Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

jueves, 11 de julio de 2019

Grito hacia Roma

Grito hacia Roma
(DESDE LA TORRE DEL CRYSLER BUILDING)

Manzanas levemente heridas
por finos espadines de plata,
nubes rasgadas por una mano de coral
que lleva en el dorso una almendra de fuego,
peces de arsénico como tiburones,
tiburones como gotas de llanto para cegar una multitud,
rosas que hieren
y agujas instaladas en los caños de la sangre,
mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos
caerán sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula
que untan de aceite las lenguas militares
donde un hombre se orina en una deslumbrante paloma
y escupe carbón machacado
rodeado de miles de campanillas.

Porque ya no hay quien reparta el pan ni el vino,
ni quien cultive hierbas en la boca del muerto,
ni quien abra los linos del reposo,
ni quien llore por las heridas de los elegantes.
No hay más que un millón de herreros
forjando cadenas para los niños que han de venir.
No hay más que un millón de carpinteros
que hacen ataúdes sin cruz.
No hay más que un gentío de lamentos
que se abren las ropas en espera de la bala.
El hombre que desprecia la paloma debía hablar,
debía gritar desnudo entre las columnas,
y ponerse una inyección para adquirir la lepra
y llorar un llanto tan terrible
que disolviera sus anillos y sus teléfonos de diamante.
Pero el hombre vestido de blanco
ignora el misterio de la espiga,
ignora el gemido de la parturienta,
ignora que Cristo puede dar agua todavía,
ignora que la moneda quema el beso de prodigio
y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán.

Los maestros enseñan a los niños
una luz maravillosa que viene del monte;
pero lo que llega es una reunión de cloacas
donde gritan las oscuras ninfas del cólera.
Los maestros señalan con devoción las enormes cúpulas sahumadas;
pero debajo de las estatuas no hay amor,
no hay amor bajo los ojos de cristal definitivo.
El amor está en las carnes desgarradas por la sed,
en la choza diminuta que lucha con la inundación;
el amor está en los fosos donde luchan las sierpes del hambre,
en el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas
y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas.

Pero el viejo de las manos traslucidas
dirá: amor, amor, amor,
aclamado por millones de moribundos;
dirá: amor, amor, amor,
entre el tisú estremecido de ternura;
dirá: paz, paz, paz,
entre el tirite de cuchillos y melones de dinamita;
dirá: amor, amor, amor,
hasta que se le pongan de plata los labios.

Mientras tanto, mientras tanto, ¡ay!, mientras tanto,
los negros que sacan las escupideras,
los muchachos que tiemblan bajo el terror pálido de los directores,
las mujeres ahogadas en aceites minerales,
la muchedumbre de martillo, de violín o de nube,
ha de gritar aunque le estrellen los sesos en el muro,
ha de gritar frente a las cúpulas,
ha de gritar loca de fuego,
ha de gritar loca de nieve,
ha de gritar con la cabeza llena de excremento,
ha de gritar como todas las noches juntas,
ha de gritar con voz tan desgarrada
hasta que las ciudades tiemblen como niñas
y rompan las prisiones del aceite y la música,
porque queremos el pan nuestro de cada día,
flor de aliso y perenne ternura desgranada,
porque queremos que se cumpla la voluntad de la Tierra
que da sus frutos para todos.

de Federico García Lorca,
en http://dueloliterae.blogspot.com/2012/07/grito-hacia-roma-de-poeta-en-nueva-york.html (3/7/19).

miércoles, 10 de julio de 2019

Edipo

Edipo

Mucho tiempo después, Edipo, viejo y ciego,
iba por los caminos.
Percibió un olor familiar. Era
la Esfinge. Edipo le habló:
"Quiero hacerte una pregunta. ¿Por qué no reconocí
a mi madre?"
"Diste la respuesta incorrecta", respondió la Esfinge.
"Era la única respuesta acertada", contestó Edipo.
"No", repuso ella. "Cuando te pregunté
qué es lo que camina en cuatro
patas por la mañana, dos al mediodía
y tres al ocaso, contestaste el Hombre. No dijiste nada
de la Mujer".
"Cuando se dice Hombre", contestó Edipo, "está incluida
la Mujer. Todos lo saben".
La Esfinge repuso: "Eso es
lo que tú te crees"

de Muriel Rukeyser,
en La poesía como herramienta, Edición del Foro "La poesía como herramienta", 2018.

martes, 9 de julio de 2019

Crudo invierno

Crudo invierno
(9 de julio de 2019)

En las calles
las organizaciones sociales
militantes
montan una carpa
disponen lugares
para albergar
y dar de comer
a quienes
no pueden tener
un techo
sobre sus cabezas
un guiso
en sus entrañas
ni un poco de calor
en sus espaldas

En el cielo
el vuelo estruendoso
costoso
de aviones y helicópteros militares
da por finalizados
los festejos patrios

Por Félix Sánchez Durán.

Imperialismo (II)

Imperialismo (II)

Sí, es cierto,
Hemos pedido dinero, crédito,
Un préstamo al Fondo.
No es cierto que vayamos a perder autonomía
[económica, social y política,
O que nuestra soberanía esté en juego, en riesgo.
Hemos vuelto al mundo,
Eso es lo que importa;
El resto,
Isn't true.

Por Félix Sánchez Durán.

lunes, 8 de julio de 2019

Imperialismo

Imperialismo

Imperialismo
estimado Mario
es también
que alguien
venga a ponerle
puntos y comas
a tu escritura

Por Félix Sánchez Durán.

domingo, 7 de julio de 2019

La noche

La noche

Después de la comida, cuando por Occidente cae el sol,
melodías y cantos montañeses de todas partes brotan.
La prisión de Tsing Si, sombría y melancólica,
en ilustre Academia de música, de pronto se transforma.

de Ho Chi Minh,
en Diario de prisión, Instituto del libro (CUBA), 1970.

La tarde

La tarde

Las dos. Abren las celdas y el aire se renueva.
Para ver un pedazo de cielo, ansiosas las miradas se levantan.
Orgullosos espíritus que habitáis ese cielo de libertad:
¿Sabéis que en la prisión hay uno de los vuestros que agoniza esperando?

de Ho Chi Minh,
en Diario de prisión, Instituto del libro (CUBA), 1970.

Mediodía

Mediodía

¡Qué generosa la siesta en la prisión!
Durante horas, consolador el sueño me pasea,
jinete en un dragón que al cielo escala.
El brusco despertar, a la celda me obliga a regresar.

de Ho Chi Minh,
en Diario de prisión, Instituto del libro (CUBA), 1970.

La mañana

La mañana

En la mañana el sol, trepando por el muro,
llega a la puerta y llama. Mas la puerta
permanece cerrada. En la prisión la noche continúa,
pero ahí está, muy cerca, la luz de la mañana.

A caza de piojos, los reclusos, despertando se lanzan.
Dan las ocho: es el gong que a la comida llama.
¡Ánimo, camarada! Hay que comer. Los que tanto sufrimos
debemos resistir hasta que llegue el alba.

de Ho Chi Minh,
en Diario de prisión, Instituto del libro (CUBA), 1970.

sábado, 6 de julio de 2019

Recuerdan en los confines de la Historia... (4)

Recuerdan en los confines de la Historia
que ante la proliferación de casos
de gatillo fácil,
los más prestigiosos periodistas
y empresarios mediáticos
tuvieron una reunión
para decidir
cuál
sería la postura a tomar.
En esa juntada
la decisión fue tomada:
los medios gráficos
y la televisión
dejarían de ser
a color.

por Félix Sánchez Durán.

viernes, 5 de julio de 2019

Hombre de color

Hombre de color

Querido hermano blanco:
Cuando yo nací, era negro.
Cuando yo crecí, era negro.
Cuando me da el sol, soy negro.
Cuando estoy enfermo, soy negro.
Cuando muera, seré negro.

Y mientras tanto, tú...

Cuando naciste, eras rosado.
Cuando creciste, fuiste blanco.
Cuando te da el sol, eres rojo.
Cuando sientes frío, eres azul.
Cuando sientes miedo, eres verde.
Cuando estas enfermo, eres amarillo.
Cuando mueras, serás gris.

Entonces, ¿cuál de nosotros dos, es un hombre de color?

de Leopoldo Sedar Senghor,
en La poesía como herramienta, Edición del Foro "La poesía como herramienta", 2018.

jueves, 4 de julio de 2019

American way of life

American way of life

De chico, me encantaban
las series americanas,
que miraba en mi dormitorio
mientras tomaba la merienda.
¡Cómo anhelaba, entonces,
la hora de ser grande
para matar a mucha gente
y convertirme en héroe!

De César Cantoni,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.112, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.

miércoles, 3 de julio de 2019

Lástima de la nación

Lástima de la nación

Lástima de la nación cuyas gentes son ovejas
engañadas por sus pastores.

Pobre del país cuyos dirigentes son mentirosos
sus sabios están silenciados
y sus fanáticos frecuentan las emisoras.

Lástima de la nación que no alza su voz
excepto para ensalzar a los guerreros
y aclamar al agresor como un héroe
que aspira a gobernar el mundo
por la fuerza y la tortura.

Lástima del país que no conoce ningún otro idioma
salvo el suyo ni otra cultura más que la propia.

Lástima de la nación cuyo anhelo es el dinero
y duerme el sueño de quienes tienen la barriga llena.

Lástima de la nación oh y del pueblo
que permite la erosión de sus derechos
y que sus libertades sean arrasadas

Mi país, tus lágrimas, dulce tierra de libertad.

de Lawrence Ferlinghetti,
en La poesía como herramienta, Edición del Foro "La poesía como herramienta", 2018.

martes, 2 de julio de 2019

Seremos la mugre...

Seremos la mugre, la peste,
Todo aquello por lo que te lavás las manos
-Poncio Pilatos-
Seremos la gripe más fuerte
Seremos las placas
Que en tu garganta
Invitarán a callar
Tus mentiras hirientes

Seremos caries
En tu boca que todo devora
En tus colmillos que todo desgarran
Seremos la infección
Que poco a poco te debilitará
Y terminará
Por vencerte

Somos la mierda bajo tu bota
Somos el pueblo que pisás impunemente

Por Félix Sánchez Durán.

lunes, 1 de julio de 2019

Villas: La vida en un mundo aparte o así se vive apartado del mundo

Villas: La vida en un mundo aparte o así se vive apartado del mundo

(dedicada a la gente de la Carlos Gardel, mi barrio)

Familias numerosas, o mejor dicho madres solteras con muchos hijos.
Los cascotes que inventan caminos así el barro no te muerde los tobillos.
Pilones de basura por acá y por allá. Esqueletos de autos robados ya desmantelados, saqueados y prendidos fuego. El sonido de un disparo en una esquina, diez disparos de respuesta en otra.
Charlas de vecinas a través del alambrado mientras cuelgan la ropa en la soga: “Che te enteraste que lo mataron a fulano”. “Si, y que a mengano le reventaron el rancho en la madrugada”. La policía y sus cacerías.
La iniciación sexual bien temprana, los guachos, las pibas.
El comedor que se redujo a tan solo una merienda por día.
Los que se van a trabajar con sus bolsitos y sus bicis y sus ojos tristes y cansados.
La mayoría de la juventud que abandona la escuela sabiendo que San Martín lo único que hizo fue posar para el billete de cinco pesos.
Las madres que lloran la muerte del hijo en velorios propios y ajenos.
Más patadas que gambetas en el campeonato de fútbol, los domingos a la tarde. El aire intoxicado por el porro cortado que está vendiendo hoy la transa. Los evangelistas y sus gritos. Los perros persiguiendo las motos.
El guiso salvador del mediodía, el mismo guiso a la noche, lo que queda del guiso mañana.
Uno con las últimas Nike al frente, dos acá a la vuelta, diez en el fondo.
El micro que recorre los penales lleno de novias, de hijos, de madres y padres. La cumbia poniéndole ritmo a la miseria. El amanecer y los carros. El amanecer y los que todavía siguen de gira.
Los muchos sueldos flacos destinados a un celular, a ropa nueva, a disfrazar la pobreza. Maradonas que mató la policía, que están en cana o laburando en una fábrica y que derrochan su magia pero en canchita de barro.
La avenida y su frontera que divide a la villa del mundo. Rezos que ruegan exiliarse a la sociedad.
El sonido anestesiante de la lluvia maltratando las chapas. Los extranjeros de la clase media que vienen a comprar droga y se van descalzos, sin plata, pero con droga.
Las velas derritiéndose en los mini-santuarios con las fotos de los pibes que murieron a manos de las balas, paredes que recuerdan sus hazañas.
Mujeres que modelan ante la pandilla, amor inconsciente pero puro, niños que se convierten en padres.
La religión de odiar a la yuta y dos de sus devotos a bordo de un super auto seguramente robado.
Habitantes que se conocen todos, secretos que saben todos, engaños imposibles de ocultar.
Panorama de vida que siempre tiene olor a celda, a plomo, a trabajo en negro o en gris… o a traje de encargado de limpieza.
Es la villa, es otro mundo, es vivir apartado.

de César González (Camilo Blajaquis),
en https://bilinkis.com/villas-un-poema-por-camilo-blajaquis/ (25/1/2019).