Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

sábado, 27 de abril de 2024

EL PROGRESO

EL PROGRESO

En tiempo de los grandes faraones
de las cruces colgaban los ladrones
y hoy, en el siglo de las luces,
del pecho del ladrón, cuelgan las cruces.

de Bretón de los Herreros,
en versos de rebeldía y combate, Editorial Eleuterio, 2021.

jueves, 25 de abril de 2024

ASUNTO DE CLARIFICACION

ASUNTO DE CLARIFICACION

se
ven
triunfantes
en
páginas
sociales
alimentan
con
lecha
a
sus
fox-terrier
son
dueños
del
burdel
y
de
la
finca
leen
corín
tellado
hablan
pestes
del
Che

de Rafael Gochez Sosa,
en los días y las huellas, Editorial Universitaria, 1987.

martes, 23 de abril de 2024

23A

23A

mañana
nos dirán
que no estuvimos
que no hubo nadie
que sólo cantaron los pájaros
que el tránsito corrió fluído
y que nadie pisó la calle...



que mañana
digan lo que quieran

Por Félix Sánchez Durán.

domingo, 21 de abril de 2024

EL MIEDO

EL MIEDO

Nuestros rostros miraban al cielo
y allí empapados esperaban por algo

Nunca supimos de qué trataba aquello

Quizás no había nada que saber

Las llaves eran las erradas

Nada era cierto y nada en serio

Sólo había una bruma helada frente a nuestras puertas

El amanecer tardó demasiado en llegar aquella vez

Era el miedo alcanzándonos

de Franco Ibáñez Zumel,
en Sobrevidas, Casa Litterae, 1987.

viernes, 19 de abril de 2024

comunismo embrionario

comunismo embrionario

 –¿Ves ese coche que rodando pasa
con insultante y llamativo lujo?
–Sí
–Pues ese coche que rodando pasa
con insultante y llamativo lujo,
no será para ti
–¿Ves ese hermoso y colosal palacio,
mansión del bienestar y la riqueza?
–Sí
–Pues ese hermoso y colosal palacio,
mansión del bienestar y la riqueza,
no será para ti.
–¿Ves esa hembra de arrogantes formas
que al que la paga bien su cuerpo entrega?
–Sí
–Pues esa hembra de arrogantes formas
que al que la paga bien su cuerpo entrega,
no será para ti.
–¡Ay! Nada de eso que la vida alegra,
el temor alejando de la muerte,
¿se ha hecho para mí?
¿Acaso por ser pobre no soy hombre?
–El hospital, la cárcel o el suicidio…
¡Eso es para ti!

de Emilio Bobadilla (Fray Candil),
en versos de rebeldía y combate, Editorial Eleuterio, 2021.

jueves, 18 de abril de 2024

LOS PODEROSOS

LOS PODEROSOS

Podéis condenar herir roer
sois los amos

A veces pienso que la risa
sólo                es
para
vosotros
Navidad perfumería años nuevos

decid
-ya que tanto sabéis-
     ¿quién
os
      cerrará
los
  ojos?

de Rafael Gochez Sosa,
en los días y las huellas, Editorial Universitaria, 1987.

miércoles, 17 de abril de 2024

85 - Ojalá...

85

Ojalá
no me cueste
la vida entera
aprender
a dejar de alimentar
al lobo
que me depreda.

de Nina Ferrari,
en https://www.facebook.com/sudestadarevista (25/03/2023).

lunes, 15 de abril de 2024

Cuestión de empinamiento

Cuestión de empinamiento

Aquel poeta,
        cuando joven,
quiso cambiar el mundo.

Luego, creció:
        insigne
fue su boca:
alzada
sobre una barba patriarcal,
y hacía
grandes descubrimientos:

que el poema era sólo
un hecho del lenguaje,

que sólo en él está su referencia.

Engolaba la voz para explicarnos
esa verdad sagrada.

Así entendía
la consistencia del discurso:

una cuestión
de empinamiento.

De Salustiano Martín González,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.26, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

domingo, 14 de abril de 2024

LA GUERRA

LA GUERRA

De las cimas de los montes
A las cuencas de los valles,
En barrancos y laderas,
Se amontonan los cadáveres.
Ya no tienen sed los cuervos
Ni los lobos tienen hambre.
Para el cuervo y para el lobo
Guardáis los hijos, oh madres.

El cañón asorda el viento;
Y en sombrías espirales,
De la tierra en fuego y llamas,
El humo asciende a los aires.
En todas partes la ruina,
El horror en todas partes.
Para el horror y la ruina
Tenéis los hijos, oh madres.

En derruida casa, un perro
Lanza aullidos funerales;
Está vacía la cuna;
Y, ya rígido cadáver,
Con la soga echada al cuello,
De una viga cuelga el padre.
Para víctimas del crimen
Tenéis los hijos, oh madre.

Al umbral en cruz los brazos,
Hacia la tierra el semblante,
Con una herida en el pecho,
Estuprada virgen yace.
En los quince florecía
Y era el lirio más fragante.
Para el sátiro sangriento
Tenéis los hijos, oh madres.

Mas cantan gloria las torres;
Y al son de marchas triunfales,
El vencedor aparece
Hollando ruina y sangre.
La bullente muchedumbre
Exulta, ríe y aplaude.
Para coro de verdugos
Tenéis los hijos, oh madres.

Pobres madres, no a los cielos
Alcéis manos suplicantes:
Allá nadie os compadece
Porque allá no existe nadie.
Mientras gima esclavo el mundo,
Sed esposas, sed amantes;
Más para el lobo y el cuervo
No tengáis hijos, oh madres..

de Manuel González Prada,
en versos de rebeldía y combate, Editorial Eleuterio, 2021.

sábado, 13 de abril de 2024

FUSILES AL FRENTE

FUSILES AL FRENTE

Camaradas:
el fusil,
para defender Madrid...
Que tu voz diga y rediga
esta consigna apremiante:
«Arma que está rezagante,
es una más enemiga.»

Por todas partes se diga
que el fusil,
para defender Madrid.

Está comprobado y visto
que la «FN» y la «Star»
bastan para vigilar
o para hacer un registro.
Camarada, hay que ser listo,
y el fusil,
para defender Madrid.

El fusil, aquí, contigo,
no ha de sernos necesario;
para el servicio ordinario,
la pistola es buen amigo.
Fíjate en lo que te digo:
que el fusil,
para defender Madrid.

Un grupo, una compañía,
batallón o regimiento,
si está escaso el armamento,
poco podrá en la porfía;
por eso yo te decía:
que el fusil,
para defender Madrid.

¿Cómo habrás de responder
si ves que brazos viriles,
por escasez de fusiles
tienen que retroceder?
Es consigna de vencer,
que el fusil,
para defender Madrid.

Y a quien sordo o inconsciente,
no lo oye o no lo escucha,
decidle que nuestra lucha
ha puesto en Madrid su frente,
y su fusil de repente
le quitas,
para defender Madrid.

(Romancero de la defensa de Madrid)

de Antonio Aparicio,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

jueves, 11 de abril de 2024

¿y si la última persona con vida...

¿y si la última persona con vida
no sintiera la soledad?
¿y si la última persona con vida
no sufriera la desolación?
¿y si la última persona con vida
se sintiera libre?
¿qué nos diría eso?

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

miércoles, 10 de abril de 2024

…y quien ría último...

…y quien ría último
en todo este asunto
reirá en soledad

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

martes, 9 de abril de 2024

la última palabra...

la última palabra
en todo este asunto
la real
la verdadera última palabra
en todo este asunto
no tendrá valor alguno

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

lunes, 8 de abril de 2024

el final...

el final
no es un punto
es una línea
desdibujada
en lenta agonía

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

domingo, 7 de abril de 2024

CANCIÓN DEL DEPORTADO (canción)

CANCIÓN DEL DEPORTADO

Es trabajar sin descanso
tu cruel destino,
o mendigar triste y manso
por el camino
Desesperado
ya de vivir
lucho abnegado
contra lo vil.

Canta deportado
mísero y martirizado
que tu ideal quizás
un día triunfará
dando a los hombres
amor y libertad.

Anónimo (E. Serrano, 1920),
en http://alasbarricadas.org/forums/viewtopic.php?t=53278 (1/4/24).

sábado, 6 de abril de 2024

Cómo ganar una guerra perdida...

Cómo ganar una guerra perdida:

Uno. Excavar trincheras
con palas, lapiceros, saxofones.
De las grietas, hacer cicatrices.

Dos. No llevar uniformes.
Cada cual adoptará el disfraz
que menos le ofenda.

Tres. No distinguir noche y día.
Permitir la soledad a quien la elija.
Adoptar perros y recién llegados.

Cuatro. Celebrar una fiesta
por cada trinchera. Llegará el enemigo
y no entenderá nuestro lenguaje.

Les será imposible la conquista:
ellos no aman a los perros mestizos
ni arrancan orgasmos a las palabras.
Perderemos la guerra de las mayúsculas
pero la vida está de nuestra parte:
lloramos y celebramos la brizna.

de Ana Pérez Cañamares,
en Viento Sur, n°140, junio, 2015.

viernes, 5 de abril de 2024

35 - Qué violenta...

35

Qué violenta
la calma
con la que los empachados
nos dicen
que agradezcamos
las migajas.

de Nina Ferrari,
en https://www.facebook.com/libreriasudestada/ (14/12/2023).

jueves, 4 de abril de 2024

EL MILICIANO DESCONOCIDO

EL MILICIANO DESCONOCIDO

(Frente de Madrid)

No me preguntéis su nombre.
Le tenéis ahí en el frente,
por las orillas del río:
toda la ciudad lo tiene.

Cada mañana se alza,
cuando la aurora lo envuelve
con un resplandor de vida
y otro resplandor de muerte.
Cada mañana se alza,
como un acero se yergue,
y donde pone sus ojos
una luz mortal esplende.

No me preguntéis su nombre,
que no habrá quien lo recuerde.
Cada día se levanta
con la aurora o el poniente,
salta, empuña, avanza, arrolla,
mata, pasa, vuela, vence;
donde se planta, allí queda;
como la roca, no cede;
aplasta como montaña,
y como la flecha, hiere.
Madrid entero lo adivina;
Madrid late por sus sienes;
sus pulsos vibran hirviendo
de hermosa sangre caliente,
y en su corazón, rugiendo
cantan millones de seres.

No sé quién fue, quién ha sido:
¡toda la ciudad lo tiene!
¡Madrid, a su espalda, le alienta;
Madrid entero le sostiene!

¡Un cuerpo, un alma, una vida,
como un gigante se yerguen
a las puertas del Madrid
del miliciano valiente!

¿Es alto, rubio, delgado?
¿Moreno, apretado, fuerte?
Es como todos. ¡Es todos!
¿Su nombre? Su nombre ruede
sobre el estrépito ronco;
ruede vivo entre la muerte;
ruede como una flor viva,
siempreviva para siempre.

Se llama Andrés o Francisco,
se llama Pedro Gutiérrez,
Luis o Juan, Manuel, Ricardo,
José, Lorenzo, Vicente...
Pero, no. ¡Se llama solo
Pueblo Invicto para siempre!

(Romancero General de la Guerra Española)

de Vicente Aleixandre,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

miércoles, 3 de abril de 2024

EL MOMENTO MAS GRAVE DE LA VIDA

EL MOMENTO MAS GRAVE DE LA VIDA

Un hombre dijo:

—El momento mas grave de mi vida estuvo en la batalla del
Marne, cuando fui herido en el pecho.

Otro hombre dijo:

—El momento más grave de mi vida, ocurrió en un maremo-
to de Yokohama, del cual salvé milagrosamente, refugiado bajo
el alero de una tienda de lacas.

Y otro hombre dijo:

—El momento más grave de mi vida acontece cuando duer-
mo de día.

Y otro dijo:

—El momento más grave de mi vida ha estado en mi mayor
soledad.

Y otro dijo:

—El momento más grave de mi vida fue mi prisión en una
cárcel del Perú.

Y otro dijo:

—El momento más grave de mi vida es el haber sorprendido
de perfil a mi padre.

Y el último hombre dijo:

— El momento más grave de mi vida no ha llegado todavía.

de César Vallejo,
en Poemas humanos, Centro  Peruano de Estudios Culturales, 2008.

lunes, 1 de abril de 2024

hubo un tiempo...

hubo un tiempo
en que ingresábamos
al laberinto de espejos
de las ferias
para intentar buscar
la salida

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

domingo, 31 de marzo de 2024

MADRID, 1937

MADRID, 1937

Horizonte de guerra, cuyas luces,
cuyas aureolas repentinas, breves,
cuyas fugaces albas, salvas, fuegos,
multiplican la muerte interminable.
Aquí en Madrid, de noche, solo, triste,
mi frente con el frente son sinónimos
y sobre mi mirada como llanto
se derriban los héroes, caen hundidos
por el abismo verde de mi cara.
Yo sé que estoy desierto, que estoy solo,
que el frente paralelo de mi frente
desdeña mi dolor y me acompaña.
Ante el glorioso círculo de fuego
nada puedo evocar, nada ni a nadie.
No hay recuerdo, placer, antes vivido,
que pueda rescatar de mi pasado.
No hay ausencia, ni historia, ni esperanza
que con su engaño calme mi agonía.
Aquí en Madrid, delante de la muerte
mi corazón pequeño guarda oscuro
un amor que me duele, que no puedo
ni siquiera mostrarlo en esta noche
ante este inmenso campo de heroísmo.

(Poetas en la España Leal)

de Manuel Altolaguirre,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

sábado, 30 de marzo de 2024

Hay un lugar entre la impotencia...

Hay un lugar entre la impotencia
                                y el heroísmo.

Entre el pozo y la cera derretida
                        por la cercanía del sol.

Entre el desengaño y la otra mejilla.

Hay un lugar. Cada día lo bautizo
                                con mi nombre.

de Ana Pérez Cañamares,
en Viento Sur, n°140, junio, 2015.

viernes, 29 de marzo de 2024

Comunistas

Comunistas

Los han matado en todas partes,
según distintas formas:

en el nombre de Dios
los han matado,
fusilados contra una tapia;

en nombre de la patria
los han matado,
torturados en sótanos;

en nombre del mercado libre
los han matado,
acuchillados en sus casas;

en nombre del partido
los han matado,
acribillados en Tian An Men;

en nombre de sí mismos
los han matado,
enterrados en los gulags;

en nombre de los crímenes
de sus verdugos
los han matado,
burlados en las tumbas
que sepultan sus sueños.

Pero aún
resisten.

De Salustiano Martín González,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.26, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

jueves, 28 de marzo de 2024

Contra

Contra

Estoy en contra de que los revolucionarios de mi país
Hieran una espiga de trigo
Contra un niño
Cualquier niño
Llevando una granada de mano
Estoy en contra de que mi hermana
Sienta el músculo de un arma
Contra todo
Y sin embargo
¿Qué puede hacer un profeta, una profetisa,
Cuando sus ojos
Están hechos para beber
La vista de las hordas de invasores?
Estoy en contra de que los niños se conviertan
En héroes a las diez
Contra el árbol haciendo brotar explosivos
Como flores
Contra las ramas que se convierten en horcas
Contra los rosales que se convierten en trincheras
Contra todo
Y sin embargo
Cuando el fuego incinera a mis amigos
Cómo puedo
Evitar que un poema se convierta en un arma

de Rashid Hussein,
en https://descontexto.blogspot.com/2024/01/contra-de-rashid-hussein.html (13/2/24).

miércoles, 27 de marzo de 2024

LA VIOLENCIA DE LAS HORAS

LA VIOLENCIA DE LAS HORAS

Todos han muerto.

Murió doña Antonia, la ronca, que hacía pan barato en el burgo.

Murió el cura Santiago, a quien placía le saludasen los jóvenes y las mozas, respondiéndoles a todos, indistintamente: “Buenos días, José! Buenos días María!”

Murió aquella joven rubia, Carlota, dejando un hijito de meses, que luego también murió, a los ocho días de la madre.

Murió mi tía Albina, que solía cantar tiempos y modos de heredad, en tanto cosía en los corredores, para Isidora, la criada de oficio, la honrosísima mujer.

Murió un viejo tuerto, su nombre no recuerdo, pero dormía al sol de la mañana, sentado ante la puerta del hojalatero de la esquina.

Murió Rayo, el perro de mi altura, herido de un balazo de no se sabe quién.

Murió Lucas, mi cuñado en la paz de las cinturas, de quien me acuerdo cuando llueve y no hay nadie en mi experiencia.

Murió en mi revólver mi madre, en mi puño mi hermana y mi hermano en mi víscera sangrienta, los tres ligados por un género triste de tristeza, en el mes de agosto de años sucesivos.

Murió el músico Méndez, alto y muy borracho, que solfeaba en su clarinete tocatas melancólicas, a cuyo articulado se dormían las gallinas de mi bario, mucho antes de que el sol se fuese.

Murió mi eternidad y estoy velándola.

de César Vallejo,
en Poemas humanos, Centro  Peruano de Estudios Culturales, 2008.

martes, 26 de marzo de 2024

lunes, 25 de marzo de 2024

Desconfía

Desconfía

Si quieres conseguir
lo que te hará ser
humano,
desconfía de quien te dé
todo lo que pidas;
desconfía de quienes te nieguen
lo que necesitas.

Si quieres lograr
alzarte hasta ser
libre con los demás
que te rodean,
desconfía de los seres
humanos que no te dejen
conseguir todo lo que ellos
dicen necesitar.

De Salustiano Martín González,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.26, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

sábado, 23 de marzo de 2024

Seguir amando cuando el mundo...

Seguir amando cuando el mundo
conocido se derrumba, es
querer conservar la ventana
incluso en la casa sin techo.

de Ana Pérez Cañamares,
en Viento Sur, n°140, junio, 2015.

viernes, 22 de marzo de 2024

HÚSARES AZULES

HÚSARES AZULES

Hiere la helada
                                            como fuerte garra.
Vuela el trineo
                                        por el Fontanka.
Su huella en la nieve
                                                    va trillando rayas.
¿De quién esa risa?
                                                ¿De quién esa voz?
“Con mi propia mano
                                                en el corazón,
te lo digo yo:
                                                No toques la espada.
Frente a tal peligro,
                                                                        si no es a ti mismo,
a otros salvaguarda.”

Con los cascos blancos
                                                        golpeando en el hielo,
sombras por Litieini
                                                vuelan a lo lejos.
“Y yo te respondo,
                                                    mi querido amigo:
No temo la muerte
                                                      en tenso patíbulo.
Mortal y oprobioso
                                                        en esta esclavitud
es bajar la cabeza
                                                    y asi envejecer.
Hora es que unamos
                                                            sables con los sables.
Mi corazón
                                        está enamorado
                                                                                    de la libertad.”

Labios encarnados
                                            y pipas labradas.
Húsares azules,
                                            ¡probad el destino!
Helos indomables,
                                            helos inmortales
otra vez reunidos
                                            en la habitación.
Guerreras abiertas
                                                    en noche profunda:
“Sírvanme una copa
                                                repleta de vino.
Vertemos, bebemos
                                                y nos despejamos:
Por la Hermandad Sureña,
                                                            por los jóvenes hermanos.”

Sordas las guitarras,
                                                altas las palabras...
¿Qué guardar entre ellos?
                                                ¿A quiénes temer?
Cual espuma en copas
                                                hierve su pasión:
Se lee “Gitanos”
                                            por primera vez.
Por Litieini vuelven
                                                    las sombras volando.
Ceños rigurosos
                                                 bajo las viseras
miran los palacios.
                                                        Terminó el encuentro,
¡arre los caballos!

¿Qué es esa,
                                qué es esa,
                                                                        qué es esa canción?
Bajad la cabeza.
                                                    Las tenues guitarras
que temblando callen:
                                                Húsares azules
en la nieve yacen.

1927

de Nikolái Aséiev,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Traducción de Elva Macías

jueves, 21 de marzo de 2024

DIOS Y LOS HOMBRES

DIOS Y LOS HOMBRES

Dios fabrica a los hombres
y éstos el primer día ya pelean,
Dios, cabrero al cuete,
no consigue arreglarlos.
Ponga y meta, meta y ponga,
los hombres rajan cocos
y las napias de chicha se ensanguientan.
A la fin, aburrido,
Dios se va a apoliyar la dulce siesta
y les chilla:
"¡Arréglense muchachos, como puedan!"

de Álvaro Yunque,
en Versos Rantes,Peña Lillo, 1961.
http://www.alvaroyunque.com.ar/ (7/5/20).

miércoles, 20 de marzo de 2024

qué difícil es...

qué difícil es
dejar de creer
en lo que no creemos

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

martes, 19 de marzo de 2024

negamos la existencia de dios...

negamos la existencia de dios
sacudiendo fervientemente
nuestro puño al cielo

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

lunes, 18 de marzo de 2024

¡ALERTA, LOS MADRILEÑOS!

¡ALERTA, LOS MADRILEÑOS!

I

Pueblo de Madrid valiente,
pueblo de paz y trabajo,
defiéndete contra aquellas
fieras que te están cercando;
ellas tienen por oficio
la destrucción y el estrago,
ellos hacen de la guerra
un arte para tu daño.
Si por amor a la paz
estuvimos desarmados,
por amor a la justicia
ahora el fusil empuñamos.
Demuéstrale al enemigo
que no quieres ser esclavo;
más vale morir de pie
que vivir arrodillados;
cadenas, las que formemos
unidos por nuestros brazos,
unión que nunca se rompa,
vínculo firme de hermanos.
Muros de sacos terreros,
surcos hondos, no de arados,
sí con picos, y con palas,
con corazones sembrados,
semilla roja seremos
en las trincheras del campo.
Cuando brote la victoria,
con sus palmas y sus ramos,
el mundo verá en nosotros
su más brillante pasado;
seamos la aurora, la fuente,
demos los primeros pasos
del porvenir que en Europa
merece el proletariado.

II

Madrid, capital de Europa,
eje de la lucha obrera,
tantos ojos hoy te miran
que debes estar de fiesta;
vístete con tus hazañas,
adórnate con proezas,
sea tu canto el más valiente,
sean tus luces las más bellas;
cuando una ciudad gloriosa
ante el mundo así se eleva,
debe cuidar su atavío,
debe mostrar que en sus venas
tiene sangre que hasta el rostro
no subirá con vergüenza,
sí con la fiebre que da
el vigor en la contienda.
Madrid, te muerden las faldas
canes de mala ralea,
vuelan cuervos que vomitan
sucia metralla extranjera.
Lucha alegre, lucha, vence,
envuélvete en tu bandera;
te están mirando, te miran;
que no te olviden con pena.

(Romancero de la Guerra Civil Española)

de Manuel Altolaguirre,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

domingo, 17 de marzo de 2024

Todo acabará por llevarnos...

El capitán no es el capitán. El capitán es el mar.
Jesús Lizano

Todo acabará por llevarnos
la contraria. Y es bueno
que así sea. Lo que ven
tus ojos no es un país.
Tú no eres un dictador.
A todos tus intentos
de golpes de estado
los derrocará la vida:
invencible ejército
de liberación.

de Ana Pérez Cañamares,
en Viento Sur, n°140, junio, 2015.

sábado, 16 de marzo de 2024

Algunos datos sobre la vida

Algunos datos sobre la vida

Pensemos en lo que nos rodea:

quienes sufren no se preguntan
por la razón de su desánimo,
o bien lanzan su maldición
contra la frente equivocada:
nadie acierta la mano con la herida.

Por esa razón los poderosos siguen
con su estudiada displicencia.

Porque si ha de haber algún incendio,
ése morderá a los más desvalidos;
si la muerte llega a trazar su curvo dibujo
como una epidemia de oscuridad, esa herida
no afectará a los dividendos de los bancos:
los pequeños ladrones son sólo un accidente
que no merma sus cuentas de beneficios.

Porque cuando alguien roba, no padece
sino quien ha sido ya expropiado
del fruto de su esfuerzo.

De Salustiano Martín González,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.26, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

viernes, 15 de marzo de 2024

PROHIBICIONES EDILICIAS

PROHIBICIONES EDILICIAS

"Es prohibido escupir", dice un letrero,
"Es prohibido" (reparad
como concuerda es con prohibido,
la sintaxis municipal).
Aquí un cartel prohíbe los carteles.
Otro prohíbe transitar.
¿Por qué no plantan éste?: "Ciudadanos:
Se prohíbe pensar".

de Álvaro Yunque,
en Versos de la calle, Editorial Claridad, 1924.
http://www.alvaroyunque.com.ar/ (7/5/20).

jueves, 14 de marzo de 2024

VALOR

VALOR

Sabemos bien que entramos en el juego
y que esto ocurre hoy día.
Marca nuestro reloj la hora valiente
y el valor no podrá más alejarse.
Morir bajo las balas ya no asusta
ni ya lloramos por perder la casa.
Pero te guardaremos, lengua rusa,
alta palabra rusa.
Así te llevaremos pura y libre
a entregarte a los nietos
para todos los siglos
de los siglos de todo cautiverio rescatada.

de Anna Ajmatova,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Versión de Rafael Alberti y María Teresa León

miércoles, 13 de marzo de 2024

los rayos de sol...

los rayos de sol
escapan a las nubes
se filtran
pero ya no importa
es el ocaso

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

martes, 12 de marzo de 2024

Lamento

Lamento

El ser no nos ha sido dado. Somos un río solo
Y dócilmente en toda forma confluimos:
Tanto la noche como el día, catedral o caverna,
Todo lo atravesamos, pues nos arrastra la sed por existir.

Así llenamos forma tras forma sin descanso,
Y ninguna llega a ser patria, ni dicha, ni necesidad,
Siempre de viaje, huéspedes para siempre,
No nos llaman el campo ni el arado, tampoco crece el pan para nosotros.

Desconocemos lo que Dios piensa de los hombres.
Él juega con nosotros, somos arcilla entre sus manos,
Enmudecida y maleable, ni ríe ni solloza,
Es realmente dúctil, pero tampoco se calcinará.

¡Ser convertido en piedra alguna vez!
Siempre viva por ello está nuestra nostalgia,
Mas también queda siempre un temeroso escalofrío
Y nunca se hace pausa en nuestro sendero.

de Hermann Hesse,
en https://trianarts.com/herman-hesse-lamento/#sthash.RES363lT.dpbs (11/2/24).

domingo, 10 de marzo de 2024

Sólo una cosa hace la poesía...

Sólo una cosa hace la poesía.
A susurros grita que todo
todo está relacionado con todo.
Con hilo de palabras, ella
va remendando los agujeros.

de Ana Pérez Cañamares,
en Viento Sur, n°140, junio, 2015.

viernes, 8 de marzo de 2024

si has de atravesar...

a MRL

si has de atravesar
un campo de cardos
pisa donde ya han pisado

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

jueves, 7 de marzo de 2024

ALGO SIGNIFICATIVO

ALGO SIGNIFICATIVO

Antaño, en que eran los clérigos
Quienes leían los libros,
Las iglesias, elevándose
Sobre el poblachón hundido,
Sus torres sobresacaban
Del colonial rancherío;
Mas hoy cualquier ciudadano
Devora cientos de libros,
Y hoy la casa en que cualquiera,
Allá en el décimo piso
Se pasa en claro la noche
Y estudia meditativo;
Sobresale de la cúpula
Del campanario más risco.
Lo cual no deja de ser
Algo significativo.

de Álvaro Yunque,
en Versos de la calle, Editorial Claridad, 1924.
http://www.alvaroyunque.com.ar/ (7/5/20).

miércoles, 6 de marzo de 2024

PARA QUE YO ME LLAME ÁNGEL GONZÁLEZ

PARA QUE YO ME LLAME ÁNGEL GONZÁLEZ

Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento...

de Ángel González,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

martes, 5 de marzo de 2024

bajo la lluvia...

bajo la lluvia
el sediento
sigue buscando
qué beber

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

lunes, 4 de marzo de 2024

ODA A LOS NIÑOS DE MADRID MUERTOS POR LA METRALLA

ODA A LOS NIÑOS DE MADRID MUERTOS POR LA METRALLA

Se ven pobres mujeres que corren en las calles
como bultos o espanto entre la niebla.
Las casas contraídas,
las casas rotas, salpicadas de sangre:
las habitaciones donde un grito quedó temblando,
donde la nada estalló de repente,
polvo lívido de paredes flotantes,
asoman su fantasma pasado por la muerte.
Son las oscuras casas donde murieron niños.
Miradlas. Como gajos
se abrieron en la noche bajo la luz terrible.
Niños dormían, blancos en su oscuro.
Niños nacidos con rumor a vida.
Niños o blandos cuerpos ofrecidos
que, callados los vientos, descansaban.
Las mujeres corrieron.
Por las ventanas salpicó la sangre.
¿Quién vio, quién vio un bracito
salir roto en la noche
con la luz de sangre o estrella apuñalada?
¿Quién vio la sangre niña
en mil gotas gritando:
¡crimen, crimen!,
alzada hasta los cielos
como un puñito inmenso, clamoroso?
Rostros pequeños, las mejillas, los pechos,
el inocente vientre que respira:
la metralla los busca,
la metralla, la súbita serpiente,
muerte estrellada para su martirio.
Ríos de niños muertos van buscando
un destino final, un mundo alto.
Bajo la luz de la luna se vieron
las hediondas aves de la muerte;
aviones, motores, buitres oscuros cuyo plumaje encierra
la destrucción de la carne que late,
la horrible muerte a pedazos que palpitan
y esta voz de las víctimas
rota por las gargantas, que irrumpe en la ciudad como un gemido.
Todos la oímos.
Los niños han gritado.
Su voz está sonando.
¿No oís? Suena en lo oscuro.
Suena en la luz. Suena en las calles.
Todas las casas gritan.
Pasáis, y de esa ventana rota sale un grito de muerte.
Seguís. De ese hueco sin puerta
sale una sangre y grita.
Las ventanas, las puertas, las torres, los tejados
gritan, gritan. Son niños que murieron.
Por la ciudad, gritando,
un río pasa: un río clamoroso de dolor que no acaba.
No lo miréis; sentidlo.
Pequeños corazones, pechos difuntos, caritas destrozadas.
No los miréis; oídlos.
Por la ciudad un río de dolor grita y convoca.
Sube y sube y nos llama.
La ciudad anegada se alza por los tejados y alza un brazo terrible.
Un solo brazo. Mutilación heroica de la ciudad o su pecho.
Un puño clamoroso, rojo de sangre libre,
que la ciudad esgrime, iracunda y dispara.

(Mundo Obrero)

de Vicente Aleixandre,
en Poesía como un arma (Mariano Garrido Selección), Ocean Sur, 2008.

domingo, 3 de marzo de 2024

En mi patio está creciendo una hiedra...

En mi patio está creciendo una hiedra
que le arranqué a la Casa de Campo.

Quizá sobre esa hiedra –o muy cerca-
cayó el tío Manuel bajo las balas.

Ahora mi tío brota en abril
cuando le llevo agua hasta los labios.

de Ana Pérez Cañamares,
en Viento Sur, n°140, junio, 2015.

sábado, 2 de marzo de 2024

Balada de los señores de antaño

Balada de los señores de antaño

¿Dónde está Calixto Tercero,
que papa fue por cuatro años,
último muerto de ese nombre?
¿Y el muy gracioso Borbón Carlos,
Arturo, el duque de Bretaña,
Alfonso en Aragón reinando
y Carlos Séptimo triunfante?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

¿Y el rey de Escocia, que tenía
una mejilla -se ha contado-
color sangre desde la frente
hasta debajo de los labios?
¿Y el valeroso rey de España
cuyo nombre se me ha olvidado?
¿Y el muy famoso rey de Chipre?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

Renuncio a hablar de glorias idas:
el mundo es sólo un sueño vano.
Nadie triunfa sobre la muerte,
no la detienen los palacios.
Una pregunta aun formulo:
aquel rey de Bohemia, Lazlo
¿dónde está, dónde está su abuelo?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

¿Dónde el conde delfín de Auvernia?
¿Dónde el astuto y buen Bernaldo?
¿Dónde el difunto Juan Primero?
Mas ¿dónde el bravo Carlomagno?

de François Villón,
en https://ciudadseva.com/texto/balada-de-las-contra-verdades/ (28/1/24).

viernes, 1 de marzo de 2024

pocas personas siguen sus propias huellas...

pocas personas siguen sus propias huellas
las desorientadas
las locas
las narcisistas
todas acaban mal

por Félix Sánchez Durán,
en poesía forense, 2024.

jueves, 29 de febrero de 2024

En la niebla

En la niebla

¡Qué extraño es vagar en la niebla!
En soledad piedras y sotos.
No ve el árbol los otros árboles.
Cada uno está solo.

Lleno estaba el mundo de amigos
cuando aún mi cielo era hermoso.
Al caer ahora la niebla
los ha borrado a todos.

¡Qué extraño es vagar en la niebla!
Ningún hombre conoce al otro.
Vida y soledad se confunden.
Cada uno está solo.

de Hermann Hesse,
en https://www.zendalibros.com/5-poemas-hermann-hesse/ (11/2/24).

miércoles, 28 de febrero de 2024

martes, 27 de febrero de 2024

LOS DOCE

LOS DOCE

1

Véspero negro.
Blanca nieve.
¡Viento, viento!
Un hombre no puede de pie sostenerse.
¡Viento, viento
que va por el mundo de Dios todo entero!
Remolina el viento
la blanca nieve.
Hay hielo debajo de la nieve leve.
Resbalón. Un grito.
Quien a andar se atreve
resbala en la calle... ¡Ay, qué pobrecito!
Entre dos casas frente a frente,
tendido hay un cordel;
en el cordel, un cartel:
“¡Todo el poder para las Constituyentes!”
Lagrimea una vieja y no replica.
No comprende lo que eso significa.
¿Para qué tan gran cartel?
¡Qué enorme tela!
¡Cuántos peales se puede hacer con él!
Y los pies a los niños se les hielan...
La vieja, asustadísima,
cruza un montón de nieve cual gallina que acecha.
—¡Ay, Virgen Santísima!
—¡Ay, esos bolcheviques al ataúd nos echan!
Viento que corta como dalles.
Frío al compás de todo aquello.
Un burgués en cruce de calles,
mete la nariz en el cuello.
¿Y quién es éste? Melenas largas.
Su voz se aletarga:
—¡Traidores! ¡Qué horror!
—¡Ha muerto Rusia, sin decoro!
Probablemente un escritor,
un pico de oro.
Y he aquí, un hombre que de faldas viste,
se esconde en la nieve que le hace de tope.
¿Por qué hoy estás triste,
camarada pope?
¿Te acuerdas cómo antes
ibas con la panza como adelantada,
y, la cruz encima, se hacía brillante
la panza abultada?
Una dama con astracán caracolado
se acerca a otra, apenada.
—Cuánto hemos llorado, llorado...
Se cae resbalada,
y —¡pum!— se queda tumbada.
¡Ay! ¡Ay!
Dadle la mano, ¡caray!
El alegre viento
se alegra cruel.
Mueve el faldamento,
siega al que transita.
Rasga, estruja, agita
ese gran cartel:
“¡Todo el poder para las Constituyentes!"
y estas frases grita:
También se reunieron nuestras gentes...
en el local de enfrente...
Discutimos,
resolvimos:
Por un rato, diez rublos; por dormida, veinte pedir.
Y de nadie menos recibir...
...Vamos a dormir...

La tarde cayendo.
La gente se acoge.
Sólo un vagabundo
los hombros encoge.
Silbidos del viento...
—¡Eh, pobretón, trotamundo!
Ven a mi casa,
nos abrazaremos...
¡Pan!
¿Qué espera el que se atrasa?
¡Pasa!
Negros, negros los cielos están.
Rabia, triste rabia, enojos.
El pecho se abrasa.
Rabia negra, santa rabia, enojos.
¡Camarada, vigila sin tasa
con los cuatro ojos!

2

Pasea el viento, la nieve vuela.
Los doce hombres marchan en vela.
Negras correas de los fusiles,
y en torno a ellos hay luces miles.
Entre los dientes, un cigarrillo;
marca merecen llevar los pillos.
Libertad, libertad.
¡Ay, ay, sin cruz al pecho van!
¡Tra-ta-ta!
¡Frío hace, camarada, frío ya!
—Con Katka está Vañka en un tabernucho.
—Dinero en la media lleva en un cartucho.
—Vaniushka ya es rico, lo había soñado,
—¡Era de los nuestros, se ha hecho ahora soldado.
—¡Ay, Vañka, burgués, ay, hijo de perra,
si a mi Katka besas, el golpe no yerra!
Libertad, libertad.
¡Ay, ay, sin cruz al pecho van!
Katka con Vañka ocupada está
¡En qué mi querida ocupada estará!...
¡Tra-ta-ta!
Y alrededor hay luces miles...
En los hombros, correas de fusiles...
¡Más fuerte tu paso revolucionario,
que está el enemigo cerca y temerario!
Sostén, camarada, tu fusil sin miedo.
A la Santa Rusia una bala lancemos,
a la del pasado,
a la de las isbas, a esa que llamamos
del trasero pesado.
¡Ay, ay, sin cruz al pecho van!

3

Así se fueron nuestros muchachos
a servir en la guardia roja,
a servir en la guardia roja,
y perder sus cabezas locas.
¡Ay, tú, pena en cadena,
dulce vida que saco;
desgarrada guerrera,
fusil austríaco!
Para que los burgueses puedan todos penar,
el fuego del mundo vamos a soplar,
incendio del mundo que en sangre nació.
¡Danos, Señor, tu bendición!

4

Remolinos de nieve, grita el cochero,
Vañka con Katka vuela en trineo.
Y llevan los varales
farolillo eléctrico.
¡Eh, arre, arre!
Lleva un capotito roto de soldado,
su cara es de tonto, tonto redomado.
Se atusa, se atusa su negro bigote;
se atusa y recrea,
bromea.
He aquí a Vañka, el de hombros de carga.
He aquí a Vañka, el de charlas largas,
Abraza a su Katka, la muy pasmadota,
la engaña...
Ella la cabeza hacia atrás va a ponerla,
y sus dientecillos brillan como perlas...
¡Ay, Katia, Katia mía,
caragordita!

5

Todavía en tu cuello, Katia,
tienes de una navaja el cuño.
Debajo de tu pecho, Katia,
aún reciente tienes un rasguño.
¡Ea, ea, baila bien!
¡Qué bonitos son tus pies!
Ropitas de encaje llevabas:
¡llévalas ahora que yo te vea!
Con oficiales pendoneabas;
¡pendonea ahora, pendones!
¡Ea, ea, pendonea!
De sobresalto, el corazón voltea.
¿Te acuerdas del oficial aquél?
Nada hubo que le salvara...
¿No te acuerdas, mala peste, de él?
¿O no está tu memoria clara?
¡Ea, ea, hazla más clara!
¡Acuéstate con él, juntad la cara!
Llevabas polainas y aretes,
zampabas chocolate afamado.
Ibas a pasear con los cadetes.
¿Ahora paseas con los soldados?
¡Ea, ea, peca sin calma,
será un alivio para tu alma!

6

...Volando, se acerca el cochero en la delantera.
Vuela, aúlla, vocifera...
¡Alto! ¡Alto! Andruja, ayuda, no te borres.
¡Por detrás, Petruja, corre!
¡Tra-ta-ta-ta-ta!...
Polvillo de nieve hacia el cielo va.
Vañka quiere escapar con el cochero...
¡Alza una vez más tu gatillo ligero!...
¡Tra-ta-ta-ta! Te vamos a enseñar nosotros
a qué conduce juerguearse con la chica de otros...
¡Se escapó el canalla! Ya verás, te digo,
cómo mañana acabaré contigo.
¿Dónde está Katia? Muerta, muerta la ha dejado.
¡Su cabeza una bala ha atravesado!
¿Contenta, Katia? ¡Chit, chit, nada se mueve!...
¡Queda como carroña, aquí, sobre la nieve!...
¡Más fuerte tu paso revolucionario,
que está el enemigo cerca y temerario!

7

De nuevo van los doce.
Sobre los hombros llevan fusilitos.
Y sólo al asesino desgraciado
no se le ve la cara de contrito.
Más rápido el resuello,
los pasos acelera al alejarse.
Un pañuelo se lía por el cuello.
No puede sosegarse.
—¿Por qué estas, camarada, así afligido?
—¿Por qué, amiguito, el miedo te condena?
—¿Por qué, Petruja, andas alicaído?
—¿Es que Katka te da lástima o pena?
—¡Mis buenos camaradas de estas horas!
Yo a esta chica quería...
Noches embriagadoras
he pasado con ella en otros días...
Por la fuerza arrogante de sus ojos
como de fuego hechos;
por aquel lunar rojo
junto a su hombro derecho,
yo he matado, hombre flojo;
la perdí en un instante de despecho;
—¡Cómo nos da la lata este maldito!
¿Es que tú, Petia, eres una mujer?
—¿Es que quieres sacar tu alma en un grito
para dejarla ver?
—¡Tu fachenda mantén de soldadito!
—¡Y dominarte, eso debes hacer!
—¡No, no es ésta, hora
de mimos de niñera,
porque una carga ahora
más grande, camarada, nos espera!
Y ya Petruja lleva más lentos sus pasos...
La cabecita eleva, y de nuevo se alegra...
¡Ea, ea,
no es pecado mortal si se juerguea!
¡Cerrad las casas,
que hoy habrá saqueos sin tasa!
¡Abrid las bodegas,
hoy juerguea la gente andariega!

8

¡Ay, tú, pena en cadena,
asco tenebroso
de muerte!
¡Oh, qué bien el tiempecito
pasaré, pasaré yo!...
¡Oh, qué bien la coronilla
me rascaré, me rascaré yo!...
¡Oh, qué bien del girasol la cascarilla
escupiré, escupiré yo!...
¡Oh, qué bien con la navaja
rasgaré, rasgaré yo!...
¡Vuela tu, burgués, como un gorrioncito!
Beberé sangrecita,
por esa amiguita
de cejas negritas...
Requies cant in pace, al alma, Señor, de tu sierva...
¡Qué asco!

9

No se oye ruido alguno en la ciudad.
Sobre el Nevá un silencio grave advino.
Ningún guardia hay ya.
¡Juergueaos, muchachos, y sin vino!
En un cruce de calle está el burgués;
su nariz en el cuello ha escondido.
Un perro se le mete entre los pies,
sarnoso, sucio, con el rabo caído.
El burgués, indeciso y silencioso,
igual que el perro hambriento allí se está,
y el viejo mundo, como perro sarnoso,
con el rabo caído está detrás.

10

La nevisca se pone furiosa.
¡Ay, tú, nevisca, nevisca!
A cuatro pasos no se ven las cosas,
se hacen ariscas.
La nieve gira en forma de garganta.
La nieve en columnita se levanta.
—¡Oh, Dios mío, qué fuerte es la nevasca!
—¡Petka, en qué tonterías te atascas!
¿De qué te ha salvado
el altar dorado?
Qué poco sentido también;
piensa, míralo bien,
¿es que sangre no tienes en las manos frías
por amor que tú a Katka tenías?
¡Más firme tu paso revolucionario,
que está el enemigo cerca y temerario!
¡Adelante, adelante, adelante el fragor,
pueblo trabajador!

11

... Y sin Dios ni santos, de este modo,
los doce alejan sus pisadas.
Dispuestos están para todo,
no tienen lástima de nada...
Van sus fusilitos de acero
contra enemigos que no ves,
por callejas sin derrotero
donde la nieve cae al través,
y en hoyos de plumón ligero
no se pueden sacar los pies...
Les cubre de abrigo
la bandera roja.
Sus pasos amigos
producen congoja,
que ya el enemigo
despierta y se arroja.
Y la nieve en los ojos caía
noches y días,
sin interrupción...
¡Adelante, adelante el fragor,
pueblo trabajador!

12

...Y van adelante con seguro paso...
—¿Hay alguien ahí? ¡Que se nos presente!
No, sólo es el viento que juega en el raso
de la roja enseña que les da en la frente...
Delante se eleva un montón de nieve.
—¿Hay alguien en él? ¡Que se nos presente!
Sólo un can mendigo y hambriento se atreve
a ir, renqueando, detrás de la gente...
—Detrás no nos sigas, perrito sarnoso,
con la bayoneta reír voy a hacerte.
¡Y tú, viejo mundo, perrazo piojoso,
húndete, o yo mismo voy a deshacerte!
... Enseña los dientes como lobo hambriento;
no quiere dejamos, el rabo caído,
perro vagabundo, perro friolento.
—¡Eh, responde pronto! ¿Quién va? ¿Lo has oído?
—¿Quién mueve delante la bandera roja?
—Mira entre las sombras, seguro alguien pasa.
—¿Quién va que los pasos, al cruzar, afloja
y quiere ocultarse detrás de las casas?
—Da igual lo que haya, que voy a atraparlo.
—Mejor que te rindáis, ya veremos luego.
—¡Eh, eh, camarada, anal vas a pasarlo;
sal o comenzamos contra ti a hacer fuego!
¡Tra-ta-ta-ta-ta! Sólo, sólo el eco
resuena en las casas y ligero va...
Sólo la tormenta con aullido seco
por entre la nieve, carcajadas da.
¡Tra-ta-ta-ta,
tra-ta-ta-ta!...
Con paso seguro así van sin congoja.
Siguiendo sus huellas, un peñazo listo.
Y delante de ellos con bandera roja,
invisible en nieve de albores de alas,
inmune a las balas,
andando en el aire con un paso leve,
llevando un tesoro de perlas de nieve,
corona de rosas, que jamás se ha visto,
delante de ellos, marcha Jesucristo...

Enero, 1918

de Alexander Blok,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Versión de Fiódor Kelin y César M. Arconada