Madre
Madre,
mi magnífica
mi imprudente
Tú que te preparas para traerme al mundo
por favor
no me pongas nombre
porque los asesinos están al acecho
Madre
Haz que mi piel
sea de un color neutro
Los asesinos están al acecho
Madre no hables ante mí
Me arriesgo a aprender tu lengua
y los asesinos están al acecho
Madre
escóndete cuando reces
déjame fuera de tu fe
los asesinos están al acecho
Madre
eres libre de ser pobre
pero no me lances a la calle
los asesinos están al acecho
Ah madre
si pudieras abstenerte
esperar días mejores
para traerme al mundo
quién sabe
Mi primer grito
haría mi alegría y la tuya
Yo saltaría entonces a la luz
como una ofrenda de la vida a la vida
A la memoria de Brahim Bourram, joven marroquí que se ahogó en el Sena, en París, el 1 de mayo de 1995, tras haber sido arrojado al agua por una banda de cabezas rapadas que acababan de separarse de una manifestación del Frente Nacional (partido político de extrema derecha).
De Abdellatif Laâbi,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.29, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.