Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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sábado, 20 de abril de 2019

Canto triste a la patria bien amada

Canto triste a la patria bien amada

Patria...
y en la amplia bandeja del recuerdo,
dos o tres casi ciudades,
luego,
un paisaje movedizo
visto desde un auto veloz:
empalizadas bajas y altos matorrales,
las casas agobiadas por el peso de los años y la miseria
la triste sonrisa de las flores
que salpican de vivos carmesíes
las diminutas sendas...

Una mujer que va arrastrando su fecundidad tremenda,
un hombre que exprime pacientemente su inutilidad,
los asnos y los mulos,
miserable coloquio del hueso y pellejo;
las aves de corral son pluma y canto apenas,
el sembrado sombra,
lo demás es ruina...

Patria,
es mi corazón un acerico
en donde el recuerdo va dejando
lanzas de bien aguzadas puntas
que una vez clavadas temblorosas quedarán
por los siglos de los siglos

Patria,
sin ríos,
los treinta mil que vió Las Casas
están naciendo en mi corazón...

Patria,
jaula de bambúes
para un pájaro mudo que no tiene alas,

Patria,
palabra hueca y torpe
para mí, mientras los hombres miren con desprecio los pies sucios y arrugados
y maldigan las proles largas,
y en cada cruce de camino claven una bandera
para lucir sus colores nada más...

Mientras el hombre tenga que arrastrar
enfermedad y hambre,
y sus hijos se esparzan por el mundo
como insectos dañinos,
y rueden por montañas y sabanas,
extraños en su tierra,
no deberá haber sosiego,
ni deberá haber paz,
ni es sagrado el ocio,
y que sea la hartura castigada...

Mientras haya promiscuidad en el triste aposento campesino
y sólo se coma por las noches,
a todo buen dominicano hay que cortarle los párpados
y llevarle por extraviadas sendas,
por los ranchos,
por las cuevas infectas
y por las fiestas malditas de los hombres...

Patria...
y en la amplia bandeja del recuerdo,
dos o tres casi ciudades,
luego,
un paisaje movedizo,
visto desde un auto veloz:
empalizadas bajas y altos matorrales.

de Héctor Incháustegui,
en Poesía armada, Agermanament, 1976.