Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Isabel Aparicio: ¡Presente!

Isabel Aparicio: ¡Presente!

Que todo el mundo sepa la verdad,
Isabel Aparicio fue asesinada,
por la desatención en la sanidad
la presa comunista fue exterminada.

El crimen fue en la prisión de Zuera
donde Isabel estaba recluida,
luchó hasta el final la compañera,
lo entregó todo, hasta la vida.

Morir luchando es vivir eternamente,
por eso Isabel Aparicio: ¡Presente!
Vivirás dentro de cada luchador

y también dentro de cada luchadora,
porque el futuro es nuestro y es ahora
la hora del pueblo trabajador.

De Aitor Cuervo Taboada,
en http://aitorcuervotaboada.blogspot.com.ar/ (26/1/17).

lunes, 6 de febrero de 2017

La novela argentina

La novela argentina

¿Has intentando
Leer una novela
Que comienza en ‘presente’
Y luego recurre al ´pasado’,
Donde el ‘yo-narrador’
Se transforma en un ‘él’
Y donde la ciencia ficción
Invade y pulveriza
Un policial negro
Páginas atrás comenzado?

¿Has intentado..?

¿Has intentado dirigir a un pueblo
Que grita “Estado” cuando está hambriento
Y que cuando ha comido
Pide la vuelta del liberalismo?

¿Has intentado dirigir a un pueblo
Que lo único que grita es su egoísmo?

Esa novela es nuestro castigo.

Por Félix Sánchez Durán.

sábado, 4 de febrero de 2017

Mirad, yo no soy más que un hombre

Mirad, yo no soy más que un hombre

Mirad yo no soy más que un hombre, ninguna
degradación,
ningún salivazo lo conturba,
yo no soy más que un hombre que acepta ya sin cólera
(en el corazón sólo tiene amor inmenso, y que arde)

Acepto. .. acepto... completamente, sin reserva ...
a mi raza que ninguna ablución de hisopo y de lirio mezclados
podría purificar
mi raza roída de máculas
mi raza uva madura para pies ebrios
mi reina de los salivazos y de las lepras
mi reina de los látigos y de las escrófulas
mi reina de las escamas y de las cloasmas
(¡oh esas reinas que yo amaba antaño en los jardines
primaverales y lejanos con un fondo iluminado por
todas las bujías de los castaños!)

Acepto. Acepto.
y el negro fustigado que dice: "Perdón mi amo."
y los veintinueve golpes de látigo legal
y el calabozo de cuatro pies de altura
y la argolla
y la corva cortada a mi audacia cimarrona
y la flor de lis que fluye del hierro candente
sobre lo carnoso de mi hombro
y la perrera del señor VAULTIER MAYENCOURT
donde yo ladré durante seis meses como un perro
de aguas
y el señor BRAFIN
y el señor FOURNIOL
y el señor de la MAHAUDlERE

y el pián
el moloso
el suicida
la promiscuidad
el borceguí
el cepo
el potro
el cipo
el frontal

¡Mirad! ¿Soy bastante humilde? ¿Tengo bastantes callosidades en
las rodillas y músculos en los lomos?
Arrastrarme en los lodos. Apuntalarse en lo grueso del lodo.
Cargar.
Sol de lodo. Horizonte de lodo. Cielo de lodo.
Muertos de lodo, ¡oh nombres para calentar en la palma de la mano con un hálito febril!

De Aimé Césaire,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.69, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.

jueves, 2 de febrero de 2017

Pequeñas manitos

Pequeñas manitos

¿Puede tu mano gigante
Callar mi pequeña voz?
Se escabulle entre tus dedos tiranos
Y se esparce como polvo al viento.
Es tan insignificante
Que la dejás volar sin darle mérito.
No es tu mano gigante
Lo que impide que nuestros gritos,
Nuestras pequeñas voces,
Encuentren el eco de la noche.
No es tu mano gigante,
Aunque distorsiona mis pensamientos…
Es hoy ese montón de pequeñas manitos,
Que tapan sus pequeños oídos,
Las que impiden cruzar el monte sombrío
Y llegar al templo del entendimiento
Mutuo, sincero.

Por Félix Sánchez Durán.

martes, 31 de enero de 2017

Marta era su nombre

Marta era su nombre
A Marta Ugarte,
A Don Neftalí y en su nombre
a todos los compañeros de la Exequiel



Era profesora
Marta era su nombre,
yo tenía 10 años
y nunca supe de su historia
hasta que llegué a esa pequeña célula
de la vieja población obrera.
Ese era su nombre
y bajo Marta Ugarte nos juntábamos
a luchar, a organizar
con los viejos y queridos compañeros,
de esos días siempre me acuerdo
de la tarde de verano de mi juramento
los sandwich de jamonada
entre las máquinas de coser
y las pausadas palabras de Don Neftalí.
Bajo el nombre de Marta Ugarte
nos juntábamos
te repito, era profesora
y fue la primera y la única
que el mar
el triste mar de esos días aciagos
el negro mar de esas noches tristes
devolvió a sus costas.
Mar justiciero y bonachón
Mar del lado de los pobres
y de los valientes de siempre.
Marta, nuestra profesora
la misma que nos enseño las tablas
o a lavarnos las manos
o a leer a Oscar Castro
en los libros de la escuela,
¿Te acuerdas?
Marta la primera
la única devuelta
por nuestro mar
a favor de los humanos.
Fue encontrada semidesnuda
y dentro de un saco
amarrado a su cuello
con un alambre.
Ese mar que ahora
tranquilo nos baña
la devolvió lejos de su casa
allá en Los Molles
en la playa la Ballena.
Marta Ugarte,
la conocí por la Exequiel
cuando bajo su nombre nos juntábamos
a luchar, a organizar, a soñar nuevamente
con los viejos y queridos compañeros.

De Fesal Chain,
en https://poesiaparaalentarcoraje.blogspot.com.ar/2009/08/tres-cantos-nuestros-detenidos.html ((11/1/17).

domingo, 29 de enero de 2017

Romance para las doce menos cuarto

Romance para las doce menos cuarto

(Nochevieja en la cárcel)

Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora;
que suenen como campanas,
en una campana sola;
que fundan los corazones
en un Corazón y todas
las ramas del pulso sean
árbol de luz en las sombras.

Amigos, todos en pie:
sobre las montañas rojas
de nuestra sangre sin yugos
la voz erguida en la boca.
Si alguno siente que tiene
las alas del pulso rotas
¡que las componga!
Todos los pulsos en hora.

¡Oíd, yunteros del alba!
¡Oíd, pastores de auroras!
Para conducir el día
hacen falta caracolas
con dura canción de ríos;
que en las manos paridoras
vayan firmes las cayadas;
ir apartando las olas
y derribando la esfera
donde el tiempo nos destroza.

Hay que hacer nudos al alma,
¡dejar huellas en las rocas!
Esconder la espuma, el junco,
la breve luz de las hojas
donde la luna se duerme…
¡Ser ascua vertiginosa,
piedra viva, monte y río,
corazón de cada cosa!

Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora.
Si arena tienen los tuyos;
si grietas tu voz, ya ronca
de golpear contra el muro,
amigo, si te desplomas
como una hierba apagada,
bebe en la arteria sonora
de tu bandera, en la herida
de tu pueblo, en cada gota
de su sangre fusilada,
sube desde tu derrota;
desde tu cruz sumergida,
como un relámpago a proa;
desde tus huesos al pulso,
desde la raíz más honda
firmemente a la palabra
donde la fe se enarbola.
Despierta el rayo dormido
que en tu corazón reposa.

Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora.
A las doce todos uno.
Las campanadas redondas
con las hogueras del pulso
harán una sola antorcha.

Almas de acero encendido,
que al mismo viento tremolan,
forjan el día en un yunque
de dolor, con recio aroma
de amaneceres que nadie
podrá arrancarnos…
No hay tromba
de paredones, ni balas,
ni rejones, no habrá sogas
capaces de hacernos bueyes:
¡nuestro cuello no se dobla!
Miradnos aquí, miradnos,
mientras los muros sollozan,
cruzar el año, cantando,
rompiendo noche española,
acariciando los hombros
de un crepúsculo sin costa.
Miradnos aquí, miradnos,
mientras los muros sollozan;
¡siempre de pie!, sin rodillas,
como encinares de gloria.
¡Camaradas, a las doce,
todos los pulsos en hora!

De Marcos Ana,
en Las soledades del muro, Akal, 1977.

viernes, 27 de enero de 2017

Ciegos, sordos y mudos

Ciegos, sordos y mudos

Mi mundo está lleno de ciegos
Que perciben el pozo
Una vez dentro.

Mi mundo está lleno de sordos
Que saben que el tren pasó
Porque rompió sus huesos.

Mi mundo está lleno de mudos
Que hacen señas
Cuando ya nadie
Los está viendo.

Y cada uno de ellos
Se ríe del otro.

Por Félix Sánchez Durán.

jueves, 26 de enero de 2017

Correo caracol

Correo caracol

Escribir largas cartas a amigos muertos
y breves y quejumbrosas a la amada
que hace tiempo se quedó en los huesos,
también legibles y sin florituras,
con frases que serpentean por lo aproximado,
no, afiladas como taladros
que agujerean el tiempo,
como si no hubiera pasado un minuto.

Sin embargo, también del ahora que se desvanece,
de la prisa y del hastío
quiero narrar, obseso de la palabra, como testigo,
las cotizaciones de Bolsa, la epilepsia en general,
qué ha sido de mis hijos, y es, cuántos nietos
me han regalado entretanto,
qué palabras nuevas están recientemente de moda,
cuáles, veteranas, desaparecieron hace mucho.

Ay, cómo echo en falta a mis amigos muertos
y a mi amada, cuyo nombre
ha quedado fresco e infinitamente repetible
en un cajón secreto.
Quiero esperar respuesta
hasta que por las mañanas el viento sople
las hojas del otoño, llenas de escritura,
hasta mi puerta, multicolores.

También veo caracoles
esforzarse en el correo,
vienen de lejos,
llevan años en camino;
y me veo todas las tardes,
descifrando con paciencia su rastro
y leyendo lo que el amigo muerto
o mi amada me escriben.

De Günter Grass,
en De la finitud, Alfaguara, 2016.

miércoles, 25 de enero de 2017

Plegaria vespertina

Plegaria vespertina

Lo que de niño
me asustaba hasta ponerme el miembro tieso
era una frase —«Dios lo ve todo»—
escrita en los muros con letra picuda;
pero ahora —desde que Dios ha muerto—
da vueltas arriba un dron no tripulado,
que no me pierde de vista
con un ojo sin pestañas que no duerme
y todo lo almacena, no puede olvidar nada.

Me vuelvo infantil,
tartamudeo plegarias incompletas incoherentes,
quiero pedir gracia y absolución
lo mismo que mis labios en otro tiempo al acostarme
pedían indulgencia tras cada caída.
Me oigo susurrar en el confesonario:
Ay, querido dron,
te pido perdón
para poder ir al cielo de rondón.

De Günter Grass,
en De la finitud, Alfaguara, 2016.

lunes, 23 de enero de 2017

Conversación con Marcos Ana

Conversación con Marcos Ana
(A Inma de Celis)

Ahora resulta Marcos Ana
que soy un metafísico,
de
a-histórico talante
demasiado crítico
querido amigo viejo.

Pero tú me dijiste ayer:
"Triste es luchar en una misma casa,
romper la mesa donde el pan se come,
vivir entre paredes, enfrentados
tercamente en un mismo territorio".

Es que esa es mi patria
a veces, de repente,
como España,
de conjurados necios
y ciegos pensadores,
viviendo en casa oscura
con mirada túnel
sin destellos.

Ahora resulta Marcos Ana
que soy un
neoconservador
colmado de beatería
revolucionaria
lleno de triste
moralina,
eso resulta que soy yo
querido amigo viejo.

Pero tu me dijiste hoy
en la penumbra:
"Soñar; siempre soñar,
con banderas y besos,
la libertad y el aire
soplando en mi cabello".

Y así
entre tu susurro
y la
fácil descalificación
de los enanos,
me levanto temprano
a preparar el alimento,
negándome en virtud
querido Marcos Ana
a dejar mis alas en suspenso.

Entonces
te apareces de nuevo
por la pieza
llena de libros
y de humo,
me interpelas:
"Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre".

Y me reconozco
nuevamente,
que yo no quiero comer
del mismo plato
de los nuevos liberales
progresistas modernos
capellanes,
que yo no quiero.

Que yo no quiero
acompañarlos en sus viajes
y chocar mis codos
con sus codos
en la mesa mayor
del pragmatismo,
que yo no quiero.

Que otros
se llenen la boca de discursos
con un pueblo abstracto, inexistente,
porque yo, vuelvo mi cuerpo entero
Marcos Ana, mi amado amigo viejo
al pueblo real carne y nervadura.

A ese pueblo
tan real y tan concreto
que come en mi casa
la comida y el pan
que preparo con mis manos
cada día,
eso quiero
eso quiero
eso quiero
amado amigo, compañero.

De Fesal Chain,
en https://actaliteraria.blogspot.com.ar/2009/09/fesal-chain.html (11/1/2017).