Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

lunes, 4 de noviembre de 2019

Acostúmbrense a cantar en cosas de fundamento

Acostúmbrense a cantar en cosas de fundamento

Había galerías solariegas
donde la muerte estaba retratada
con solemnes bigotes o uniformes
estrepitosos y condecorados:
damas de doble té, sobrias levitas,
medallas y sillones respetables,
oronda platería, antepasados
generalmente todos generales.

De allí salían héroes y efemérides,
nombres de calles, pálidas estatuas,
donaciones, benéficas tertulias,
apellidos enormes, templos, plazas,
ministros, presidentes, senadores,
duelos, odas, obispos, casamientos,
sonetos torturados, parentescos
unidos de cadáver a cadáver.

La vida estaba allí como si apenas
asomara en los cisnes de los parques,
traducían francés, se traducían
ociosamente a frases inmortales.
Padecían libélulas, marquesas,
cierta anemia elegante, bellos viajes,
con un dejo de vals, de niebla inglesa
escrita por escribas impecables.

La muerte era un seceso de buen gusto
rodeada de discursos y alusiones
a “Barcas de Caronte” y a “su proa
hacia el mar proceloso de la noche”.

Era un modo de ser, se cultivaba
como una flor fatal, a la tristeza
explicada en sonantes paraninfos
por mechudos filósofos de afuera.

Tan allá, tan lejanos, tan del aire,
transcurrían, gozaban, transcurrían,
con un monótono rictus de desprecio
entre Tedeums y fiestas de familia.

La vaca estableció su patriarcado
su imperio de molicie desde arriba.

de Armando Tejada Gómez,
en Poesía armada, Agermanament, 1976.

sábado, 2 de noviembre de 2019

Soy

Soy

¿Qué soy? ¿Importa? Siempre hay alguien que lo preguntaba
esas noches de arte luminoso de la Casa Mutual Giribone a donde el límite del escenario se iba haciendo tan finito.
 “Soy arte”, digo, mientras revoleo las caderas y me pierdo entre la gente y su humo cigarro y su brillo sin estrellas y su hambre de ser.
Travesti outlet,
bizarría del ángel
o el cometa que viene a despabilarte el rato que estemos, el rato que nos toque en suerte transitar, mientras La Garnier desgarra su canto a puro inglés narco-anarco-arco (pa´que el imperio lo entienda en su propio idioma).
Hay máquinas-machines que nos abruman, algunas hasta suplantan el hambre del amor, el olor del amor, el color del amor, el dolor del amor,
y yo no quiero eso.

Se me salió un taco,
se me corrió el rímel,
se me atascó la voz,
pero nunca el sueño.
Pajarito de Vonnegut en Paternal
cada “Noches Bizarras” crecemos y no importa qué somos, si alcanzamos a poder serlo… el resto es máquina
y yo no.

de Susy Shock,
en http://susyshock.blogspot.com/ , 26 de diciembre de 2012 (28/9/2019).

viernes, 1 de noviembre de 2019

Libre te quiero

Libre te quiero

Libre te quiero
como arroyo que brinca
de peña en peña
pero no mía.
Grande te quiero
como monte preñado
de primavera
pero no mía.
Buena te quiero
como pan que no sabe
ser masa buena
pero no mía.
Alta te quiero
como chopo que al cielo
se despereza
pero no mía.
Blanca te quiero
como flor de azahares
sobre la tierra
pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios, ni de nadie
ni tuya siquiera.

de Agustín García Calvo,
en La poesía como herramienta, Edición del Foro "La poesía como herramienta", 2018.

miércoles, 30 de octubre de 2019

ignorante o fascista

ignorante o fascista

quien dice estar harto de la política
es un ignorante o un fascista /
ignorante, porque no conoce la diferencia
entre negociar y mediar entre intereses y anhelos,
llegar a cordiales arreglos
entre diversas ideas y puntos de vista, /
y un partidismo corporativista
que negocia cargos
y pone el poder por delante de los valores,
el poder como fin y no como medio, herramienta /
un fascista, porque no está dispuesto a negociar
sus intereses y sus puntos de vista
y pretende que la sociedad toda
adopte sin más sus perspectivas

Por Félix Sánchez Durán.

martes, 29 de octubre de 2019

Ejercicio práctico para niños en edad escolar con un corolario

Ejercicio práctico para niños en edad escolar
con un corolario

Como se sabe, los minerales, los vegetales y los tejidos animales
tienen comportamientos diferentes.
Si tomamos, por ejemplo, un clavo, una papa
y un trozo de carne
(no realizar con partes humanas la experiencia)
y los dejamos fuera de la heladera,
veremos que el clavo no se corrompe,
que la papa se corrompe mucho después que la carne,
que se corrompe rápidamente.

Corolario: el hombre, como se sabe, está hecho de carne;
en consecuencia, es lo más predispuesto a corromperse.

De César Cantoni,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.112, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2018.

domingo, 27 de octubre de 2019

Canción nocturna

Canción nocturna

Los días se limitan a ir pasando, 
haciendo que transcurra nuestro tiempo. 
La muda noche nos deparará 
perpetuamente los mismos signos oscuros. 

Siempre tiene la noche que decir lo mismo, 
perseverando en la misma nota. 
Incluso después de habernos atrevido a cosas nuevas 
lo único que ella seguirá mostrando de continuo es lo que ya éramos. 

La mañana tienta ruidosa e ignota 
y rompiendo la oscura mirada muda 
nos lleva de regreso, con sus mil congojas nuevas, 
al colorido día. 

Pero las sombras se quedarán 
para cerrar con recato el día. 
Es entonces cuando nos dejamos arrastrar 
por rápidos ríos a lejanas costas. 

Nuestra patria son las sombras, 
y cuando desfallecemos profundamente 
aguardamos un leve consuelo 
en el oscuro regazo nocturno. 

Teniendo esperanza podemos perdonar 
todo horror y toda congoja. 
Nuestros labios se vuelven más mudos… 
irrumpe el día sin hacer ruido.

de Hannah Arendt,
en Poemas, Herder, 2017.

sábado, 26 de octubre de 2019

Tratamiento de residuos

Tratamiento de residuos

El principal problema estriba actualmente
en la eliminación de los residuos. Los
poderosos procesos productivos han progresado tanto
que casi todo lo que antaño fueron
elementos naturales seres independientes movimientos autónomos
ha de ser concebido actualmente
como residuo de un proceso productivo.

El agua es un residuo
de la producción de imprescindible energía
animada e inanimada. El aire, residuo
de combustiones en benéficos motores.
Fauna y flora son ya propiamente residuos
de las industrias cárnica y farmacéutica. El trabajo
humano, residual residuo
de la actividad incansable de las máquinas.
La historia es residuo
de la conquista del espacio y el arte residuo
altamente tóxico
de la televisión por cable.

La vida es el residuo más intratable y terco, pero
nuestros laboratorios trabajan noche y día.
La humanidad sólo se plantea problemas
susceptibles de solución, dicen los clásicos.
La solución del problema
está más que madura.

de Jorge Riechmann,
en El corte bajo la piel, Editorial Bitácora, 1994.

viernes, 25 de octubre de 2019

La palabra justa (II)

La palabra justa (II)

Malo sería
prolongar en demasía
la agonía,

aplazar la salvación,
la redención...
Malo sería

andar con bonitos rodeos
cuando está por arrollarte
la vida.

Cuando el peligro aceche
preferiré al intelectual preciso,
al poeta de pocas palabras,

que a quien se centre en la maravilla
de la palabra escrita
mientras ocurre la desgracia.

Por Félix Sánchez Durán.

miércoles, 23 de octubre de 2019

Contraofensiva

Contraofensiva

Si a uno
le dan
palos de ciego
la única
respuesta eficaz
es dar
palos
de vidente

de Mario Benedetti,
en Antología poética, Editorial Sudamericana, 2000.

martes, 22 de octubre de 2019

Blues del racionalista finisecular

Blues del racionalista finisecular

Predicando la razón
como una puta pobre
a quien acaban de violar y tirar de un coche en marcha
y se ha quedado muerta
hablando sola

Predicando la razón
como un enfermo terminal de sida
a quien van a retirar los fármacos
por razones más bien presupuestarias

Predicando la razón
como un borracho viejo que masculla
suplica impreca regaña gorgotea
antes de caer abatido por disparos accidentales
de la policía

Predicando la razón
como res que en el matadero
segundos antes de que el mazazo le reviente la testuz
suda y orina su pánico

Predicando
predicando
predicando la razón
a los felices inquilinos
del mejor de los mundos posibles.

de Jorge Riechmann,
en El corte bajo la piel, Editorial Bitácora, 1994.

domingo, 20 de octubre de 2019

Canto a la madre de familia

Canto a la madre de familia

Canto a la madre de familia
tan mujer de su casa la pobre,
tan gris por todos lados,
tan oveja por dentro
aunque suele gritar con los chiquillos.

Canto a sus manos suaves de lejía
los lunes y los martes,
los miércoles y jueves picadas por la aguja,
quemadas cada viernes por la plancha,
ungidas por el ajo y la cebolla.
(El sábado es un día extraordinario:
limpieza de cocina, compra doble,
y hacia las seis, barniz sobre las uñas
para salir a un cine baratito
del brazo del esposo.)

Canto a la madre de familia
a las ocho de la mañana
distribuyendo cautamente
la leche azul del desayuno
en los tazones de asa rota.
(Para Juanín que tanto crece
hay que poner la mejor parte.)

Canto a la madre de familia
que era tan linda hace quince años,
que ahora se ríe (un poco triste)
con los consejos de belleza.
(Dedique usted todos los días
un cuarto de hora a su cabello.)

Canto a la madre de familia
que suma y suma equivocándose,
cincuenta y siete y llevo cinco...
porque se han ido veinte duros
y sin pagar al carbonero.

Canto a la madre de familia
que al acostarse por la noche
nunca termina un rosario.
(Lolita sigue tan flacucha,
Juanito tuvo malas notas,
el nene va lo que se dice
con el culito al aire.)

Canto a la madre de familia
cuando se duerme tan cansada
que un ángel blanco y bondadoso
baja en secreto y la conforta.

De Ángela Figuera Aymerich,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Crítica Vol.1, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2012.

De madre a hijo

De madre a hijo

Déjame que te diga una cosa, hijo mío:
La vida para mí no ha sido una escalera de cristal.
La escalera ha tenido tachuelas,
y astillas,
y tablones levantaos,
Y trozos sin alfombra,
Pelaos.
Pero to`el tiempo
He seguido p`arriba,
Y he alcanzao rellanos
Y he torcido recodos
Y a veces he tenido que ir a tientas
Donde no había na de luz.
Así que, hijo, no te quedes abajo en los escalones
Porque te parezca difícil subirlos.
No te me caigas ahora,
Corazón, yo ya ves que sigo,
Todavía sigo subiendo,
Y la vida pa mí no ha sido una escalera de cristal.

de Langston Hughes,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.77, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2014.
Traducción de Maribel Cruzado.

Leyendo la "Antología de los mil poetas"

Leyendo la "Antología de los mil poetas"

Los antiguos poetas se complacían cantando
a la naturaleza: las nubes, las flores, la luna y el viento,
los ríos y montañas, sus cantos celebraban.
Hoy debemos fundir los versos en acero
y ser cada poeta un bravo combatiente.

de Ho Chi Minh,
en Diario de prisión, Instituto del libro (CUBA), 1970.

viernes, 18 de octubre de 2019

El lenguaje secreto

El lenguaje secreto

Nunca le puse precio a una palabra.
Es mi condena y es mi dignidad.
Quiero que quede claro ahora que empiezo.

Acaso amé, a las veces, aquella ilusión hambrienta:
la arquitectura del mundo.
Ya no la amo.
Escucho las hojas secas preferidas por el viento,
la fragante nobleza nocturna de los grillos,
el trabajo del agua.

Y me demoro aquí:
entre el ojo y la herida,
entre el labio y el labio.
Atento al único lenguaje
que cura más de lo que puede herir.

Carece de toda importancia,
le faltan los sufijos del rencor, del desprecio,
muta declinaciones cada día y cada hora,
no sirve para arengas, no tiene diccionario,
se habla inadvertidamente, es sólo
el lenguaje secreto.

de Jorge Riechmann,
en El corte bajo la piel, Editorial Bitácora, 1994.

miércoles, 16 de octubre de 2019

Epigrama

Epigrama

De pronto suena en la noche una sirena
de alarma, larga, larga,
el aullido lúgubre de la sirena
de incendio o de la ambulancia blanca de la muerte,
como el grito de la yegua en la noche,
que se acerca y sube, y baja
y crece, crece, baja y se aleja
creciendo y bajando. No es incendio ni muerte:
Es Somoza que pasa.

de Ernesto Cardenal,
en Poesía armada, Agermanament, 1976.