Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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lunes, 31 de julio de 2023

POR LA PRIMERA VEZ...

POR LA PRIMERA VEZ...

Por la primera vez salí para la guerra,
me dieron un billete para un viaje muy largo.
Dieciocho años tenía y ya es la cuarta vez
que arrastro por la guerra mi carga de soldado.
Los años fueron duros,
alumbrados por el rojo de los incendios.
Mi juventud pasó sin yo verla a mi lado,
se emblanqueció mi pelo...
Sin huellas de las balas, sin que el calor me queme
ando al borde del fuego.
Creo que fue mi madre quien con sus sufrimientos
me preservó la vida.
El tiempo nos impuso pruebas de fuego y plomo.
Venceremos, dijimos. Y luego: Volveremos.
Traeremos la alegría. Todo volverá a ser.
Por algo nos asaltan unos sueños confusos
que hablan de una región soleada feliz...
Después de las desgracias de aquella primavera,
pronto aparecerá el mayo deslumbrante.

Cercanías de Rzihev, 1942

de Alexéi Surkov,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Versión: Rafael Alberti y María Teresa León.

jueves, 20 de julio de 2023

HÉROE

HÉROE

Lo confieso. Mi “musa” no tiene mucho que ver con lo exótico.
Poco habituado en su niñez a los juegos de caza,
mi héroe no fue a Chukotka a matar osos marinos
ni apuntó al ojo del rayado tigre.

El noroeste no sacudió sus espesos cabellos
bajo la vela anaranjada de una frágil embarcación.
No fue a descubrir polos ignotos
y no ocultó fardos de contrabando en los desfiladeros.

En resumen, mi héroe es un personaje parco en materia de exotismo,
poco tiene que ver con los versos floridos.
Mi héroe fue soldado raso de la gran revolución,
toda una época de combates se apoya en su hombro.

Torturado por el tifus, las alarmas y los piojos,
por los caminos de la guerra, de Chitá al Donbás,
súbdito de la revolución mundial,
marchaba el soldado de la guardia de la clase insurgente.

En la primera línea de fuego, bajo banderas desgarradas,
en el ajetreo de los altos en las marchas,
mientras construía fábricas y esgrimía planes,
aprendió a tener siempre listos fusil y corazón.

Y no es en absoluto una desgracia que el espíritu de la aventura
no viva en su cuerpo, duro, habituado al trabajo.
Lo amo todo en él, desde el corazón al cordón rojo,
sin olvidar la estrella arrugada de su capote de soldado.

1928

de Alexéi Surkov,
en Antología de la Poesía Soviética (Alexander Nakarov), Biblioteca Jucar, 1974.
Versión: Nicanor Parra.