Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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miércoles, 11 de octubre de 2023

Esquelas

Esquelas

mi abuela
tiene la manía
de sentarse a leer
las esquelas del periódico
todos los días
después de fregar
los cacharros de la comida.
las repasa una y otra vez,
como si estuviera estudiando
para un examen,
y hay veces
que no puede evitar
que se le escape
un suspiro de alivio
al comprobar
que ni su nombre
ni sus apellidos
están escritos
en ninguna de ellas,
aunque luego
siempre te diga:

llegar a esta edad
no se lo deseo
ni a mi peor enemigo.

de David González,
en https://www.zendalibros.com/11-poemas-de-david-gonzalez/ (15/7/23).

sábado, 9 de septiembre de 2023

Pesadillas

Pesadillas

«y el acabar de estar soñando
cuando nos vamos a acostar».
MANUEL MACHADO

últimamente
mis sueños
suelen ser
auténticas
pesadillas.

mejor así.

no me asusto
tanto
al despertar.

de David González,
en https://www.zendalibros.com/11-poemas-de-david-gonzalez/ (15/7/23).

sábado, 26 de agosto de 2023

El rey de las lágrimas

El rey de las lágrimas

«llanto: el alimento que él come».
LOUIS ZUFOFSKY

en la cama,
con las manos cruzadas por detrás de la cabeza,
con la ventana abierta,


que mis amigos me vendieron
como carne en la carnicería,

que mis amigas tenían muy buena cara
pero muchas puñaladas;

y sé

que ese coche
que está aparcando
no lo conduzco yo,

que ese perro
que ladra
no es mi perro,

que ese niño
que grita
no es mi hijo,

que esa mujer
que se ríe
no es la mía,

que esa puerta
que se abre
no es la de mi portal,

que esa persiana
que se baja
no es la de mi habitación;

y sé también

que pronto oscurecerá
y que yo, una vez más, un día más, no tendré
ni fuerzas
ni ánimos

para levantarme

y encender

la luz.

de David González,
en https://www.zendalibros.com/11-poemas-de-david-gonzalez/ (15/7/23). 

viernes, 15 de abril de 2022

SEAMOS REALISTAS

SEAMOS REALISTAS

en este sitio
nadie cuenta
estrellas
por la noche.

de David González,
en El demonio te coma las orejas, Biblioteca Omegalfa, 2020.

LA VIRGINIDAD PRODUCE

LA VIRGINIDAD PRODUCE

cáncer,

vacúnate.

Son las primeras palabras que vas a leer
al entrar en la celda en la que vas a tirarte
los tres próximos días. El período,
como lo llaman aquí. Cinco palabras
dispuestas de esa forma, en ese orden concreto,
con la única intención de meterte el miedo
por el culo, acojonarte,
como si no lo estuvieras ya bastante.

Las han escrito en el tabique que separa
la taza del váter y el lavabo del resto de la celda.
La taza no tiene tapa. La cisterna no tiene
ni agua
ni cadena. El lavabo está sucio, y atascado,
y                     el resto de la celda, es precisamente eso:
resto, restos de la inmundicia
que te han dejado de recuerdo
otros que pasaron por aquí primero que tú:

mantas picajosas, llenas de pelos,
colillas,
periódicos atrasados

y                     revistas pornográficas,
con las páginas pegadas entre sí por escupitajos
amarillentos
de semen reseco,

y                      además, en las paredes, en el techo, en la puerta,
por todas partes, escritas con la llama del mechero
o con el mango afilado de una cuchara,
cantidad de frases:

Odio y muerte a los maderos.

Prohibido escupir en el suelo.

No llores por no ver el sol
pues tus lágrimas te impedirán ver las estrellas.(1)

La virginidad produce cáncer,

vacúnate.

Entonces te subes a la ventana (vete
acostumbrándote a llamarla por su nombre:
perlacha), te subes a la perlacha
y                      echas un vistazo al patio:

unos mendas disputan un partido de futbito;
otros dan vueltas, con las manos a la espalda,
como si todavía llevaran puestas las esposas;

otros están sentados, contándose milongas;
y                 hay uno que se apoya en la ventanilla del economato
y                             que va vestido con un traje de baño
de esos que imitan la piel de un leopardo.

La virginidad produce

cáncer,

vacúnate.

de David González,
en El demonio te coma las orejas, Biblioteca Omegalfa, 2020.
(1) Versos de Rabindranaz Tagore.

jueves, 31 de marzo de 2022

DENOMINACIÓN DE ORIGEN

DENOMINACIÓN DE ORIGEN

La misma palabra lo dice: cárcel.
Diminutivo de cárcel: reformatorio.
Sinónimos de cárcel: penal,
presidio, correccional, penitenciaría
(los dos últimos incluyen matiz de regeneración).
Prisión es palabra escogida o forense.
Se la conoce también por otros nombres:
talego (el más extendido),
maco, trullo, trena (germanismo).
Los gitanos la llaman estaribel,
o                       estar,
que viene a ser lo mismo pero abreviando.
Sin embargo,
cuando estás dentro de una,
cuando te encuentras allí metido,
el nombre es lo de menos,
no tiene mayor importancia,
lo único que cuenta es que siempre, en todo momento,
es
una cárcel.

de David González,
en El demonio te coma las orejas, Biblioteca Omegalfa, 2020.

viernes, 4 de marzo de 2022

DEPÓSITO LEGAL

DEPÓSITO LEGAL

Me lo dijo mi madre.
A ella también se lo dijeron:

Escúcheme, señora, yo
lo único que puedo garantizarle
es que su hijo ha entrado
vivo
aquí.
Ahora bien,
lo que ya no sé,
lo que ya no puedo asegurarle
es cómo va a salir.

Se lo dijo
el director de la provincial.
Mientras se lo estaba diciendo,
fuera,
en el patio de la segunda galería,
estaban a punto
de bajarse al Rana.
El Rana, de rodillas,
atragantándose con sus propias lágrimas,
suplicando
por su vida:

¡Por favor, tío!
¡No me mates!
¡Por lo que más quieras!
¡No me mates!
¡Haré todo lo que tú me pidas!
¡De legal, tío! ¡Todo!
¡Te lo juro por mis hijos!
¡Por todos mis muertos!
¡Pero por favor!
¡Por favor te lo pido!
¡No me mates!

La primera mojada,
con un pincho sacado de la pata de una cama,
un conan,
le entró por la boca abierta,
le atravesó la lengua, la garganta
y                     salió por la espalda.
La segunda se la espetaron en la nuca.
Le rompió los dientes
y                     terminó de reventarle
la cabeza.

de David González,
en El demonio te coma las orejas, Biblioteca Omegalfa, 2020.

jueves, 8 de octubre de 2020

El prestidigitador

El prestidigitador

Era del tiempo de mis abuelos. 
El general. El prestidigitador. 
Tenía artritis. En las manos. 
Y                    le dolían. 
Le dolían como un hijo a una madre. 
Las manos. 
Porque las tenía llenas de cadáveres. 
El general, el prestidigitador. 
Y                   ya no podía hacerlos 
desaparecer. 

De David González,
en Los 43 - Poetas por Ayotzinapa, Ana Matías Rendón Edición, 2015.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Los censores

Los censores

mientras leo que

en el real monasterio
de san lorenzo
de el escorial
había una sección concreta
de libros prohibidos
que
para evitar
que alguien
pudiera leerlos
habían sido
cosidos

la imagen que se me aparece
la visión poética
si se puede decir así
es la de unas manos
agujas de verdugado
hilo de bramante
y           los labios
de cualquiera de nosotros.

de David González,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

lunes, 12 de noviembre de 2018

La hora de pelear

La hora de pelear

No digas que No.

Sí puedes cambiar el mundo.

Sólo precisas
un brazo,
                          una mano,
                                                   piedras.

Éstas son mis piedras.

Llevo el pelo largo.

Me salto los semáforos en verde.

Me enfrento en duelos de miradas
siempre que la autoridad competente me desafía.

En el autobús, le cedo el asiento a los niños:
los mayores ya tuvieron su oportunidad
y          no supieron, o no quisieron, aprovecharla.

No uso gafas de sol:
no me avergüenzo de mis lágrimas
y          cuando hablo con alguien
le hablo a los ojos.

No miro a nadie por encima del hombro
y          eso que mido 1 metro con 85 centímetros.

No hablo de lo que no sé.

No hablo.
Escribo.

Escribo poemas.

Éstas son mis piedras, parte de ellas.

Piensa en las tuyas,
y          recuerda:

brazo,
                    mano,
                                           piedras,

pero,
sobre todo,



el gesto.

de David González,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

viernes, 12 de octubre de 2018

El cuchillo

El cuchillo

ellas venían de grecia
y          yo de monterroso
del centro penitenciario
de cumplir tres años

coincidimos en el tren
compartiendo asiento
con dos reclutas de permiso
que me hicieron recordar
que yo aún tenía pendiente
el servicio a la patria

ellos pusieron la priva
ellas dos el papeo
y          yo las drogas: hachís
y          tabletas de cafersona
estimulante a base de
cafeína y nitroglicerina

antes de bajarse en oviedo
me regalaron un cuchillo
de cortar pan de plata
que habían comprado
en una de las islas griegas
en corfú
si la memoria no me engaña

yo seguí para gijón
libré la mili
y          algunos años después
en un crucero de lujo
atravesé el mar egeo
y          visité grecia
y          dos de sus islas: mykonos
y          katakolon

del cuchillo no sé qué fue

desde aquel viaje en ferrocarril
no he vuelto a tener nada que ver
con cuchillos

y          el pan

lo parto con la mano

de David González,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

La maica

La maica

no tiene piños.
Le han caído todos.
Por culpa del caballo primero
y          por la mierda de comida
del talego después.

Así la chupas mejor,
le decimos todos. 
La Maica está desdentada,
y          eso quizá influya en su voz,
una voz
que le viene
que ni pintada
para arrancarse por bulerías.

El Richard se asoma a la perlacha
cada noche,
después del recuento,
y          se pone a gritar:

¡Maica! ¡Esa Maica!
¡Cántanos algo! ¡Venga!

Ella se hace la loca,

¡Esa Maica bonita!
¡Venga! ¡Cántate una!

pero siempre acaba
por hacerle caso.

El picoleto de la garita
deja de pasear
de un lado para otro,
se apoya contra el muro,
pone encima su fusil,
enciende un truja
y          escucha en silencio
esa voz sin dientes
que nos muerde a todos
el corazón.

de David González,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

domingo, 12 de agosto de 2018

Historia de España: nudo

Historia de España: nudo

Un nudo. Esto, explica la anciana,
fue lo último que hizo mi padre
con sus propias manos. Un nudo.

Piénsalo.

Es lo último que hace ese hombre
con sus propias manos.

No estrecha entre sus brazos
a su madre, a su hermano o a un amigo.
No acuna en ellos a su hija recién nacida.
Tampoco le acaricia las nalgas a su mujer,
ni le acaricia los pezones, los pechos,
las mejillas, el pelo tan siquiera… No,

con ellas, con sus propias manos,
lo último que le permiten hacer a ese hombre
antes de fusilarle
y          arrojarlo a una fosa común es

Un nudo, repite la anciana
para las cámaras de televisión
de un canal de historia. Historia
de España:          de un tajo,

el entierramuertos cortó el cordel
que el padre de la anciana
se había atado alrededor del tobillo
para responder así a la pregunta
que horas antes le había hecho su mujer:

¿y          cómo vamos a distinguir tu cuerpo
entre todo ese montón de cadáveres?

Mientras aparecen los títulos de crédito,
la anciana le da un beso al cordel,
y          luego devuelve a su caja de pino
este nudo
que todavía nadie, repito, nadie, se ha molestado

en deshacer.

de David González,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

jueves, 12 de julio de 2018

Tinta

Tinta

Mi otro abuelo
estuvo preso en Oviedo.
En la cárcel provincial.
Después de la guerra.

Todas las mañanas
colgaban una lista
en la puerta de entrada de la cárcel.
En esa lista estaban escritos
los nombres y los apellidos
de todas las personas
a las que el día anterior
habían puesto contra el paredón
o          dado muerte
mediante garrote vil.

Imagínate a tu abuela,
me decía mi padre,
sin saber leer ni escribir,
conmigo en brazos,
preguntando a gritos
a las otras mujeres
si tu abuelo
se había convertido

en tinta.

de David González,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

martes, 12 de junio de 2018

Los hombres del saco

Los hombres del saco

a ciertos niños,
como a nuestras madres rojas,
antes de vendernos,
nos cortan el pelo al rape,
como si tuviéramos liendres.

a ciertos niños,
como a los americanos nativos,
antes de vendernos,
nos cortan el pelo al cero,
como si tuviéramos piojos,
y          se nos prohíbe, además, hablar
en la lengua de nuestros antepasados.

a ciertos niños,
como también a los caballos,
antes de vendernos,
nos miran la dentadura
y          nos cuentan los dientes,

y         muchas mentiras también.

de David González,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

sábado, 12 de mayo de 2018

El propietario

El propietario

Él determinaba
a qué hora se podía salir
y          a qué hora había que entrar.

Él te indicaba
a quién le podías abrir la puerta
y          a quién le podías dar con ella en las narices.

Él señalaba
cuál era tu sitio en la mesa,
en qué momento te sentabas a ella
y          en qué momento te podías levantar.

Él decidía
cuando se apagaban las risas
y          se callaban las luces.

La casa de mi padre
era la casa de mi padre.

No la mía.

de David González,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.

jueves, 12 de abril de 2018

Las manos

Las manos

Las manos,
me decían mis padres
antes de sentarme
a la mesa a comer,
lávate bien
las manos.

No alcanzaban
a comprender
que los niños
las tenemos siempre
limpias.

de David González,
en Once poetas críticos en la poesía española reciente (Enrique Falcón, coord.), Baile del sol, 2007.