Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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domingo, 6 de agosto de 2023

EL DÍA QUE EL PÚBLICO SE ME LEVANTÓ Y POR QUÉ

EL DÍA QUE EL PÚBLICO SE ME LEVANTÓ Y POR
QUÉ
(8 de mayo de 1970, Coucher College, Maryland)

Así fue que sucedió:
después de la lectura de las antífonas de los salmos
y de la danza de lamentación delante del altar,
y de los dos poemas, “La vida en la guerra” y “¿Cómo
eran ellos?”
comencé mi diatriba
y dije:

Sí, está bien que nos hayamos reunido
en esta capilla para recordar
los estudiantes baleados en Kent State,

pero estemos bien ciertos que sabemos
nuestra reunión es una burla a menos que
recordemos también
a los estudiantes negros baleados en Orangeburg hace dos años,
y a Fred Hampton asesinado en su cama
por la policía hace sólo unos meses.

Y mientras hablaba, la gente
—muchachas, señoras, unos pocos hombres—
comenzaron a levantarse y a dar
la espalda al altar y a salir.

Y yo continué y dije:
Sí, está bien que recordemos
a todos estos, pero estemos bien ciertos
que sabemos que es hipocresía
pensar en ellos a menos
que hagamos nuestras acciones la honra a su memoria,
acciones de resistencia militante.

Para entonces las bancas estaban casi vacías
y yo me volví a mi puesto y un hombre se puso de pie
al fondo de la quieta capilla
(junto a las puertas abiertas de par en par,
donde se nos presentaba el verde de mayo, y las sombras largas
del comienzo de la tarde)
y dijo que mis palabras
habían profanado un lugar sagrado.

Y unos pocos días después
cuando otros estudiantes más (negros) fueron tirados
en Jackson, Mississippi,
nadie profanó la capilla de los blancos
porque para ellos nadie celebró ningún acto.

de Denise Levertov,
en Antología de la poesía norteamericana (Ernesto Cardenal Selección), Ministerio del Poder Popular para la Cultura / Fundación Editorial el perro y la rana, 2007.

jueves, 12 de agosto de 2021

EL DOLOR DEL MATRIMONIO

EL DOLOR DEL MATRIMONIO

El dolor del matrimonio:

muslo y lengua, querido
pesan con él,
rebota en los dientes

Buscamos comunión, querido,
y somos rechazados
ambos

Es leviatán y nosotros
encerrados en su barriga
buscando alegría, alguna alegría
no conocible fuera,
dos a dos en el arca de
su dolor.

de Denise Levertov,
en Siete poetas norteamericanas contemporáneas (Beth Miller), UNAM, 2008.
Selección, notas y traducciones de Beth Miller. 

miércoles, 27 de noviembre de 2019

Oración por el amor revolucionario

Oración por el amor revolucionario

Que una mujer no le pida a un hombre que deje un trabajo
valioso para seguirla.
Que un hombre no le pida a una mujer que deje un trabajo
valioso para seguirlo.

Que nadie intente encadenar a Eros.
Pero que nadie ponga una cachiporra en manos de Eros.

Que nuestra lealtad mutua y nuestra lealtad al trabajo
no sean puestas en falso conflicto.

Que el amor nos proporcione amor por el trabajo del otro.
Que el amor por el trabajo del otro nos proporcione amor.

Que el amor por el trabajo del otro nos proporcione amor.
Que el amor nos proporcione amor por el trabajo del otro.

Que nuestro amor, si hace falta,
ceda el paso a la ausencia. Y a lo desconocido.

Que soportemos la ausencia, si hace falta,
sin perder nuestro amor.
Sin cerrar nuestras puertas a lo desconocido.

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Tenebrae

Tenebrae

Pesan, pesan, pesan, la mano y el corazón.
Estamos en guerra
en guerra amargamente, amargamente.

Y la compraventa
nos zumba en los oídos como un enjambre
de moscas atareadas, con cierta inocencia.

Se calzan trajes de lentejuelas
y encandilan. Qué murmullo grotesco
de plateado moiré habrá,
que me recuerda las esquirlas.

Y las bodas se toman con toda solemnidad
no la del deseo, la de la etiqueta,
la pompa nupcial del moño almidonado;
un candor implacable.

Y los que fueron de picnic vuelven de la playa
al atardecer ardiendo con el sol que almacenaron;
chicos a quienes les prometieron ver tele al llegar
se duermen en la parte de atrás de un millón de camionetas,
con arena en el pelo y el ruido de las olas
insistiendo calladamente en los oídos.
Ellos no escuchan.

Los padres por la noche sueñan
y olvidan sus sueños.
Se despiertan y hacen planes
en la oscuridad. Planes con lentejuelas
que alumbran el mañana.
Compran, venden.

Llenan los freezers de comida.
Los avisos de neón parpadean sus intenciones
para los años por venir.
Y en sus oídos, el ruido
de la guerra. Ellos no escuchan,
no escuchan.

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

sábado, 24 de agosto de 2019

Salmo de la ciudad

Salmo de la ciudad

Las matanzas prosiguen, el dolor y la desgracia
se perpetúan a cada segundo en la cadena de los genes,
deliberadamente se perpetran injusticias,
y el aire lleva el polvo de esperanzas frustradas,
y sin embargo, al respirar el vaho, al caminar
por las veredas apiñadas entre vidas deshechas,
los martillos neumáticos rugiendo con estrépito,
un estacionamiento al sol de mayo iluminado dolorosamente,
no vi detrás, sino por dentro, del dolor con sordina,
el polvillo en el viento, las horribles fachadas de hormigón, otra pena,
un resplandor como el que da el rocío, un hogar de piedad,
no oí detrás sino más bien por dentro, un sonido, un murmullo
que derivó en una sonrisa plácida.
Nada cambió, más bien todo fue revelado de forma diferente;
no que no hubiera horror, ni tampoco que no prosiguieran las matanzas,
tampoco que creyera que la desesperanza se fuera a terminar,
sino más bien que todo, como si fuera transparente,
nos revelaba una otredad sagrada, y que eso era la dicha.
He visto el paraíso en el polvo de la calle.

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

miércoles, 7 de agosto de 2019

Pensando en Paul Celan

Pensando en Paul Celan

San Celan,
estirado en la cruz
de la supervivencia,

ruega por nosotros. Tú
al menos no pudiste
aguantar más. Pero nosotros

vivimos y vivimos,
despreocupados en un mundo
donde los niños matan niños.

Nos sacudimos
el peso de
nuestro propio indulto,

prosperamos,
excedemos
nuestros días asignados.

San Celan,
ruega por nosotros
para que recibamos

al menos una herida,
azul, azul, inmarcesible,
nosotros que aceptamos la supervivencia.

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

sábado, 13 de julio de 2019

Nombre equivocado

Nombre equivocado

Hablan del arte de la guerra,
pero el arte
extrae su luz del fondo del alma,
mientras que la guerra
seca el alma y se alimenta
de un erial negro y ardiente.

Cuando Leonardo
empleó su genio para idear
máquinas destructivas, no actuaba
al servicio del arte,
estaba suspendiendo
la vida del arte
sobre un abismo
como quien sostiene
a un niño vivo fuera de la ventanilla de un avión
a treinta mil pies de altura.

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

martes, 25 de junio de 2019

¿Cómo eran?

¿Cómo eran?

¿La gente de Viet Nam
usaba faroles de piedra?
¿Celebraban ceremonias
reverentes al abrirse los primeros capullos?
¿Eran propensos a reír apaciblemente?
¿Usaban hueso y marfil,
jade y plata, para sus ornamentos?
¿Tenían poemas épicos?
¿Sabían distinguir entre el discurso y el canto?
Señor, sus encendidos corazones se transformaron en piedras.
No se recuerda si en los jardines
los faroles iluminaban caminos agradables.
Tal vez se reunieron alguna vez para deleitarse con las flores,
pero después de que sus hijos fueran asesinados
no hubo nuevos capullos.
Señor, amarga es la risa en la boca quemada.
Tal vez un sueño hace tiempo. Los ornamentos son
para épocas de alegría.
Todos los huesos estaban carbonizados.
No hay memoria. Recuerda,
la mayoría eran campesinos, su vida
se desenvolvía entre el arroz y el bambú.
Cuando las nubes pacíficas se reflejaban en los arrozales
y los búfalos caminaban con paso seguro a lo largo de las terrazas,
tal vez los padres contaban a sus hijos antiguas leyendas.
Cuando las bombas destrozaron aquellos espejos
sólo hubo tiempo para gritar.
Permanece un eco todavía
de sus voces, semejante a una canción.
Diríase que su canto se parecía
al vuelo de las mariposas nocturnas iluminadas por la luna.
¿Quién puede contarlo? Ahora reina el silencio.

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Los golpeadores

Los golpeadores

Un hombre sentado junto a la cama
de una mujer a quien golpeó,
cura sus heridas,
suavemente palpa los moretones.
La sangre forma un charco a su alrededor,
se oscurece.
Atónito, se da cuenta que ha comenzado
a quererla. Siente terror.
¿Por qué nunca había
visto, antes, lo que era?
¿Y si deja de respirar?

Tierra, ¿será que no podemos amarte
a menos que creamos que el fin se aproxima?
¿Que no creemos en tu vida
a menos que pensemos que agonizas?

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

sábado, 27 de abril de 2019

La queja de Adán

La queja de Adán

Hay quienes,
no importa qué les des,
también quieren la luna.

El pan,
la sal,
carne blanca y roja,
y todavía tienen hambre.

La cama matrimonial
y la cuna,
siguen con los brazos vacíos.

Les das campos,
su propia tierra bajo los pies,
y aún se van por los caminos.

Y el agua: cava el pozo más hondo,
que aún no será suficiente
para beber en él la Luna.

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

martes, 2 de abril de 2019

La certeza

La certeza

Han perfeccionado los medios de destrucción,
la ciencia abstracta casi visiblemente brilla,
tan refinadamente pulida. Armas inmateriales
que nunca nadie podría tener en las manos
se abren paso por la oscuridad, atraviesan grandes
distancias,
introduciéndose por laberintos hasta llegar
a blancos que son conceptos.

Pero una antigua certeza
se mantiene: la guerra
significa sangre que se derrama de los cuerpos vivos,
significa extremidades cortadas, ceguera, terror,
significa duelo, agonía, huérfanos, hambruna,
prolongada desdicha, permanente resentimiento y odio y culpa,
significa todo esto multiplicado, multiplicado,
significa muerte, muerte, muerte y muerte.

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

viernes, 29 de marzo de 2019

El inocente

El inocente

El gato tiene su deporte
y el ratón sufre
Pero el gato
es inocente
no habiendo imagen de dolor en él
Un ángel danza con su presa

Lo lleva, lo libera, salta otra vez
con gozo sobre su querido juguete

¡Una danza, una plegaria!
Qué cruel es el gato a nuestros ojos culpables

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

viernes, 11 de enero de 2019

Adiós a la tolerancia

Adiós a la tolerancia

Geniales poetas de sonrosados rostros,
serios, ingeniosos,
que habéis dado al mundo
algunos bocados exquisitos,
fragmentos de lenguaje presentados
como se ofrece un filete de costilla
acompañado de cerezas con licor.
Adiós, adiós.          
          No me importa
si jamás vuelvo a probar vuestros finos guisos,
compañeros neutrales, videntes de ambos lados.

Tolerancia, cuántos crímenes
se cometen en tu nombre.

Y vosotras, bellas mujeres, horneadoras de los mejores pasteles,
donantes de sangre. Vuestras migajas
me ahogan, no me gustaría
tener una gota de vuestra sangre, bombeada
por delicados corazones, de pulso perfecto, que nunca
vacilan, insensibles
ante las pesadillas de la realidad.

Se trata de mis hermanos, mis hermanas,
cuya sangre se derrama a borbotones y se detiene
para siempre
porque habéis preferido creer que ello no os concierne.

Adiós, adiós,
vuestros poemas
cierran las boquitas,
vuestras confituras se enmohecen,
un abismo ha separado          
          el suelo entre nosotros

y volvéis la mirada, sin saludar,

hacia otro lado.

No volveremos a encontrarnos
a menos que saltando sobre la grieta, dejéis
atrás los preciados
gusanos de vuestra apatía,
vuestras tibios sarcasmos,
vuestro jovial, mesurado
e irónico juicio neutral;
¿Saltar sobre el equilibrio
es excesivo? … pero
cómo fluirían y se mezclarían
gozosamente
nuestras fanáticas lágrimas.

De Denise Levertov,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.25, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.