Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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miércoles, 7 de febrero de 2024

PROMESA

PROMESA

YO SÉ que hay un surco de zapatos nauseabundos
debajo de una sangre fatigada,
y hasta un sueño inseguro
que busca los refugios de una espalda muerta.

Yo sé que hay un sol escondido
que muerde ya de noche nuestras manos desnudas
y una tierra que seca las raíces
buscando enloquecida la sangre del rocío.

Yo sé de blandas espinas delirantes
que se duermen tranquilas por mis ojos
y de mudas campanas que ahora suenan
para ir engañando nuestro oído.

Yo sé que hay lentos caminos moribundos
y tiernas magnolias que mueren derrotadas
y ventanas que acogen nuestra muerte
y desvelos que buscan nuestra sangre.

Yo sé que vienen lentamente,
contra el rumbo del aire de mi olvido,
temporales de oscuros desvaríos
y bramidos de lenguas desgarradas.

Yo sé que nuestro viento está desnudo
y que su traje muerto se entierra en las esquinas.
Yo sé que nuestros labios se desangran
con el olor vertido en nuestros vasos.

Yo sé que todavía a tiernos caballos indefensos
quieren robar su crin y sus tranquilos ojos
para empujar los cuerpos desmayados
por el filo sangrante de una navaja abierta.

Yo he visto ya mis manos
y he visto otras manos sin sangre y sin muñecas,
y el crepúsculo herido,
y las grietas aún vivas de unos muslos sin dueño
y las mudas campanas que engañan los oídos.

Conozco ya muerta la inocencia,
sus barcos de senos engañados,
sus palomas tendidas por calambres
y esos lentos latidos que no ignoran
el cadáver perdido de una amarga tormenta.

Conozco ya sus ojos y su falsa ceguera,
su corazón helado en la amargura,
y este llanto hueco y esta voz inútil
por hondos precipicios de gangrena.

No quiero mirar hacia otras tierras
desde este mar doliente en que navego,
ni quiero orillas que me salven
cuando aún hay un nudo de heridas sobre el agua.

No habrá quien pueda separar ya mi sangre
de esta verdad caliente que no ignoro.
Ésta es la lucha y éste es el camino:
sólo tierras de trigos congelados,
sólo estepas de arena en los oídos,
sólo cielos de muerte por los ojos,
sólo pechos abiertos por el vidrio,
sólo tumbas de incendios apagados,
sólo mudas ventanas, cerradas para el sol,
y horizontes sin luz, sin tierra, ni agua,
sólo muros de sangre en los caminos
para este corazón que avanza presuroso
vencedor de la muerte, la derrota y la agonía.

de Adolfo Sánchez Vázquez
en Poesía, Fondo de Cultura Económica, 2013.

sábado, 7 de octubre de 2023

MEMORIA DE UNA NOCHE DE OCTUBRE

MEMORIA DE UNA NOCHE DE OCTUBRE

OS ACUSA el espacio,
la tierra, el trigo y la agonía
y ese lento dolor que nace cada hora
y ese lento morir sin sangre y sin espina
y ese llanto de sombra encarcelada
y esa mano caída sobre tiernos carbones apagados.

Os acusa sin miedo
el temblor desprendido de ese sueño intranquilo
y esa espalda mordida por canes transparentes.

Os acusa en la noche
ese niño espantado que llama a vuestras puertas,
que grita encanecido buscando alguna estrella,
que bebe lentamente
esa espuma de sangre y ese crimen
esa cárcel que ata la muerte y la alegría.

Os acusan ahora
esos trenes vencidos
por un puente de sangre y escayola,
y esas manos tendidas,
y ese árbol caído que busca inútilmente
la tierna puñalada
y ese oscuro partir a la locura.

Os acusa ese llanto que suena todavía
y ese verde costado y ese látigo
y esos blandos canales de sangre enloquecida
y esa arena en los ojos
y esas sienes abiertas
y ese sol perseguido.

Os acusan sin miedo.

de Adolfo Sánchez Vázquez
en Poesía, Fondo de Cultura Económica, 2013.

martes, 8 de agosto de 2023

SONARÁN A SILENCIO

SONARÁN A SILENCIO

CONTRA un clavo ardiendo entre los dedos,
contra un sabor hundido por las venas de un muro,
contra esta agonía de trenes fatigados,
contra el estertor sin fin de moribunda escarcha
hay sombras por ruinas tenebrosas,
calderas donde arde la inocencia,
calcinados caminos para un río estrangulado,
empapados sollozos sobre espigas nocturnas.

Se deslizan como una catarata de lamentos neutrales
volcando en nuestra ausencia un reposo de ácidos
y se acercan temblando hacia nosotros
para golpear los labios de una cicatriz abierta.

Es inútil que huyamos olvidando
la ira de las manos de un niño abandonado.
Es inútil dormir junto a los muros
que alternan su firmeza con cabellos ardiendo.
Es inútil morir cortándose las manos
para perder el tacto de una garganta helada.
Es inútil huir entre carbones
para salvar la vida de un color deshonrado.
Es inútil hundirse entre toneles
para no beber la copa de agua ensangrentada.

Es inútil huir porque nos buscan
para hundir nuestros ojos en la arena.
Nos persiguen la hora de los sueños
para enterrar la huida con el alba.
Nos inundan la sangre de gusanos,
nos incendian la sangre con recuerdos
y nos hacen subir a unas ruinas
sobre un pedestal de lutos y de sangre.
Es inútil huir porque la huida
sólo encuentra tabernas desoladas
donde alza su copa nuestra muerte.
Es inútil huir sediento de escaleras
cuando sólo hay vitrinas de niños ateridos.

Un violento latir de bosques desdichados
devora tenazmente las inciertas salidas,
y un nuevo sabor de herencia acuchillada
levanta transparencias a un metal en reposo.

No huid que hay unas manos que aceleran su tacto,
que os llaman blandamente.
Somos nosotros con doloridos pies
los que llegamos a enfermas latitudes
entre meridianos de huesos perseguidos.

Una salud de almena moribunda,
una frialdad de llama amortajada,
un extravío de buques y de cuervos,
no podrán separar nuestras manos.

Sólo entonces,
duro enemigo de la muerte,
tanto derrumbe de dolor y sangre,
tanto incendio de párpados vencidos,
tanto oscuro naufragio de imanes desvelados,
tanta lenta presión de pisadas amargas,
tanta luna seca por alumbrar a un ciego
sonarán a silencio,
a huracanes vestidos como mujeres pálidas,
a incendio de maldad e injusticia.

de Adolfo Sánchez Vázquez,
en Poesía, Fondo de Cultura Económica, 2013.

lunes, 26 de junio de 2023

NÚMERO

NÚMERO

35 MILLONES de gritos que nunca conocieron el descanso
35 millones de manos que se pudren como planta muerta
millones y millones de llantos enterrados
al lado de una rosa
millones de lamentos sorprendidos en tumba encarcelada.

Un número de hombres sumergidos
en un mar de vinagre y peces congelados.
Un número de nervios y brazos desprendidos
por canales de sangre y agua enfurecida.
Millones de lamentos que nadan arrancados
frente a un mundo de huesos insepultos.

Un número de gritos levanta espadas ya difuntas.
Un número de manos derriba muros de injusticia.
Y es que sabe que sólo ya la muerte se duerme
para todos
y que para todos no crecen por igual la miseria
y los gritos.
Que hay un mundo de muertes y violetas degolladas
de espaldas desoladas y viento ensangrentado,
un mundo en el que el hambre despierta nuestras manos
y por vidrios y brasas engañado
entrega para siempre sus uñas transparentes.

¡Oh, número de sangre, de espuma y de lamento!
Un mundo de ceniza, carbón y muertas amapolas
volando te persigue.
¡Oh, número de sangre, de espuma y de lamento!
Te quiero sin lamento sin gritos ni llantos de escalera.
Te quiero sin lamento.
Que hay sangre y cárceles y suelo humedecido
y suicidios y espaldas congeladas y vientres sublevados.
Te quiero sin lamento y con sangre de espiga
que hay venas hinchadas y muros entreabiertos
presiones de estertores y ríos encadenados
mineros que agonizan y mueren muerto el aire
y gritos desgarrados de un cuerpo sobre el agua.

Te quiero sin lamento.
Te quiero en el incendio
mordiendo dormitorios y viejos candelabros
clavado tu madero con trigo y con arena.
Te quiero en los caminos de vidrio y voz sedienta
en noches derretidas por ansia interminable
cerrando ya la cárcel con tierra ensangrentada,
llevando por los aires el trigo y la amapola
a cuerpos perseguidos por nubes y puñales.

¡Oh, número de sangre y de lamento!
Los llantos enterrados y tumbas de otros días
despiertan los párpados caídos con odios no olvidados.

(Málaga, octubre de 1935)

de Adolfo Sánchez Vázquez
en Poesía, Fondo de Cultura Económica, 2013.

domingo, 18 de junio de 2023

ROMANCE DE LA LEY DE FUGAS

ROMANCE DE LA LEY DE FUGAS

EL SOL se enreda en las cumbres
de la tarde agonizante.
la luz se quiebra rojiza
en los trigos y olivares.

Eran cinco los que iban
al agonizar la tarde.
Cinco obreros esposados
por el camino adelante.

Yo los vi
cuando moría la tarde.
Los civiles eran tres
y tres eran los fusiles,
tres los afilados sables.

Yo los vi cómo doblaban
por bajo unos encinares.
Iban cortando veredas.
No vieron ellos a nadie.

Yo los vi cómo les dieron
con los fusiles y sables,
en los hombros y las piernas
cuando intentaban pararse.

Abandonó el sol las cumbres,
los trigos, los olivares…
La luna se hundió escondiéndose
temblorosa bajo el aire.

Los civiles mientras tanto
retrasaban sus andares.
Yo los vi cómo se echaban
los fusiles a la cara…
… Yo los vi cómo apuntaban.

Un grito de muerte
cruzó por el aire.
¡Un grito rebelde!

¡Cómo temblaron los trigos!
¡Cómo temblaron los árboles!
¡Cómo temblaba la tierra
y los olivares!

Los cinco cuerpos cayeron
revolcándose en la sangre.
Yo los vi cómo cayeron
en la tarde agonizante.

Eran cinco los que iban
por el camino adelante.
Cinco cuerpos en la tierra
dejaron sobre su sangre.

(Málaga, julio de 1933)

de Adolfo Sánchez Vázquez
en Poesía, Fondo de Cultura Económica, 2013.

jueves, 10 de noviembre de 2022

ESTA VOZ QUE NOS CONVOCA

ESTA VOZ QUE NOS CONVOCA

OIGO esta voz que nos convoca
por hondos precipicios de gangrena
mientras nadan los peces homicidas
y la espuma se vuelve cómplice del crimen.

Sólo el viento que se bebe esa espuma,
sólo aires que congelan los trigos,
sólo estepas que calcinan las plantas,
sólo nieblas que aniquilan los sueños,
sólo tumbas que impacientes esperan
no escuchan esa voz
que entre presagios de espanto
insistentemente nos convoca.

(Madrid, junio de 1936)

de Adolfo Sánchez Vázquez,
en Poesía, Fondo de Cultura Económica, 2013.