
Y di a los que nos reemplacen
que luchamos con valor.

de Nicolás Vaptzarov,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

domingo, 3 de abril de 2022

Inventario

Inventario

Antes que la luz apaguen
Es necesario
Mantener el orden
Girar la vista
Reconocer los objetos
Tan queridos
Tan inmóviles ahora
Ver las fotos
(pegadas solamente arriba)
Sonreiría muy fugazmente
Tiernamente
A un recuerdo que es necesario
Que sea fugaz
Ahora sí
Muy seguros en las frazadas
Se puede tachar un día más
y prepararse para mañana
Porque aunque sea
Con los dientes apretados
Hay que seguir 
Diciéndole SI a la vida.

de Hugo Leyton,
en Escritos de la cárcel (la expresión poética de los presos políticos), Centro Integración Cultural, Vol.1, 1986.

sábado, 2 de abril de 2022

DRIPPING BLOOD

 DRIPPING BLOOD

La muerte viene ahogada en su propio vómito
se droga, se prostituye, se lacera
fuma porquerías y se maltrata a sí misma,
silencia los ultrajes que le infieren las religiones
deambula por las guerras
desoye los gritos de clemencia
arrasa también con las mujeres burguesas
defeca sobre el corazón
de los que luchan contra el envejecimiento
acumula cuerpos en las trincheras
camina desnuda por el fuego
juega con armas
se desfallece de alegría sobre faunas cadavéricas
practica su ajedrez con los trasplantados
se amputa, se mutila, se viste de negro
se zambulle sobre esqueletos
y se ahoga en océanos de sangre
corre por las noches llenando la oscuridad
y cuando parece que se ha ido agonizante
siempre resucita y se recupera intacta
para acudir a besarte
para venir a buscarte.

Bernal, 02 de abril de 2015

de Germán Mastellone,
en Trepanaciones y otros laberintos terrestres - Un teorema incompleto de la memoria y el olvido, Edición de autor, S/F.

Veterano de Malvinas

Veterano de Malvinas

A Gustavo Caso Rosendi
y Martín Raninqueo.

No es extraño que una bomba enemiga
me despierte en medio de la noche,
llenando de esquirlas mi recuerdo.
Felizmente, la mujer que duerme a mi lado
tiene un aire sereno y protector
y su contacto me libera de la pesadilla.
Atrincherado entre las sábanas,
hundo, entonces, mi rostro en el surco de sus pechos
y me duermo de nuevo como un chico
hasta que otra bomba vuelve a despertarme.

De César Cantoni,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.112, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.

viernes, 1 de abril de 2022

Despedida de un paisaje

Despedida de un paisaje

No le reprocho a la primavera
que llegue de nuevo.
No me quejo de que cumpla
como todos los años
con sus obligaciones.

Comprendo que mi tristeza
no frenará la hierba.
Si los tallos vacilan
será sólo por el viento.

No me causa dolor
que los sotos de alisos
recuperen su murmullo.

Me doy por enterada
de que, como si vivieras,
la orilla de cierto lago
es tan bella como era.

No le guardo rencor
a la vista por la vista
de una bahía deslumbrante.

Puedo incluso imaginarme
que otros, no nosotros,
estén sentados ahora mismo
sobre el abedul derribado.

Respeto su derecho
a reír, a susurrar
y a quedarse felices en silencio.

Supongo incluso
que los une el amor
y que él la abraza a ella
con brazos llenos de vida.

Algo nuevo, como un trino,
comienza a gorgotear entre los juncos.
Sinceramente les deseo
que lo escuchen.

No exijo ningún cambio
de las olas a la orilla,
ligeras o perezosas,
pero nunca obedientes.
Nada le pido
a las aguas junto al bosque,
a veces esmeralda,
a veces zafiro,
a veces negras.

Una cosa no acepto.
Volver a ese lugar.
Renuncio al privilegio
de la presencia.

Te he sobrevivido suficiente
como para recordar desde lejos.

de Wislawa Szymborska,
en https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-wislawa-szymborska/ (27/2/22).
Traducción de Gerardo Beltrán