MI GENERACIÓN
No nos dieron los años en vano,
nuestra vida es difícil y hermosa.
El trabajo va en nuestras palabras,
y con él alcanzamos la gloria.
Un poder gigantesco me dieron
esos hombres que tienen mis años;
en su nombre maldije implacable
la ventura y el éxito falsos.
Construí casamatas, trincheras,
he labrado la piedra y el hierro,
y quizá sea el propio trabajo
quien de hierro y de piedra me ha hecho.
Aunque corran arroyos de tinta,
con la pluma tacharme no pueden,
y no hay bala ni bomba en el mundo
que me pueda abatir con la muerte.
No soy grande, yo soy gigantesco.
¡Quién se atreve a buscarme querellas!
Ved los altos hornos a mi espalda
como firmes torres de paciencia.
No soy grande, yo soy infinito,
en mi frente vive el pensamiento
como vive en la tierra desnuda
el radiante destello del cielo.
Comencé a construir por los campos,
donde ayer se ensañaba la guerra,
el solemne triunfo del trabajo,
la victoria del hombre que crea.
de Yaroslav Smeliakov,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Traducción: María Cánovas.