Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
Mostrando las entradas con la etiqueta Diego Dublé Urrutia. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Diego Dublé Urrutia. Mostrar todas las entradas

miércoles, 22 de noviembre de 2023

Las minas.

Las minas.

I.

Ante el eterno y vago rumor de las mareas
australes, bajo un cielo que enormes chimeneas
mantienen siempre oscuro y en la ribera en donde
bajo las verdes ondas el Nahuelbuta esconde
sus ya domadas cuestas occidentales, medra
la tierra en cuyo seno vive el carbón de piedra
bajo nacientes bosques de resinosos pinos
exóticos, en hondos filones submarinos,
y hasta en el fondo mismo del mar, de cuyas aguas
lo extraen los rastrillos para encender las fraguas
y los fogones pobres.
                                        Cuando los estivales
meses la costa alegran, llegan los temporales
para aquel mar; los vientos del sur sobre las rocas
empujan las oladas rugientes y las locas
espumas, levantando su risueña blancura
hasta los mismos árboles, sobre la tinta oscura
de los ramajes, posan su lividez de nieve.
Luego viene el invierno. Llega la niebla. Llueve,
y alto, sobre los verdes cerros de la ribera
pasan las ventolinas sin que la más ligera
ondulación enturbie los trémulos cristales
del mar. Entonces bajan las lianas invernales
á acariciar su imagen sobre las aguas. Chilla
la pálida gaviota pescando por la orilla,
y en la tranquila borda de algún lanchón posados
meditan, largamente, los cuervos enlutados,
mientras que allá en la altura cruzan con vuelo lento
las nubes, en rebaños, arreadas por el viento.
Pero ni el sol, ni el aire, ni las heladas brumas
de los meses de invierno, ni el mar con sus espumas
blanquísimas sonríen para los pobladores
de aquellas tierras hartas de brisas y de flores;
hombres descoloridos y adolescentes, viejos
antes de tiempo, viven en aquel mundo, lejos
de toda luz, en lo hondo de las oscuras minas,
á rastras y arañando sin fe, con sus felinas
uñas, la virgen roca donde el carbón se encierra...
rasgando, tristemente, los senos insalubres
de esta fecunda madre que se llama la tierra,
¡madre con tantos hijos y con tan pocas ubres!...

de Diego Dublé Urrutia,
en La joven literatura hispanoamericana, Librería Armand Colin, 1906.