Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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domingo, 14 de marzo de 2021

Mi país

Mi país

Si tuviera que, al mundo, presentar mi país,
Diría de la belleza, la dulzura y la gracia
De sus mañanas cantantes, de sus tardes gloriosas
Diría de su cielo puro, diría de su aire dulce,
Del escalonamiento armonioso de los tristes morros azulados
De las ondulaciones blandas de sus colinas cercanas,
Del esmeralda cambiante de sus cañas al sol
De las cascadillas que se deslizan entre grandes piedras
Diáfanas cabelleras entre dedos nudosos
Y de los soles que se zambullen en mares de turquesa.
Diría, rojas antorchas tendidas al firmamento,
De la belleza fulgurante de los ardientes flamboyanes,
Y de ese azul, y ese verde, tan dorado, tan límpidos
Que uno quisiera apretar el paisaje entre sus brazos.

Diría de la pañoleta de la mujer de azul
Que baja el camino con el canasto sobre la cabeza
Del ondulado balanceo de sus caderas robustas
Y de la melodía grave de los hombres en los campos
Y del molino que rechina bajo la luna por la noche,
De los fuegos sobre la montaña a medio camino del cielo,
Del café que se recoge sobre las cumbres altivas,
Del empalagoso olor de las guayabas demasiado maduras;
Diría, sobre las ciudades, de los torsos desnudos, bronceados
De aquellos que en la calle bajo el duro calor
No se dejan asustar por la más pesada faena
Y de los remeros pescando, al amparo de nuestros puertos
Cuando vuelve la tarde, de los corales bailadores
Mientras que las islas a lo largo, perezosas,
Dejan subir como humo, al fondo del crepúsculo,
La tierna imploración de sus hogueras lejanas.

Pero inflamará mi voz un ardor más guerrero
Para decir de la valentía de los que lo forjaron,
Diré de la lección que al mundo más que sorprendido
Dieron esos que eran creídos esclavos sumisos
Diré de la fiereza, diré del agrio orgullo,
Dones que en nuestras cunas encontramos
Y del amor feroz que llevamos en nosotros
Por una libertad de precio tres veces sangriento
Y del hervor que sube por nuestras arterias
Cuando al fondo de las selvas escuchamos el llamado
Del cónico tambor que nuestros lejanos ancestros
Trajeron hasta nosotros de las riveras del África
Madre hacia la cual sin cesar se vuelven nuestras miradas.

Si tuviera que presentar mi país al mundo
Diría todavía más, diría todavía menos,
Diría de tu buen corazón, oh pueblo de mi país.

de Marie-Thérèse Colimon Hall,
en "Haití en femenino - Veintidós voces" (Saint-John Kauss "John Nelson"), Cuadernos de Literatura del Caribe e Hispanoamérica, n°18, julio-diciembre, CONEL Publishing, 2013.
Versiones al español de Cristina García, María García y Alejandro Múnera.