Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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domingo, 11 de febrero de 2024

LOCA RAZÓN DE LAS PASIONES

LOCA RAZÓN DE LAS PASIONES

Desbordamos de ternura
sin aún saberlo,
enlazamos nuestros sueños
sin aún tenernos,
derrotamos lo imposible
con la loca razón de las pasiones...,
y al fin lo hicimos:
desfallecimos sumergidos
en la entrega plena
a lo que ambos deseamos
y juntos forjamos
desde aquel momento
en que la luz de tu mirada
me mostró el sendero de la vida buena
cuando te vi junto a mi lado,
valiente en la batalla,
arriesgando tu existencia,
por un mundo sin cadenas.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

jueves, 18 de enero de 2024

PINTOR DE ILUSIONES

PINTOR DE ILUSIONES

Untaré mis pinceles
de benditos sueños guerrilleros
para pintar de amor el universo:
al viento lo teñiré de paz,
y de límpida libertad
los rincones extensos de los cielos;
voy a entintar de hermandad
cada punto de la tierra,
y a la mar gigante
de esperanzas justicieras.
Y así,
con el prístino espectro
de la humana unión sin egoísmo,
imaginaré la colorida fiesta
del comunismo.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

martes, 26 de diciembre de 2023

ÉSTA MI ALEGRÍA

ÉSTA MI ALEGRÍA

En esta mi alegría
de harapos viejos
y remiendos,
en esta mi alegría
de sudores y cansancios,
en esta mi alegría
de batallas justas
y altos de reposo,
sobre helechos húmedos,
entre el seno agreste
del rastrojo,
me regocijo en el ensueño de ver
la suficiencia del pan
en las manos triunfantes
del gamín hambriento.
En esta mi alegría
de insomnios de montaña fría
contemplo mi vida
y a la injusticia que me desafía,
y entonces...,
empuño la espada del amor
que me tributa valentía,
y siento que mi lucha
descarta el odio...,
por lo que alcanzo así,
con cada envestida,
derrotar melancolías.

Marcho por los senderos del amor
y entre más avanzo
más me colmo de alegría:
amo el esplendor del paisaje...,
la verde vida,
amo el cristal de la quebrada
y el azul del cielo;
amo el rocío limpio de la mañana,
amo la brisa fresca
y a la mar lejana,
amo la puntualidad de la aurora
y las imágenes penumbrales del ocaso;
amo la fragilidad de la flor,
la sobriedad del pino
y la estatura del caracolí
frente a la grama;
amo el vuelo de la mariposa
y el zumbido de la abeja...,
la lenta marcha del caracol
y la quietud de cada cosa;
amo la esperanza
que le da el yucal al campesino...,
amo los siseos del trigo
y el espinal de los zarzales,
amo el brillo de la luna
y la caricia fiel de mi adorada...,
sus cabellos de maíz maduro
también los amo,
y amo su piel de leche
y la miel de su mirada...;
y me alegra el amar
porque es el amor
lo que inspira mi alegría,
... la modesta,
... la sencilla,
... la sincera alegría
de camisa rota y de calzón raído...,
de botas parchadas
con las que marcho firme sin agonía,
porque si sufro con el sacrificio,
más me sumerjo en éste
cuando lo entiendo
como mi mejor valía.

En esta mi alegría,
me solazo con emoción
porque amo en ella
los desprendimientos del hombre
que brotan del corazón...
Yamo la esperanza
y las palabras de fe
que abren trochas
entre las flores del silencio,
escribiendo,
con rayos de luna,
sueños de paz
sobre los pétalos
más teñidos de encantos,
de idilios de hermandad,
sin máculas de felonías.

En esta mi alegría,
de la que se levanta inderrotable
contra la furia cruel
de la oligarquía,
el grito feliz de mi rebeldía,
vuelan los coros
de hojarascas
que se abrazan con el viento
entre los silencios del campo
y entre los espacios
en los que habitan
los cantos de pájaros
y la mustia calma
de algunos caminos enmarañados
por la intrincada expresión
de los juncales.

Amo el secreto del rastrojo,
la impaciencia del chau-chau
frente al peligro,
amo la advertencia de la nube gris
y la prisa del guerrillero
cuando el tiempo apremia...,
amo las cosas simples,
y en el sencillo amor
re-descubro mi alegría.

Me alegro porque amo
y amo la alegría.
Amo el sigilo de la indagación
en la huella fresca del zaino...,
amo el trillito tenue de sus críos,
la trocha leve del cauquero
y la táctica del tigre en cacería...
Yme alegro de amor
y me enamoro de alegría
cuando advierto el esplendor
del azul y del verdor,
el silencio acogedor
y la pisada tierra del camino,
y también la abnegación
del humilde luchador
que pelea con furor
por cambiar el mal destino.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

miércoles, 29 de noviembre de 2023

AMIGO, CAMARADA, COMPAÑERO

AMIGO, CAMARADA, COMPAÑERO

A Julián Conrado, cantor
de la insurrección

Me asaltó la idea
de decirte algo...
por que eres mi amigo,
mi camarada,
mi compañero...;
me asaltó la idea
de expresar de manera breve
lo que en ti yo veo
y sólo supe decirte,
guerrillero,
que...,
juntas los versos,
unes las notas,
levantas tu canto,
intuyendo la justicia...,
arrancándole a la vida
nociones de patria nueva;
armas en canciones
mensajes de amor
imaginando el fuego
gestor del hombre nuevo...,
ola inmensa del ejemplo comunero.
Sólo supe decirte
que escucho en tu palabra
presagios de libertad
que derrotan los temores
contra toda mácula de maldad
que pretenda destruir
al pescador de nuestros sueños...

Sólo supe decirte,
que te he visto abordando
tus botas viejas
para emprender las rutas
de la lucha
llevando a cuestas
tu equipo montañero
cosido con las mismas manos que marcan la nota
y empuñan el fusil
y le hablan al pueblo
mientras palpas la inspiración
que logra la complementación
entre el combate y el amor certero.

Sólo supe decirte,
que te he visto expresarte puro
sin rencor,
aunque te toque posar de duro...,
y te he imaginado constructor
del asalto mismo de los cielos,
pregonando
el anuncio inaplazable
de la terrígena paz sin hambre
como sueño primero.

Y te he sabido,
en fin,
reflejado en el espejo
de nuestra breve historia,
como profeta caribe
que levanta con esplendor
el fuego del acero,
con la misma pasión
con que aprendes el canto lamento
de la gaviota marina
que se mece en el viento.

Sólo supe decirte,
sin bonitas palabras,
pero como mensaje sincero,
que te siento mi amigo,
mi camarada...,
mi compañero.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

PÁLPITO

PÁLPITO

Pueda que el frío se residencie
en mis huesos,
pueda que el hambre
se enraíce en mi vientre,
pueda que la sed
esparza llagas en mi garganta,
pueda que mi voz
caiga abatida y sin palabras,
pueda que en mi cuerpo
tienda su desmayo el cansancio,
la invalidez o la agonía...;
pero tengo el pálpito
de que mientras no se esfume
el último aliento de vida,
mi alma podrá cantar
porque mi avance
tiene motivos ineludibles para,
en sus propósitos,
no dejarse derrotar.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

lunes, 9 de octubre de 2023

CUANDO LLEGUE LA PAZ SOSPECHO QUE AMAREMOS DIFERENTE

CUANDO LLEGUE LA PAZ
SOSPECHO QUE AMAREMOS DIFERENTE

Cuando llegue la paz
sospecho que amaremos diferente:
habremos desarraigado el rencor
y en las fértiles parcelas
de los corazones
de los hombre libres del egoísmo
haremos la siembra nueva
del amor genuino
que da por frutos
libertad que no marchita.

Nuestro amor será
la mezcla necesaria
de la pasión y la razón...;
pasión para entregarse
y razón para saberse de todos
y no de sí ni de ninguno;
razón y pasión
para ser pensamiento y fuego
que destruya y reconstruya;
que destroce
las estrechas medidas
del 90, 60, 90,
rompiendo el cerco
de las veleidades
que aprisionan
las sublimes posibilidades
de amar más
por lo que se es en la conciencia
que por lo que se aparenta
en los formatos
de cada humano maniquí cosificado...

Construiremos el amor
que se levante
sin esquemas de pasarela...,
que se enloquezca
con locura de gritar
por ti yo muero
si te veo
en las infinitas dimensiones
del sembrador de la justicia;
si te veo hacedora de surcos
de dignidad,
si te siento labradora
de pasos de libertad...

Te amaré obrera,
te amaré campesina...;
te amaría
entre el calor de los andrajos
que te resten como última riqueza
después de entregarlo todo,
porque vuelta pueblo
seas sacrificio por los demás...;
y te buscaría
en el calor de tu ser de amiga
y en el fervor
de tu llama de compañera...,
y en el candor de tu humildad sincera
y en la incandescencia
de tu fuerza guerrillera,
para decirte
que en tu solidaridad
me sobraría la tersura y la ternura
que necesito
para jamás y nunca
dejar tu todo justiciero
porque le llegare a faltar
el brillo lozano de la juventud,
que aunque bello y tierno
vale menos que tu entrega rebelde,
mi mujer amada,
mi compañera,
mi guerrillera.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

lunes, 18 de septiembre de 2023

MI SENCILLA CONDICIÓN

MI SENCILLA CONDICIÓN

De amarte tengo convicción
y una sencilla condición:
que tu mente no anide la idea vana
de prescindir de la esperanza,
que no haya instante
en la marcha de tu tiempo
para siquiera cejar en el pensamiento
la idea de atajar la ira
contra la injusticia.

Deja repicar los pálpitos de tu fe
haciendo eco de ensoñaciones de amor
en el manantial vivo de tu rebeldía.

Que no se pose en tu conciencia
la huella de la duda
ni la sórdida voz de la cobardía...,
responde fiel a tus convicciones
con tu reflexión tranquila
y con lo más puro
de tus ansias de paz
y de tus vívidas ilusiones libertarias.

Que no te urja otra gloria
que la de todo el que ame
la sencilla modestia,
la humildad gigante y la alegría...
Abre en tu alma puertas de lealtad
a la firme determinación
de entregarte con emoción
al sueño de la revolución
con sacrificio pleno y valentía...

Entonces yo,
sabiéndote así,
correré a beber de tu sudor de amor
sumergiéndome en la frondosa extensión
de tus íntimos remansos.
Llenaré mis ansias de ti
con tu fascinante fragancia
de embriagada hembra
con pasiones florecidas
desde los cataclismos
de las más ardientes
parcelas sensoriales.

Me despeñaría en el fragor
de tu cuerpo,
sobre tu aliento de rosas...,
y en el telúrico palpitar
de tus texturas pubitales
sobre las que vertería mi siembra,
alucinado, trastornado, electrizado…,
desfallecido
entre tus caricias germinales,
ensoñadoras y celestiales,
en las que moriría
mil veces
derretido entre tu fuego,
y de tu mismo fulgor emergería resucitado...,
revivido con el sabor
de tus mestizas tetas sofocadas...,
y con el manjar de tus muslos firmes
en los que mis besos
se derramarían desbocados,
en estrepitoso cauce,
hasta tu fuente fresca...,
hasta tu profunda fuente
de extasiaciones diluviales.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

jueves, 24 de agosto de 2023

LOS TRAIDORES HIEDEN

LOS TRAIDORES HIEDEN

Hieden a culpa los traidores.
A odio y abominación
los traidores hieden.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

jueves, 10 de agosto de 2023

CONFESIÓN PRIMERA

CONFESIÓN PRIMERA

Me confieso
en el acogedor silencio
de las cosas quietas
y entre las fragancias del pino
y del eucalipto tierno
entre fríos capotes
de enredos tristes
de frailejón y helechos.

Me confieso
con la certeza del corazón
sembrado de dignidad y valentía.
Me confieso con el alma preñada
por las promisorias banderas del amor
que avivan el fulgor
del pueblo sublevado.

Me confieso y digo,
que en mi mente habitan
las manos indias
y las manos negras,
las manos blancas
y las mestizas manos...;
las cósmicas humanas manos
de mis cavilaciones
como eslabones musculados de fe
en el más puro presentimiento
del desvanecimiento pronto
del desconsuelo.

Confieso mi visión confiada
de yacentes penas derrotadas,
abatidas por la pura comunión
de los rebeldes sublevados
con audacia levantados,
decididos,
arrojados,
contra el cruel explotador
que los tuvo subyugados.

Confieso mi dicha
de soñarme escuchando
los acordes del bien,
las sublimes notas y silencios
de la paz sin desgarraduras,
al compás de la idea promisoria
del compartido pan multiplicado,
del pan del trigo colectivo
con calor de pueblo purificado...

Hago mi narración sincera
de modesta devoción
y confieso que mi evocación,
es también,
una provinciana cantata justiciera
que quisiera que no marchiten
las raíces primeras del yaraví
y el lumbalú...,
el abrazo integral de changó
y de Pacha Mama...,
que se avivan junto a los leños
del fuego
racial del universo.

Mi confesión es la convidación
a hacer la marcha de la hermandad,
la caminata de la humildad,
en pos de la verdad
y del anhelo común de la libertad.
Con el fuego del acero
que apunta contra el tirano,
acepta mi llamado, compañero;
construyamos la nueva alborada,
camarada...

Mi confesión es decirte:
camina hermano,
quebremos con la luz del optimismo,
la borrasca de dolores
del campesino huérfano de la tierra
fulminando los grilletes
de la explotación acumulada;
colmemos los odios abismales
que deshollejan el alma...,
colmemos esos odios con aire de paz
y alados sueños de libertad
que desarraiguen el amargor
de las palabras falsas
y la acritud de los silencios
que callan frente al oprobio.

Vamos, vamos de prisa hermano,
con pasión rebelde, camarada,
con el tesoro de la pura verdad
del hombre nuevo en la palabra.
Vamos, vamos a redimir
las flores del amor
y que no nos derrote
el falso esplendor
de la riqueza mezquina.
Vamos a derrotar los desconsuelos
con la honda de David
en la batalla...,
con la persignación de la bondad
en cada pétalo de la humanidad,
ya sin la tentación banal
del maldito capital
en las conciencias.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

domingo, 5 de marzo de 2023

FUEGO BOLIVARIANO

FUEGO BOLIVARIANO

Al compañero Presidente Hugo Rafael Chávez Frías,
incansable soldado de la causa bolivariana.

Como enorme trueno que a tiranos estremece
un relámpago en el llano y en la cordillera
despierta a todos los pueblos de América entera
dando la anhelada hora en que ya amanece
con un nuevo sol que para los pobres resplandece;
y es alma de arcabuces que patria disparan
extendiendo manos amigas que nos amparan
con su fuego caudaloso de amerindia savia
firme y atinada audacia revolucionaria
sempiterna luz del futuro que se prepara.

Con pleno amor a la humanidad y a la justicia
el ideal de la Gran Colombia se proclama
como limpio fontanal que libertad derrama
y crecientes de unidad sin manchas de avaricia;
es el genio de Bolívar quien todo lo auspicia
para ver la América Nuestra confederada
y nacer del universo, entonces, como espada
que rompa las cadenas y yugos del oprobio
y las hincadas maneras que expresan agobio
hasta escuchar de la gloria su mejor tonada

Imposible olvidar el propósito sublime
la cátedra de dignidad que lo dijo todo
que con rauda sangre de héroes encontró su modo
recordándonos que de batallar no se exime
quien piensa en la lucha como el arma que redime.
Nadie duda que a la noche le sigue el día
ni que naciones hijas de su rebeldía
con sus chispas de arrojo encenderán la pradera
avivando la llama de su gente guerrera
y el sagrado fuego contra la tiranía.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

miércoles, 12 de octubre de 2022

WÍRIN ZANU I’KU

WÍRIN ZANU I’KU
(Una Historia Indígena)

A los combatientes indígenas de
la Sierra nevada de Santa Marta.

De la luz de Bunkwakukwi
germinó el fuego
de la existencia humana...

La tierra se extendió
como fuente viva de la historia
y el I’kuen soñó,
como recuerdo de nostalgias
su existencia...

Una hoja que se perdía
arrullada por vientos de montaña
inspiró mi mente a marchar sin prisa
tras las huellas firmes
de los hombres del Kwímuknu
y del yoburu.
No era el sólo recuerdo
sino el vivir...,
y el andar reflexivo
por entre los pretéritos senderos imaginados de ka’agamu
derramados sin pausa ni prisa
por entre las horas de todos los tiempos
que trascienden al futuro
empujados
por las callosas manos del tiempo
como terrígena presencia
de bosques de ahora
que levantan su estatura
con la protección del teyuá
que revela su paciencia
contra las fuerzas
que menguan la fauna y las cañadas
devenidas de Adluna Haba
que aún persiste y persevera.

Alucinado por el frío que marcha
por las trochas borrascosas
de la madre del barro
y de las símunu,
sumergí mi mente en Makoxhtama
camino hacia Cherúa
y vi en mi ensueño
los misterios poderosos
del imaginario I’ku
y de su hermano Kogui
engendrador de los sewás ancestrales
y de la esencia de los creadores;
sentí hacia lo lejos
desde donde nace la niebla helada
de los páramos
el eco luctuoso del golpe
del seianchwi
como nacido de las manos gigantes de Serankwa;
y entonces tuve la impresión
de que la tierra me hablaba
con voz de I’ku,
con voz de kogui,
con voz de wiwa,
con voz de kankwi...,
con lamento de teyuna
que narraba vivencias
de ancestrales momentos
de honor y gloria
para el indio en la Nevada:
se extendía el eco mismo
de las palabras
de los siglos sin conquista
que hablaban
de la oscura noche
del reino de las aguas
en que floreciera,
de Haba,
su simiente...;
la dinámica del mundo tomaba forma
entre los demiurgos dedos
de Moudlkwexshe,
de Seraira y Seinekkan;
entonces fueron el día y la noche,
fueron la forma y los colores
y el espíritu asumió
el carácter que la madre impuso
con sus leyes...;
sobre las texturas divinas
de Niwi Zakw
Nawowa vertió las aguas
como extensos caminos espirituales...;
y después vino la siembra;
Moudlkwexshe volvió plantas a sus enemigos
y los puso en la tierra
para que dieran alimento
alivio y ornamento,
para el hombre
que había sido
la creación de la madre misma
primero como pensamiento,
como ánugue de Haba
y también surgieron los animales
de la fuerza de Dugunawi...
El vuelo de Jukaro
expandió el aire
desde Zuriwaka
hasta cada punto de la tierra;
y así...,
entre el germinar de la vida
y el surgir de las cosas...,
entre la concreción
de las posibilidades
de la existencia,
fue también la hermanación
de una raza de hombres
en cuyos corazones y conciencias
habitaban las creaciones
más exquisitas de Adluna Haba,
que eran incorpóreas
pero tenían forma,
que eran invisibles
pero tenían textura,
que eran como inmóviles
pero concentraban el ímpetu mismo
de la existencia de Dumeina
como agua, como aire, como tierra,
como fuego, como vida, como muerte
y como todo;
habitaban, entonces,
la voluntad del teyuna
y su conciencia...,
habitaban sus sentimientos,
su saber, su dignidad,
su bondad y sus creencias
fraguadas en la idea prístina
de la prioridad comunitaria,
construida sobre el principio
de la armonía
entre lo natural y lo humano
que se conjuga en el pagamento
que ordenó Serankwa
y que supo,
desde los inicios,
guardar como secreto la montaña
que al mismo tiempo
se abrió como puerta del presente,
de lo futuro y de lo pretérito,
para que se posaran sobre de si
los pasos de los hombres y mujeres
de cuatro dialectos
congregados en la identidad Tayrona.

Pero...,
vino después la negación,
la opresión humillante
y después la muerte
bajo el látigo miserable
de la conquista
y también del evangelio...;
las veloces piernas de Coendo y Xebo
no tuvieron más fuerza
para combatir la afrenta,
y entonces,
los hijos de Serankwa
replegaron su fe
hacia los límites con el hielo...

Y la muerte de Shimata
enlutó la tierra
entristeciendo al sol y las montañas.
El marunzamu sólo tuvo el poder
para preservar la semilla
de la próxima cosecha;
y así,
los mamas fueron abriendo
otras trochas
con nuevos reservados golpes
de seianchwi,
y mirando su misma tez en chokukía,
preguntaban al yátukwa
por el destino…;
escudriñaban la ruta correcta
hacia el futuro
dejando sumergir la tuma
en las profundidades
de lo incógnito:
ahí estaba,
perseverante y afligida
la orfandad del teti
perdido del yátukwa...,
con el ziyu casi llevado al olvido
y el tutu bunsy profanado
por el fino del mal
que el dinero deja.

Pero vi, sin embargo,
en el tránsito de mis sueños,
la imagen de hombres mayores
compartiendo el jayu
buscando la señal de los antiguos,
buscando al sekuchúm en cada cerro
en que se conservó
la pista del pasado;
y divisé entre los ingumun a’zana,
los mayores,
a kwimas y gamusinos
reencontrando la tradición
en cada punto sagrado
que interpretaban
con sus lenguas mestizadas:
contaban con lamento
lo que aún recordaban
de sus ancestros:

Awirin yery bunci kaba nana ní
(antes el agua era limpia),
«wirindi kínkiri ka=a duneyka naba zamu dukaba ní
(la tierra era buena para sembrar,
la tierra era buena para sembrar...)
Awirin gakunamu kuanári
(había una experiencia),
Ajou anantákumey anzory
(pero todo fue cambiando)
Adibun dibun zanísi zeynouga ní
(todas las cosas fueron cambiando,
todas las cosas fueron cambiando);
y sentándose en el kunkabu
para reafirmar sus reflexiones,
inspirados en el verde selva,
deleitando sus dedos
en los misterios de su kankwana,
seguían narrando
desbordando en sus miradas
el sufrir de sus hermanos:
los indígenas vivían
felices en la Nevada…
«Zamayagüi mabagüy»
(cantaban y lloraban),
«Cháwy a=zana yoburuguey»
(sufrían y poporeaban):
Awirin quínquiri i=kuri
güirkanu zeizi azary
kwana naní
(antes la gente vivía libre
en la Nevada),
Atetis kínkiri ka=aze zéizi a zare
ze=n ni naní cicíoyí za=mu jáme
(los tetis trabajaban
con el canto de los pájaros...),
Avírin kínkiri guatis, tetis, gamusinos
zeizi a zari kwa naní
(antes las mujeres, muchachos
y hombres vivían felices...),
Awirin kínkiri ka=aze zarísi zámukía kwananí
(antes la gente sembraba
en la tierra
su comida tradicional),
Aye bún=ci káwy zwey nu naní...
(y el agua viajaba limpia),
Aniwi pouru zeyzy winazary wirin kínkiri kwananí
(y nuestro pueblo era feliz),
Avírin a zani jun an ta kamá unaní...
(pero ya todo cambió,
pero ya todo cambió...).

Era como si marcharan
con sus recuerdos
por las estribaciones
del sufrimiento,
con un fardo infinito
de penas sobre penas.

De su bocas brotaban las palabras
con olor a cal y jayu
jalonadas por el golpe del sókano
en el yoburu...;
hablaban
rodeando la luz
del fogón de leños secos,
y sus pensamientos parecían viajar
como pasajeros
del humo de las recordaciones...,
y sus palabras eran canto
de lamentos
con mágicos silencios elocuentes
que bien expresaban
el luto de la tradición negada
desde el seno mismo
de su aurora caribe
con olores de mar y nieve.

Yescuché el gemido del carrizo,
y el llanto de la caracola,
la sagrada yossa en las manos del anciano
cuando en la danza del chikote se esfuerza
por encender las almas
abriéndole los caminos del destino
a la kamsamaría
y a la taníkuna emplumada;
y vi el latir del fuego
cuando los mamas duna
llaman a la puerta
de los dioses...;
sentí con el kógui hermano
levantarse las manos de Ka´amansa,
que es el mismo Kajzhata,
apoyando con fuerza
las columnas de las nueve tierras
en cada reposo
en el que fueron evocados
los brazos de la noche
en la kankurwa...

Y,...,
entonces,
con esas vivencias misteriosas,
encantado por el olor del monte
y el rugir de las quebradas
vi la lumbre de
de los cuatro fuegos
del cuadrante universal
de Bunkwakukwi
evidenciándonos la senda
perdurable
de las raíces ancestrales,
en las que encontré vigente
la fuente viva
de la primitiva conciencia,
cuando con el recuerdo
de Hate Ignacio
y Hate Romaldo Zalambita
las manos de mama Zeiywa,
de mama Díngula
y mamas, alaulas, penanos y mayores
juntaban la fuerza de i´kus, koguis, kankwis,
yuppas, wayuús, mokanás, chimilas y zenúes
con la idea del renacimiento
desde la que dieron nuevo origen
a Ywimake y Bunkwanguega
que eran..., que serían,
semillero del presente y el futuro
regado con agua de vida
también por Maleiwa
y todos los dioses de los pueblos indígenas
que comenzaron a ver la luz
en la organización y la lucha.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

lunes, 20 de junio de 2022

ABREN TROCHAS MIS PALABRAS

ABREN TROCHAS MIS PALABRAS

Abren trochas mis palabras
con el vivo fuego de la voz rebelde
que se enciende combatiente
contra el estridente ruido
de la explotación hiriente.
Abren trochas mis palabras
en el nombre
de la mariposa de invierno
y de la maltratada rosa del camino;
en el nombre de la gota fresca
del rocío
en la que se dibujó la mirla
que se desprendió del viento.

En el nombre de cada pensamiento
vestido de inocencia
insisto en marchar con la luna llena
montado en las alpargatas
del patriarca de los sueños...
De pronto me tropiezo
con las flores tenues del silencio;
y entonces escribiré
con la indeleble tinta
del amor al pueblo,
sobre los pétalos menos discretos
que muestre la luz del cielo,
que no puedo callar
frente al látigo cruel de la miseria.

Abren trochas mis palabras
entre las tupidas hiedras
del cinismo cruel
de la opulencia...;
mi marcha es un trino
de pájaros silvestres,
es mi alegría
fugada de la indolencia estéril,
es una ilusión de colores verdes
de tanto fecundada por la esperanza;
y mi machete...,
mi machete es la quimera posible
que se entera, fervorosa,
que cuando con tu ternura firme
se endulzan mis anhelos
se sonríen con más brillo
las estrellas.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

viernes, 3 de junio de 2022

FLORECER DEL ALBA

FLORECER DEL ALBA

Yo veré florecer el alba
con una brisa de montaña
que despeinará tus cabellos
mientras te reclinas tranquila
sobre mi pecho,
y escucharé viajar
el rumor de jolgorio
que se escape de las
almas alegres
de los festines de los pueblos,
y sentiré posarse
tus besos en mi cuerpo invadido
de una felicidad infinita
cuando en una mañana
de sueños bolivarianos
suenen más que nunca
las papayeras.

Yo veré los ojos de los míos
con lágrimas de emoción
y de entusiasmo,
y te acariciaré,
y te besaré,
y te poseeré
salpicada de luna mañanera...,
y diré con un grito de alegría
en mi garganta
que nuestra esperanza no amanecerá
para volverse patrimonio de museo,
sino para poner a marchar la lucha,
sin descanso,
por la defensa
de la Colombia Nueva.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

jueves, 9 de septiembre de 2021

LOS CANSANCIOS NO ME VENCEN

  LOS CANSANCIOS NO ME VENCEN

Los cansancios de cien marchas
no me vencen!
Sufro por los gritos del hambre
en las vacías entrañas del labriego
cuya siembra la devora el oligarca;
y entonces...,
los cansancios de mil marchas
no me vencen.

Conozco y me duelen
las sangrantes grietas
de los pies descalzos
del gamín abandonado,
y entonces...,
los cansancios de mil marchas
no me vencen.

Me yergo sobre el barro
con mis harapos teñidos de niebla,
siento que me abraza el aliento
frío
del páramo solitario
que recibe mi existencia y,
entonces ahí,
entre tenues luces de luna
y de estrellas
lo contemplo yerto
bajo mi eventual extenuación del día
mientras evoco
lo que enciende mi fuego interno:
optimismo en el triunfo de lo justo,
en el triunfo de lo digno...,
en el triunfo de lo bueno.

Se enciende la llama de mi corazón,
la hoguera de mis sueños...,
y entonces,
el caudal de sentimientos
que en mi alma habitan,
bulle como carcajadas de creciente
que le cantan al amor
y le declaman al mundo,
que se vale cansarse
pero no vencerse...,
ni con cien
ni con mil marchas...,
ni con cien
ni con mil sufrimientos.

No,
no vale rajarse
ni apocarse,
¡se vale cansarse,
pero jamás rendirse!

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

domingo, 23 de mayo de 2021

GLADIADOR DE LA NEVADA

 GLADIADOR DE LA NEVADA

A Solís Almeida, perseverante
comandante comunero.

Inexorable destino el tuyo
caminante gladiador de la Nevada:
trepas los corceles de la historia
y con tu acero
de ilusiones justicieras
sonrojas al sol en tus batallas.

Con tu pinta de Quijote
en tus empeños
los molinos del mal ya no te tumban;
truena victorias
tu fusil guerrero,
y con el alma henchida
de fuego firme boliviano
a la lucha incitas,
¡comunero!,
a hacer del suelo colombiano,
del hombre nuevo,
un semillero.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

sábado, 24 de abril de 2021

CAMPO SIN LABRIEGO

CAMPO SIN LABRIEGO

A los desplazados de Colombia

Como un desierto
su boca sin palabras,
como árida tierra
su corazón
sin alegría…;
la angustia en el grito
sobre la parcela incendiada,
arrasada...,
escombrada en cenizas
y mojados muertos degollados.

En nuestra propia sangre,
en nuestras propias lágrimas y lutos
nos han hundido;
está huérfano el yucal
está triste la maicera…;
huérfano y triste campo
sin labriego…,
muriendo en la muerte
y en la vida misma muriendo;
muriendo una vez
y mil veces muriendo
para una vez resucitar
y mil veces volver resucitado
en puños de pueblo múltiple
redivivo, arrojado…, insurrecto, ¡revelado!:
convertido al credo
de Bolívar, de Cristo y Don Quijote:

«los tres más grades majaderos».

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

jueves, 18 de febrero de 2021

AUSENCIA DEL CEMENTO

AUSENCIA DEL CEMENTO

¿Sabes?
Vivo la ausencia del cemento
y no me apena,
como no me acongoja
ni atemoriza morir
para que la vida triunfe
sobre las ruinas del capital
y sus miserias.
Vivo la ausencia del cemento
y no me apena…,
menos cuando conozco
el nacimiento del alba
hecho de vuelos de paujiles
y destellos de cocuyos…;
menos cuando conozco la noche
y la montaña aureolada
con el Relámpago del Catatumbo.

¿Sabes?
Yo quisiera que jamás el universo
fuera de ningún ser humano
en espacial;
que esta riqueza
fuera de todos
y por todos disfrutada:
ver cómo con sus dedos de plata
la luz de la luna
quita el velo de la noche
sin del todo quitarlo…;
burla el follaje silencioso
para desnudar de sus íntimas sombras
a las rocas enmusgadas,
mientras con un arpegio de ramas
y bejucos
nos saluda el viento
con su fresco aliento
de nubes masticadas,
mientras soñamos
con que el hambre de los pobres,
por gracia del combate
será saciada
y la miseria de los pueblos
derrotada…;
en fin,
que más dicha
desear del destino
que una parcela de ternura
extendida desde el verde
en la sagrada dimensión
del nosotros.

¡Qué más pedir!
que no sea la dignidad para luchar,
para seguir luchando…
por no dejar, al menos,
que perezcan nuestros sueños
abatidos por el puñal
del pesimismo
y el baldón de la indiferencia.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

domingo, 18 de octubre de 2020

LUCHO POR QUE CREO

LUCHO POR QUE CREO

A mis hijos

He venido de un no se dónde
del rincón vigente de los rebeldes
transitando la vida
con el ansia eterna
de atrapar al tiempo en su carrera...

Me alienta la esperanza
de alcanzar con los humildes
el futuro fruto del fusil y el sueño;
y en el sopor de mis cansancios
y mis deseos,
reflexiono un instante y manifiesto:
que se que pienso porque existo,
que se que lucho porque creo...,
y que creo en lo que sueño,
y que es mi sueño
el mejor mañana...;
pero cavilo sin prisa
y me sorprende
que es dicha certeza y más
lo que colma mi esperanza
en el todo pleno de las ilusiones
que tejen mis pensamientos:
existes tú como tierna concreción
de mi presente...,

compañero fiel de mi destino.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.

viernes, 28 de agosto de 2020

A TU DECORO CANTO

A TU DECORO CANTO

A Sonia, prisionera del imperio

Desde el subsuelo de mi alma;
desde la atalaya de mis esperanzas,
desde los arraigos de mi fe
en tus puras causas de pueblo
te profeso mi amor:
amor de pólvora y obuses
a tu osado ser de combatiente,
¡camarada!
¡compañera!

En el verde bosque y el rastrojo
escucho el vuelo de tu risa
y de tu voz hermana
de la voz del monte
y del relámpago
y del acero…, tu voz.

Humeante fusil de ideas
en la trinchera de las convicciones
dispara…
porfía…,
arenga…,
vence la distancia,
las infamias…,
y las rejas
desde tus libres manos campesinas,
guerrilleras.

Tu nombre de fuego,
compañera,
me sabe a libertad de pueblos,
camarada;
por eso te canto desde las trincheras
por eso te canto en las barricadas;
canto a tu decoro
que se me vuelve trigo,
y agua
y pan
que germina de tus pechos.

A tu dolor por la tristeza ajena canto,
canto a tu bucólica presencia encarcelada.

Con la mirada del sol
y el aliento de la luna
te entrego mi amor sin condición,
mi firme credo en tus razones
mientras
contra la infamia del imperio
canto…,
tomando la voz de tu rebeldía,
mi valiente guerrillera,
mi camarada:
por la redención de los pobres
es que te declamo
y canto.

de Jesús Santrich,
en Versos Insurgentes - Poesía Guerrillera, 2007.