Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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domingo, 29 de noviembre de 2020

DEFENSA DE MADRID, DEFENSA DE CATALUÑA

DEFENSA DE MADRID, DEFENSA DE CATALUÑA

1
Madrid, corazón de España,
late con pulsos de fiebre.
Si ayer la sangre le hervía,
hoy con más calor le hierve.
Ya nunca podrá dormirse,
porque si Madrid se duerme,
querrá despertarse un día
y el alba no vendrá a verle.
No olvides, Madrid, la guerra;
jamás olvides que enfrente
los ojos del enemigo
te echan miradas de muerte.
Rondan por tu cielo halcones
que precipitarse quieren
sobre tus rojos tejados,
tus calles, tu brava gente.
Madrid: que nunca se diga,
nunca se publique o piense
que en el corazón de España
la sangre se volvió nieve.
Fuentes de valor y hombría
las guardas tú donde siempre.
Atroces ríos de asombro
han de correr de esas fuentes.
Que cada barrio a su hora,
si esa mal hora viniere,
—hora que no vendrá—, sea
más que la plaza más fuerte.
Los hombres, como castillos;
igual que almenas, sus frentes,
grandes murallas sus brazos,
puertas que nadie penetre.
Quien al corazón de España
quiera asomarse, que llegue.
¡Pronto! Madrid está cerca.
Madrid sabe defenderse
con uñas, con pies, con codos,
con empujones, con dientes,
panza arriba, arisco, recto,
duro, al pie del agua verde
del Tajo, en Navalperal,
en Sigüenza, en donde suenen
balas y balas que busquen
helar su sangre caliente.
Madrid, corazón de España,
que es de tierra, dentro tiene,
si se le escarba, un gran hoyo,
profundo, grande, imponente,
como un barranco que aguarda.
Sólo en él cabe la muerte.

2
¡Catalanes: Cataluña,
vuestra hermosa madre tierra,
tan de vuestros corazones
como tan hermana nuestra,
con un costado en el mar
y entre montes la cabeza,
soñando en sus libertades
sus hijos manda a la guerra.
Camino de Zaragoza,
frente a los muros de Huesca,
por los llanos de Toledo,
por toda la España entera,
va la sangre catalana
sonando al son de su lengua!
Mas para seguir sonando
el son de lo que tú sueñas,
nunca olvides, Cataluña,
que a Madrid, lejos, lo acechan
miradas del enemigo
que darle muerte quisieran.
Muerto Madrid, catalanes,
¡qué invasión, qué turba negra,
qué prostituida, oscura,
qué cruel, qué extraña leva
de gentes intentarían
forzar tus gallardas puertas!
Si ahora Madrid es el centro,
corazón de la pelea,
parados sus firmes pulsos,
tú serías la cabeza,
el cuello más codiciado,
la más codiciada prenda.
¡Qué festín de generales
borrachos, ante una mesa
donde por blancos manteles
se usarán ropas sangrientas!
¡Nunca, bravos catalanes!
Jamás vuestra independencia
debe servirse en banquetes
a monstruos de tal ralea.
La libertad catalana ¡sabedlo!
en Madrid se juega;
fábricas, ciudades, campos,
montes, toda la riqueza
de vuestro país, y el mar
que lo ilumina y le entrega
barcos que al tocar las costas
se vuelven de plata nueva.
¡Pueblo catalán, vigila!
¡Pueblo catalán, alerta!
Con el corazón de España,
solo corazón de tierra,
catalanes, yo os saludo:
¡Viva vuestra independencia!

(El Poeta en la calle)

de Rafael Alberti,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

jueves, 15 de octubre de 2020

GALOPE

GALOPE

Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.

¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

A corazón suenan, resuenan, resuenan
las tierras de España en las herraduras.
Galopa, jinete del pueblo,
caballo cuatralbo,
caballo de espuma.

¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie;
que es nadie la muerte si va en tu montura.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
que la tierra es tuya.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!

(Capital de la Gloria)

de Rafael Alberti,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

domingo, 9 de agosto de 2020

Un fantasma recorre Europa...

Un fantasma recorre Europa...

…y las viejas familias cierran las ventanas,
afianzan las puertas,
y el padre corre a oscuras a los Bancos
y el pulso se le para en la Bolsa,
y sueña por las noches con hogueras,
con ganados ardiendo,
que en vez de trigos tiene llamas,
en vez de granos, chispas,
cajas de hierro llenas de pavesas.
¿Dónde estás,
dónde estás?
Nos persiguen a tiros.
¡Oh!
Los campesinos pasan pisando nuestra sangre.
¿Qué es esto?
                        Cerremos,
cerremos pronto las fronteras.
Vedlo avanzar de prisa en el viento del Este,
de las estepas rojas del hambre.
Que su voz no la oigan los obreros,
que su silbido no penetre en las fábricas,
que no divisen su hoz alzada los hombres de los campos.
¡Detenedle!
Porque salta los mares
recorriendo toda la geografía,
porque se esconde en las bodegas de los barcos
y habla a los fogoneros
y los saca tiznados a cubierta,
y hace que el odio y la miseria se subleven
y se levanten las tripulaciones.
                       ¡Cerrad,
cerrad las cárceles!
Su voz se estrellará contra los muros.
¿Qué es esto?
                                                      Pero nosotros lo seguimos,
lo hacemos descender del viento del Este que lo trae,
le preguntamos por las estepas rojas de la paz y del triunfo,
lo sentamos a la mesa del campesino pobre,
presentándolo al dueño de la fábrica,
haciéndolo presidir las huelgas y manifestaciones,
hablar con los soldados y los marineros,
ver en las oficinas a los pequeños empleados
y alzar el puño a gritos en los Parlamentos del oro y de la sangre.
                                                          Un fantasma recorre Europa,
el mundo.

Nosotros le llamamos camarada.

de Rafael Alberti,
en Poesía social y revolucionaria del siglo XX (selección de Jorge Brega), Editorial Agora, 2012.

viernes, 1 de mayo de 2020

1ro. DE MAYO EN LA ESPAÑA LEAL DE 1938

1ro. DE MAYO EN LA ESPAÑA LEAL DE 1938

(Coral de primavera)

Primero de Mayo.
Himnos, sangre, flores.
Primavera guerrera de los trabajadores.
—Di, ¿tú qué harás el Primero de Mayo?
—Mi país está en guerra, campesina.
Yo, como buen soldado de los mares,
haré que el pabellón de la marina
flote sobre los vientos ejemplares.
—Di, ¿tú qué harás el Primero de Mayo?
—Mi país está en guerra. Un aguacero
batir quiere de balas sus labores.
Yo como campesina, marinero,
prepararé mis brazos segadores.
—Di, ¿tú qué harás el Primero de Mayo?
—Mi país está en guerra. Los talleres
multiplican, veloces, la jornada.
Mano a mano del hombre, las mujeres
ofrecerán su sangre acelerada.
—Di, ¿tú qué harás el Primero de Mayo?
—Mi país está en guerra. Por su cielo,
alas de extraños pájaros ladrones.
Yo condecoraré de gloria el vuelo
de los republicanos aviones.
—Di, ¿tú qué harás el Primero de Mayo?
—Mi país está en guerra. Tercamente
haré hablar al fusil ese lenguaje
que empuje a España valerosamente
a conquistar de nuevo su paisaje.
Primero de Mayo.
Himnos, sangre; flores.
Primavera del triunfo de los trabajadores.

(Capital de la Gloria)

de Rafael Alberti,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

martes, 10 de septiembre de 2019

Al presidente de Chile, Salvador Allende

Al presidente de Chile, Salvador Allende

No los creáis, cubría
su rostro la misma máscara. 
La lealtad en la boca,
pero en la mano una bala.
Al fin, los mismos en Chile
que en España.

Ya se acabó. Mas la muerte,
la muerte no acaba nada.

¡Mirad! Han matado a un hombre.
Ciega la mano que mata.

Cayó ayer. Pero su sangre
hoy ya mismo se levanta.

de Rafael Alberti,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.21, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

viernes, 8 de septiembre de 2017

Paraíso perdido

Paraíso perdido

A través de los siglos
por la nada del mundo,
yo, sin sueño, buscándote.

Tras de mí, imperceptible,
sin rozarme los hombros,
mi ángel muerto, vigía.

¿Adónde el Paraíso,
sombra, tú que has estado?
Pregunta con silencio.

Ciudades sin respuesta,
ríos sin habla, cumbres
sin ecos, mares mudos.

Nadie lo sabe. Hombres
fijos, de pie, a la orilla
parada de las tumbas,

me ignoran. Aves tristes,
cantos petrificados
en éxtasis el rumbo,

ciegas. No saben nada.
Sin sol, vientos antiguos,
inertes, en las leguas

por andar, levantándose
calcinados, cayéndose
de espaldas, poco dicen.

Diluidos, sin forma
la verdad que en sí ocultan,
huyen de mí los cielos.

Ya en el fin de la Tierra,
sobre el último filo,
resbalando los ojos,

muerta en mí la esperanza,
ese pórtico verde
busco en las negras simas.

¡Oh boquete de sombras!
¡Hervidero del mundo!
¡Qué confusión de siglos!

¡Atrás, atrás! ¡Qué espanto
de tinieblas sin voces!
¡Qué perdida mi alma!

—Ángel muerto, despierta.
¿Dónde estás? Ilumina
con tu rayo el retorno.

Silencio. Más silencio.
Inmóviles los pulsos
del sinfín de la noche.

¡Paraíso perdido!
Perdido por buscarte,
yo, sin luz para siempre.

Rafael Alberti,
en Sobre los ángeles, epublibre, 2015.

martes, 27 de diciembre de 2016

Lo que dejé por ti

Lo que dejé por ti

Ah! Cchi nun vede sta parte del monno
Nuri za nnemmanco pe eche ccosa é nnato.

- G. G. Belli -

Dejé por ti mis bosques, mi perdida
arboleda, mis perros desvelados,
mis capitales años desterrados
hasta casi el invierno de la vida.

Dejé un temblor, dejé una sacudida,
un resplandor de fuegos no apagados,
dejé mi sombra en los desesperados
ojos sangrantes de la despedida.

Dejé palomas tristes junto a un río,
caballos sobre el sol de las arenas,
dejé de oler la mar, dejé de verte.

Dejé por ti todo lo que era mío.
Dame tú, Roma, a cambio de mis penas,
tanto como dejé para tenerte.

De Rafael Alberti,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

miércoles, 29 de junio de 2016

Balada de los dos hermanos

Balada de los dos hermanos

Dos caminos,
hermano,
dos caminos:
el derecho,
el izquierdo.
Míralos.

Pero tú te marchaste con los santos,
las engañadas vírgenes
y los hombres extáticos.

El oro imaginario de los cielos
se convirtió en el oro de los Bancos.
Las alas de los ángeles se volvieron cuchillos
y tú,
hermano,
un rico militante reaccionario.

Que la Iglesia te premie,
que te premie tu Estado,
que el Papa
ponga su pie al alcance de tus labios;
que los obreros y los campesinos
te cuelguen de una estaca como un espantapájaros.
Así tu muerte hará crecer sus trigos.

Dos caminos,
hermano:
el derecho,
el izquierdo...
Hacia ti avanzo yo desde este lado

de Rafael Alberti,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.21, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

miércoles, 22 de junio de 2016

Autorretrato

Autorretrato 

1
Soy Pinochet, el Funeral Verdugo,
el gran Funeralísimo chileno.
Tengo por alma un batallón de cieno
y por cabeza un general tarugo.

Cuando mato me arrugo y desarrugo
como culebra de mortal veneno;
chupo la sangre y todo lo gangreno
con mis flechas gamadas bajo el yugo.

El más odiado y escupido soy
de la fétida rastra de fecales
ratas que vomitó letrina oscura.
Soy Pinochet, es esto lo que doy:
la libertad para los criminales
y para el pueblo ni la sepultura.


Achtung! De Chile al fin escalé el trono
yo, Pinochet, el funeral comprado
sobre un gran Presidente asesinado,
con cuya viva sangre me corono.

Yo soy el que encarcelo y encañono
a un valeroso pueblo desgarrado.
El mirarlo a mis pies exterminado
es la gloria más alta que ambiciono.

Achtung, achtung! La historia de mañana
ya me nombra en la era hitleriana
vil asteroide y yanki aborrecido,
aunque entre tanto para el mundo entero
soy Pinochet, tapón de estercolero
y el Gran Funeralísimo vendido.

3
Gran Presidente: mírame mordiendo
tu poderosa sangre acribillada.
Soy Pinochet, el de la mano armada,
el asesino de la mano ardiendo.

Heme aquí babeando y escupiendo
sobre tu viva imagen destrozada,
viejo vampiro urgido de la nada
para sorber la luz que ibas abriendo.

Gran Presidente: soy lombriz, gorgojo,
hijo espúreo de escoba y estropajo,
pulga servil pagada por la gente
que aplasta al hombre como aplasta un piojo
el más mínimo y triste renacuajo,
difunto ya a tus pies, Gran Presidente.

de Rafael Alberti,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.21, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

miércoles, 15 de junio de 2016

A las Brigadas Internacionales

A las Brigadas Internacionales

Venís desde muy lejos... Mas esta lejanía
¿qué es para vuestra sangre que canta sin fronteras?
La necesaria muerte os nombra cada día,
no importa en qué ciudades, campos o carreteras.

De este país, del otro, del grande, del pequeño,
del que apenas si al mapa da un color desvaído,
con las mismas raíces que tiene un mismo sueño,
sencillamente anónimos y hablando habéis venido.

No conocéis siquiera ni el color de los muros
que vuestro infranqueable compromiso amuralla.
La tierra que os entierra la defendéis seguros,
a tiros con la muerte vestida de batalla.

Quedad, que así lo quieren los árboles, los llanos,
las mínimas partículas de la luz que reanima
un solo sentimiento que el mar sacude: ¡Hermanos!
Madrid con vuestro nombre se agranda y se ilumina.

Madrid, diciembre de 1936

de Rafael Alberti,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.21, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

miércoles, 8 de junio de 2016

A Ernesto Che Guevara

A Ernesto Che Guevara

Te conocí de niño
allá en el campo aquel de Córdoba argentina,
jugando entre los álamos y los maizales,
las vacas de las viejas quintas, los peones...

No te vi más hasta que supe un día
que eras la luz ensangrentada, el norte,
esa estrella
que hay que mirar a cada instante
para saber en dónde nos hallamos.

de Rafael Alberti,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.21, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.