Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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domingo, 17 de diciembre de 2023

La voz del Hierro.

La voz del Hierro.

(VERSOS ESCRITOS PARA SER LEÍDOS EN UN MITIN PRO-PRESOS)

Como en los grandes días de batalla,
Como en los días de los grandes duelos,
Rodeando un estandarte de justicia
Y la bandera de su amor al viento,
Las huestes de la luz, las proletarias,
Se agitan hoy llamadas por un trueno.
— Que la voz del presidio ha resonado
En el jigante corazón del pueblo
Como un rudo dolor hecho tormenta,
Quizá mañana tempestad de fuego, —
El crimen es de muchos, los cobardes
Tienen la culpa de que sufra el pueblo,
Los que vacilan ante el bien y tienen
Para el mal, como un cómplice, el silencio.
No todos los pesares sepultados
Quedarán en la noche del misterio
Si para cada transgresión de arriba
Hubiera abajo algún rumor siniestro,
Si para cada infamia hubiera un rayo,
Para cada injusticia un escarmiento.

República en el nombre, factoría
En realidad la tierra de Moreno,
No hay en ella más ley que la ignorancia
Y tan sólo una fuerza: la del miedo.
Que de traición, de dolo y de mentira
Son amasijo los caciques nuevos,
Llevados al poder por la fortuna
Sostenidos allí por los protervos,
Que han cambiado las flechas por el mauser
Y de Gatriel las hordas por ejércitos.
( ¡Sombras de Moctezumas y Atahualpas
Yo no quiero insultaros en mi verso!)

¡El hombre juzga al hombre! En la comedia
Suele ser la sentencia un vilipendio;
Dase el caso que un bárbaro borracho
Arroja en una cárcel al obrero
De la vida; los zánganos aplauden.
Los valientes, los ínclitos, los buenos.
Alzan su voz preñada de amenazas,
Amenazas tendidas á los vientos
Como si fueran gallardetes rojos
Clavados en la punta de un acero.

Y entonces, siendo justos, siendo fuertes.
En nombre de una fe, de un gran derecho
Van despertando amores que dormían,
Á romper el impávido silencio
Que rodea la tumba de los vivos
Más triste que la tumba de los muertos.
— Que la crueldad del hombre para el hombre
Es la eterna vergüenza de los tiempos.
Es el borrón más grande de la vida.
Es de todas las sombras el compendio. —

Invocando vindictas, sancionadas
Por la brutal estupidez del medio
El crimen se castiga con el crimen
¡Y también la inocencia de los buenos !
¿Quién sofoca las fuentes de la vida?
¿Quién hace ley del bárbaro tormento?
Hablan los vivos de sus tumbas; dicen:
— Esos que son tiranos de los pueblos.
Y contesta el cantor sonando á triunfo:
— ¡Contra la ley de los tiranos, hierro!

de Alberto Ghiraldo,
en La joven literatura hispanoamericana, Librería Armand Colin, 1906.

viernes, 24 de noviembre de 2023

Al pasar.

Al pasar.

— ¡Señor! ¡Por caridad! Y su voz era
La voz de la desgracia sollozante,
Esa voz que palpita en las gargantas
Como el canto fatídico del hambre.

Él subió al coche, recogió la manta,
Gritó al cochero, le indicó una calle:
¡Tascó el freno el bridón y partió rápido
Salpicando con barro al miserable!

de Alberto Ghiraldo,
en La joven literatura hispanoamericana, Librería Armand Colin, 1906.

viernes, 3 de noviembre de 2023

La Voz del que destruye.

La Voz del que destruye.

Bajo el rojo pendón de la venganza
Trepemos á la cumbre de los odios
Y en medio á los sangrientos episodios
Esparzamos al aire la esperanza.

Seamos como el dolor: fuertes, fecundos;
Armémonos de todos los rencores
¡Pero abramos la flor de los amores
Sobre el desquicio loco de los mundos!

de Alberto Ghiraldo,
en La joven literatura hispanoamericana, Librería Armand Colin, 1906.

lunes, 1 de mayo de 2023

1° DE MAYO

 1° DE MAYO


de Alberto Ghiraldo,
en Ideas y Figuras (Madrid), Año I, n°1, 1918.
http://americalee.cedinci.org/wp-content/uploads/2017/03/IyF_Madrid_n1_1_mayo_1918_.pdf (25/7/21).


martes, 28 de marzo de 2023

República en el nombre...

República en el nombre, factoría
En realidad la tierra de Moreno,
No hay en ella más ley que la ignorancia
Y tan sólo una fuerza: ¡la del miedo!"
¡Que de traición, de dolo y de mentira
Son amasijo los caciques nuevos
Llevados al poder por la fortuna
Sostenidos allí por los protervos,
Que han trocado las flechas por el máuser
Y de Catriel las hordas por ejércitos!
(¡Sombras de Moctezumas y Atahualpas
Yo no quiero insultaros en mi verso!)

de Alberto Ghiraldo,
en La tiranía del frac... (Crónica de un preso), Biblioteca Popular de "Martín Fierro", 1905.

sábado, 11 de marzo de 2023

Un palacio flotante...

Un palacio flotante, encantado,
Surcando las aguas;
Un pesar en la frente y arriba
Sin nubes el cielo con astros de plata.

Es el cuadro. La noche ha caído
Y con ella germinan nostalgias
En el fondo del pecho del bardo
Que está prisionero, que es libre y que canta!

La tristeza no está en el ambiente,
La llevamos metida en el alma.
¡Es preciso arrojarla hacia el cielo
Sin nubes, que brilla con astros de plata!

de Alberto Ghiraldo,
en La tiranía del frac... (Crónica de un preso), Biblioteca Popular de "Martín Fierro", 1905.

sábado, 25 de febrero de 2023

Ante la infamia y el dolor sonrío...

Ante la infamia y el dolor sonrío.
Es mi sonrisa una arma de combate
Cuando, en tropel, la vida que me inunda
—Puerta de gloria,— por mi boca sale.

Esperaba tu carta como un triunfo.
Y cuando ella llegó más altanera,
Más implacable aún fué mi sonrisa
Para el sayón armado de mi puerta!

de Alberto Ghiraldo,
en La tiranía del frac... (Crónica de un preso), Biblioteca Popular de "Martín Fierro", 1905.

viernes, 3 de febrero de 2023

Niño que vas por el arroyo...

Niño que vas por el arroyo
—Pies descalzos, sombra errante
Cuerpo haraposo; —tu eres
Un símbolo; sobre el torrente
Del mal que aflije á los pueblos
Flota tu figura hermosa y dolorida: aún nadie
Te habló así, tan cara á cara, tan claro
Que su voz fuera un cristal
A cuyo través tu vieras
Como en el fondo de un mar
Tranquilo, tus ojos puros;—
Puros y ardientes, pues solo
Han visto dolor. —Tu mano
Pon en la mía. Yo quiero
Que tú, para siempre, sepas
Que hay una cosa más grande
Que la Caridad. No digo
que te han engañado, solo
Te haré una advertencia. Nunca
Tuve, como hoy, serenidad para hablar
Y  valor. El hombre
Va conociendo verdades.
No la verdad. Y á medida
Que lo hace
Las trasmite a sus hermanos
Si no lo detiene el miedo,
El miedo torvo, que á veces
Paraliza lengua y brazos, aunque nunca haya podido
Atajar la luz. Escucha.
Una religión de muerte
Te habló de amor, esperanza
Y dulzura. No podía
Darte nada, bien que todo
Te ofreciera amenazando. Si fuerte
Levantabas tus soberbias
De niño-hombre, con castigos
Formidablemente infames,
Fruto de enfermas cabezas,
Trataba de constreñirte, envilecerte ó matarte;
Pero si débil y triste
Te entregabas al capricho
De sus dogmas, con un premio
Tan celeste cual futuro
Deformaba tu cerebro invalidando por siempre
Tu espíritu,—que el amor
Te lo imponían a fuego
Lento, la esperanza á golpes
Y la dulzura con hiel. ¡De cariño tal
La caridad, —flor de fango, —nació para hacer más víctimas
Que pejes tuvo la mar
Y aves el bosque! Yo sé
Que esto te asombra y te crispa,
Pero sé también que aún
Puedes salvarte salvando
A la raza. Tiene hambre
De verdad. La que ayer fué,
Hoy es vieja. Ibsen lo ha dicho.
Nuestra verdad hoy es otra: Solidaridad se llama!
No Caridad o injusticia
Que cuando no humilla, resta
Energías al que toma
Y aumenta la vanidad, el orgullo y la avidez
Del que dá lo que no es suyo.
Yo no te doy nada; mira
GAVROCHE amigo, —tal vez
Compañero de mañana, —mi voz
Te suena á campana nueva, —lo es
Para tu oído, —si quieres
Levantar tu frente al cielo
Tienes que pisar muy fuerte
La tierra en que estás, el hombre
Marcha ufano á la conquista
De una ciudad, la del Buen
Acuerdo; para ir
Hasta ella, tiene el bravo
Que cruzar zarzas ardientes,
Derribar monstruos, luchar,
Cuerpo desnudo, con todas
Las fuerzas que se le opongan
Y vencerlas. Fijate
Que esta condición no puede
Eludirse. Ahora GAVROCHE
—Pies descalzos, sombra errante,
Cuerpo haraposo —¿te animas
A entrar en lucha? Derecho
Tienes á vivir y mueres.
Eres diamante en el barro!
Condenado á sucumbir
Por un órden que es desórden
Hecho á favor de una casta
Que te oprime, que te explota y te aniquila
Al amparo de esa misma religión, cómplice ha tiempo
Pues su verdad se hizo vieja...
GAVROCHE yo te hablo en nombre
De una verdad, de la que hoy
Conocemos y si así
No lo hiciera te engañara
Sabiendo. Bien ¡yo no quiero
Engañarte! Tienes dos
Caminos para seguir:
Serás esclavo ó rebelde
Según elijas; ahora
Si no quieres ser esclavo
Juntos marcharemois, yo
Soy rebelde!

de Alberto Ghiraldo,
en La tiranía del frac... (Crónica de un preso), Biblioteca Popular de "Martín Fierro", 1905.

domingo, 22 de enero de 2023

Yo no sé someterme...

Yo no sé someterme; los esclavos
Viven así dolientes y sumisos;
Yo tengo la alegría de mis cóleras:
¡Nadie puede quitarme lo que es mío!

de Alberto Ghiraldo,
en La tiranía del frac... (Crónica de un preso), Biblioteca Popular de "Martín Fierro", 1905.

martes, 13 de septiembre de 2022

NOCHE DE INVIERNO

NOCHE DE INVIERNO

I.

Cruzo las calles bajo la sombra.
La ciudad duerme; cae lluvia fina
Y un viento frío corta la lluvia;
Sobre los vanos la arremolina,
Juega con ella, la alza en retazos
Hasta la altura de las cornisas;
De allí desciende, resbala, loco,
Por la cubierta de una catrina
Y al fin, bramando, la azota, ciego,
Contra la cara de una mendiga! 

II.

Voy de paseo bajo la sombra.
Allá, a lo lejos, cual la pupila
De un monstruo, vése una luz; es roja
Como la sangre, por eso brilla
Con tanta fuerza, por eso irradia
Sin que la opaque la lluvia fina.
La luz que avanza, color de sangre,
A un carro negro sirve de insignia.
Nos encontramos en el camino,
Y al encontrarnos mis ojos miran:
¡Miran y saben que el carro negro
Lleva el cadáver de la mendiga!

de Alberto Ghiraldo,
en Música Prohibida, Edición de "Ideas y Figuras", 1914.

lunes, 16 de agosto de 2021

El canto del rencor

El canto del rencor


de Alberto Ghiraldo,
en Ideas y Figuras (Buenos Aires), Año I, n°1, 1909.
http://americalee.cedinci.org/wp-content/uploads/2016/06/iyf_n1_13_mayo_1909.pdf (25/7/21).

viernes, 9 de abril de 2021

UMBRA

UMBRA

Hoy á* mi corazón nada le dicen
Con su cantar eterno,
Esas olas bravías
Que en las rocas estériles se estrellan
Entonando salvajes armonías.
Á* mi cansado espíritu no alumbra
Ya esa línea de fuego
Que abre la nube en noche de tormenta
y que al herir sobre la faz del mundo
Cual rayo de venganza
Parece el latigazo de su afrenta.
¡Oh recuerdos de ayer! ¿Por qué ya no hablo
Con las voces del trueno y del torrente?
Algo ha muerto en mi sér*; ya no palpita
Mi corazón como antes ¡sólo sombras,
Donde brillar debiera
La luz del porvenir, la1uz fulgente!
Sombras ¡ay! de una noche prematura
Que desplomada cae sobre mi frente.

¿Por qué no canto al arte y á* la patria,
Al amor y la gloria?
¿Por qué los triunfos de la humana vida
No me arrancan un grito de victoria?
¿Por qué como un inválido me entrego
Cuando puedo luchar y levantarme?
¿Por qué en la lid del pensamiento, noble,
No disputo un laurel? ¿Por qué es mi musa,
Una joven de blanca cabellera,
Con fuego en las pupilas,
La faz desencajada
y el cuerpo doblegado,
Cual si el pesó de un siglo sostuviera?
¿Por qué vivo en la sombra,
En ruda indiferencia encastillado,
Renegando de todo, del presente
y de todos los tiempos, como un ente
En mi propio dolor amortajado?

Si hay sangre en mis arterias, mucha sangre,
Si hay luz en mi cabeza,
¿Por qué cobarde, á* mi dolor me rindo?
¿Por qué me mata la inmortal tristeza?
¿El sol de la ilusión ya no me alcanza?
¿He nacido cansado, sin anhelos,
Ó* en mí ha nacido muerta la esperanza?
¿Por qué siempre la voz de un fatalismo
Como una maldición en mi alma siento,
Sirena del dolor que eternamente
Canta el himno triunfal del desaliento?...

¡Ah sí! Pero qué importa,
¡Qué importa que la nieve
De los años no cubra mi cabeza!
Vivo mis ilusiones enterrando,
y hace ya mucho tiempo, mucho tiempo,
Que aquí, en mi corazón, está nevando.

Pero, ¡no sé llorar! Y río... río,
Cuando, infeliz, oculto
Aquí en mi pobre corazón, yo llevo
Engendrado el hastío.
Y callo, callo, y si rugiendo llega
Al labio la blasfemia envenenada,
Sé ahogarla en un sollozo, y el sollozo
Convertirlo en estoica carcajada.
.....................................
¿Queréis entrar en mi alma? ¿Queréis verla?
¿Queréis saber qué pena me tortura?
Aquí está mi dolor, aquí en mis versos,
¡Ellos son porta-voz de mi amargura!

de Alberto Ghiraldo,
en Fibras, Pablo E. Coni e Hijos, 1895.
*Del original.

lunes, 15 de marzo de 2021

Mis harapos

 Mis harapos

Caballero del ensueño, tengo pluma por espada
mi palabra es el alcázar de mi reina la ilusión
mi romántica melena, así lacia y mal peinada
es más bella que las trenzas enruladas de Ninón.
Tengo un primo. El es rico, poderoso, bien querido
yo soy pobre, soy enfermo, pienso, escribo y sé soñar
y una noche, de esas noches tan amargas que he sufrido
mis harapos con su smoking se rozaron al pasar.

Me miró como al descuido: no dejó su blanca mano
se estrechara con la mía contagiándole calor,
él su smoking lo vestía ¡mi elegante primo hermano!
y alejóse avergonzado de su primo el soñador.
EI helado cierzo a ratos arreciaba incompasivo
yo sentía frío adentro, frío afuera y todo así;
y arrimándome a una puerta rompí en llanto convulsivo
y llorando como un niño ¡como un hombre maldecí!

Vas rozando las hilachas de mis trágicos harapos
una mueca de ironía mi miseria te arrancó;
¡También ríen en los charcos los inmundos renacuajos
cuando rozan el plumaje de algún cóndor que cayó!
Arquetipo inconfundible de tartufos que disfrazan
con el corte irreprochable de algún smoking o frac.
Tu eres primo ¡el arquetipo! ¡mis orgullos te rechazan!
¡déjame con mis harapos! ¡son más nobles que tu frac!

de Alberto Ghiraldo,
en https://campodemaniobras.blogspot.com/search/label/Poes%C3%ADa%20anarquista (6/12/20).

martes, 16 de febrero de 2021

¡CARNAVAL!

¡CARNAVAL!

¿Oyes ese rumor que a la distancia
Se parece a un gemido?
¿Sientes el monstruo cuyas voces pueblan
El espacio inmedido?
Es el pueblo de santos ideales
Que grita enloquecido,
El pueblo soberano que se aturde
Con su propio alarido.
¡Es el pueblo que vaga por las calles
Mendigando el olvido,
Es el pueblo infeliz que se divierte
Y que marcha sin rumbo haciendo ruido!

de Alberto Ghiraldo,
en Música Prohibida, Edición de "Ideas y Figuras", 1914.

miércoles, 13 de enero de 2021

La diana

La diana

Diana. La cárcel despierta.
Otra vez ruido de hierros;
el crugir* de los cerrojos
y el andar del carcelero.
Todo hiere nuestro oído
con sones de algo siniestro.
Triste nos pone la diana,
más que el golpe de los hierros...
¡Que la diana es canto fúnebre,
cuando vibra en un encierro!

de Alberto Ghiraldo,
en La canción del deportado, Fernando Fé, 1929.
*Del original.

martes, 1 de diciembre de 2020

Los pistoleros de Barcelona

Los pistoleros de Barcelona

I

En la calma solemne se eleva un canto.
Es el canto del día, loco y sangriento;
el veneno explosivo que el desencanto
ha vertido en las almas como un tormento.
En la calma solemne dice así el canto:

II

"¡Somos los pistoleros de Barcelona!
¡Somos los terroristas de la comarca!
¡Ante todos se cuadra nuestra persona,
y en el rojo atentado va nuestra marca!
¡Somos los pistoleros de Barcelona!

¡Con la "Star" en la mano no hay dios que pueda
resistir al empuje de nuestro aliento!
Por nosotros la angustia sembrada queda
al paso de las hordas de este momento.
¡Con la "Star" en la mano no hay dios que pueda!

La venganza nos lleva por el camino
que conduce a la cumbre de los dolores.
Y hoy forzar pretendemos nuestro destino
porque así lo han querido los opresores,
la venganza nos lleva por el camino...

¡No hay inocentes!—dice la voz de abajo
contra el grito de arriba que nos ultraja—.
Y por eso queremos cortar de un tajo
la cadena ominosa que nos rebaja.
¡No hay inocentes!—dice la voz de abajo."

III

El poeta que escucha quédase triste
pensando que en el odio nada se funda;
que si un manto de sangre la ciudad viste
ha de hacerse ese manto noche profunda.
El poeta que escucha quédase triste.

de Alberto Ghiraldo,
en La canción del deportado, Fernando Fé, 1929.

viernes, 13 de noviembre de 2020

El grito redentor

El grito redentor

¡Nadie ha podido dominar mis iras!
Los hierros para mí no son barreras!
¡Yo me alzo sobre el mal y las mentiras!
¡Mi cerebro ha borrado las fronteras!

¡Y libre, frente al sol de la esperanza,
desde mi celda canto! ¿Quién sofoca
el ardor de mi sangre? ¿Quién alcanza
a detener el grito de mi boca?

¡El grito redentor que me ahogaría
si no saliera por la boca mía!

de Alberto Ghiraldo,
en La canción del deportado, Fernando Fé, 1929.

jueves, 29 de octubre de 2020

MADRE ANARQUÍA

MADRE ANARQUÍA

I

Porque tu amor ofendieron;
Porque tu albura mancharon
Los que no te conocieron.
Y porque te calumniaron,
¡Madre!
Porque estás en el martirio
y el adversario en acecho
Ha clavado en su delirio
Cien espadas en tu pecho.
¡Canto!
¡Canto, madre, tu amargura!
Yo soy tu poeta y canto.
¡El fuego de mi locura
Ha de abrillantar tu llanto!

II

Porque el montón de bribones,
Azuzados en la noche
Por impúdicos sayones,
Te ha arrojado su reproche.
¡Madre!
Porque ignara muchedumbre
De lacayos y rufianes
Pretende apagar la lumbre
Que emerge de tus volcanes.
¡Canto!
(¿Vejarte? ¡No! No pudieron
¡Ya lo sé! Mas te amargaron:
¡Ebrios te desconocieron
Y sicarios te insultaron!)

III

Porque tu hermoso camino
Hay quien quiere ensombrecer,
¡Cual si una fuerza, un destino
Se pudiera entorpecer!
¡Madre!
Porque, bárbaros, te niegan;
Porque, cobardes, te ofenden;
Claudicantes te reniegan
Y, torpes, no te comprenden.
¡Canto!
¡Canto, madre, tu amargura!

IV

Y canto por que estás triste,
Y canto por que estás sola
Y a tu alrededor subsiste
La violencia de la ola.
Ola de odio, ola inconsciente,
Ola impura, ola sin luz.
¡Ola igual a la demente
Que fué a quebrarse en la Cruz!
Fariseos de este instante,
Cristo no ha resucitado:
¡Cristo está siempre, triunfante,
En la cruz, crucificado!

de Alberto Ghiraldo,
en La Literatura Social en la Argentina (Álvaro Yunque), Editorial Claridad, 1941.

miércoles, 30 de septiembre de 2020

En la celda

En la celda

Una idea, un sentimiento:
El hombre en su plenitud.
Cuatro paredes: la celda.
Un cerrojo: el de la luz.

Toques de clarín. Silencio.
Cada preso en su ataúd.
¡Y en cada ataúd la vida
brotando en chorros de luz!

de Alberto Ghiraldo,
en La canción del deportado, Fernando Fé, 1929.



martes, 29 de septiembre de 2020

Hacia la cárcel

Hacia la cárcel

I

De cárcel en cárcel voy.
Guardia y yo: todos armados.
Cada cual con su instrumento...
Ellos van con sus fusiles
y yo con mi pensamiento.

Marcho, firme, entre cadenas.
Un niño es mi compañero.
¡Y es un ladrón y es mi hermano!
Lo siento cuando su piel
toca la piel de mi mano.

¿Soy un hombre o una fiera?
¡Me hacen dudar los sayones!
De cárcel en cárcel voy.
¡Quién dijera que este he sido!
¡Quién dijera que este soy!

¿De esta manera se paga
mi amor a la humanidad?
¡Otros pagaron también
y eran mejores que yo!
¡Cristo pagó y pagó bien!...

¡Falsos cristianos de España,
el bueno murió en la cruz,
con su carne hecha pedazos!
¡Si volviera, volverían
a colgarle de los brazos!

¿Aún falta algo? ¡Estoy dispuesto!
¡Nada mi entereza quiebre!
¿Mi vida? ¡Tomadla ya!
¡Si la sangre es redención,
la mía vertida está!

¿La raza es hidalga? ¿Sí?
¿Entonces no es expresión
de la raza esta crueldad?
Si yo soy la fiera ahora,
ellos, ¿qué son? ¿La piedad?...

¡Ironía de las cosas!
El guardián menos cruel,
el que aleja más ultrajes
de mi persona, ha nacido
allá, en tierra de salvajes...

¡Es africano! Y yo veo
que en el fondo de su sér*
hay un resto de ternura.
¡Agua límpida brotada
quién sabe de qué amargura!

II

¿España? ¡No! No es España
la que me clava en la cruz
con tan enorme vileza.
¡Son sus sicarios cobardes
indignos de su grandeza!

III

Cuando pase mi dolor,
cuando mi calvario pase,
¿todo estará como entonce*?
¡Nada estará como estaba!
¡Sólo mi alma, que es de bronce!

¡Bronce para resistir
la fuerza de los tiranos;
bronce para rechazar
toda la infamia que quieran
sobre mi nombre arrojar!

(En viaje de conducción, de la cárcel
de Madrid a la de Barcelona, pasando
por la de Zaragoza.-29 de Septiembre
de 1921.)

de Alberto Ghiraldo,
en La canción del deportado, Fernando Fé, 1929.
*Del original.